Cada vez son más las personas que deciden emprender para lograr su independencia y estabilidad económica. Sin embargo, cuando se comienza a emprender y lanzar un nuevo negocio, es normal sentirse perdido y no saber cuáles deben ser tus prioridades. En primer lugar, cabe destacar que cada fase de emprendimiento requiere diferentes objetivos, prioridades y tareas. No podemos, ni tampoco debemos, comparar un negocio que acaba de empezar a otro que lleva en el mercado más de 10 años.
Fases del Emprendimiento
En la planificación y ejecución de cualquier proyecto existen varias fases por las que los proyectos deben pasar para garantizar su éxito, ya que cada una de ellas sirve para analizar su estado y corregir los problemas que puedan surgir más adelante. Si formas parte del equipo directivo y estás a cargo de la dirección de proyectos, te interesa conocerlas para optimizar los procesos y mejorar tus resultados. Son todas las etapas por las que pasa un proyecto: idea inicial, planificación, ejecución y cierre. Con cada etapa, el proyecto se materializa cada vez más, y si estas se ejecutan correctamente, al final tendremos un proyecto con una base sólida y sin fallos.
Las 5 Fases Clave de un Proyecto Exitoso
Desde el Instituto Europeo de Alta Dirección decimos que, aunque todos los proyectos tienen variaciones, en general, se han establecido hasta 5 fases comunes por las que pasan todos los proyectos considerados exitosos. Estas son:
- Fase de Iniciación: Consiste en plantearse si realmente ese proyecto nos conviene, si podemos asumir ese compromiso y si el equipo está capacitado para ello. Además, en esta fase se desarrolla el Caso de Negocio o Plan de Negocio, es decir, el documento por el cual descubriremos y analizaremos a los potenciales interesados en el proyecto o Stakeholders. Esta etapa finaliza cuando el documento queda firmado y el departamento de Project Management aparta una serie de recursos y tiempo para realizarlos. Por eso, a pesar de que la fase de iniciación de un proyecto es muy sencilla, también es crucial para gestionar el presupuesto general de la empresa.
- Fase de Planificación: La fase de planificación de un proyecto es sumamente importante para el resto del desarrollo, ya que en esta fase se crea el «plan para la dirección del proyecto», un documento muy completo en el que se establece todas las fases del proyecto con cada uno de sus procesos internos. Dicho de otra manera, es la estrategia a seguir para que el proyecto sea un éxito, así como cada una de las tácticas en todas las áreas que vertebran el proyecto.
- Fase de Ejecución: La fase de ejecución de un proyecto es la más larga de todo el proceso, ya se tiene que materializar todo lo expuesto en el “plan para la dirección del proyecto”. Dentro de esta fase lo más importante es asignar los equipos a cada área según sus habilidades y experiencias. También hay que asegurarse de que se adquiere todo lo necesario para llevar el proyecto a cabo, y que este fluye de manera natural hasta su ejecución. Dado que esta fase es muy larga y requiere un gran esfuerzo, no estaría de más que de vez en cuando hicieras una dinámica para motivar a tus trabajadores de nuevo. También es importante que durante la fase de ejecución incluyas todos los métodos para poder medir el rendimiento del proyecto, como que tengas en regla todo lo referente a la burocracia y las leyes.
- Fase de Control y Evaluación: En la fase de control y evaluación de un proyecto lo que prima es el análisis, es decir, medir y evaluar cómo va desarrollo del proyecto: si los plazos se están cumpliendo, si el presupuesto acordado es el correcto, si la calidad es la deseada. Hay que decir que pocas veces un proyecto se lleva a cabo con la precisión definida en el “plan para la dirección del proyecto», pero eso no significa que no se pueda controlar y tomar las medidas necesarias para mantener la estrategia acordada.
