Definitivamente, la modernidad va moldeando nuestra manera de percibir el trabajo y añadiendo cada vez más modalidades. Aunque el coworking sea un concepto ampliamente usado hoy, tal vez mucha gente ni siquiera lo haya escuchado, lo cierto es que no nació de la noche a la mañana. Aunque desde tiempos remotos el hombre se ha asociado para trabajar evitando la soledad, el coworking va mucho más allá.
¿Qué es Coworking?
Esta palabra se traduce como “la cooperación”, mejor dicho, como “trabajar juntos”. Pero en realidad el término “ coworking” no significa “trabajar juntos en una empresa”, si no que tiene otra matíz: compartir el mismo espacio por horas con otros trabajadores independientes, con los recientes emprendedores o con las pequeñas empresas, que no necesitan una oficina fija para tener éxito.
Pero en términos bastantes generales, podríamos decir que se trata de un espacio de trabajo compartido. Compartir el espacio pero sin reglas, sentarse juntos pero no obligatoriamente trabajar juntos. Parece muy atractivo tener su propia oficina en el centro de la ciudad y por muy poco dinero ¿no? Los alquileres en la mayoría de las ciudades grandes son muy altos, por eso trabajar en espacios de Coworking es una tendencia moderna que ahora está en alza.
Los Primeros Pasos del Coworking
Aunque sus creadores no lo definieron empleando el término coworking, al buscar en la historia vemos que el C-Base de Berlín es el primer sitio que funcionaba bajo estas características. Su nacimiento se dio como una asociación, un espacio que se centraba en una comunidad específica cuyos integrantes compartían intereses y trabajaban bajo el mismo techo. Simultáneamente, en Viena nace Metalab, otro espacio enfocado en la tecnología. Entre ambos, inspiraron la creación de espacios de coworking en los Estados Unidos.
Al parecer, la historia comienza a mediados de los 90 cuando un grupo de ingenieros informáticos crearon un hackerspaces llamado C-Base, en Berlín (Alemania), para reunir a los entusiastas de las nuevas tecnologías. Fundado en 1995, C-Base se estableció como una base de operaciones para una comunidad de tecnólogos, hackers y apasionados de la informática. Aunque C-Base no encaja perfectamente en la definición moderna de coworking, su fundación en 1995 marcó un hito importante al actuar como un punto de encuentro para una comunidad de tecnólogos, hackers y entusiastas de la informática.
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Aunque su enfoque principal se centraba en la tecnología y la cultura hacker, C-Base proporcionó un espacio donde las personas podían compartir recursos, colaborar en proyectos y nutrir su creatividad. En este sentido, C-Base puede considerarse uno de los precursores del coworking. La relevancia de C-Base radica en que inició la idea de compartir espacio de trabajo y recursos con otros individuos.
Características clave de C-Base:
- Comunidad Afín: C-Base se estableció como un lugar donde los apasionados de la tecnología, la informática y la cultura hacker podían reunirse.
- Espacio de Encuentro: Proporcionaba un espacio donde las personas podían compartir recursos, colaborar en proyectos, e intercambiar ideas.
- Filosofía de la Colaboración Abierta: La cultura de C-Base se alineaba con la filosofía de la colaboración abierta y el intercambio de conocimiento.
- No Enfoque Empresarial: Aunque C-Base no tenía un enfoque empresarial en el sentido comercial que vemos en los espacios de coworking modernos, su importancia radica en que marcó el inicio de la idea de compartir un espacio de trabajo y recursos, y esta idea se ha ampliado y adaptado con el tiempo.
En cualquier caso, se cree que término coworking fue utilizado por primera vez en 1999 por Bernard DeKoven, un conocido creador de juegos ya fallecido, para referirse a una forma colaborativa de trabajar, y no exactamente al concepto que conocemos hoy. El propio DeKoven definiría el término como “trabajar juntos como iguales”. Así tendríamos el embrión de un estilo de trabajo que hoy día se ha desarrollado hasta alcanzar regiones insospechables.
La historia de los espacios compartidos empezó en el año 1999 cuando Bernie DeKoven - un diseñador de juegos y escritor americano - lanzó el término “coworking” para identificar de alguna manera los espacios para trabajar juntos, pero de forma independiente. En el mismo año se abre en Nueva York el predecesor de todos los espacios de coworking modernos - 42 West 24 que fue puesto en marcha por una compañía de software y ofrecía un despacho compartido económico con ambiente de trabajo agradable para freelanceres y emprendedores.
