Normalmente, en los medios de comunicación aparecen los casos de empresas que tuvieron éxito en su proyecto de negocio y hoy mantienen una posición de liderazgo en su sector correspondiente. Sin embargo, tristemente eso no es lo habitual, hasta el punto de que solo alrededor del 10% de las compañías que inician su actividad sobrevive a los primeros doce meses de vida.
Por ello, es crítico que desde los momentos iniciales de una startup, los emprendedores, en paralelo a la gestión del negocio, pongan en marcha otra serie de iniciativas destinadas a aumentar sus probabilidades de éxito. Entre las múltiples estrategias con las que pueden contar los gestores de una organización, una de las que mayor éxito están teniendo en los últimos años es la del método lean startup, que consiste a grandes rasgos en diseñar sobre el papel un proyecto que, en una segunda fase, se pone en marcha con elevadas posibilidades de éxito gracias a que es retroalimentado de un modo continuo por los clientes.
El concepto Lean Startup se ha extendido como la pólvora desde entonces y se ha convertido en un referente para los emprendedores de todo el mundo. ¿Y qué representa esta metodología? En pocas palabras sería algo como “si has de equivocarte, hazlo rápido y barato”. Esta afirmación puede hacerse extensiva a cualquier aspecto de la vida. Hay que correr el menor riesgo posible. Además, esta metodología puede ser aplicada a cualquier sector. A más, es la única forma en la que se puede garantizar la innovación, la creatividad, el desarrollo, etc.
¿Qué es el Producto Mínimo Viable (MVP)?
Dentro de la metodología lean startup, uno de sus elementos más relevantes es el del producto mínimo viable (MVP), que es la versión más simple de un nuevo producto que incorpora las características básicas precisas para intentar satisfacer las necesidades de los clientes. En realidad, el producto mínimo viable no es más que un prototipo del producto final que comercializará finalmente una entidad, ya que se limita a incorporar parte de las funciones que tendrá.
El concepto de producto mínimo viable va asociado a lean startup, no es necesario conseguir el producto perfecto al principio sino que es suficiente con un prototipo o producto básico que muestre las características fundamentales de lo que se quiere hacer, permita medir las reacciones de la clientela potencial y comprobar lo antes posible si se está avanzando por el buen camino.
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Beneficios del MVP
- A través de este sistema, los emprendedores van aprendiendo en todo momento sobre la marcha, gracias a que se van lanzando propuestas sobre los productos o los servicios cuya aceptación por parte de los usuarios se va testando permanentemente.
- Gracias a su rápida comercialización, los gestores de la pyme pueden recopilar información de gran valor, sobre todo debido a la actitud de los primeros compradores (que reciben la denominación técnica de early adopters).
- Si se aplica de un modo adecuado, favorecerá que se optimicen mejor los recursos con los que cuenta una compañía, reduciendo los tiempos de análisis y posibilitando que se logre una posición de mercado de liderazgo en un periodo de tiempo corto.
- Además, los gestores de la organización consiguen información más precisa y con un mayor valor añadido sobre su público objetivo, lo que permite que se pueda pulir y adecuar con una mayor eficiencia el plan de marketing.
El Ciclo de Mejora Continua
Este ciclo se debe ir repitiendo a medida que se van introduciendo mejoras en el producto mínimo viable hasta llegar a dar con el producto que el mercado quiere. Y ese será el momento adecuado para hacer inversiones y conseguir la financiación necesaria para ello.
- Mide: sal a la calle, enseña a tus clientes tu producto mínimo viable y mide sus reacciones, sabiendo diferenciar bien causas y efectos.
- Aprende: analiza los datos recabados, diferencia lo que crea valor para tu cliente y lo que no. En función de ello, persevera o “pivota” es decir, sigue adelante o cambia. Y se puede pivotar en las características básicas del producto, el segmento de mercado al que te diriges, la tecnología que empleas, la arquitectura del negocio o los motores de crecimiento.
Ejemplos Prácticos de MVP
Aunque la dimensión del producto mínimo viable dependerá de la actividad y el sector, se trata de empezar poco a poco, minimizando gastos e inversiones.
- Entrevistas previas: en empresas de servicios especialmente, antes de gastar un euro, entrevista a una docena de clientes potenciales que no sean conocidos tuyos.
- Maqueta visual: trata de crear un dibujo o gráfico en el que apoyarte para explicar cómo va a funcionar tu producto. Por ejemplo el esquema de cómo se va a estructurar tu web o tu app.
- Adwords o FB-IG Ads y landing page: Las campañas de publicidad online de testeo nos ofrecen una enorme puerta para medir el interés en lo que ofrecemos, las palabras clave y mensajes que pueden funcionar y el coste de marketing. Y esta prueba sí que es válida para negocios de casi cualquier sector.
- Modelo del conserje: cuando en una web se va a implantar una solución automatizada, prueba antes manualmente si tiene aceptación comercial. Demuestra primero que funciona, aunque tengas que prestar tú el servicio de forma manual por detrás.
Superando el Miedo al Fracaso
Quítate el miedo a no dar un buen servicio: la mayoría de la gente entenderá que tienes un prototipo. Y no pasa nada por perder unos pocos clientes si en el proceso de aprendizaje consigues que luego vengan muchos más. Todo esto del lean startup es muy bonito pero si no das este paso en serio, no sirve para nada. Y es donde la mayoría de emprendedores no hacen las cosas bien. Se está mucho más a gusto en la oficina.
Lean Startup vs. Plan de Negocio Tradicional
El plan de negocio de un emprendedor es uno de los grandes damnificados de la metodología Lean Startup. ¿Motivo? Muy sencillo, al estar basado en suposiciones y estimaciones comerciales, en muchas ocasiones tiene poco que ver con la realidad.
En Resumen
El método Lean Startup permite entender cuanto antes qué es lo que realmente quieren los clientes y aplicarlo para optimizar el ciclo de desarrollo del producto, reduciendo plazos, inversiones y necesidades de financiación. Y está especialmente indicado cuando se trata de descubrir quiénes van a ser exactamente tus clientes, el valor que les puedes aportar y cómo llegar hasta ellos. Se consigue así aumentar las probabilidades de éxito comercial ya que en base a las sugerencias de los clientes se irá mejorando el producto, lo que a menudo puede llevar a una reorientación considerable de la idea inicial.
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| Aspecto | Lean Startup | Plan de Negocio Tradicional |
|---|---|---|
| Enfoque | Aprender del cliente y adaptarse | Basado en suposiciones y estimaciones |
| Riesgo | Minimiza el riesgo con pruebas rápidas y baratas | Mayor riesgo debido a la inversión inicial sin validación |
| Flexibilidad | Altamente flexible y adaptable | Menos flexible, puede requerir cambios costosos |
| Tiempo de desarrollo | Ciclos de desarrollo rápidos | Ciclos de desarrollo más largos |
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