Carolina Herrera: Biografía de un Ícono de la Moda

Pocas mujeres en este mundo han tenido la posibilidad de ver crecer un imperio empresarial de creación propia y mucho menos mujeres latinas. Al ser una diseñadora tan admirable, hemos decidido homenajearla por ser uno de los nombres más aclamados de la moda mundial, por ser la diseñadora de origen hispano más exitosa del mundo y por ser un icono de la elegancia y el buen gusto.

Primeros Años y Familia

Carolina Herrera, cuyo nombre completo es María Carolina Josefina Pacanins Niño, nació en Caracas (Venezuela), el 8 de enero de 1939. Es una de las cuatro hijas de una familia cuyas raíces en el continente se remontan al siglo XVI. Su padre, Guillermo Pacanins, fue un pionero de la aviación que se desempeñó como gobernador de Caracas y como Ministro de Asuntos Exteriores del país. Su juventud transcurrió en el entorno de la alta sociedad Caraqueña de los años cincuenta, bajo la tutela de una institutriz. Sus padres eran bastante estrictos; tenían una casa muy organizada y disciplinada.

De pequeña, aprendió a coser para confeccionar ella misma la ropa de sus muñecas, pero a medida que fue creciendo dejó de interesarle, puesto que no lo hacía tan bien; en lugar de eso se convirtió en una lectora voraz. Lejos de coser ropa para sus muñecas, Carolina jugaba al tenis y practicaba equitación y ballet. Sin embargo, fue a los 13 años cuando su abuela la llevó a un desfile de Balenciaga y quedó maravillada con el mundo del diseño. Un año después, esta niña llena de inquietudes confeccionó un vestido negro inspirado en películas de los años treinta, aunque sus padres no le permitieron usarlo.

Matrimonios y Vida Personal

Carolina se casó a la edad de dieciocho años con un joven de otra familia de la alta sociedad venezolana, Guillermo Behrens Tello. Con él tuvo dos hijas, pero el matrimonio terminó después de menos de una década, lo que la convirtió en la primera mujer de su familia en optar por un divorcio y eso resultó en un bochorno para su círculo. Se devolvió a la casa de sus padres con sus hijas y durante un tiempo trabajó como publicista para el diseñador italiano Emilio Pucci.

Pronto, renovó su relación con Reinaldo Herrera Guevara, a quien había conocido cuando era niña; él también procedía de una familia venezolana acomodada e incluso tenía sangre real y títulos nobiliarios españoles: era Marqués de Torre Casa, título que le fue revocado en el año 1992. Después de su matrimonio, en 1968, la pareja fue protagonista del jet-set caraqueño, pues Reinaldo, que había sido presentador de televisión, se movía en esos círculos.

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También detrás de grandes mujeres ha habido grandes hombres: Reinaldo Herrera fue uno de los regios pilares que ayudaron a erigir el imperio creado por Carolina Herrera en 1981. El aristócrata y la diseñadora venezolana se casaron en 1968 y, durante los 57 años que estuvieron juntos, vieron cómo su firma homónima se convertía en todo un estandarte de la sofisticación y el lujo alrededor del mundo. Hoy, su mujer, sus allegados y toda la industria de la moda y la comunicación se despiden de él con gran pesar, Reinaldo ha fallecido a los 91 años en su mansión de Nueva York.

Inicios en el Mundo de la Moda

A sus treinta años, Carolina Herrera comenzó a aparecer regularmente en las listas internacionales como una de las socialités mejores vestidas, y en 1980 ella y su esposo se mudaron a Nueva York con sus niñas. A sus cuarenta años, Carolina consideró por primera vez crear algún tipo de negocio relacionado con la moda y pensó en el diseño de telas. Una vieja amiga de la familia, Diana Vreeland, editora icono de la revista Vogue por esos años, le sugirió hacer una línea completa de ropa. De modo que Herrera, en el otoño de 1980, llevó a Nueva York cerca de veinte vestidos diseñados por ella.

Proveedores para algunas tiendas minoristas de moda lujosa de la ciudad se interesaron por toda la línea, pero ella no tenía compañía y no había manera de producirla para todos. Inició un negocio pequeño, con sólo una docena de empleados, pero este creció rápidamente. Las socialités que la conocían se convirtieron en sus primeras clientes fieles, como la magnate Estee Lauder y la ex primera dama de los Estados Unidos, Jacqueline Kennedy Onassis, para la cual diseñó todos los vestidos que usó en sus últimos diez años de vida.

La ropa de Herrera marcó tendencia en la década de 1980. Fue una de las primeras en usar hombreras, pues creía que los hombros más amplios hacían que las cinturas de las mujeres parecieran más pequeñas, y le encantaba también el uso de mangas elaboradas, que dieron muchísimo de qué hablar, a pesar de no ser tan nuevas, pues fueron una característica de la moda en la época isabelina.

