Enviar correos electrónicos a tu audiencia sigue siendo uno de los movimientos más efectivos para conectar con tu comunidad, aumentar conversiones y fidelizar clientes. Sin embargo, cuando se cometen errores, los resultados pueden ser contraproducentes. Cada error representa una oportunidad perdida. Es por ello que debes prestar atención a tu audiencia y cómo reaccionan a tus campañas; puedes estar cometiendo errores sin saberlo.
No obstante, a veces se pueden cometer ciertos errores que hacen que el éxito de la campaña no sea tan bueno como esperabas y de eso vamos a hablar en este post.
Errores en la base de datos y segmentación
Por increíble que parezca, en 2021 aún se siguen comprando bases de datos. La primera pregunta que deberías hacerte es si tu base de datos tiene la información que necesitas. Datos explícitos. Datos implícitos. Si tu base de datos se limita a un nombre y un correo electrónico, deberías plantearte cómo conseguir la información que necesitas.
Por ejemplo, adapta tus formularios al tipo de datos que te gustaría obtener. ¿Tu marca busca clientes B2B y para ti es un factor crítico el tamaño de la empresa? Puedes incorporar a tus formularios un campo en el que preguntes por el número de empleados de la compañía en la que trabaja. ¿La provincia, el país o el sector condicionan tu proceso de ventas? Que hayas conseguido una base de datos con autorización expresa y con información relevante tampoco es una garantía de que estés haciendo las cosas bien.
Piensa también en lo actualizada que está esa información. Si tus contactos son de una feria comercial o de una campaña de hace seis años, es muy posible que se hayan quedado obsoletos. Incluso las bases de datos bien trabajadas decaen una media de un 22,5% cada año. De ahí la importancia de una limpieza periódica de tus bases de datos. ¿Para qué le sigues enviando correos?
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Adquirir listas de correos es como repartir flyers a ciegas por una ciudad que no conoces. No sabes a quién le estás hablando, ni si le interesa lo que ofreces. Además, puede traerte problemas legales si no cuentas con el consentimiento expreso de los destinatarios (sí, el famoso RGPD está al acecho).
Ejemplo real: compras una lista de 10.000 correos, envías tu campaña… y el 90% no abre nada. Pero tu tasa de rebote sube, tu reputación baja, y los servidores empiezan a bloquear tus envíos. ¿Cómo evitarlo? Trabaja para construir tu base de datos con formularios bien ubicados, lead magnets atractivos y segmentación desde el primer clic.
Enviar lo mismo a toda tu base de datos es como hablarle igual a un cliente fiel y a alguien que recién te conoce. Segmenta según intereses, historial de compras o nivel de interacción.
“Mejor enviamos el correo a toda la base de datos, por si acaso”. ¿Te suena esa frase? Si tienes bien categorizada tu base de datos y cuentas con un histórico de envíos, será más fácil que puedas lanzar correos relevantes y adaptados a determinados grupos de contactos.
¿Vas a hacer una oferta en un área geográfica concreta? ¿El servicio que quieres promocionar tiene más valor para un sector? ¿Quieres ampliar información para clientes potenciales que ya han mostrado interés por un producto específico?
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Segmenta tu lista de correos en función de criterios como la ubicación, edad, historial de compras, comportamiento previo o intereses específicos. La segmentación te permite enviar mensajes personalizados y relevantes a grupos específicos de audiencia.
No segmentar tu audiencia puede costarte caro. Usa herramientas que te permitan etiquetar usuarios según su comportamiento, intereses o historial de compras.
Errores en el asunto y previsualización
El asunto es la primera impresión. Si es genérico (“Newsletter agosto”), aburrido (“Información de interés”) o demasiado agresivo (“ABRE ESTO YA O LO PIERDES”), la mayoría de tus suscriptores ni se molestarán en abrir. La clave: sé claro, directo y creativo, pero sin engañar.
El error aquí es ser demasiado genérico, frío o técnico. ¿Le darías clic a una asunto que dice “Newsletter semanal - 12/4”? Exacto. Aunque el contenido sea bueno, si no entra por los ojos, no engancha.
El tamaño óptimo no debería ir más allá de 41-50 caracteres, para asegurarte de que se vea completo también en dispositivos móviles. Dedica unos minutos a ponerte en la piel de tu destinatario y piensa si ese asunto va a llamar su atención.
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Hablamos del pequeño texto que puede verse a continuación o debajo del asunto antes de abrir el correo.