- Fase de Cierre: Como indica su nombre, la fase de cierre de un proyecto es en la que se evalúa todo el trabajo que se ha estado efectuando las últimas semanas, se pulen los detalles restantes y se hace un análisis en retrospectiva. Esto último es fundamental no solo para percatarse de los errores cometidos durante el proceso, sino para aprender y optimizar cada una de las fases del proyecto. Por último, el proyecto se cierra y se entrega al sponsor que lo patrocinará.
Etapas del Ciclo de Vida del Emprendimiento
El ciclo de vida del emprendimiento abarca todas las etapas que un negocio recorre, desde su concepción hasta su madurez y expansión. Cada fase exige diferentes estrategias y enfoques, y la forma en que se gestionen los retos puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
- Generación de la Idea: Todo comienza con una idea. En esta fase, es fundamental validar la viabilidad de tu concepto, realizar un estudio de mercado y comprender a tu público objetivo. Esta es la base sobre la que se construirá tu negocio. Lo primero es delimitar la idea con la que vamos a cubrir una necesidad del mercado. Aquí la innovación es la clave. ¿Cuál es tu propuesta de valor? ¿Cuál es tu ventaja competitiva?
- Puesta en Marcha: En esta etapa, tu idea comienza a materializarse. Esto implica registrar tu empresa, buscar financiación, y construir tu primer producto o servicio. Es una fase llena de incertidumbre, pero también de grandes posibilidades. Los primeros pasos estarán encaminados a la búsqueda de financiación y de otros recursos humanos y materiales necesarios como por ejemplo proveedores y lugar de trabajo. Una vez dispongas de todo ello, has de darte de alta como autónomo en Seguridad Social y Hacienda para empezar a facturar. La clave en este momento es no perder de vista tu visión y mantener una estrategia clara.
- Consolidación: Una vez que tu empresa comienza a generar ventas y atraer clientes, llegas a la fase de consolidación. Es aquí donde el crecimiento se convierte en un reto continuo. Necesitarás optimizar tus procesos, mejorar la calidad de tus productos y servicios, y explorar nuevas formas de captar clientes. En ella te planteas aumentar la plantilla o contratar a tus primeros trabajadores, lanzar nuevas líneas de productos o servicios o incluso expandirte el negocio a otros países en lo que se conoce como internacionalización. Incluso puedes puedes llegar a proyectar un cambio de modelo de negocio.
- Madurez: La madurez es la fase en la que tu empresa ha alcanzado una estabilidad considerable en el mercado. El negocio tiene una base sólida de clientes y ha optimizado sus operaciones. En este punto, la gestión del negocio se convierte en un proceso de mantenimiento y mejora continua. Aunque la madurez puede parecer una etapa de “relajación”, en realidad requiere un enfoque continuo en la mejora, la diversificación de productos y la búsqueda de nuevos nichos de mercado.
- Expansión: La expansión es el último paso en el ciclo de vida del emprendimiento. En esta etapa, tu empresa busca crecer más allá de su mercado actual, ya sea ampliando su oferta de productos, entrando en nuevos mercados geográficos o incluso adquiriendo otras empresas. Para abordar los nuevos retos que surgen durante la expansión, es importante contar con un equipo sólido, recursos financieros adecuados y una visión clara de futuro.
Planificación Estratégica para el Emprendedor
La planificación estratégica determina la visión a medio y largo plazo del emprendimiento. Hoy en día que está de moda el Lean Startup, y yo soy el primer fan de esta metodología, algunos se olvidan de pensar a medio y largo plazo.
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Una estrategia de emprendimiento no es un plan rígido: es una guía que debe adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado, a las preferencias de los clientes y a los nuevos aprendizajes que vayas adquiriendo en el camino. Incorpora sesiones de evaluación mensuales y trimestrales. Analiza qué funcionó, qué no, y pivota y corrige rápido en función de los resultados.
