El concepto de coworking ha evolucionado más allá de simplemente compartir un espacio físico; se trata de establecer una comunidad. En Madrid, la necesidad de emprender ha impulsado el crecimiento de estos espacios, pero no todos logran el éxito.
Un local no es igual a un coworking. Unas mesas, un poco de diseño y unas gotas de redes sociales. Unas lámparas y a alquilar puestos de trabajo. La crisis buscó en la idea de los coworkings una forma de buscar una salida a muchos locales.
José Antonio Barrionuevo, periodista y uno de los socios de erranT espacio cowork, ubicado en la calle Cruz esquina con Verónica de la Magdalena, en el entorno de la Plaza de Gracia, explica: «Se hablaba hace poco de la burbuja del coworking. Por un lado había muchos espacios que se sumaron a la moda, pero no eran, realmente, si te pones a analizarlos, coworkings».
Añade que «por otro lado, alguno también se habrá dado cuenta, que es otro de los debates abiertos en la comunidad de coworkers españoles, de la rentabilidad, porque un coworking no es rentable a la vieja usanza». Explica entonces que «en la última conferencia de coworking en Valencia, con representantes de toda España, cuando se pidió que levantaran la mano quién lograba sacarle dinero, levantaron la mano tres. Así que desmenuza ambos conceptos. «Por coworking se entiende no solo un espacio físico, sino que casi lo más importante es la comunidad de coworkers que se genera en torno a este espacio. Las personas y su talento».
Respecto a la rentabilidad, y como opinión personal, «con un espacio de coworking no se gana dinero. Probablemente si el espacio es tuyo sí puedes sacarle dinero. Pero estamos alquilados. Y no es un modelo de negocio en el que puedes aspirar dinero». Viene entonces la gran pregunta. ¿Qué entienden entonces por rentabilidad? «Necesitas cubrir gastos y que dentro de estos gastos esté el tiempo que empleas en trabajar en la gestión del espacio, porque tu tiempo vale dinero. Y este tiempo tiene que entrar dentro de tus gastos.
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Entonces se abren las puertas:«Sí se puede aspirar a cubrir estos gastos de mantenimiento y de la persona que gestiona el coworking. No es solo abrir y cerrar, es informar a la gente, conectar y dar valor a los coworkers para que se sientan identificados con el espacio. Nuestro objetivo es que la gente se sienta erranT. A la gente le mola. Y sacaremos camisetas. Queremos que la gente se identifique con erranTe.
Para entenderlo mejor, asegura que «además de esta rentabilidad económica, tienes los valores. Te da visibilidad y es un escaparate para ti mismo como profesional. Pueden surgir otros proyectos. Conectas. Al final no estás solo. Una vez radiografiada la coyuntura económica y de futuro de los coworkings, puede entender mejor la desaparición de la mitad de ellos en Granada y su provincia. También, que la supervivencia de los que restan se deba más a que utilicen un modelo mixto que a ser un modelo netamente de coworking.
En 2005 un hombre llamado Brad Neuberg comenzó un experimento en San Francisco. No era feliz en su trabajo así que contó con la ayuda de un life coach -este hombre era un pionero en muchas cosas- y comprendió que tenía que cambiar algo. Había sido freelance antes y echaba de menos la independencia de trabajar para sí mismo, pero también le gustaba la estructura de trabajar con otras personas. Encontró un espacio a buen precio, colocó ocho mesas y empezó a ofrecer wifi gratuito, una mesa de comedor compartida, masajes, descansos para meditar y paseos en bicicleta. La leyenda le atribuye haber creado el primer espacio de coworking del mundo.
Trece años después se calcula que hay 10.000 oficinas compartidas como aquella en todo el planeta. LoomHoy el concepto del coworking -que viene de los términos collaborative y working, en inglés- no es solamente compartir un espacio físico y una serie de servicios de oficina (recepción, reprografía, domiciliación fiscal, formaciones) , sino que trata de establecer una comunidad.
No es un capricho ni es exclusivo de la generación millennial. Viene dado por la necesidad de muchas personas a emprender por su cuenta.“Un coworking no es un espacio de trabajo y ya. Es un catalizador de proyectos e innovaciones. La prosperidad de un coworking dependerá de la salud y fortaleza de su comunidad. Dcollab“Es una llamada a los innovadores. A los autónomos entusiastas, a los profesionales independientes, freelancers, empresarios con energía, a los trabajadores internacionales que viajan, a la gente que forma equipos para proyectos, a las empresas que están empezando y a las que están bien establecidas -también se pueden alquilar oficinas-.
