Dejar el Trabajo para Emprender: Consejos Esenciales

Dejar un trabajo para montar un negocio es una decisión trascendente. Las ganas de emprender pueden llegar en cualquier momento, y esto implica que en ocasiones aparecen cuando ya estás trabajando por cuenta ajena. Y no vamos a mentirnos, muy pocas personas pueden permitirse dejar su trabajo para lanzarse a la aventura de emprender, ya que puede ser arriesgado si tu idea de negocio no termina triunfando.

Sin embargo, trabajar por cuenta ajena no debe ser un freno a tu sueño de emprender. De hecho, son muchas las personas que se lanzan a dar vida a un proyecto cuando están trabajando. Que sea más común de lo que parece, no quiere decir que emprender y trabajar al mismo tiempo sea sencillo, ya que esto te roba mucho tiempo de tu día, además de energía. Sin duda, dos de las claves para lograrlo son la organización y la persistencia.

Consideraciones Iniciales

Los modelos de negocio que mejor funcionan (dejando a un lado las excepciones) para un emprendedor surgen de la experiencia profesional. El problema está en que muchos contratos son muy estrictos en materia de competencia profesional. Debes asegurarte de leer bien tu contrato y revisar las condiciones de la empresa si vas a entrar en el mismo mercado, aunque no seas competencia directa.

Tener muy claro lo que quieres hacer corresponde a la primera tarea, y conocer el nivel de incertidumbre en el que se mueve el proyecto que quieres acometer es la segunda. Lanzar un negocio es un proceso, y es un proceso que normalmente el emprendedor afronta por primera vez y no sabe qué hacer, en qué momento y se equivoca con más frecuencia de lo que sería deseable. Debes plantearte tu negocio como un proceso industrial: Planifico, Desarrollo, Chequeo y Actúo. Hay que armar un buen modelo de negocio.

Ante esta perspectiva, no hay más remedio que modelizar, sin caer en la parálisis del plan de negocio. Hay aspirantes a emprendedor que necesitan demasiado tiempo para planificar y gastan sus energías antes de salir. Si tu puesto de trabajo te ocupa de 8 de la mañana a 10 de la noche, va a ser francamente difícil que tú solo lo puedas sacar adelante quitándote horas de sueño o madrugando para pavimentar las calles.

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La Importancia de la Experiencia y el Apoyo

Además, si no has emprendido nunca y entras en un sector complicado, en el inicio deberías tener a alguien que haya pasado antes por este proceso (como socio, como consejero, dentro o fuera…). Y tiene que haber alguien en el negocio que conozca muy bien el mercado al que tú vas a dar soluciones (no tanto en cifras, como en problemática real, en la dinámica real del mercado).

Que tengas un socio, eso sí, no quiere decir que tenga que ir en todos los casos al 50% contigo. Muchas veces se habla de conocer bien el mercado, pero la realidad nos dice que al mercado y a los clientes no les vamos a conocer hasta que no comencemos a pelearnos con ellos.

Validación de la Idea de Negocio

La primera hipótesis que debes contrastar es si lo que tienes pensado lanzar al mercado tiene un verdadero valor para el consumidor, porque igual vas a diseñar un producto que a los clientes, sencillamente, no les va a interesar. ¿Cómo evitar eso? Simplemente hablando con potenciales clientes y preguntándoles directamente si le encuentran valor. La forma de validar esta hipótesis -y realmente cualquier hipótesis de tu negocio- es salir a la calle y preguntar a expertos, a potenciales clientes, etc.

Cualquier persona con la que hables sobre tu proyecto te va a decir que es muy buena idea hasta que tenga que pagar. Por eso es importante lanzar la mínima expresión de tu producto, una versión que, aunque no sea escalable, la gente ya pueda estar dispuesta a pagar por ella. Esto te va a permitir pasar de la encuesta a que la gente pague y tu producto esté mínimamente validado.

Finanzas y Recursos

Un negocio se monta para ganar dinero. Además, la nómina puede destinarse en parte a ‘financiar’ la sociedad en los primeros momentos. Esto puede evitar recurrir a préstamos en las primeras fases de validación de la idea de negocio, aunque esta ‘financiación’ es muy limitada. Pero no es un hobby, aunque sólo lo hayas montado para tener unos ingresos extras.

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Por si no lo sospechabas ya, no siempre es necesario disponer de una oficina en el centro neurálgico de la capital para gestionar un negocio. Tampoco necesitas servidores para un millón de usuarios cuando todavía no tienes ni 5.000.

