EduCaixa: Liderazgo para el Aprendizaje, Impulso a la Transformación Educativa

El programa "Liderazgo para el Aprendizaje" de EduCaixa es una iniciativa pionera en España que busca impulsar la transformación educativa promoviendo una nueva cultura de liderazgo en los centros educativos. Este programa se centra en extender el liderazgo más allá de las direcciones, incluyéndo al equipo docente, el aula y el centro, con el objetivo de mejorar la calidad de los aprendizajes del alumnado y del sistema educativo en su conjunto.

El liderazgo en las escuelas es la segunda variable escolar con mayor impacto sobre la calidad y la mejora educativa, según numerosas investigaciones realizadas por la OCDE y otros estudios internacionales. Estas investigaciones revelan que las escuelas que disponen de un liderazgo consciente y competente logran mejorar el rendimiento académico, el clima y la convivencia del centro.

Objetivos y Estructura del Programa

El programa se despliega a través de una formación anual que tiene por objetivo capacitar, prestigiar, fortalecer y transformar el rol de los equipos directivos. A la convocatoria deben presentarse dos representantes líderes de un mismo centro: directores o docentes que formen parte del equipo directivo.

La formación combina tres modalidades de trabajo:

  • 54 horas de formación presencial
  • 18 horas de trabajo en grupos territoriales de aprendizaje
  • 42 horas de diseño de proyectos de liderazgo por el cambio que se desarrollan, implementan y evalúan a lo largo del curso.

En su primera edición (curso 2019-2020), el programa recibió proyectos de 233 centros educativos provenientes de todas las comunidades autónomas de España. En total se seleccionaron 50 parejas de líderes docentes de 50 centros escolares, de los que 16 parejas de directores y docentes de 16 centros escolares son de las provincias de Barcelona, Girona y Tarragona.

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En este proceso ha sido clave el apoyo de los facilitadores: docentes y directores de otros centros que han sido formados, también por el IOE, en el transcurso del programa, para desarrollar un rol de coachs en los grupos de aprendizaje. Desde esta base han podido acompañar de igual a igual, sin imponer soluciones, sino compartiendo y potenciando competencias que ellos también han trabajado a través del programa, estimulando la reflexión y haciendo posible que fueran los propios participantes quienes encontraran sus propias soluciones.

Impacto y Resultados del Programa

Mediante una evaluación propuesta por EduCaixa y el IOE, los participantes han plasmado sus experiencias y percepciones acerca de su propia evolución y la de sus centros. En porcentajes, destaca que el 96,55% de los líderes han percibido cambios en el centro y en la misma proporción revelan que han percibido cambios en el profesorado. En relación con los cambios en el alumnado, los reconoce el 82,76% de los participantes.

Ha habido un aumento significativo de los equipos directivos que han incorporado el uso de evidencias científicas y los resultados de aprendizaje de los alumnos para tomar decisiones y justificar su práctica educativa. Los participantes muestran un cambio de actitud, pues ahora valoran más el tiempo dedicado a observar las clases y a proporcionar a los docentes un feedback basado en sus observaciones.

Como conclusión general, los 50 centros perciben que han experimentado una mejora de la calidad del aprendizaje y del clima escolar gracias a la puesta en práctica de las herramientas y los conocimientos adquiridos en el programa, tales como la gestión de las emociones, la implementación de un liderazgo distribuido, el empoderamiento del claustro y la promoción del trabajo colaborativo, la práctica reflexiva y el uso de las evidencias para mejorar la práctica de los docentes en el aula, entre otros.

Las diversas transformaciones del centro también se perciben en las experiencias y reflexiones aportadas por los participantes.

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Algunos ejemplos de cambios o mejoras percibidas en los centros por los participantes incluyen:

  • "Buen ambiente, mejor convivencia. Más compañerismo. Menos quejas y menos expulsiones."
  • "Confianza de las familias. Clima de seguridad. Ha mejorado el clima de convivencia: a pesar de lo complicado del año, hay un ambiente relajado."
  • "Tienen más claros sus referentes en el centro y la puesta en marcha de nuestra herramienta les es muy útil, concreta sus actuaciones y los conduce a mejores resultados académicos."
  • "Más interés y ganas de aprender. Disminución de los conflictos en el centro. Más participación en las acciones del centro."

Experiencias de los Participantes

En el IES Pablo Picasso, en la barriada de Nueva Málaga, llevan más de cuarenta años acompañando a las nuevas generaciones a crecer, aprender y compartir experiencias. Uno de los principales objetivos del trabajo de este centro es motivar a su alumnado y mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje, tratando de enriquecer los currículos a través de la incorporación de metodologías activas y proyectos interdisciplinares. Para este objetivo es indispensable la reflexión y evaluación continua y la participación en formaciones de calidad, como el Programa “Liderazgo para el Aprendizaje” de EduCaixa, en el que se encuentran inmersos.

