El liderazgo empresarial es una habilidad que todas las personas pueden desarrollar y, por la cual, el líder de la compañía o del departamento es capaz de influir en los trabajadores para lograr sus objetivos. El liderazgo es la habilidad de un jefe para influir en su equipo y gestionarlo. Su objetivo ha de ser maximizar los beneficios y alcanzar los objetivos marcados. En definitiva un buen liderazgo empresarial mejora los resultados de la empresa, crea un clima laboral favorable e incrementa la participación de los empleados y mejora la confianza y fiabilidad en la organización.
Muchas veces se utiliza el término jefe como sinónimo de líder, pero no es lo mismo. Existe una diferencia fundamental: mientras que un jefe utiliza su rango y su poder para mandar de una manera autoritaria y unidireccional, el líder es aquel que motiva a los empleados y les dirige, pero sin imponer sus ideas. Pero la gestión autoritaria del tradicional jefe empieza a quedarse obsoleta en las entidades con más éxito. Muchas compañías están apostando por el nuevo concepto de liderazgo empresarial porque han comprobado que, así, los trabajadores son más productivos y mejora el clima laboral.
Existen cinco tipos de liderazgo empresarial y, cada uno de ellos, tiene unas consecuencias, tanto laborales como psicológicas, sobre el trabajador. Cada empresa debe conocer los tipos de liderazgo que existen y elegir el más adecuado. Un buen o mal liderazgo tendrá su reflejo directo en el rendimiento de la compañía. Para elegir entre los diferentes tipos de poder de liderazgo hay que conocer las cualidades de los empleados y ajustarse a los valores de la compañía. Pero, además, el momento económico por el que esté pasando el grupo será otro factor determinante. Igualmente, dentro de la jerarquía empresarial pueden convivir distintos tipos de liderazgo. La combinación de varias formas de dirigir una empresa puede ser la clave para maximizar la productividad.
Tipos de Liderazgo Empresarial
1. Liderazgo Laissez-faire
Es un líder que trabaja en positivo, confiando en el saber hacer de sus empleados. Este líder se caracteriza por dejar libertad a sus empleados para que realicen las tareas como más práctico les resulte. Al final cuentan los resultados y no tanto el procedimiento. Eso no quiere decir que se mantengan siempre al margen. Cuando es necesario aconseja u orienta, pero nunca impone su criterio. El líder laissez faire confía en sus empleados y les deja cumplir con su puesto con una mínima intervención. Se basa en la idea de que los trabajadores experimentados incrementan su productividad con menor supervisión. Por ello, para los empleados supone más autonomía, y eso les hace sentirse valorados y motivados.
No obstante, no todos los trabajadores son igualmente productivos sin supervisión. Tampoco es una forma útil de liderar a empleados con poca experiencia. En este caso, es indispensable conocer los rasgos de la plantilla para determinar si el laissez faire es el tipo de liderazgo más adecuado.
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2. Liderazgo Democrático
¿El resultado? Los líderes que apuestan por esta tipología creen firmemente en la relevancia de la implicación de sus empleados. Por lo tanto, este tipo de liderazgo huye también de las actitudes autoritarias y estimula la comunicación interna. El trabajo en equipo adquiere mucha importancia y las opciones de todos y cada uno de ellos. Se busca la participación de todos los empleados en la toma de decisiones. El diálogo es constante entre todos los miembros del grupo de trabajo. No obstante, la decisión final la tomará el jefe. Los empleados se sienten involucrados con la compañía, lo que aumenta su compromiso y productividad.
Sin embargo, contar con gran variedad de opiniones puede frenar la toma de decisiones, por lo que el jefe democrático es más lento para alcanzar objetivos.
3. Liderazgo Autocrático
Se sitúa al extremo contrario del anterior tipo de liderazgo, el democrático. Es una manera de liderazgo negativa porque puede generar estrés, baja autoestima o reducir la productividad de sus empleados. Su máxima es que el jefe manda y los trabajadores obedecen. El liderazgo autocrático concentra todo el poder en un solo directivo y no deja espacio a las opiniones de los subordinados. En este caso, la jerarquía es rígida y la comunicación es unidireccional. Este tipo de líder puede resultar útil cuando se deben tomar decisiones rápidas. Solo el jefe decide qué hacer, lo que reduce mucho la cadena de mando.