Networking y Formación

Mientras el emprendedor está preparando su proyecto, aparte de obtener una formación, tiene que crear, si no lo ha hecho ya, una red de contactos. ¿A qué nos referimos? Es muy complicado encontrar proveedores buenos a la primera. Es muy importante tener experiencia. Y si no la tienes tú, no está de más que la busques. Y por este motivo, entre otros, es importante tener contacto con otros emprendedores. Ellos te pueden asesorar en este punto.

Gestión del Tiempo y Prioridades

Piensa que cada decisión que tienes que tomar y cada distracción compite por recursos en tu cerebro. El tiempo también tiene un coste de oportunidad, como el dinero. Si le dedicas tiempo a una cosa, se lo detraes a otra.

El problema de base está en que lo que necesitamos ahora, por lo general, está claro, pero no tenemos tan claras las necesidades que vamos a tener después. Hechos los ejercicios de prospección y una vez tomada la determinación de emprender toca confiar en uno mismo y conservar el tesón en todo momento, en los buenos y en los malos.

Recuerda que no eres el primero que ha tomado esta decisión y que no faltan ejemplos de casos de éxito de profesionales que abandonaron la empresa para desarrollar su propio negocio, como los que recogíamos en este otro artículo.

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Consejos Prácticos para Emprender Mientras Trabajas

Que sea más común de lo que parece, no quiere decir que emprender y trabajar al mismo tiempo sea sencillo. Ya que esto te roba mucho tiempo de tu día, además de energía. Sin duda, dos de las claves para lograrlo son la organización y la persistencia.

  • Un calendario y una agenda serán tus mejores amigos durante el proceso. Es importante que sepas las cosas que vas a hacer cada día, cada semana y cada mes, y que todo ello lo tengas reflejado visualmente para que puedas cumplir tus objetivos. Por ello, ten un calendario que puedas colgar de tu pared o tener sobre tu mesa y que veas cada día, además de una agenda donde puedas anotar con más detalle las tareas por hacer cada día y marcalas como finalizadas cuando lo hayas terminado.
  • Define tus horarios. Tienes que tener en cuenta que no puedes interrumpir tu horario laboral para dedicarte a tareas de tu proyecto.
  • Prioriza tareas. Identifica qué tareas son más importantes y urgentes.
  • Aprovecha las herramientas digitales. Actualmente, internet nos ofrece numerosas plataformas y herramientas que son de gran ayuda para facilitar la gestión de tu tiempo, productividad y recursos.
  • Toma descansos. El cansancio es inevitable si trabajas y emprendes.
  • Crea dos espacios de trabajo separados. No mezcles tu proyecto con tu trabajo, separa bien ambos espacios. No puedes permitir que durante tus horas de trabajo corporativas estés pensando en tu emprendimiento, tampoco al contrario. Además, no debes usar el material de tu empleo para tu proyecto.
  • Subcontrata. Si tienes la posibilidad, subcontrata a personas que te ayuden con diferentes tareas facilitando y agilizando tu trabajo.

Estos consejos pueden ser clave para hacer más fácil el trabajar por cuenta ajena a la vez que emprendes. Por último, no podemos irnos sin dejar tres consejos claves para poder emprender y trabajar por cuenta ajena. Por un lado, debes tomártelo en serio, comprender que no es nada fácil, pero que eso no es sinónimo de que sea imposible. Ligado con lo anterior encontramos la segunda clave, tener una actitud positiva. Es importante saber que emprender requiere sacrificios y serán muchos los obstáculos que haya en tu camino, pero tienes que mantener una actitud positiva que no te haga tirar la toalla a la primera, sino superar los obstáculos. Finalmente, tienes que saber cuándo renunciar a tu empleo o a tu proyecto. En el primero de los casos, cuando tu startup esté generando lo suficiente como para poder cubrir tus gastos, significará que podrás dedicarte únicamente a ella.

Consejos Adicionales de Expertos

Ana Pedroche, mentora en reinvención y emprendimiento y coautora del libro Posiciónate Tú Primero, explica que “el miedo es el primer factor al que tiene que enfrentarse quien desea dar un giro profesional. Ten claro qué quieres conseguir con este cambio. Piensa en un empleo que encaje con tus necesidades. Busca un trabajo que te permita poder disponer de tu tiempo y configurar tu vida profesional sin tener que renunciar a tu vida personal. Ponte una meta. Ten un plan.