Pasos Clave para una Estrategia de Emprendimiento Exitosa
- Define tu visión y propósito: Reflexiona sobre la razón fundamental que te motiva: ¿resolver un problema?, ¿mejorar la vida de las personas?, ¿o quizás aportar algo positivo a tu comunidad? Tu visión es ese ideal que te mantendrá enfocado cuando los retos se presenten. Escribe tu visión en un lugar donde puedas verla todos los días.
- Investiga y conoce el mercado: Antes de lanzarte, es fundamental entender el mercado en el que vas a operar. Conocer a tu competencia, las necesidades de tus futuros clientes y las tendencias del sector te permitirá adaptar tu estrategia y encontrar oportunidades que te diferencien. Realiza encuestas o entrevistas con potenciales clientes.
- Establece Objetivos a corto, medio y largo plazo: Sin objetivos claros, es fácil desviarse o perder la motivación. Divide tus metas en objetivos a corto, medio y a largo plazo. Los objetivos a corto plazo te proporcionarán logros que puedes celebrar en el camino, mientras que los de largo plazo representan el destino final de tu proyecto emprendedor. No olvides seguir las normas de Objetivos SMART para fijar tus objetivos.
- Diseña un Plan Financiero Realista: En este paso, deberás plasmar los números que harán viable tu proyecto. Muchas veces, la falta de planificación financiera es una de las principales causas de fracaso en los emprendimientos. Dedica tiempo a investigar programas de apoyo al emprendedor, subvenciones y ayudas locales.
- Crea tu Propuesta de Valor: Tu propuesta de valor es la razón por la que los clientes elegirán tu producto o servicio. Aquí, debes comunicar claramente qué problema resuelves y por qué tu oferta es especial. ¿Ofreces un producto más asequible? ¿Una experiencia mejor? ¿O un enfoque más personalizado? Testea tu propuesta de valor con amigos o conocidos antes de lanzarla al mercado.
- Desarrolla un Plan de Marketing: Un buen producto no tendrá éxito si nadie lo conoce. Aquí es donde entra el plan de marketing. Define cómo llegarás a tu audiencia, a través de qué canales y con qué mensajes. Define una voz de marca auténtica y coherente.
- Establece un Plan de Operaciones: Tu plan de operaciones es la estrategia que guiará el funcionamiento diario de tu emprendimiento. Incluye procesos clave, gestión de inventario, logística, producción y cualquier otra área que asegure que todo funcione correctamente.
Financiación para Emprendedores
Saber cómo financiar un proyecto es esencial para cualquier emprendedor. En España existen distintos tipos de ayudas y subvenciones a disposición del emprendedor que pueden ayudar a impulsar el desarrollo y crecimiento del negocio.
- 'Business angels'
- Fondos de 'venture capital' o capital riesgo
- 'Hedge funds'
BBVA Spark, el aliado de BBVA para empresas de alto crecimiento, proporciona servicios financieros para los emprendedores que quieran poner en marcha su proyecto de negocio.
El Ecosistema Startupero
El ecosistema startupero es una forma de emprendimiento que ya levanta más de 3.000 millones de euros en inversión y que registró el año pasado más de 23.000 microempresas, por lo que su peso en el tejido empresarial español y europeo es notable. Por ello, para empezar un proyecto de este tipo desde cero es necesario tener en cuenta algunas consideraciones que aseguren el éxito y su viabilidad.
Las startups más exitosas son capaces de resolver problemas concretos, gracias a enfoques innovadores. Identificar a quién nos dirigimos y aterrizar al máximo la buyer persona nos va a resultar muy útil para conocer a nuestra audiencia. La fase de semilla permite validar el producto mínimo viable (conocido como MVP, por sus siglas en inglés) y el modelo de negocio.
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Con el MVP, podremos empezar a sondear el mercado con clientes reales y testeos que nos permitan ir iterando y ensayando. Con el MVP ya perfectamente definido y lanzado, llega el momento de la prueba de fuego: es hora de empezar a comprobar su recepción real en el mercado.