El asunto es la primera impresión que los suscriptores tienen de tu correo, y es uno de los factores más importantes que determina si el correo será abierto o no. Dedica tiempo a escribir asuntos que sean breves, llamativos y que generen curiosidad. Considera usar el nombre del destinatario o incluir una oferta especial para atraer más atención.
Errores en el diseño y la optimización móvil
Lo que se ve muy bien en un dispositivo puede verse mal en otro. Las fuentes que se ven limpias y legibles en un ordenador se pueden ver pequeñas e ilegibles en un smartphone. Cómo evitarlo: selecciona un tamaño de fuente lo suficientemente grande como para que se pueda leer fácilmente en el móvil.
Recuerda que las personas que usan teléfonos inteligentes o tablets asimilan el contenido en pantallas sustancialmente más pequeñas que las que tienen ordenador. Más del 50% de los correos electrónicos se abren en dispositivos móviles, lo que significa que si tus correos no están optimizados para pantallas pequeñas, estás perdiendo una gran parte de tu audiencia. Asegúrate de que tus correos tengan un diseño responsive que se vea bien tanto en computadoras como en móviles.
El 70% de los correos se abren desde smartphones. Si tu diseño no se adapta, pierdes impacto y reduces conversiones. Imagina un correo que se ve perfecto en computadora, pero se desordena en el celular: probablemente el usuario lo cierre de inmediato.
Dado que la mayoría de los correos se abren en dispositivos móviles, asegúrate de que los diseños sean amigables y responsive. Usa llamadas a la acción basadas en texto y evita CTAs únicamente en imágenes para mejorar la accesibilidad y visibilidad en todos los dispositivos.
Las imágenes grandes pueden ralentizar los tiempos de carga, consumir cantidades significativas de datos y puede que ni siquiera se muestren correctamente en algunos teléfonos. Cómo evitarlo: optimiza tus imágenes comprimiéndolas sin sacrificar calidad. Utiliza formatos de imagen como JPEG y PNG, y procura que el tamaño de los archivos de imagen no supere 1 MB.
Los enlaces o botones de texto pequeños pueden ser fáciles de hacer clic en un ordenador, pero en un smartphone, pueden ser frustrantes de usar. Cómo evitarlo: Haz que los botones de llamada a la acción sean grandes y fáciles de tocar, asegurándote de que haya suficiente espacio a su alrededor para que los usuarios puedan hacer clic sin dificultad. Una buena regla general es hacer botones de al menos 44×44 píxeles, como recomiendan las directrices de diseño de Apple.
Por ejemplo, si todo el contenido está dentro de una imagen y esta no carga, el mensaje queda vacío.
Errores en el contenido y la personalización
No abuses de contenido textual. No descuides la calidad del contenido y asegúrate de ofrecer información valiosa y relevante para tus suscriptores.
Hoy en día, los consumidores esperan un cierto grado de personalización en los correos electrónicos. Utiliza la información que tienes sobre tus suscriptores para personalizar los correos. Ir más allá del «Hola [Nombre]».
Personalización. Empecemos por aclarar que es mucho más que poner el clásico “Hola” más nombre del usuario en tus correos electrónicos. Más allá del uso de tokens con información disponible en la base de datos y de intentar dar un toque más humano a los correos, la personalización está muy relacionada con la segmentación y muchas veces es invisible para los destinatarios.
Las posibilidades de segmentación y personalización son muy amplias, normalmente a partir de los datos explícitos e implícitos de los que hablábamos en el primer punto de este artículo.
El clickbait es un titular cuyo contenido está destinado a llamar la atención de la gente lo suficiente como para que abran el contenido y sigan leyendo. También es más fácil de lo que crees enfatizar tanto el valor de impacto que haga que los destinatarios se sientan asustados y luego enfadados. El asunto «Hola, estás despedido» es suficiente para que a cualquiera se le haga un nudo en el estómago por un miedo repentino. El representante de BuzzFeed responsable de ello confirmó que el mensaje fue uno de los correos electrónicos más abiertos que BuzzFeed había enviado. Sin embargo, no es difícil ver cómo el uso de un asunto que induce tanto miedo podría molestar a la gente. Es mejor evitar por completo el clickbait en tus campañas de marketing móvil.
Está bien utilizar la urgencia cuando esté justificado, como cuando se promocionan ofertas por tiempo limitado. Evita el clickbait.
