El éxito de Pep Guardiola en los banquillos no se explica solo a partir de sus conocimientos futbolísticos y de la intensidad con la que vive este deporte.
Haber sido el primer entrenador de la historia en firmar un triplete con el Barça (que acabaría redondeando con un sextete único) y estar a punto de hacerlo ahora con el Manchester City es también fruto de sus capacidades comunicativas y sus dotes de liderazgo. El técnico de Santpedor rompe los moldes de un líder que no dirige por imposición, sino a partir de la persuasión, la complicidad y el convencimiento.
En una entrevista con Efe, Díez, que ha escrito un libro titulado "El líder interior", explica que Guardiola tiene todas las características necesarias para ser un buen líder en el siglo XXI, ya que "es cercano, coherente y buen comunicador".
La Cátedra es fruto de dos años de investigación y modelaje centrados en el objetivo de difundir los fundamentos y la práctica del liderazgo basado en valores. El resultado es una propuesta holística que incluye acciones formativas para diferentes colectivos y actos divulgativos de distintos formatos, así como recursos escritos y gamificados.
Como ya sabréis (y para los que no) el ex-entrenador del Futbol Club Barcelona ha fallecido el día 25 de abril de 2014 y por eso desde Tempo queremos hacerle un pequeño homenaje.
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Sin duda, toda una definición de la personalidad que cautivó con su capacidad de trabajo, liderazgo y su forma de ser tanto de dentro como fuera de los terrenos de juego.
Sinopsis: Su capacidad de liderazgo, trabajo, estrategia y gestión de equipos es un ejemplo para cualquiera. Del prólogo de Susanna Griso.
Habilidades de Liderazgo de Guardiola
En concreto, el experto considera que son al menos diez las habilidades de Guardiola que los empresarios deberían tener en cuenta, siendo la primera de ellas la de conseguir que los objetivos de la empresa coincidan con los de cada persona que forma parte de ella.
La capacidad de comunicación es otro de los grandes desafíos de las empresas y, según Díez, es una de las cualidades en las que destaca de forma peculiar Guardiola. "Sabe comunicar sus valores, su confianza en los demás y en sí mismo y además lo pone en práctica, ya que asegura que prefiere equivocarse con sus ideas que con las de los demás", explica.
La tercera de las cualidades a copiar del entrenador es su inteligencia emocional. "Es más importante que las habilidades técnicas. Guardiola domina perfectamente el equilibrio entre la parte técnica y la gestión de las personas, de lo humano. Un ejemplo de ello es el vídeo inspirado en "Gladiator" que encargó para motivar a su equipo", destaca Díez, que esta semana ha impartido una conferencia en la Universidad de Lleida.
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La práctica intensa, entendida como capacidad de trabajo, es también importante para mejorar en la empresa. "Guardiola es un trabajador incansable. Dicen que hay veces que está doce horas seguidas y que no para ni para comer. Eso es porque ama su trabajo. Hay que sacrificarse para conseguir los objetivos buscados. Rafa Nadal es también un buen ejemplo de ello", señala.
Tener la capacidad de motivar a los trabajadores es también muy importante, según Díaz, que pone como ejemplo que Guardiola siempre motiva a sus jugadores explicándoles que aunque pierdan son del mejor club y animándoles a tener confianza en el equipo aunque falten jugadores clave.
Enseñar a trabajar en equipo es otra de las cualidades que Díaz destaca del entrenador azulgrana, que además tiene la de aprender a trabajar por objetivos. "El 'coaching' que ejerce Guardiola da resultados a largo plazo", explica.
La capacidad de ver los errores cometidos incluso cuando se tiene éxito o la responsabilidad integral, que supone aceptar las culpas sin justificarse en los demás, son también cualidades destacadas de Pep Guardiola.
"No soy del Barça, pero soy un enamorado del estilo de liderazgo de Guardiola, que encarna al líder del futuro, cercano, humilde, con capacidad de escuchar, motivador, y silencioso. Silencioso porque lidera con el gesto, con su forma de actuar, sin necesidad de hacer declaraciones ni de criticar a nadie", concreta.
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Para este experto en líderes, este tipo de 'coach' es el que deberían seguir las empresas que quieran conseguir el éxito a largo plazo. "El modelo autoritario, de ordeno y mando, puede dar resultados inmediatos, pero no a la larga.
Liderazgo en Valores
Asimilar liderazgo a éxito es un error y así lo ha afirmado el entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, durante la presentación de la Cátedra de Liderazgo en Valores de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC).
La suma de estos cuatro elementos es el cómo del liderazgo y eso es precisamente lo que quiere abordar la Cátedra con un modelo conceptual que, como han explicado sus directores académicos Valentí Martínez y Carlota Riera, se inspira en una alineación tipo 4-3-3 de un equipo de fútbol (más el portero y el duodécimo jugador, el público): doce parejas de activadores (valores) se conectan con cuatro dimensiones (persona, equipo, organización y entorno) y, en conjunto, se convierten en las piezas que dan forma a un modelo teórico propio que explica y concreta los distintos estilos de liderazgo en valores.