Una de las principales características de una startup es que busca crecer y quiere hacerlo rápido. Además, el flujo de caja empezará a tomar fuerza, aunque es muy probable que la startup todavía no genere los ingresos suficientes como para poder mantenerse por sí sola. Esta fase de una startup hace referencia a la etapa de expansión de nuestro producto. Muchos emprendedores, a la hora de poner en marcha una startup, lo hacen con un objetivo final: el de venderla.
Desarrollando una Idea de Negocio Sólida
Desarrollar una idea de negocio puede ser una tarea emocionante, pero también puede ser abrumadora y compleja.
- Identificar una necesidad en el mercado: ¿Qué oportunidades existen en el mercado que tus competidores no están aprovechando? También puedes utilizar herramientas de investigación de mercado para obtener información sobre las tendencias y patrones del mercado. Realiza una investigación de mercado detallada para comprender mejor a tu público objetivo y sus necesidades.
- Definir tu Propuesta de Valor: ¿Qué te hace diferente de tus competidores? Debe ser clara y concisa. Debe explicar lo que ofreces y por qué es valioso para tus clientes. Una buena propuesta de valor debe ser clara, concisa y fácil de entender.
- Identificar tu Público Objetivo: Una vez que hayas definido tu propuesta de valor, toca identificar y definir a tu público objetivo. ¿Quiénes son tus clientes ideales? ¿Qué necesidades tienen? Puedes utilizar herramientas para el análisis de mercado y segmentación de clientes para ayudarte a definir tu público objetivo. Es importante definir tu público objetivo de manera clara y detallada.
- Crear un Plan de Negocio Detallado: Habiendo identificado una necesidad en el mercado, definido tu propuesta de valor y tu público objetivo, es importante crear un plan de negocio detallado. Un plan de negocio es esencial para definir los objetivos de la empresa, la estrategia para alcanzarlos y los planes financieros. Será tu mapa de ruta. También es importante tener en cuenta los riesgos y oportunidades que existen en el mercado. ¿Cómo planeas enfrentarte a la competencia? ¿Cuáles son las posibles amenazas y cómo mitigarlas? ¿Un plan de negocio sólido es esencial para el éxito a largo plazo de la empresa? Sí.
- Desarrollar un Prototipo: Cuando tengas un plan de negocio sólido, es el momento de desarrollar un prototipo para validar tu idea de negocio. Desarrollar un prototipo también te ayudará a identificar posibles problemas o desafíos que podrían surgir. Recuerda. El prototipo no tiene que ser perfecto.
- Realizar Pruebas de Mercado: Ya con el prototipo, es el momento de realizar pruebas de mercado. Puedes realizar pruebas de mercado a través de encuestas, grupos focales, pruebas de usuario y otros métodos de investigación de mercado. Es importante entender que las pruebas de mercado deben ser continuas. Debes seguir obteniendo feedback de los clientes y ajustando tu idea de negocio a medida que cambian las necesidades del mercado.
- Establecer la Estructura Legal Adecuada: Bien. Ya tenemos una idea desarrollo de negocio sólida. Te aconsejamos trabajar con un abogado o consultor legal para establecer la estructura legal adecuada para tu empresa.
- Desarrollar una Estrategia de Branding: Sí, ya vamos llegando al final del camino. Ahora toca implicarse en uno de los procesos más necesarios. También es imprescindible establecer una estrategia de branding sólida y diferenciadora. ¿Hasta aquí bien?
- Monitorear y Ajustar: El negocio ya ha sido lanzado. Toca analizar. Monitorear los resultados y ajustar la estrategia según sea necesario. Y no nos olvidemos de obtener feedback de los clientes y ajustar tu oferta en consecuencia, tal como vimos en el apartado 6.
- Mejora Continua: Por último, pero no menos importante, es importante mantener un enfoque constante en la mejora continua. Continúa investigando y aprendiendo sobre tu industria y tu público objetivo para asegurarte de que estás ofreciendo la mejor solución posible.
