El mundo de los emprendedores es un terreno fértil para la innovación y el crecimiento personal. Sin embargo, el éxito en el emprendimiento no solo depende de la idea de negocio, sino también de la mentalidad del emprendedor. Desarrollar una actitud de éxito es fundamental para superar los desafíos y alcanzar metas.
¿Qué es una Mentalidad Emprendedora?
Una mentalidad emprendedora, a menudo denominada «mentalidad de crecimiento», es un conjunto de creencias, actitudes y habilidades que impulsan a los emprendedores a superar obstáculos, adaptarse al cambio y buscar oportunidades.
La gran mayoría de los propietarios de pequeñas y medianas empresas no tiene una mentalidad emprendedora; son técnicos o especialistas en un sector y por ello han convertido su empresa en un autoempleo. La principal razón por la que abrieron un negocio era para quitarse al jefe, pero han terminado siendo empleados, esclavizados por su propio "negocio-empleo". Estos miembros, trabajan largas y monótonas jornadas, sin poder ausentarse durante mucho tiempo, con riesgo de perder todo su patrimonio.
Por suerte existe un grupo de propietarios de pymes, muchos de los cuales empezaron sin estudios y con escasos recursos, que lograron crear empresas altamente competitivas y rentables, algunas de calibre mundial. De estos emprendedores prácticos se han aprendido unas sencillas claves que permiten que cualquier persona desarrolle "La Mente del Emprendedor" y pueda simplificar, optimizar y mejorar continuamente su pyme, sin renunciar a una gran calidad de vida y realización personal.
Características Clave de una Mentalidad Emprendedora
- Pasión por el Aprendizaje: Están constantemente buscando adquirir nuevos conocimientos y habilidades.
- Mentalidad Abierta al Cambio: En lugar de temer al cambio, lo abrazan como una oportunidad para la innovación y el crecimiento.
Desarrollando una Mentalidad de Éxito
Con éxito es necesario desarrollar una serie de habilidades personales, denominadas competencias.
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Para desarrollar una mentalidad emprendedora, considera los siguientes puntos:
- Define tus Objetivos y Metas: El primer paso para desarrollar una mentalidad emprendedora es tener una visión clara de lo que deseas lograr.
- Aprende Constantemente: La educación continua es esencial.
- Desarrolla la Autoconfianza: Trabaja en tu autoestima y autoconfianza. Reconoce tus logros y celebra tus éxitos, por pequeños que sean.
- Mantén una Actitud de Gratitud: Practicar la gratitud te ayuda a mantener una perspectiva positiva.
- Cultiva la Resiliencia: Aprende a ver los fracasos como oportunidades de crecimiento. Analiza lo que salió mal, aprende de ello y sigue adelante.
- Rodéate de Personas Positivas: El entorno en el que te encuentres puede influir en tu mentalidad.
- Abraza el Cambio: En lugar de resistirte al cambio, ábrete a él.
El Fracaso como Oportunidad
Entiende que el fracaso es una parte natural del emprendimiento. Aprende a ver los fracasos como oportunidades de crecimiento. Analiza lo que salió mal, aprende de ello y sigue adelante.
El Rol del Entorno y la Actitud
El entorno en el que te encuentres puede influir en tu mentalidad. Rodéate de Personas Positivas.
Una buena actitud.
Los Secretos de la Mente Millonaria: Un Resumen
Este libro parte de la pregunta que muchos se han planteado alguna vez: ¿por qué hay personas con más éxito que otras? La respuesta del experto en liderazgo Brian Tracy -luego de viajar por más de 120 países, leer sobre filosofía, psicología, historia, economía, marketing e investigar las conductas e ideologías que amasaron la fortuna de algunos millonarios- es que todo éxito depende de los buenos hábitos alcanzados en la vida cotidiana, incluidos los pensamientos positivos, la visualización constante del éxito, la organización minuciosa, la planificación detallada y la inversión asertiva de recursos materiales, humanos y afectivos.
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No existe una fórmula única para el éxito; tampoco una definición universal. Definir el éxito es tarea de cada persona.
Salud y bienestar - Todos deseamos estar sanos. Buenas relaciones interpersonales - Mantener relaciones sanas en el trabajo, la familia y los espacios sociales es fundamental para todos.
¿Crees que el dinero da la felicidad? Supongo que la respuesta es que no… pero que en cierto modo ayuda a conseguirla. Entonces, ¿crees que si fueras rico tu vida sería mucho mejor? Todo depende de tu mente y de tu programación para conseguir dinero. Muchas veces nos boicoteamos a nosotros mismos a la hora de conseguir esa riqueza. O, si la conseguimos, no sabemos gestionarla.
Ahí tienes el típico caso del que gana el gordo de la lotería y en pocos años está en la ruina porque se lo ha gastado todo. Por eso hoy voy a hablarte de un libro que tiene mucho que ver con la mentalidad emprendedora, y sobre todo con la forma de pensar que diferencia a las personas que tienen dinero, de las que no. ¿En qué grupo quieres estar tú?
Hoy vamos a ver el resumen de Los secretos de la mente millonaria, de Harv Eker.
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T. Harv Eker, el autor de Los secretos de la mente millonaria, es un canadiense que nació en el seno de una familia de inmigrantes europeos muy pobre. Empezó a trabajar prácticamente desde niño para salir adelante y ya entonces decidió que quería ser rico y salir de esa situación. Efectivamente, tras una vida de altibajos económicos, hoy Harv Eker es rico. Y nadie puede decir que la suya es una riqueza heredada.