Este centro ha tenido la suerte de haber sido elegido, de entre unas 90 candidaturas presentadas, para participar en la 5ª convocatoria de este programa, organizado por EduCaixa en colaboración con el UCL Institute of Education. Su objetivo fundamental es formar a equipos directivos y docentes con funciones de coordinación para impulsar cambios pedagógicos sostenibles, reflexionando sobre el liderazgo distribuido, el desarrollo profesional docente y la planificación estratégica basada en evidencias. En el curso 2025-26, participan 56 centros de España y 15 agrupaciones escolares de Portugal.

El programa se estructura en tres fases en las que se combina la formación presencial con grupos de trabajo y aprendizaje y acompañamiento. La primera fase, implicarse y prepararse, tuvo lugar en julio, en Barcelona. El primer día se centró en comprender qué significa liderar en el ámbito educativo y por qué es esencial para transformar la práctica docente.

Las principales ideas de esta sesión fueron las siguientes:

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  • Es necesario diferenciar un liderazgo administrativo, centrado en tareas de gestión, y un liderazgo pedagógico, cuya finalidad es mejorar la enseñanza y el aprendizaje.
  • Un liderazgo efectivo se basa en una visión compartida y en la capacidad de movilizar al profesorado en torno a objetivos comunes.
  • El liderazgo no se concentra en la dirección, sino que se comparte con figuras intermedias (coordinaciones, jefaturas, tutores/as). Este modelo permite que las responsabilidades se repartan y que el cambio llegue al aula.
  • El factor más influyente en el aprendizaje es el profesorado. Por ello, un/a líder debe propiciar que los/as docentes aprendan, reflexionen y se desarrollen profesionalmente.
  • La planificación estratégica y el trabajo en órganos colegiados (como el ETCP. el equipo de coordinación pedagógica del centro) son clave para coordinar, recoger datos y tomar decisiones con evidencia.

El segundo día se centró en ofrecer marcos y herramientas que permitan pasar de lo teórico a lo práctico.

Entre las herramientas útiles en este sentido, podemos nombrar el ciclo de Kolb: experimentar, reflexionar, conceptualizar y actuar, algo así como “probar una receta, ver cómo sale, ajustar la técnica y volver a intentarlo”. Este modelo, aplicado al liderazgo, implica que las personas líderes deben observar, analizar críticamente y tomar decisiones fundamentadas en la experiencia y los resultados.

Por otra parte, es fundamental el aprendizaje entre iguales (observación y retroalimentación entre compañeros/as) como motor de crecimiento profesional, por lo que una figura de liderazgo debe facilitar espacios de colaboración y aprendizaje continuo. Por último, el cambio no debe quedar en buenas intenciones: necesita objetivos claros, acciones concretas y evidencias que permitan medir resultados. Todo plan debe incluir valores, acciones y consecuencias, integrando tanto la dimensión ética como la operativa.

La última jornada buscó conectar la reflexión con la acción mediante planes concretos de implementación en los centros. En esta jornada trabajaron en la elaboración de planes con metas específicas, indicadores de logro, responsables y tiempos definidos, es decir, pasaron de la visión a la ejecución.

El curso culminó con dinámicas que permitieron a cada asistente analizar su estilo de liderazgo y plantear los primeros pasos a seguir en su contexto escolar.

En conclusión, las ideas clave de esta primera fase de formación, que ya se está trabajando en el centro, en colaboración con las jefaturas de departamentos didácticos y las coordinaciones de planes y programas, son las siguientes:

  • El impacto del liderazgo educativo se mide en la transformación de las prácticas docentes y en la mejora del aprendizaje del alumnado. Liderar no es imponer, sino facilitar y catalizar: el valor de la persona líder está en lo que ocurre después de su intervención: actuaciones más efectivas.
  • Para que los cambios sean sostenibles, el liderazgo debe ser un espacio de reflexión y acción estratégica, apoyado en datos objetivos y evidencias. Innovar sin evaluar carece de sentido: es imprescindible recoger información, analizar el impacto y documentar los resultados. Todo plan de mejora debe construirse sobre valores compartidos, traducirse en acciones concretas y orientarse a consecuencias medibles.
  • El cambio real exige la implicación del profesorado, lo que solo ocurre en contextos de confianza y colaboración. Por ello, el liderazgo debe ser distribuido: las personas en posiciones de liderazgo intermedio desempeñan un papel esencial para trasladar la visión global a la práctica diaria. Asimismo, la formación continua ha de integrarse en la cultura del centro, no quedarse en acciones puntuales. En definitiva, liderar significa mantener un equilibrio entre visión de futuro y gestión práctica, entre soñar y planificar, asegurando siempre un impacto real y duradero.

Además de participar en la formación sobre liderazgo, que continuará en una segunda fase, los centros participantes en el Programa “Liderazgo para el Aprendizaje” de EduCaixa se han comprometido a trabajar propuestas de mejora en cada centro, para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje con la metodología aprendida y basándose en evidencias. Esto lo harán en colaboración con un equipo de trabajo internivelar de centros.

En definitiva, el Programa “Liderazgo para el Aprendizaje” de EduCaixa está permitiendo mirar más allá de la gestión del día a día y reflexionar sobre el impacto profundo que puede tener un liderazgo educativo bien orientado. El mayor reto es que todo lo aprendido se traduzca en prácticas que transformen la experiencia y el aprendizaje del alumnado.

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