En 2002, dos emprendedores austríacos con otros socios y colaboradores abandonaron sus despachos para trabajar en un espacio diferente que bautizaron Schraubenfabrik, un espacio concebido para la comunidad de trabajadores y sus socios. Se trataba de una asociación que inicialmente ofrecía de 5 a 8 escritorios, dos días a la semana. En el 2006, ese sitio cerró solo para dar paso a Hat Factory, que alcanzó gran popularidad.
El siguiente centro de espacios compartidos nació en Alemania en el 2002 y se llamaba "centro comunitario para empresarios"que en unos años se convirtió en la primera red local de coworking. En 2005, Brad Neuberg crea el primer espacio de coworking en San Francisco concebido como tal. El concepto del espacio consistía en ofrecer la posibilidad de trabajar de manera independiente y nómada en esos espacios, pero, a la vez, confortables y cercanos.
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Estaba fundado como una cooperativa sin fines de lucro. Desde aquellos tiempos la cantidad de los centros de coworking en el mundo sigue aumentando sin parar. Como dato curioso, justo en ese momento de inicios de milenio, se extendieron los cibercafés como lugares de trabajo y no solo de entretenimiento. Por ejemplo, en el 2005 se creó en Berlín una cafetería con wifi abierto, donde cualquier persona podía ir con su pc portátil a trabajar.
Gracias a la popularidad de Internet, el concepto de coworking como forma de trabajo colaborativo comenzó a tomar fuerza en las comunidades digitales. Y ya el trabajo estaba hecho. Desde ese momento hasta ahora, las palabras “coworking”, “nómadas digitales” y otras frases relacionadas no han dejado de ser buscadas en la web.
Expansión y Evolución del Coworking
En 2016, HSBC trasladó a 300 trabajadores a un espacio de coworking, convirtiéndose en un ejemplo de cómo grandes corporaciones migran a estos nuevos ambientes de trabajo. Otras empresas como KPMG, Microsoft e IBM también se unieron a esta tendencia.
La manera de trabajar de millones de personas se ha transformado y, lo más importante, ha permitido el crecimiento de trabajadores independientes, emprendedores y pequeñas empresas, además de contribuir en gran medida con la economía global. En la actualidad, ya se puede decir que el éxito de Coworking es un fenómeno global. Ahora en todo el mundo funcionan unos 5.800 espacios compartidos, de los que 2.500 están en Europa. En España ultimamente se han inaugurado muchos nuevos espacios de Coworking y ahora son más de 400 de este moderno, comodo, barato y eficaz modo de trabajar. Estas cifras significan que más de 7.000 autónomos, freelancers y startups españoles están trabajando y compartiendo la misma filosofía del Coworking.
Con la llegada del teletrabajo forzoso, la digitalización de las empresas y la posibilidad de que se implanten formas de trabajo híbridas o semi-presenciales, cobran importancia los coworkings como el llamado «tercer espacio«. Es decir, lugares que no son ni la oficina tradicional ni el hogar. Este tercer espacio lo están ocupando los coworkings, hoteles, cafeterías o aeropuertos.
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Coworking en España
En nuestro país hace ya 40 años que se implantaron. El mercado del coworking en España vive una época de oro incluso desde antes de que comenzase la pandemia en 2020. Aunque la mayor parte de estas oficinas flexibles se concentran en Madrid y Barcelona; también han proliferado en otras ciudades como Valencia, Alicante, Sevilla, Bilbao, Zaragoza o Málaga. Entre 2013 y 2017 se incrementó un 246% el número de metros cuadrados contratados de este tipo de emplazamientos en Madrid y Barcelona.
2008 supuso el impulso definitivo a este modelo de oficina en nuestro territorio, pero el primer espacio coworking en España abrió sus puertas en 1981. Concretamente fue la empresa Lexington y el coworking estaba en el Paseo de la Castellana, 141, en Madrid. Más tarde, la compañía inauguró su segundo centro en la calle Orense, allá por 1990, para expandirse a Barcelona también. Actualmente, esta empresa de servicios de coworking cuenta con un espacio de 5.000 m2 en Madrid.
Beneficios Clave del Coworking
Al compartir un espacio de trabajo con otros profesionales independientes, emprendedores y freelancers, se crea un entorno propicio para el intercambio de conocimientos y la generación de nuevas ideas. Además, el coworking ofrece oportunidades de networking, permitiendo establecer relaciones duraderas y encontrar potenciales colaboradores o clientes en lugares como coworking Torrelavega y otros espacios similares en España.