¿La riqueza es una cuestión de voluntad o de programación mental? Lo primero que tienes que saber es que este no es un libro de economía, aunque su temática principal sea el dinero. Es más bien un libro de crecimiento personal, que busca hacernos conscientes de cómo nuestra mente nos condiciona, e influye para que alcancemos el éxito y la riqueza… o no.
De hecho, tan seguro está Eker de que hay mentes programadas para ser pobres y otras para ser ricas, que asegura que ganar mucho dinero no te saca de ser pobre. Él mismo pudo comprobarlo cuando, tras varios intentos fracasados, consiguió triunfar con un negocio y ser rico… para arruinarse al poco tiempo. ¿Por qué? Porque no tenía la mentalidad adecuada y no supo gestionar ese dinero. Pero para poder entender todo esto mejor, vayamos por partes.
Eker asegura que todos tenemos interiorizado un patrón personal del dinero que es el que va a determinar que seamos pobres o ricos. ¿Y cómo se crea ese patrón? Pues básicamente a través de tres factores:
3 factores que crean el patrón personal del dinero
- Influencias de la infancia. Con influencias de la infancia, el autor se refiere, principalmente, a la gente que nos rodea de niños, pero sobre todo a nuestros padres. Influye muchísimo lo que nos dicen: ¿cuántas veces has oído frases como “soy pobre pero honrado” o “ganar dinero conlleva mucho esfuerzo y sacrificio”? También nos marca lo que escuchamos decir, aunque sea indirectamente: ¿cuántas veces has escuchado a tus padres lamentarse por el dinero? ¿Quejarse de su sueldo, o de no poder permitirse ciertos caprichos? Y sobretodo nos quedamos con lo que vemos hacer: ¿cómo reaccionaban tus padres ante alguien rico? Los pobres han crecido desde niños con la idea de que el dinero o la gente rica esconden algo malo: “a saber lo que ha hecho para conseguirlo”, “seguro que no lo ha ganado honradamente”, “a quién habrá pisado para llegar ahí”, etc. Todo eso se queda en tu cabeza, y determina la forma en la que respondes ante el dinero.
- Entorno general de la época. Esto es lógico, porque no es lo mismo criarse en un ambiente de bonanza económica que en uno de hambre y miseria. Como hemos visto, lo que vives de pequeño te marca.
- Incidentes concretos. Por ejemplo, que en tu familia se rompiese un matrimonio porque uno de los dos se buscó una nueva pareja que tenía dinero. Ese tipo de cosas quedan en la historia familiar. Y ,en vez de buscar la causa en un problema emocional o culpar a esa persona, se culpa al dinero. Que no digo yo que no haya tenido que ver, habría que estudiar el caso, pero probablemente no fuera lo único…
En definitiva, nos han inculcado unas ideas muy negativas y limitantes del dinero, y esto está impidiendo que pensemos como ricos. Los secretos de la mente millonaria es un libro que pretende enseñarnos a cambiar esa forma de pensar para… bueno, pues para tener una mente millonaria. Tener la mentalidad adecuada es el primer paso para tener dinero de verdad en el banco.
5 consejos básicos para tener una mentalidad millonaria
- Ajusta tu termostato. Eker afirma que todos tenemos un termostato financiero, según el patrón del dinero que nos hayamos formado en la niñez. En los ricos, ese termostato está ajustado en millones. En los pobres, el termostato está ajustado en conseguir la libertad económica que anhelamos. Esto hace en la práctica nunca sobrepasemos un nivel determinado de riqueza, sin que pesen tanto otros factores. El ejemplo de la lotería que hablábamos antes: un 70% de las personas que ganan un premio gordo lo pierden todo a los pocos años. Da igual que ganes mucho, si no tienes la mentalidad adecuada el propio dinero te va a generar malestar. En el caso de la lotería, es gente que gasta tontamente hasta sentirse cómoda volviendo al nivel de su termostato. La situación ha cambiado, pero su mentalidad no. Al final han ganado la partida sus creencias limitantes.
- Deja de quejarte. Según Eker, cuando los ricos tienen un problema buscan solucionarlo. Los pobres, sin embargo, culpan a los demás o a causas externas y en vez de ponerle solución. Se quejan. Y las quejas atraen cosas malas. Eker insiste en que hay que tomarse la vida como un juego, y jugar siempre para ganar.
- Pide que te paguen por tu trabajo, no por tu tiempo. Otra cosa que diferencia una mente rica de una mente pobre es la manera en que considera que debe remunerarse su trabajo. Para un pobre, ganar más dinero equivale a trabajar más horas. Para un rico, lo que debe pagarse es la productividad, el valor que aporta ese trabajo. ¿Cuál de los dos crees que va a ganar más? Desde luego, cualquier empresario que busque el éxito debe centrarse en aportar valor, porque eso le va a permitir subir las tarifas, ya sea de sus productos o servicios.
- Véndete a ti mismo. Los pobres no se sienten cómodos con la idea de venderse. De alguna manera, les incomoda darse ese valor. Sin embargo, los ricos se venden sin problemas: creen en sí mismos y creen que haciéndolo pueden aportar algo que, además, ayudará a otra gente.
- Entiende que no es mejor dar que recibir. Esto es algo que nos han dicho siempre. Normal que cuando nos dan algo o tenemos suerte, algo en nuestro interior nos haga sentirnos mal, como si no lo mereciéramos. Sin embargo, no puedes esperar que la vida te dé cosas buenas si no te sientes cómodo aceptándolas. Además, Eker te lo plantea así: si dar es bueno, no puede ser malo recibir. ¡No tendría ningún sentido! Para que pase una de esas cosas, tiene que darse la otra también…
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