En él también se ha podido ver y escuchar la conversación mantenida una semana antes en Manchester entre Pep Guardiola, Valentí Martínez y Manel Estiarte.
Homenaje a Tito Vilanova
Así veían al técnico:
- Xavi Hernández: «Me ha sorprendido la personalidad y el liderazgo de Tito Vilanova. Se le ve con un carácter y una tranquilidad fuera de lo normal».
- Cesc Fàbregas: «Tito es muy tranquilo y futbolero. Aprenderemos mucho con él. Tiene fuerza y valentía. Es un entrenador con muchísima personalidad, más de lo que la gente se piensa».
- Pep Guardiola: «Más allá de todo es un amigo. Es la persona más cercana y a la que tengo más confianza. Cualquier duda que tengo, la discutimos y luego decidimos juntos. Además fue la persona que confió en mí cuando yo no era nadie para acompañarme a entrenar a un equipo de Tercera. Me ha demostrado siempre su fidelidad.
El Estilo de Liderazgo de Guardiola
¿Cuál es el estilo de Liderazgo de Pep Guardiola, el primer entrenador que ha ganado todos los títulos de una temporada? Juan Carlos Cubeiro y Leonor Gallardo, dos de nuestros mayores expertos en Liderazgo y Deporte, responden a esta y muchas otras preguntas en su análisis sobre la mejor estrategia del mundo deportivo.
El propósito de su nuevo libro es a través del ejemplo de Guardiola reflexionar sobre el estilo de liderazgo y gestión de equipos para aprovechar sus enseñanzas en nuestras empresas y en nuestras vidas. En la empresa, como en el deporte, sabemos lo que hay que hacer para ser dignos de admiración. Y hemos de ser valientes para lograrlo. Guardiola lo ha hecho en su primer año y medio como entrenador del Pep Team. De él, de su estilo de liderazgo, de sus decisiones cotidianas, podemos aprender mucho para que en nuestro ámbito de actuación ocurra lo mismo, para que nuestros equipos también sean admirados.
La voluntad de Guardiola, en términos de mapa estratégico, es que el Barça gane (resultados), que los aficionados se sientan contentos y orgullosos (clientes), a través de un estilo de juego alegre y dinámico (procesos) convirtiendo el talento en equipo (personas).
Guardiola es una esponja en todo. Transmite mucho, es un entusiasta. Se trata de un tío muy inteligente y ese es el secreto, cómo convence, cómo te motiva, cómo trata a los cracks del equipo. Nadie quiere más al Barça que él. Xavier Hernández
Juan Carlos y Leonor analizan excelentemente cuáles son las claves del éxito de Guardiola. Del epílogo de Gabriel Masfurroll.
Los Autores
Juan Carlos Cubeiro es presidente de Eurotalent y profesor de la Universidad de Deusto, San Pablo-CEU y ESADE. Está considerado como uno de los mayores expertos en talento, liderazgo y coaching de nuestro país. Su trayectoria como consultor incluye a más del 80% de las 500 mayores empresas. Entre su veintena de obras destacan la trilogía de La sensación de fluidez y la trilogía histórica (Erasmo de Rotterdam, Leonardo Da Vinci y Shakespeare), algunos de ellos bestsellers en el mercado de las letras españolas. Ha co-escrito con Leonor Gallardo Liderazgo empresa y deporte.
Leonor Gallardo es doctora en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Actualmente desempeña su trabajo como profesora titular en la Universidad de Castilla-La Mancha. Es directora del Master de Gestión del Deporte de la Real Federación Española de Fútbol. Ha publicado 18 libros, el último co-escrito con Juan Carlos Cubeiro La Roja. El triunfo de un equipo y es autora de decenas de artículos en revistas nacionales e internacionales. Es responsable del grupo de investigación competitivo IGOID.
Estructura del Libro
- Prólogo de Susanna Griso
- Introducción: Qué significa admirar. Las empresas más admiradas del mundo
- Parte I: Las siete claves para ser un equipo admirado
- El Pep Team: Misión, Visión y valores
- La identidad: El éxito atrae al éxito
- Una idea clara de talento.
«Estoy vacío y necesito llenarme de nuevo». Es la frase con la que el famoso entrenador de futbol Pep Guardiola justificó su marcha del FC Barcelona. Tiene plenamente sentido. Y corrobora también la decisión tomada anteriormente por otro gran profesional como es el cocinero Ferran Adrià. Ambos habían liderado un proyecto y un equipo (el Barça y El Bulli respectivamente). Ambos habían llegado a la cima y habían alcanzado el reconocimiento local e internacional. Ambos habían trabajado al límite, ofreciendo lo mejor de ellos mismos. Y ambos se conocen demasiado bien para darse cuenta de que probablemente habían llegado al umbral de lo que les había hecho únicos, originales, auténticos, fieles a una idea y a un sueño.