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El éxito y el conocimiento se contagia a quienes te rodean”, apuntan en Spaces, que nació en Ámsterdam y hoy ya tiene varias sedes en la capital. No deja de ser curioso que en un entorno tan digitalizado, gran parte del éxito de un negocio esté basado en las relaciones personales que se establecen.
Así que si buscas un lugar para trabajar en Madrid pero también para formar parte de una comunidad de emprendedores, hemos seleccionado doce espacios de coworking de perfiles, precios y localización diferentes, para que te sientas como en Sillicon Valley sin salir de tu barrio.
Espacios de Coworking en Madrid
Madrid ofrece una variedad de espacios de coworking, cada uno con sus propias características y enfoque. Algunos ejemplos notables incluyen:
- DCOLLAB (Hortaleza, 108): Ideal para creativos y diseñadores, con espacios de trabajo y eventos.
- Oasis Cowork: Espacio diáfano con jardín privado, enfocado en el bienestar de sus miembros.
- THE SHED (Hermosilla, 48): Prioriza la comunidad de emprendedores y ofrece talleres prácticos.
- WE WORK (Paseo de la Castellana 43, Paseo de la Castellana 77 y Eloy Gonzalo 27): Gigante mundial del coworking con diseño de interiores y eventos comunitarios.
- IMPACT HUB (En activo: Alameda 22, Gobernador 26, Piamonte 23 y Serrano Anguita 13) y (En próxima apertura: Plaza Torre Picasso): Ofrece consultoría y formación para el desarrollo profesional y personal.
- SPACES (Alfonso XII 62, Paseo de la Castellana 200 y Mazarredo 7): Enfocado en la conexión de personas con ideas afines a nivel internacional.
- LOOM (Huertas 11, Twisttt by Loom en Princesa 5 y en la Fábrica de Tapices en Fuenterrabía 2): Atrae a consultores de marketing, analistas de datos y creativos.
- THE GARDEN SPACE (Antonio 31): Orientado a startups y emprendedores de tecnología.
- LA FÁBRICA (Avenida de Brasil 17 y Glorieta de Cuatro Caminos 6): Centros de negocios que fomentan el networking.
- COOL INQUIETO (Loreto y Chicote 2): Atrae a creativos y ofrece cursos y eventos para impulsar negocios.
- LA TERMINAL (Martín de Vargas, 40): Exclusivo para startups y profesionales del sector digital.
- UTOPICUS (Orense 62, Príncipe de Vergara 112, Gran Vía 4, Doctor Esquerdo 114, Duque de Rivas 5 y Colegiata 9): Pioneros en España con enfoque en la comunidad, cultura e innovación.
En contraste, Granada experimentó un auge y caída de espacios de coworking. Granada fue la provincia de España que más oficinas de este tipo vio crecer en un año, por detrás de Madrid y Barcelona, y a comienzos de enero del año pasado la provincia ponía a disposición de la gente hasta 28 coworkings. Una auténtica barbaridad. Un año y medio después, han cerrado catorce, exactamente la mitad. Entre ellos, dos de las referencias de este sector: Cocorocó y Spiral Start Ups. Además, según se reconoce, la mayoría de los que quedan ofrecen un modelo de negocio mixto;es decir, que no son coworkings al cien por cien. Se trata en estos casos desde centros de negocios de toda la vida hasta estudios de arquitectura que alquilan puestos de trabajo o, directamente, centros de creación artística que buscan la rentabilidad de la inversión y del local.
Melesio Peña, director-gerente de Cocorocó, explica que «En efecto, cerramos hace dos meses. Pero ha sido un cierre sin traumas, sin juicios, sin EREs, sin despidos. Ha sido más bien una valoración del resultado de la experiencia. Y la conclusión es que es mejor haberlo cerrado. La experiencia ha sido maravillosa». Continúa que «todo lo que se ha aprendido por desarrollar un proyecto como el primer coworking de Granada desde 2012 hasta marzo de 2015, más de tres años, ha merecido la pena. Hemos tenido todo tipo de eventos relacionados no solo con la tecnología sino también con la innovación social pero, en efecto, además del concepto que hay que revisarlo y acotarlo cada tiempo, el coworking se enfrenta como cualquier otro tipo de negocio al problema de la rentabilidad. Y a nosotros no nos interesó.