Cuando emprendas, debes analizar el campo en el que quieres trabajar, analizar el mercado, definir un modelo de negocio y validar la idea que has tenido. Ahorra un fondo de emergencia. Pide una excedencia. Si eres un empleado por cuenta ajena, puedes solicitar una excedencia de un año para probar tu proyecto. Hazte emprendedor “poco a poco”. Otra forma de emprender es empezar a hacerlo poco a poco. Es decir, mantener nuestro trabajo por cuenta ajena y empezar a trabajar en nuestro tiempo libre en el proyecto que deseamos emprender. Apuesta por un negocio digital. Emprender en el mundo digital es una de las opciones más seguras para quienes desean reinventarse profesionalmente ya que es económico y la audiencia que se puede alcanzar es enorme.

Si te animas por este tipo de emprendimiento digital debes trabajar el posicionamiento SEO, para situarte entre los primeros resultados de búsqueda de Google y obtener clientes. Éstas son algunas recomendaciones que podemos seguir si estamos planteándonos un giro profesional, pero no son las únicas.

Etapas para Dejar el Trabajo y Emprender

  1. Tengo dinero para emprender: En ese caso, tírate a la piscina. Pero tírate bien, porque si tienes dinero ahorrado y puedes permitirtelo debes tener un business plan sólido, que sepas que va a tener éxito.
  2. Tengo acceso a financiación para montar mi negocio: Si te pueden dar un préstamo y empezar tu negocio. No es el mejor de los casos ya que puedes crearte deudas. Aún así, si tienes la idea muy clara y crees que sí hay posibilidad y viabilidad de que vaya bien te recomiendo en este caso que sí que te tires a la piscina y que dejes tu trabajo y emprendas.
  3. No tengo dinero para emprender: En este caso quería presentarte las tres burbujas del dinero en la empresa. Yo cuando empecé la mía también me pasó un caso similar. Tenía algo de dinero guardado pero no demasiado para empezar.

Las Tres Burbujas del Dinero en el Emprendimiento sin Capital

  1. Dinero para subsistir: Eso significa hacerle algún tipo de trabajo que no está dentro del emprendimiento pero que te da dinero como para subsistir. En mi caso particular empecé muy joven, tenía 23 años, estaba estudiando todavía cuando empecé a desarrollar la empresa. Al mismo tiempo, por las tardes-noches, a veces trabajaba de azafata o hacía algún tipo de trabajo que me daba algún dinero para poder subsistir.
  2. Cash: Crecimiento empresarial no exponencial: Esto hace referencia a tus primeros trabajos, que estás haciendo y te permitirán ir creciendo a nivel empresarial pero que no te llevarán a tus objetivos finales. Aún así, son necesarios al principio para empezar a construir las bases.
  3. No Cash: Crecimiento empresarial exponencial: Estos son los trabajos relacionados con la empresa que tienes en mente, en el mismo sector y proyectos, cuyos resultados no son inmediatos, pero son necesarios para llegar al punto donde queremos estar. A la empresa de nuestros sueños.

Superando el Miedo y la Incertidumbre

No obstante, el temor que a algunos paraliza, otros encuentran la manera de neutralizarlo, algunos incluso dicen haber logrado “abrazarlo” y dar el salto. Primero, entender cómo funciona tu mente Los seres humanos por norma nos debatimos entre la tensión emocional y la tensión creativa. La emocional es justamente la que se activa cuando nos salimos de nuestra zona cómoda, para visitar el terreno de las incertidumbres. Y la creativa, suele activarse justamente cuando nos sentimos en riesgo y requerimos activar todos nuestros recursos personales para salir victoriosos.Dejar tu empleo y renunciar a tu salario por supuesto que es dejar tu zona cómoda, la zona conocida, las personas, los roles y retos que encaras en tu cotidianidad. ¿Para qué? Pues depende de cómo tu lo veas. Para crecer, para emprender, para reinventarte, para crear. Es decisivo tener tus para qué bien claros. Pero es bastante lógico que sientas miedo de abandonar tu empleo.

Valentía vs. Estupidez: La Planificación es Clave

No es igual dejar la seguridad de tu salario con un plan estructurado de lo que te vas a poner hacer, el colchón financiero mínimo que requieres para arrancar y sostenerte mientras despega y una estrategia concebida de cómo posicionar tu marca personal o la de tu emprendimiento, que dar un salto al vació. ¿Por qué? Pues porque necesitas unos mínimos de paz y de certidumbre para operar tu vida, sin permitirte que la consuma el estrés.Renunciar sin ahorros y sin un plan claro, dista mucho de ser un acto de coraje y colinda bastante con la estupidez absoluta. En estos términos, lo ilógico sería que no sintieras miedo de abandonar tu empleo.De manera que tener claro tu propósito, sanear tus finanzas personales y definir una estrategia, es innegociable.