Expansión de la Marca

La compañía, que hoy posee cuatro marcas (CH, Carolina Herrera New York, 212 y The House), disfrutó de mayores ventas después de que diseñó el vestido de novia para Caroline Kennedy en 1986. En 1988 puso en marcha una línea de fragancias con un aroma basado en la flor de jazmín, en memoria de un arbusto que floreció fuera de su dormitorio en Caracas cuando era una adolescente. Años después, contrataría a Puig, una compañía de cosméticos española, para producir su línea de fragancias que se convirtió en un gran éxito. Entre estos perfumes están “CH” (para hombre y mujer) y los famosos “212” y “212 Sexy”.

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En 1990, después de una década con su negocio, las cifras de venta al por mayor alcanzaron los veinte millones de dólares y, para celebrar esto, Carolina dirigió la apertura de una nueva sala de exhibición de lujo en la Séptima Avenida de Nueva York. En 2000, Herrera abrió su primera tienda ubicada en la Avenida Madison de Manhattan, y expresó su deseo de ampliar su negocio hacia Europa.

Filosofía y Estilo

Ella ha admitido que la industria de la moda es difícil, y señala que la mujer moderna tiene cada vez más urgentes preocupaciones, y eso se expresa en su vestimenta. Dice que la moda en el pasado significaba que se debía tener el coraje de llevar algo diferente para expresar una personalidad individual, pero dentro de los límites establecidos por las normas formales de la elegancia y el estilo. También ha sido muy sincera acerca de sus habilidades para la costura, acerca de que tiene un buen ojo para la proporción, para mezclar telas, y para las formas, pero no para cortar o coser (normalmente, el trabajo de costura de los grandes diseñadores suele estar delegado o tercerizado). En ese sentido, se apoya en un equipo multidisciplinario de asistentes que ejecutan sus bocetos en un proceso formal de producción.

En ese sentido, se apoya en un equipo multidisciplinario de asistentes que ejecutan sus bocetos en un proceso formal de producción. Suele estar inspirada en pintores, jardines o música, pero también ha asegurado que consigue inspiración en la vida cotidiana, en mirar a las mujeres a su alrededor.

Ha afirmado que nunca trabaja más allá de las cinco de la tarde y que le queda tiempo para caminar una hora y visitar su natal Caracas de vez en cuando. Dice que es triste sólo trabajar, que el trabajo es algo importante para la vida pero que no debe ser la vida entera. “Quiero que las mujeres se vean realmente como las mujeres de hoy. No como las del pasado y no como las del futuro, porque no sé lo que pasará en el futuro.

Legado Familiar y Empresarial

Siempre con los pies en la tierra, en 2008 la venezolana lanza la línea 'CH Carolina Herrera' con la que hace sus diseños algo más informales y adaptados a las actividades del día a día. Tras más de tres décadas al frente de la casa de moda que ella erigió de la nada, en 2018, Herrera dejó su puesto de directora creativa para convertirse en embajador global de la marca. Wes Gordon asumió el cargo de director creativo.

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Sus dos hijas menores trabajan mano a mano con la diseñadora y son, sin duda, sus mayores críticas. Patricia se convirtió en miembro del equipo de diseño que también realiza proyectos especiales y Carolina se consagró como directora creativa de fragancias.

La vida de las dos hijas que tuvo con Herrera también fue de lo más selecta y exquisita. Cuando aún eran muy jóvenes, la familia decidió partir hasta Estados Unidos, donde acudieron a los colegios más exclusivos.

Hijas de Carolina Herrera

Nombre Actividad
Mercedes Behrens Pacanins Información no disponible
Ana Luisa Behrens Pacanins Información no disponible
Carolina Adriana Herrera Pacanins Directora creativa de fragancias The House of Herrera Fragrances
Patricia Cristina Herrera Pacanins Miembro del equipo de diseño, proyectos especiales

Reconocimientos y Celebridades

A lo largo de los años, algunas de las celebridades más importantes del mundo se han enamorado del estilo único de la diseñadora venezolano-estadounidense, quien ha vestido a muchas de las primeras damas de Estados Unidos, entre ellas: Jacqueline Kennedy Onassis, Laura Bush , Michelle Obama y Melania Trump. Además, ha vestido a muchos miembros de la realeza, incluida la reina Letizia, quien es una gran admiradora de la diseñadora.

Entre su ejército de fans también cuenta con nombres como Lupita Nyong'o, Taylor Swift, Marion Cotillard, Sandra Bullock, Salma Hayek o Renée Zellweger, quien se ha retratado con una de sus mayores devotas. Herrera ha recibido numerosos premios entre ellos la medalla de oro del Instituto Español de Nueva York, que le fue entregada por la infanta Pilar, hermana del Rey Juan Carlos I de España, en 1991. También fue la ganadora del premio CFDA, Consejo de Diseñadores de Moda de América en 2008, por su exitosa carrera.

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