Recuerda que cada negocio es único y puede requerir pasos adicionales o diferentes en función de las necesidades específicas y complejidad del mercado.
Actitud del Emprendedor
El emprendimiento implica tener en cuenta algunas consideraciones que serán de vital importancia para la evolución de la empresa. Los pasos para emprender requieren tiempo, esfuerzo y capital y necesitan de un análisis profundo antes de llegar al proceso de toma de decisiones. Según el último Informe GEM correspondiente al periodo 2024-2025, la actividad emprendedora en España encadena cuatro años de crecimiento, aunque la intención de emprender se estanca. Además, es el sexto país europeo por inversión en startups tecnológicas -1.900 millones en 2024-, según datos de Enisa.
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Emprender significa iniciar un camino lleno de aprendizajes, retos y satisfacciones y también de sacrificios y problemas. Por ese motivo, un emprendedor prevenido vale por dos y la planificación estratégica es una herramienta clave para sobrevivir en el mundo emprendedor.
El Propósito Detrás del Emprendimiento
Descubrir el propósito detrás de tu emprendimiento puede marcar la diferencia entre el éxito sostenible y un proyecto que pierde fuerza con el tiempo. Un enfoque centrado en ayudar no solo crea una conexión más genuina con el cliente, sino que también aumenta las probabilidades de éxito. Como emprendedores, debemos preguntarnos constantemente: ¿Cómo puedo mejorar la vida de mi cliente?
Ejercicio de Acción: Haz una lista de las maneras en las que tu producto o servicio impacta positivamente a tus clientes y realmente les ayuda. Esta podemos decir que es la fase 0 de un emprendedor.
Delegar Tareas
Uno de los mayores retos para los emprendedores es aprender a delegar. Contrata por valores, no solo por habilidades: Busca personas que compartan la visión y los valores de tu empresa. Empodera a tu equipo: La autonomía es esencial para construir confianza mutua. Proporciona retroalimentación constructiva: Después de completar una tarea, revisa el resultado junto a la persona encargada.
Si contratas a tu primer empleado o subcontratar a otra empresa o personas, dedica tiempo a explicarle el propósito de la empresa, el impacto de su rol y cómo encaja en el panorama general.
Ejercicio de Acción: Haz una lista de tres tareas que consumes demasiado tiempo y que podrías delegar.
El emprendimiento no es solo construir un negocio, sino también una versión mejor de ti mismo. Desde encontrar tu propósito hasta aprender a delegar, cada paso cuenta.
Fase Inicial: Producto Mínimo Viable (MVP)
Inicia con una versión mínima viable de tu producto. Para ello define muy bien en qué consiste tu producto o servicio. Puede ser un producto físico, una aplicación móvil, un software, un servicio en línea o cualquier otra cosa que se ofrezca al público. En segundo lugar define qué es lo mínimo que necesitas para ayudar a tu cliente: El MVP incluye solo las características esenciales necesarias para que el producto funcione. Asegúrate de que sea viable; Aunque es simplificado, el MVP debe ser funcional y útil. El precio suele ser gratuito o bajo.
Un nicho es un conjunto de personas con unas particularidades muy específicas y un problema o deseo específico.
Reflexión Final: Valida tus ideas sin miedo a los errores. El camino emprendedor está lleno de cambios y desafíos, pero también de aprendizajes y oportunidades.
Fases Posteriores: Ingresos, Limitaciones y Delegación
Esta etapa se caracteriza por la motivación y el entusiasmo de poner en marcha una idea. Aquí comienzas a generar ingresos, pero también empiezas a notar limitaciones en tiempo y recursos. En esta fase, el enfoque cambia hacia delegar tareas, optimizar procesos y ampliar tu visión a largo plazo.
Reflexión: Cada fase tiene su valor y aprendizaje.
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