Otro beneficio destacado del coworking es la flexibilidad y la libertad que brinda a los profesionales. Al trabajar en un que es un coworking space, los individuos pueden elegir sus propias horas de trabajo y adaptar su entorno de trabajo a sus necesidades específicas. Además, el coworking brinda la posibilidad de trabajar desde diferentes ubicaciones, lo que puede ser especialmente beneficioso para aquellos que viajan con frecuencia o prefieren cambiar de escenario de vez en cuando. Por ejemplo, el coworking Torrelavega es un lugar ideal para aquellos que deseen trabajar en la región de Cantabria.
El coworking qué es también ofrece beneficios económicos significativos para los profesionales independientes y las pequeñas empresas. Al compartir servicios y recursos con otros usuarios del espacio, como Internet, impresoras, salas de reuniones, entre otros, los costos operativos se reducen considerablemente. Además, los espacios de coworking, como el mencionado coworking Torrelavega, suelen ofrecer tarifas flexibles que se adaptan a las necesidades de cada individuo o empresa, lo que permite un mayor control sobre los gastos.
El coworking ofrece a los profesionales la posibilidad de trabajar de manera autónoma, manteniendo la independencia y la autonomía que tanto valoran, pero sin experimentar la soledad y el aislamiento que a menudo conlleva el trabajo desde casa. Al compartir un espacio de trabajo con otros profesionales, el coworking brinda un entorno social y estimulante en el que se puede interactuar, colaborar y establecer relaciones significativas.
Beneficios Clave del Coworking
| Beneficio | Descripción | 
|---|---|
| Colaboración y Networking | Oportunidad de colaborar y establecer conexiones profesionales con otros miembros. | 
| Flexibilidad y Libertad | Posibilidad de elegir horarios y adaptar el entorno de trabajo a las necesidades individuales. | 
| Reducción de Costos | Compartir servicios y recursos reduce los costos operativos en comparación con una oficina tradicional. | 
| Comunidad | Trabajo independiente pero no solitario, fomentando un entorno social y estimulante. | 
¿Cómo Funciona el Coworking?
Si estás interesado en probar el coworking, el primer paso es seleccionar un espacio que se adapte a tus necesidades. Para ello, es importante considerar la ubicación, los servicios ofrecidos, el ambiente y la cultura del espacio de coworking. Puedes investigar diferentes opciones en tu área, como el coworking Torrelavega, leer reseñas de otros usuarios y visitar los espacios antes de tomar una decisión final.
Cuando te integres a un espacio de coworking, es importante familiarizarte con las normas de convivencia y reglas de uso del espacio. Respetar el espacio y las necesidades de los demás usuarios es fundamental para mantener un ambiente de trabajo armonioso y colaborativo. Además, estarás contribuyendo a crear una comunidad sólida y de apoyo mutuo.
Una de las ventajas del coworking es la posibilidad de interactuar con otros profesionales y colaborar en proyectos conjuntos. Aprovecha las oportunidades de networking que ofrecen los espacios de coworking participando en eventos y actividades organizadas por el espacio. Estas actividades pueden incluir charlas, talleres, reuniones informales y mucho más.
El Futuro del Coworking
Para 2030 se estima que los espacios de trabajo cooperativo ocuparán el 30% del mercado de oficinas en España, con una previsión de inversiones de más de 70 millones en los próximos años, según datos de la consultora inmobiliaria Savills Aguirre Newman.
Sabiendo todo esto, ¿qué se avizora a corto y medio plazo para el coworking? En primer lugar, ya las grandes empresas comenzaron a recurrir a los espacios de coworking pues se han dado cuenta de su potencial para la constante y vital innovación. El trabajador percibe el espacio coworking como un lugar sociable, lejos de la jerarquía impuesta en una oficina convencional, por lo cual está más dispuesto a innovar, se siente más motivado. Esto, no tan a la larga, provocará que muchas compañías lleguen a crear sus propios espacios de coworking.
Poco a poco, deja de ser obligatorio el alquiler o compra de edificios de oficinas. Como no podía faltar, el coworking en Berlín marca la pauta. Se ha generado una gran competencia entre las grandes empresas y los espacios coworking, que ofrecen importantes oportunidades de desarrollo para trabajadores independientes. ¿Acaso la oficina convencional está destinada a desaparecer? ¡Quién sabe! El asunto es que las empresas, al ver el éxito y el crecimiento del coworking en el mundo, han optado por aplicar estrategias propias de esta modalidad. Han creado espacios innovadores similares, propicios para la inspiración y la formación.
El coworking sigue evolucionando y adaptándose a las cambiantes necesidades de la fuerza laboral. A medida que más personas buscan flexibilidad en su trabajo y se sienten atraídas por los beneficios de la colaboración, es probable que el coworking siga siendo un elemento fundamental en el futuro del trabajo.