La derrota del FC Barcelona en la semifinal de la Copa de Europa de fútbol contra el Chelsea de Londres es seguramente la mejor expresión de lo que intentamos explicar. Ferran Soriano tuvo el acierto de escribir un libro titulado La pelota no entra por azar. Él se refería a las claves de éxito de la gestión realmente profesionalizada de un club deportivo de primer nivel como el Barça. Nosotros, en cambio, nos referimos a la conexión invisible entre la pérdida del swing del entrenador y las derrotas aparentemente inexplicables del equipo: el penalti fallado por Messi, el balón al palo, la falta de ritmo de los jugadores, etc. Si no somos capaces de entender este hilo conductor existente entre el estado interior de los líderes y la evolución (y finalmente, los resultados) de los equipos y las organizaciones no habremos llegado a entender nada del liderazgo.
Pep Guardiola y Ferran Adrià lo entendieron. Hay un momento en el que hay que detenerse, renovar el propósito vital que nos mueve y regenerar la fuente interna de la que brota la energía. Aquella energía transformadora que se contagia positivamente a los demás, que los demás constantemente piden a los líderes y que se la piden porque bastante que notan que la tienen y que compartirla les ayuda a crecer y los hace mejores. La tentación más grande y a menudo la más destructiva de los líderes es la de no querer abandonar jamás el puesto alcanzado. Es comprensible. En el mejor de los casos, uno siempre cree que puede conseguir un objetivo o una meta aún mayor. En la peor de las situaciones, se aferra al cargo por vanidad o por inflamación del ego. El precio a pagar es el desgaste, la repetición, el vacío y finalmente la parálisis.
Ni Guardiola ni Adrià pueden seguir haciendo lo que hacen si no son capaces de volver a conectar con el sentido vital que les ha empujado en sus respectivos itinerarios. Deben volver a beber de aquella fuente que todavía les hace sentir ilusión por preparar un nuevo partido o una nueva receta. En nuestro lenguaje popular, a esa pausa energética la llamamos cargar pilas. Somos como una batería descargada que, debido al desgaste, necesita volver a enchufarse a una fuente exterior suministradora de energía. Este tipo de recarga suele ser física (alimentarse bien, pasear, hacer deporte, ir al gimnasio), intelectual o cultural (estudiar, leer, formarse, ir a un concierto), relacional (quedar con los amigos, salir con la pareja, reunirse con la familia, jugar, conectarse con la naturaleza) o trascendente (a través de la práctica religiosa o la oración). Como la serie de televisión y películas Expedientes X, en todos estos casos la energía está ahí fuera, solo hay que ir a buscarla, conectarse y dejarse cargar.
Sin embargo, en el ejercicio y la continuación del liderazgo, además de la estrategia de cargar pilas también existe la posibilidad de prepararse para ser una dinamo, es decir, un autogenerador de energía, o, alargando la metáfora con versiones más modernas, aplicar a nuestra acción un mecanismo de energía renovable. Este procedimiento implica disponer de una fuente energética virtualmente inagotable o bien de ser capaces de regenerarnos por medios naturales propios. En comparación con la acción de cargar pilas, la estrategia de la dinamo no es relacional ni trascendente. Es inmanente. Se desarrolla en el interior de la persona. La fuente de conexión es uno mismo. De hecho, nuestro cuerpo y nuestro cerebro están autoprogramados para hacer diariamente parte de estas tareas (a través del descanso reparador o del sueño). Pero se limitan al nivel básico de auto-renovación. Las personas, y especialmente los líderes, pueden trabajar vías de regeneración más profundas. Pero eso requiere aprendizaje, práctica continuada y tiempo.
Cuando cargamos pilas, la energía nos la dan o nos la traspasan. También, en algunos casos, la tomamos, la arrebatamos de los demás. Cuando hacemos de dinamo, desarrollamos una fuente de energía alternativa que puede suplir o complementar las otras. No estamos planteando en ningún caso que una sea mejor que la otra. Pero sí es cierto que en casos como el de Pep Guardiola o Ferran Adrià la fuente de renovación energética no puede ser solo la de cargar pilas. Para dar lo que ellos han dado hay que trabajar a fondo la vida interior. Se debe renovar el propósito, se debe llegar hasta la profundidad del yo, hasta los cimientos. La vida interior tiene que ver con nuestra capacidad de atención y de presencia, de estar viviendo de una manera plena cada situación. El trabajo de la vida interior aporta equilibrio y fortaleza. De ahí emana la tensión inspiradora del liderazgo, la que permite a los líderes (re)encontrar el punto de adecuación con la realidad. Guardiola pedía eso. Pero para liderar al límite no le bastará con cargar pilas. Tendrá que activar la dinamo.
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