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Cocorocó daba dinero, no generaba pérdidas, hay que dejar bien claro este extremo. Pero el trabajo que necesitaba, la dedicación y el tiempo que se empleaba para que el coworking funcionaria al cien por cien no generaba el retorno que necesitábamos, no se satisfacían las expectativas que generamos. Así que lo mejor ha sido quedarnos con la experiencia vivida y cerrar para dedicar este tiempo que tenemos en otros proyectos». Miguel Ángel Martín Ferrer-Martínez, gerente del coworking Picasso responde que «no sabría cómo etiquetarnos, pero sí puedo decir que en mi experiencia los coworking que he conocido los formaban gente más joven, con un ambiente más informal o desenfadado. En su opinión «los coworking seguirán creciendo en los próximos años. El problema es que quien piensa en montar un coworking como negocio y obtener su debida rentabilidad lo tiene muy difícil. Creo que varios han caído en este error. A nosotros nos supone un ahorro en nuestros costes fijos además de una serie de oportunidades que surgen de la gente que comparte este espacio y de las sinergias que pueden surgir.
En erranT no pasa el tiempo. Nuestros coworkers están trabajando, pero están como en casa. Somos todos vecinos de una misma planta, de un mismo espacio. Uno a uno, nuestros coworkers han ido dando forma a la Comunidad erranTe. Compartimos ideas y las ponemos en práctica. Colaboramos y nos ayudamos. Cada día pensamos en cómo podemos mejorar lo que hacemos y qué herramientas nuevas hay disponibles para llevarlo a efecto. Y es que nos gusta mucho el cacharreo. Somos especialistas en comunicación audiovisual, pero promovemos también la comunicación entre coworkers, vía indispensable para llevar a buen puerto las ideas.
Los días 11 y 12 de mayo de 2017 se celebró en el edificio CREA, en Sevilla, una nueva edición de la Coworking Spain Conference, que reunió a una nutrida representación de espacios de coworking de toda España. El relevo lo tomó Jaime Aranda, del espacio de coworking WorkInCompany de Sevilla, con la charla titulada ‘Digital Nomads. El fenómeno local que cambia entornos globales’. Jaime nos habló del perfil de este usuario de espacios de coworking, un perfil al que se puede orientar parte de nuestro modelo de negocio, y que está muy vinculado con el turismo de las ciudades.
‘La vuelta al mundo en 80 coworkings’, así titulaba Carlos Almansa, de Nexudus (una plataforma para la gestión de espacios de coworking que ya opera en 45 países), su intervención en la Conferencia. Capítulo especial en la Conferencia, como otros años, para el informe sobre el estado del coworking en nuestro país. Este año se intentó que fuera a través de un juego en el que interactuaran todos los presentes, aunque el experimento salió regular. Lo importante, los datos. Existen en España 380.000 metros cuadrados de coworking, un 30% más que el año anterior. En total en España hay 27.900 puestos en espacios de coworking (ahí están los 37 nuestros aquí en el centro de Granada). La ocupación media de los espacios está en un 71%, con una media de coworkers por espacio de 26. La ciudad con más espacios, Barcelona, con 290, lo que supone un 29% de los espacios del país. Seguida de cerca por Madrid, con 230 espacios, un 24% de la tarta.
Manuel Zea habló de la llegada de los grandes a nuestro país, y que lo harán a alguna de estas dos ciudades: Spaces, WeWork y Talent Garden. Lo que supone la industria del coworking en nuestro país, 51,6 millones de euros anuales en puestos de coworking. Para finalizar la mañana de la primera jornada, Chus Prol (de Doutroxeito) y Eduardo Salsamendi (de Proworkspaces), contrapusieron dos conceptos: el coworking y el business center.
‘Dos maneras creativas de monetizar tu coworking’. Bajo este título nos dieron algunos consejos Javier Moral, de Fangaloka Space, y África Rodríguez, de Espacio Arroelo. Proyectos, acuerdos locales y la idea de asociarnos dentro de nuestra ciudad fue uno de los consejos de Javier. Lo que nos comentaba, que hay que conseguir que «tu espacio motive, genera emociones, valores de marca, cuida tu espacio, conecta con el usuario, supera sus expectativas». Para empezar al segunda jornada una persona se enfrentó a todos los demás en ‘Uno contra todos’. Así se titulaba la charla de Marc Navarro, de CREC, que no paró de contestar preguntas de los asistentes.
