Bryan Johnson: El Empresario en la Cruzada por la Inmortalidad

Bryan Johnson, un reconocido empresario e inversor tecnológico de Silicon Valley, ha capturado la atención mundial con su ambiciosa misión: "No morir". Su enfoque, que implica una estricta rutina diaria y una inversión considerable, ha generado tanto fascinación como controversia.

Su aparición en el documental de Netflix "Don’t Die" ha puesto los focos de la industria médica y alimentaria sobre su cabeza.

La Rutina Extrema de un Inmortal en Construcción

La vida de Johnson está lejos de ser convencional. Se despierta antes del amanecer, a las 4:53 de la madrugada, y consume más de 130 pastillas y suplementos a lo largo del día. Su última comida es a las 11:00 de la mañana, y duerme siempre solo. Pero esto es solo la punta del iceberg.

Johnson se somete a una serie de experimentos que incluyen transfusiones de plasma sanguíneo de adolescentes, tratamientos con microagujas, exposición corporal a LED y resonancias magnéticas. Todo esto con el objetivo de ralentizar su ritmo de envejecimiento.

Una Inversión Millonaria en la Eterna Juventud

Johnson gasta aproximadamente 2 millones de dólares anuales en su cruzada hacia la inmortalidad. Este gasto incluye un equipo de salud personal de 30 médicos y expertos que monitorean sus órganos, tratamientos de la piel para reparar el daño solar y la experimentación con otras vías no reguladas para revertir el declive biológico.

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Es posible que lo reconozca como el empresario tecnológico de la costa oeste que invierte millones en su bienestar, o como el hombre que busca evitar la muerte. Bryan Johnson se ha hecho famoso a nivel global después de que hace dos años un reportaje de Bloomberg revelara su estricta rutina enfocada en la longevidad, que incluye una gran cantidad de suplementos diarios, pruebas y dietas estrictas.

El Origen de la Obsesión

A los 30 años, Bryan Johnson fundó Braintree, una empresa de procesamiento de pagos que luego adquiriría Venmo. Aunque el negocio fue un éxito, el precio fue alto: jornadas interminables, estrés, sobrepeso y una depresión que lo llevó casi al suicidio. Con el dinero obtenido, emprendió un viaje para reinventarse, entender y optimizar su propio cuerpo.

Esta nueva obsesión por la biología y los hábitos lo llevó a fundar OS Fund, una firma de inversión en biotecnología, y Kernel, una empresa que diseña cascos capaces de analizar la actividad cerebral. Para entonces, ya había convertido su cuerpo en un laboratorio de pruebas, experimentando con su alimentación, ingiriendo suplementos e incluso inhalando células madre.

Blueprint: El Proyecto de Antienvejecimiento

Su fascinación por la longevidad lo llevó a crear Blueprint, la startup de antienvejecimiento que hoy está en boca de muchos. En este proyecto, Johnson se ha convertido en su propio conejillo de indias, autoproclamándose "el ser humano más medido del mundo".

Un equipo de médicos y expertos vigila cada detalle de su organismo, desde su colesterol hasta la longitud de sus telómeros. Toda esta información alimenta un algoritmo que le indica exactamente qué hacer para mejorar sus funciones corporales. "Hemos analizado todas las investigaciones científicas sobre longevidad y salud, unas 2.000 publicaciones en total", explica. "Las evaluamos, descartamos las menos relevantes y priorizamos lo que realmente funciona".

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Según Johnson, ha conseguido revertir su envejecimiento en más de cinco años y alcanzado "biomarcadores perfectos".

El Día a Día de un "Deportista Profesional del Rejuvenecimiento"

Cada mañana, al despertar, Bryan Johnson se sube a una báscula de alta tecnología que mide su índice de masa corporal, hidratación, grasa y "velocidad de onda de pulso". Luego, enciende una lámpara de terapia que simula la luz solar para reajustar su ritmo circadiano. No deja nada al azar: se toma la temperatura del oído interno, se aplica una crema antienvejecimiento y se coloca otra máscara de luz láser para estimular la producción de colágeno.

En la cocina, una hueste de pastillas y suplementos le espera perfectamente alineada. La rutina comienza con unas gotas para los ojos y sigue con un pequeño vibrador que presiona contra su nariz para activar un nervio que, según él, estimula la producción de lágrimas. Luego, se sumerge en una intensa sesión de gimnasio de una hora que incluye pesas, planchas y estiramientos, los siete días de la semana.

Su alimentación es igual de meticulosa, con dos de sus tres comidas diarias consistiendo en brócoli hervido, coliflor, champiñones y ajo, acompañado de un "pudín de nueces" que mezcla semillas de chía, nueces de macadamia y frutos rojos. Mantiene una estricta restricción calórica, no bebe alcohol y evita las salidas nocturnas.