Estableciendo un Plazo y Manteniendo la Motivación

Yo tiendo a creer que lo que no se agenda o programa, simplemente no pasa. Todos vivimos una vida bastante llena de estímulos y distractores, cuando no atareada, de manera que al momento de querer emprender o independizarse, si no hay un deadline o un compromiso concreto de cuándo dar el paso, pues corres el riesgo de que tu proyecto se diluya.

Si es por dinero, tiempo libre o sentirte tu propio jefe, pues mejor búscate motivaciones más fuertes. Pocos emprendimientos dan ganancias reales antes del 3er año de operaciones y eso bien gestionados. Ser emprendedor no es un trabajo full time, si no full life, porque tu eres gerente, CEO, asistente, secretario, contador, community manager, diseñador, copy, I+D, entre otros muchos roles. O como diríamos en mi tierra, tú eres Soy-La, soy la que vendo, produzco, escribo, cotizo, facturo, cobro, ingenio, etc. Además, no tendrás un jefe que te afane o presione, pero tendrás a tus clientes y te tendrás a ti mismo. Y más vale que seas autoexigente, porque de lo contrario… puede que no funcione.Emprender es de personas que quieran aprender a convivir con la incertidumbre respirándoles en la nuca, es de personas que estén dispuestas a aprender todos los días, es de personas que se esfuercen seriamente en trabajar en su mentalidad y sus creencias limitantes, es de gente ordenada y, sobre todo, muy disciplinada.

Preguntas Clave Antes de Dar el Salto

Pues cuando ya elegiste dar el paso, hay dos preguntas que si o si deberías hacerte.

  • ¿Qué es lo peor que puede pasar si mi emprendimiento no funciona?
  • ¿Qué razones podrían ocasionar que no funcionara?

Si haces la tarea de dar respuesta a estas dos preguntas, juiciosamente, es altamente probable que tengas los básicos para trazarte una estrategia. Que no es garantía de éxito, claro está, pero sí que ayuda. Responderte estas dos preguntas te permitirá anticiparte, ganar adaptabilidad y capacidad de reacción. Pero por sobre todo quitarte el miedo a abandonar tu empleo.

Persistencia, Motivación y Pasión

Si, tal cual, si tienes tu propósito claro, si después de saber que emprender no es el paraíso prometido, continúas teniendo una intención clara, un para qué que resuena profundamente contigo, pasión a borbotones y mariposas en el estómago, pues a remangarse. A trabajar duro para hacerlo posible.

Consejos Finales

  • Respeta la política de la compañía para la que prestas servicios.
  • La planificación es importante, diseña un plan de negocio propio.
  • Piensa en la importancia de un socio, un buen socio podría sacarte de apuros.
  • Haz el primer contacto con tus potenciales clientes, conoce sus necesidades reales.
  • Tu emprendimiento es mucho más que un pasatiempo, tómalo en serio.
  • No dejes que tus clientes tarden mucho tiempo en pagar sus deudas, mantén un flujo de caja saludable.
  • Haz networking, crea una red de contactos que te ayude a avanzar.
  • Dedica tiempo a tu emprendimiento, busca tiempo y dedícaselo para ver resultados.

¿Estás pensando en dejar tu trabajo para pasar de empleado a emprendedor? Lo primero que tienes que saber es que de media los emprendedores necesitan de 1 a 2 años para empezar a poder disfrutar de un sueldo de forma estable. Por este motivo debes hacer tus números y comprobar que puedes permitirte dejar el trabajo para emprender. Es importante que hagas cálculos para entender los costes que implica establecer un negocio y ser consciente de las necesidades que tendrás.

Antes de dejar tu empresa para pasar de empleado a emprendedor, ponte a trabajar en tu negocio durante el tiempo que puedas, ya sea por las noches o en fin de semana. En función de la relación que tengas con tu empresa puede que no te convenga desvelar que estás planeando una salida hasta el último momento. Antes de dejar tu empresa, termina todos los proyectos en los que estás trabajando y asegúrate que quedas bien con tus proveedores, con los clientes y con los compañeros. Es muy importante que tanto tu familia como tu pareja estén preparados para los cambios que van a llegar a nivel económico y de organización de tiempo. Saber vender bien tu proyecto es una habilidad que necesita todo emprendedor. No existe el momento perfecto para pasar de empleado a emprendedor. Por este motivo, y si realmente quieres hacerlo, tendrás que planificar, ponerle fecha, y hacerlo.

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