La palabra "startup" es familiar para muchos, pero ¿qué significa exactamente? Este artículo explora su origen, importancia y características definitorias. Su etimología proviene del inglés, combinando "start" (empezar) y "up" (alto), aludiendo al comienzo de un negocio con un gran impacto en el mercado. En español, se traduce como "empresa emergente".
Las startups son relevantes porque generan cambios disruptivos en el mercado empresarial. Innovación, adaptación, digitalización y tecnología son palabras clave que las definen. Son empresas muy jóvenes o recién creadas, pero con un gran potencial de crecimiento.
¿Qué Define a una Startup?
El principal objetivo de una startup es crecer rápidamente, comenzando con costos mínimos (producto mínimo viable) y asegurando que su producto sea escalable. De ahí su fuerte componente tecnológico y su relación con el mundo de Internet.
La clave del éxito de una startup es solucionar una necesidad. Sin embargo, muchas no sobreviven porque los clientes potenciales no compran. Según datos de CBInsights, el 42% de las startups fracasan por no cubrir esta necesidad, seguido de un 29% por falta de liquidez y un 23% por no tener un equipo adecuado.
A estas empresas les gusta innovar y buscar ideas revolucionarias que cambien el mundo. Investigan aquello que no existe en el mercado y que podría ser innovador. Ejemplos de esto son Uber y Airbnb, modelos de negocio que trascendieron lo tradicional.
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El uso de metodologías como Design Thinking, que ayuda a comprender mejor al cliente y su problema, o Lean Startup, que se centra en proponer el producto una vez identificado el problema, son cruciales. Agile, más que una metodología, es una filosofía de agilidad, donde los tiempos en la fabricación del producto son cortos y la entrega es ágil.
El Componente Tecnológico
Las startups tienen un fuerte componente tecnológico, que resulta clave. La tecnología las diferencia de la competencia, ayuda a conocer mejor a los consumidores y a reducir los costos fijos de los productos. Permite acceder a más usuarios sin grandes inversiones.
Escalabilidad y Riesgo
Las startups buscan lo ilimitado, que el producto o servicio que ofrecen pueda llegar a un número ilimitado de clientes sin aumentar los costos de producción. Es decir, un modelo de negocio escalable, donde los gastos crecen de manera lineal mientras que los ingresos crecen de manera exponencial. Este punto es muy importante para conseguir financiación. Google es un ejemplo de escalabilidad: una vez desarrollado el sistema, el costo de las búsquedas de los usuarios es el mismo, pero sus ganancias aumentan.
El riesgo está implícito en una startup, ya que no se sabe de antemano si la empresa funcionará o no. La idea que se desarrolla es nueva, y hay que ponerla en práctica para ver si hay demanda. Por ello, su financiación se considera una inversión de riesgo. La incertidumbre define a una startup.
Una startup se centra principalmente en la exploración de negocios que resuelvan una necesidad de manera escalable. En cambio, una empresa tradicional se enfoca más bien en la explotación de un modelo de negocio ya existente. La parte difícil de una startup es encontrar esa idea nueva.
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Orígenes Históricos de las Startups
En el Siglo XV, Génova y el Valle del Po eran como el Silicon Valley del Renacimiento, una zona donde el espíritu emprendedor, comercial, innovador y anárquico encontraban su máxima expresión. No es de extrañar que de aquella Génova surgiese un emprendedor como Cristóbal Colón.
En aquel entonces, una expedición marítima era el referente de lo que hoy sería una empresa. De hecho, el origen etimológico de «empresa» proviene del término latino «apprehendere». Emprender significaba determinarse a tratar algún negocio arduo y dificultoso.
A finales del siglo XV, las "startups" del momento eran aquellas iniciativas en las que algún visionario encontraba algún recorrido o territorio que permitía descubrir nuevas rutas más rápidas y eficientes, o nuevos mercados, bienes y productos para un creciente público europeo.
Cristóbal Colón, como buen emprendedor, presentó su "bisnesplan" con proyecciones de ingresos, gastos y retorno para los inversores. Buscaba Business Angels o Venture Capital del momento, aunque con escaso éxito. Finalmente, la reina Isabel de Castilla intuyó que para la expansión y poder del reino era necesario algo más que la conquista militar. Así, se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe en 1492, un pacto de socios para una startup con aspiraciones.
Una vez efectuada la inversión, tocaba acelerar el desarrollo, quemar dinero, montar el equipo directivo, contratar empleados y organizar los medios y recursos. La incertidumbre era máxima, con riesgo, aventura y grandes posibilidades de fracaso.
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Cristóbal Colón, ambicioso, egocéntrico, aventurero e iluso, demostró que los empresarios, esos locos emprendedores y autónomos, tienen un papel esencial para transformar las sociedades, para traer progreso y favorecer la prosperidad.
La Evolución Moderna de las Startups
Aunque el concepto es moderno, hay varios hitos que se consideran como una "prehistoria" de las startups. En los últimos años nos hemos acostumbrado a hablar de startups. Estas empresas emergentes han sido una fuerza impulsora en la economía global durante décadas, innovando y revolucionando industrias enteras.
¿Cuál se Considera la Primera Startup?