Errores en la frecuencia y el momento del envío
Enviar correos cada día puede cansar a tu audiencia. Uno de los errores más dañinos es enviar correos electrónicos con demasiada frecuencia o, por el contrario, con muy poca frecuencia.
Encuentra un equilibrio adecuado para tu negocio. Lo ideal es tener una frecuencia regular, como un boletín semanal o quincenal, que permita a los suscriptores esperar tus correos sin sentirse abrumados.
¿Cuál es la frecuencia de envío ideal? Si escribes todos los días y no ofreces valor, puedes saturar. Si escribes cada tres meses, te olvidan. Encuentra una frecuencia cómoda para ti y útil para tu audiencia. Enviar correos demasiado seguidos (o demasiado espaciados) Si escribes todos los días y no ofreces valor, puedes saturar. Si escribes cada tres meses, te olvidan. Encuentra una frecuencia cómoda para ti y útil para tu audiencia.
¿A qué hora es recomendable enviar tus correos? Aquí no hay recetas únicas, no existe un día de la semana y una hora perfecta para todo el mundo.
Errores técnicos y de entregabilidad
El impacto en la entregabilidad y reputación de la marca: Errores técnicos como no autenticar tu dominio o enviar sin consentimiento afectan la entregabilidad.
Si usas una lista vieja o sin permisos, tus correos podrían ser marcados como spam. Además de ser ilegal en muchos países, afecta la tasa de entregabilidad y puede destruir tu reputación.
Ocultar el enlace de baja va contra las buenas prácticas y puede generar denuncias por spam. Más allá de lo legal, ofrecer una salida clara mejora la experiencia del usuario.
La presencia de hipervínculos disfuncionales, ya sea por qué llevan tu público a una Landing Page no relacionada con la temática o simplemente no funciona, es una alerta roja. Este error puede frustrar al usuario y disminuir la Tasa de Clics (y por ende, tus Conversiones).
Si no está claro qué se espera que haga el lector, no lo hará. Para los destinatarios también debería estar claro cuál debería ser su siguiente paso. Y piensa más allá del correo electrónico. ¿A dónde vas a enviar a los contactos si hacen clic en esa llamada a la acción?
Cada correo electrónico debe tener un propósito claro, y ese propósito debe reflejarse en una llamada a la acción (CTA) destacada. Asegúrate de que cada correo incluya una CTA clara y visible. Ya sea un botón que dirija a una página de producto, una invitación para registrarse en un evento o una solicitud para descargar un recurso, la CTA debe ser obvia y fácil de encontrar.
Errores en el análisis y seguimiento
Si no estás midiendo, estás adivinando. Evita estos errores comunes puede marcar una gran diferencia en la efectividad de tus campañas. Si te tomas el tiempo para personalizar tus correos, optimizarlos para dispositivos móviles y realizar un seguimiento de tus resultados, verás una mejora notable en la tasa de apertura, clics y conversiones.
Utiliza los servicios de una agencia de lead generation y sus herramientas de análisis para medir el éxito de cada campaña de correo electrónico. Evalúa qué funcionó y qué no, y utiliza esa información para ajustar tus futuras campañas.
Medir, comparar y ajustar. Cualquier estrategia de marketing debería tener en cuenta esos tres pasos. ¿Qué se suele medir?
Vale, ya tienes los datos en la mano y es posible que te preguntes, por ejemplo, a partir de qué cifra se puede considerar que es buena una tasa de aperturas únicas o qué porcentaje de bajas empieza a ser preocupante. Existen estudios, como las métricas de referencia de GetResponse, que puedes usar como orientación para los distintos países y sectores, pero recuerda que puede haber otros muchos condicionantes que deberías tener en cuenta.
Si no sabes qué funcionó y qué no, estarás repitiendo errores. Por ejemplo, si una Campaña tuvo baja Tasa de Apertura, revisar el asunto y la hora de envío puede darte pistas claras para mejorar.
Observa quién abre, hace clic o ignora tus correos. Evalúa qué funcionó y qué no, y utiliza esa información para ajustar tus futuras campañas. Realiza pruebas A/B regulares en elementos clave, como líneas de asunto y llamadas a la acción, para identificar qué funciona mejor.
Detecta si estás cometiendo alguno de estos errores. Si es así, es momento de ajustar el rumbo y profesionalizar tu estrategia.
Cumplimiento normativo
Asegúrate de cumplir con las normativas de protección de datos como el GDPR (Reglamento General de Protección de Datos) o la CAN-SPAM Act. Podrías enfrentarte a sanciones importantes.