Su devoción por la salud también se extiende al descanso: nada de pantallas antes de acostarse, y duerme siempre ocho horas. Viajó a Próspera, una isla en Honduras conocida por sus instalaciones médicas experimentales, para participar en una terapia génica con folistatina. En mayo de 2023, protagonizó un "intercambio de plasma multigeneracional" con su hijo y su padre, aunque luego canceló el tratamiento con su hijo al no encontrar beneficios significativos.

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También ha probado terapias de choque diseñadas para rejuvenecer sus genitales y utiliza un dispositivo para monitorear la calidad y duración de sus erecciones nocturnas. Además, dejó de tomar rapamicina debido a los efectos secundarios.

Este mes, el documental de Netflix, «Don’t Die: The Man Who Wants to Live Forever», sigue la vida de Johnson, ofreciendo una mirada aún más íntima a su régimen y motivaciones para convertirse, como él mismo se llama, en el hombre más comedido de la historia.

Con el aumento de su popularidad, Bryan Johnson ha abierto las puertas de su hogar a medios de comunicación y creadores de contenido, permitiéndoles no solo entrevistarle sobre su rutina de longevidad, sino también experimentar algunos de sus métodos.

«Sí, suelo tener hambre», admite Johnson en la película. «Lo más triste de mi día es cuando llega el último bocado».

A pesar de esa sensación constante, Johnson asegura que cada sacrificio vale la pena. «He experimentado más alivio reduciendo la actividad de mi mente y fortaleciendo mi cuerpo que en cualquier otro momento de mi vida», comenta en el documental, haciendo referencia a sus años de problemas tanto mentales como físicos. «Me siento completamente liberado, porque siempre he estado buscando escapar de mí mismo».

Las Preguntas Clave

Tras vender Braintree a PayPal, Johnson podría haber elegido cualquier camino, pero decidió embarcarse en esta misión para desafiar el envejecimiento y desarrollar Blueprint. Él cree que está llevando a cabo la revolución más importante en la historia del Homo Sapiens.

Cuando se le pregunta si disfruta del tiempo extra que se supone que está ganando, responde: "Disfruto cada segundo de lo que hago... Soy un deportista profesional del rejuvenecimiento. Soy el Messi de esta industria".

Ante las críticas sobre sus tratamientos experimentales, Johnson responde que el resto de las personas también están haciendo experimentos extremos en su día a día, atiborrándose a comida rápida, fumando o no durmiendo bien.

Si volviera a ser joven, le diría a su yo del pasado que priorizara la salud por encima de todas las cosas y que dominara los principios básicos del sueño, el ejercicio y la dieta.

Johnson apoya los tratamientos antienvejecimiento obligatorios si eso significara reducir el gasto de atención médica y aumentar la productividad de la sociedad. Por eso, todo lo que hace está disponible de forma gratuita en internet, con la intención de cambiar la cultura y priorizar la salud y el bienestar.

Él cree que la IA comprenderá nuestra biología mejor que nosotros y que, con miles de millones de "científicos con un doctorado" trabajando en ello, se harán descubrimientos que harán avanzar la lucha contra el envejecimiento a una velocidad sin precedentes.

Otros Multimillonarios en la Búsqueda de la Eterna Juventud

Bryan Johnson no está solo en su obsesión por la longevidad. Larry Ellison, fundador de Oracle, también ha invertido fuertemente en la investigación sobre el envejecimiento. Otros casos incluyen a Liz Parrish, que ha experimentado con terapia génica, y Dave Pascoe, que aparenta muchos menos años de los que tiene.

Las conferencias de Whitney Johnson son transformadoras y prácticas, enfocadas en cómo las empresas pueden fomentar el crecimiento a través de la disrupción individual. Utilizando el concepto de la Curva S de Aprendizaje, Johnson enseña cómo identificar en qué etapa del crecimiento se encuentran las personas y los equipos, y cómo aprovechar ese conocimiento para potenciar el rendimiento y la innovación. Los asistentes aprenderán a identificar en qué fase del crecimiento se encuentran sus equipos y cómo apoyarlos para avanzar.

Johnson explica cómo desarrollar un equipo de alto crecimiento utilizando la Curva S de Aprendizaje. Esta metodología ayuda a gestionar a los empleados según su etapa de desarrollo y a optimizar el rendimiento del equipo, maximizando su contribución al crecimiento de la empresa.

Resumen de la Rutina de Bryan Johnson
Actividad Descripción
Despertar 4:53 AM
Suplementos Más de 130 pastillas y suplementos
Última Comida 11:00 AM
Experimentos Transfusiones de plasma, microagujas, exposición a LED, resonancias magnéticas
Gasto Anual Aproximadamente $2 millones de dólares
Equipo Médico 30 médicos y expertos
Dieta Restricción calórica, sin alcohol, brócoli, coliflor, champiñones, ajo, "pudín de nueces"
Sueño 8 horas, sin pantallas antes de acostarse

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