Miguel Ángel Calero, de Cosfera, nos habló de ’20 cosas que no hacer en un coworking’. Entre algunas de las reflexiones que realizó, se encontraba la de la amistad, y es que los coworkers no son tus amigos, y esto «hay que saber gestionarlo». También nos contó que los primeros quince minutos tras recibir una petición de información sobre el espacio son cruciales. «Máximo 10 minutos para contestar. El 95% de las veces, si respetas este tiempo, la persona que pregunta se queda en tu coworking. A partir de ese tiempo, el porcentaje baja». ‘Echando el cierre’ fue la crónica que nos hizo Nerea Guinea sobre la historia de su espacio en Donosti, CO+ART. Es una valiente y una personas emprendedora, pero de verdad. Después conocimos la experiencia de ‘Monetizar un coworking creativo’, de la mano de Tania Santos, de Oru Cowork, en Oporto.
‘Management de guerrilla’. Y finalmente conocimos el proceso de ventas en un espacio de coworking como Betahaus, de la mano de Edu Forte. Y fin. Nuestro camino recorrido era aún corto. Con apenas cuatro meses de vida, en erranT espacio cowork vimos la ocasión de seguir aprendiendo, y qué mejor foro para ello que la Coworking Spain Conference 2014. Y la decisión fue un acierto, porque allí estaban las personas que habían vivido y estaban viviendo nuestra misma experiencia, nuestros mismos problemas y nuestras mismas satisfacciones. Porque allí estaban representados los espacios con más trayectoria, los más originales, los peculiares, los “jóvenes” como nosotros,... Las charlas nos sirvieron para empaparnos del panorama nacional, de qué se cocía en torno al coworking en nuestro país. Una de las más útiles fue la charla que giró en torno a los errores más comunes del coworking, porque de los errores, se aprende, y de la experiencia de los demás, también.
Al final en la comida es el momento en el que pones en común con la persona que se sienta a tu lado esas dudas que sigues arrastrado, o esos aspectos que te han llamado la atención de alguna charla. Y en el fondo de lo que se trata en una cita como esta es de seguir haciendo Comunidad, porque si siempre hemos defendido que por encima del espacio físico está la Comunidad que se crea, esa Comunidad en nuestro país hoy por hoy está representada por Coworking Spain, y esta cita es “la cita”.
Hoy podemos decir que llevamos funcionando algo más de un año, y las perspectivas son buenas. Nuestra comunidad ha crecido, pero creemos que hay que seguir “regándola” para que siga viva y, por qué no, para que siga creciendo. Y en la próxima Coworking Spain Conference de Valencia seguro que hay buenas recetas para seguir haciéndolo.
Compartir mola es la primera película del mundo grabada de forma colaborativa en la que confluyen más de cincuenta agentes del sector colaborativo. Estamos contentos de haber participado y de lo que hemos aprendido (¡gracias Tutellus!) para seguir con la definición de los modelos de vivienda de la era colaborativa. Carlos G. Twomuchrs - Ayudar a comprender. Investigación de mercados, ética, fidelidad. El documental Compartir mola fue protagonista en el debate ‘El consumo colaborativo’ del programa Para Todos La 2 de RTVE del pasado 16 de Diciembre.
La Comunidad erranTe
La Comunidad erranTe va más allá de su espacio físico. Uno a uno, los coworkers han ido dando forma a esta comunidad, compartiendo ideas, colaborando y ayudándose mutuamente. En erranT, se promueve la comunicación entre coworkers como una vía indispensable para llevar a buen puerto las ideas.
La Comunidad erranTe está formada por personas de diferentes profesiones y nacionalidades, incluyendo:
- Periodistas
- Traductores
- Consultores turísticos
- Ingenieros de sistemas
- Programadores web
- Fotógrafos
- Diseñadores gráficos
- Realizadores audiovisuales
- Técnicos de sonido
- Ilustradores
- Expertos en marketing digital
- Arquitectos
- Músicos
- Bailarines
- Economistas
- Antropólogos
- Sociólogos