El estilo autocrático cada vez se utiliza menos en las empresas modernas. Ahora, las empresas buscan empleados comprometidos y leales, pues son más productivos.
4. Liderazgo Transaccional
Se basa en el intercambio, habitualmente de incentivos económicos, del jefe al empleado, como recompensa por el trabajo bien hecho o la consecución de sus objetivos. Ambas partes salen beneficiadas. Este tipo de liderazgo se basa en transacciones entre los altos cargos y el resto de la plantilla. Los trabajadores reciben algún tipo de premio como compensación por alcanzar un objetivo. En este caso, las recompensas o incentivos que reciben los trabajadores se traducen en mayor motivación. Así, tanto empleados como directivos se benefician de que los empleados realicen sus tareas correctamente.
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El líder transaccional es racional y útil para dirigir una compañía en momentos de estabilidad. Sin embargo, supone mayores costes en incentivos económicos.
5. Liderazgo Transformacional
Es un liderazgo positivo porque aumenta el sentimiento de pertenencia a la empresa, la productividad, el clima laboral y los beneficios económicos. El líder transformacional se centra en el capital humano de la empresa, es decir, en sus trabajadores. Cada vez está más presente en las empresas que para asegurar el rendimiento hay que cuidar todas y cada una de las fases por las que atraviesa un profesional. Y de eso también trata el liderazgo. El líder transformacional se centra en el capital humano. Para él, la transformación de una empresa solo puede llegar a través de los empleados. Por ello, mantiene una comunicación constante con su grupo para contrastar ideas y definir estrategias compartidas. Este tipo de jefes sabe motivar a su equipo e inspirarlo.
No obstante, este tipo de liderazgo se centra en cualidades intangibles (ideas, valores…); en definitiva, incide sobre todo en el ambiente laboral.
Beneficios de un Buen Liderazgo Empresarial
- Se motiva a los empleados.
- Se maximizan los beneficios de la organización.
- Se reduce el absentismo laboral.
- Se aumenta la productividad de la plantilla.
- Se mejora el trabajo en equipo.
- Se mejora la imagen de marca dentro y fuera de la empresa.
- Se cumplen los objetivos a corto, medio y largo plazo.
- Se resuelven los conflictos rápidamente.
- La empresa se adapta mejor a los cambios del entorno.
- Se mejora la competitividad de la empresa.
Pilares del Liderazgo Empresarial
- Ética: Le exige al líder una coherencia para establecer que lo que se ha comprometido es realizable y una responsabilidad para cumplir lo acordado con los empleados.
- Serenidad: Un buen líder debe mantener la calma ante situaciones complicadas.
- Capacidad: Significa que el responsable tiene que poder dar resultados cuantificables. Estos resultados son la garantía del respeto de sus subordinados. En caso contrario, no sería considerado un verdadero líder y en poco tiempo sería sustituido.
- Valentía: Tiene que demostrar que es una persona decidida, sobre todo ante momentos difíciles.
- Convicción: Es la seguridad de creer en lo que hace. Debe ser capaz de transmitir ese convencimiento para que su equipo reme en la misma dirección. Esta convicción exige compromiso, entrega y confianza.
- Consideración: Un buen líder no puede actuar movido por el despotismo y el orgullo. Debe fomentar el respeto y la empatía hacia todos los miembros del equipo.
- Invertir en talento: Hay que facilitar a los trabajadores la oportunidad de continuar formándose y creciendo profesionalmente.
- Visión estratégica y capacidad de adaptación: Es necesario tener clara la estrategia a seguir, los peligros que pueden surgir y planificar el mejor momento para ejecutarla.
- Valores estratégicos: Los valores son inherentes a la propia persona.
- Motivación: La motivación de los equipos de trabajo es imprescindible en todo el proyecto, desde el inicio hasta el final. No importan los obstáculos que surjan en mitad del proceso, el líder conseguirá que el grado de implicación de sus subordinados no decaiga.
- El liderazgo empresarial es una habilidad que todas las personas pueden desarrollar.
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