La noción de "startup" como la entendemos hoy se asocia con la cultura empresarial de Silicon Valley. Sin embargo, algunos libros sobre emprendimiento consideran a la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, fundada en 1602, como una de las primeras entidades que podría encajar en una definición muy amplia de startup. Fue una de las primeras compañías en ofrecer acciones a los inversores y es considerada por muchos como la primera corporación multinacional del mundo.
La idea de una "startup" tal como la conocemos realmente ganó impulso con la emergencia de empresas de tecnología en el siglo XX, especialmente durante la burbuja puntocom a finales de los años 90 y principios de los 2000.
Las Primeras Startups Pioneras (Mediados del Siglo XX)
Durante mediados del siglo XX, el concepto de "startup" todavía no estaba tan definido, pero había empresas emergentes que, a la luz de la definición actual, podrían considerarse startups debido a su enfoque en la innovación y el crecimiento rápido. Algunos ejemplos son:
- Hewlett-Packard (HP): Fundada en 1939 en un garaje de Palo Alto, California.
- Sony: Establecida en Japón en 1946.
- Fairchild Semiconductor: Pionera en la fabricación de circuitos integrados.
Estas empresas comenzaron con equipos pequeños y recursos limitados, pero su enfoque en la tecnología y la innovación las llevó a crecer y convertirse en importantes jugadores en la industria global.
El Auge de la Cultura de las Startups
A fines de la década de 1970 y principios de la década de 1980, surgió una nueva generación de emprendedores impulsada por un nuevo conjunto de valores e ideales. En lugar de tratar de encajar en la estructura corporativa existente, estos emprendedores buscaban desafiarla. Abrazaron el riesgo y la disrupción, buscando crear algo completamente nuevo. Esto fue el comienzo de la cultura de las startups.
La tecnología también desempeñó un papel importante. Las computadoras y el software facilitaron a los emprendedores la creación de productos y servicios innovadores. Internet proporcionó una plataforma para que las startups llegaran a clientes potenciales en todo el mundo.
Startups Españolas: Ejemplos de Éxito
El latido de las puntocom comenzó a sentirse en España a finales de los 90. El mapa del emprendimiento a través de internet comienza gracias a las puntocom en 1994 y no tiene fin. Carlos Barrabés inició Barrabes.com en 1995, la primera tienda española en la Red y portal más visitado de alta montaña. Tomás Diago creó Softonic, un sitio de internet con el objetivo de proveer de un servicio Premium a los clientes del proveedor de internet, Intercom. eDreams, surgió en 1999 con la intención de crear una agencia de viajes online centrada en paquetes de touroperadores que ofrecerían viajes exóticos.
Ahora bien, ¿cómo entender si una idea es tan innovadora como para merecer la creación de una startup? Lo primero, sin duda, es comprender si la idea responde a una necesidad específica del mercado.
Ejemplos de startups españolas exitosas:
- Cabify: Plataforma española que compite con Uber.
- Glovo: Empresa de entregas a domicilio nacida en Barcelona.
- Wallapop: Marketplace para la compraventa de segunda mano entre particulares.
¿Cómo Crear una Startup Paso a Paso?
Aunque este artículo se enfoca en el concepto de startup, es importante conocer los pasos clave para sentar las bases de una empresa emergente sólida. A continuación, se detallan las fases esenciales del proceso:
- Detectar una necesidad en el mercado: Identificar una necesidad insatisfecha.
- Desarrollar una propuesta de valor única: Diferenciarse de la competencia.
- Validar el producto con un MVP: Lanzar un Producto Mínimo Viable.
- Conseguir financiación: Buscar inversión.
- Formar un equipo competente: Reunir talento.
- Escalar el modelo de negocio: Automatizar y expandir.
El emprendimiento es el motor detrás de toda startup. El perfil del emprendedor moderno se basa en la resiliencia, la mentalidad innovadora y la capacidad de adaptación constante.
Tipos de Startups
Las startups se pueden clasificar en diferentes tipos según sus objetivos y modelos de negocio:
- Startups escalables: Buscan crecer rápidamente y captar grandes mercados.
- Startups sociales: Nacen con el propósito de generar impacto social o medioambiental positivo.
- Startups de estilo de vida: Creadas por emprendedores que buscan ingresos sostenibles sin la intención de crecer a gran escala.
- Startups comprables: Diseñadas para ser adquiridas por grandes empresas.
Fases de Desarrollo de una Startup
Las startups atraviesan diferentes fases de desarrollo, cada una con sus propios desafíos y oportunidades:
- Ideación: Concepción del negocio y el servicio a desarrollar.
- Puesta en marcha: Crecimiento inicial y obtención de los primeros beneficios.
- Escalabilidad: Expansión del negocio y fortalecimiento en el sector.
Estas fases podrían definir cuál sería el desarrollo perfecto de una startup.
Lecciones Aprendidas de Startups Exitosas
Existen grandes lecciones en cada historia y entrevista a emprendedores. Algunas de las lecciones clave incluyen:
- Buscar problemas que debes resolver repetidamente en tu trabajo o vida personal.
- Validar tu idea conversando directamente con tus clientes potenciales antes de crear el producto o servicio.