Este artículo explora la vida de Marcos, un empresario de origen marroquí que desarrolló su carrera en Marbella, y el trágico suceso que acabó con su vida en 2019. A Marcos lo acribillaron a tiros y nadie sabe por qué.
El Ascenso de un Empresario en la Costa del Sol
Marcos, de 49 años, llevaba asentado en Marbella tres décadas. Este empresario español de origen marroquí de 49 años regentaba varios locales de ocio en 2019 cuando recibió múltiples disparos en plena madrugada en su casa de la urbanización Guadalmina, en Marbella (Málaga, 150.725 habitantes). Entre sus propiedades estaban los establecimientos Linekers o Babilonia. También Rotana, precisamente desde el que las hipótesis policiales plantean que sus asesinos le siguieron hasta su casa para matarlo.
Marcos comenzó su andadura empresarial en Marbella, donde actualmente era propietario de cinco establecimientos nocturnos, algunos de ellos de los más señeros de la zona y situados en primera línea de mar en Puerto Banús.
Marcos Granda: Un Empresario Hostelero con Estrellas Michelin
Además de Marcos, es importante destacar la figura de Marcos Granda, otro empresario del sector hostelero en Marbella. No, no es un chef runner, sino un sumiller, con vocación de camarero y más todavía de anfitrión, convertido a su vez en emprendedor y empresario de hostelería, dueño de cuatro restaurantes que coleccionan cinco estrellas Michelin.
Asturiano de nacimiento (Sotrondio, 1976), aprendió el oficio de su padre, que trabajaba en la sidrería de sus tíos, lo que compatibilizaba con jornada diaria en la mina. Con el tiempo, abrió negocio propio, Casa Jamín, donde Granda trabajó siendo adolescente, antes de pasar por establecimientos como La Gran Taberna de Oviedo.
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Con 26 años, abrió Skina en diciembre de 2004 en una esquina mínima del casco antiguo de Marbella. En un imaginario business plan de Skina, seguro no faltaba un objetivo: conseguir una estrella Michelin, que, efectivamente, llegó a los cuatro años (en diciembre de 2008) para duplicarse a los 11 años con la segunda.
Además, su proyecto de crear una barra japonesa para 12 comensales, bajo un formato purista omakase (proyecto surgido de un personal de Granda a Japón en enero de 2020), siguió adelante hasta conseguir abrir Nintai en marzo de 2021, en Marbella.
Si, apenas nueve meses después de su apertura, este japonés ha logrado estrella, Ayalga lo ha hecho dos años después de arrancar en el Hotel Villa Rosario (Ribadesella), hecho que supuso el regreso a su tierra natal.
A continuación, se presenta una tabla con los restaurantes de Marcos Granda y sus menús:
| Restaurante | Menú Degustación | Menú a la Carta |
|---|---|---|
| Skina (Marbella) | 189 euros | 169 euros |
| Clos (Madrid) | 95 euros | 60 euros (mediodía), 85 euros (noche) |
El Trágico Final de Marcos
A Marcos lo acribillaron a tiros y nadie sabe por qué. Dos sicarios esperaron a que entrase en la terraza con su coche, un Bentley de color negro, y se colaron segundos después. Le dispararon primero por la espalda y después a quemarropa desde la ventanilla.
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Huyeron, pero un minuto después uno de ellos volvió para sustraer su cartera. Luego ambos se esfumaron en un coche que fue encontrado calcinado dos días más tarde.
Casi cinco años después se desconoce la causa del asesinato. No hay móvil. Y es un punto en el que coinciden todas las partes implicadas: fiscal, acusación particular, defensas y policías en el juicio contra los dos acusados como autores de los hechos. Nadie sabe la razón.
“Su asesinato fue una absoluta sorpresa”, explicó el abogado Salvador Guerrero, que representa al hijo del empresario. Este regentaba varios locales en Puerto Banús sin aparentes problemas ni discusiones con nadie. ¿El motivo? “Ni idea. No se sabe”, dice uno de los agentes policiales que ha dirigido el caso.
El vídeo que recogieron las cámaras de seguridad de la residencia se les ve entrar detrás el coche con sigilo y disparar al empresario por la espalda. “Recibió muchos disparos. Intentó luchar, pero contra un arma de fuego es imposible”, subrayó uno de los policías a preguntas de la Fiscalía.
En la sala de vistas, uno de los acusados siguió con interés las imágenes. El otro no se giró para ver el vídeo y mantuvo la mirada perdida. Entre el público, varios familiares del asesinado tampoco querían mirar.
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La información obtenida permitió situar a uno de ellos en Rotana la noche en la que sucedió el asesinato. También comprobar que abandonó el local justo cuando la víctima lo hacía y que le siguió durante el trayecto a su casa, realizando hasta trece llamadas a uno de sus compinches. Luego sus teléfonos coinciden en la vivienda pasadas las tres de la mañana.
Uno de los agentes que ha testificado insistió en que el empresario tenía horarios y rutinas fijas y que eso facilitó que controlaran sus movimientos para determinar cuándo matarlo. Otro uno de los policías subrayó que quien contactó con uno de los sicarios es una persona investigada por ocho asesinatos en Países Bajos. De ahí que se crea que los acusados eran parte de una peligrosa organización criminal.
El Juicio y la Absolución
Ahora, la Audiencia Provincial de Málaga les ha absuelto del asesinato después de que el jurado popular que participó en el juicio, a finales de noviembre, les considerara no culpables del delito.
Ya lo avisaban los policías que participaron en la investigación del asesinato del empresario. Convencer al jurado popular de que las dos personas que se sentaban en el banquillo de los acusados eran los que se escondían bajo los pasamontañas no era fácil. “No existe el crimen perfecto: se han conseguido pruebas porque cada detalle cuenta. No se queden con dudas, hagan preguntas, tomen nota. Son los que van a tener que tomar la decisión”, les decía la fiscal durante el primer día de juicio, antes de que pudieran escuchar a los protagonistas.
Uno de ellos explicó que se dedica a la fontanería y que no tenía relación con el crimen organizado. Relató que llegó a Marbella de vacaciones y que la noche del asesinato él había pedido prestado un coche “por si tenía suerte de ligar” con una chica a la que había conocido. El segundo subrayó que tiene a su expareja, un hijo de diez años y una hija de ocho meses en España, donde reside.
Los agentes que testificaron, sin embargo, dieron numerosos detalles sobre la labor realizada por los sicarios que se veían en las imágenes, mostraron las imágenes del asesinato y explicaron su versión de los hechos, con los dos acusados como protagonistas.
Finalmente, el jurado popular consideró a los dos acusados no culpables, aunque a uno de ellos -Badr K.- sí que lo declaró culpable de pertenecer a un grupo criminal y también haber quemado un coche, que la policía aseguró que era el utilizado en el asesinato.
La Audiencia Provincial de Málaga ha fijado en tres años y medio de prisión la condena a Badr K. por el delito de pertenencia a grupo criminal, así como un año más por el delito de daños mediante incendio y tendrá que pagar 31.140 euros a Sixt Rent a Car en concepto de responsabilidad civil por el coche.
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