Liderazgo y Gestión Escolar: Definición y Características

El tema del liderazgo en los centros educativos ha estado en auge durante los últimos años. Su investigación y su importancia radica en que el liderazgo es una de las principales variables que inciden en un mejor desempeño en los centros de enseñanza y del sistema de educación en general (OCDE, 2008). Como destacan los autores Rincón-Gallardo (2019) y Shirley (2016), la mejora escolar es un tema que preocupa e interesa a las instituciones educativas y a toda la sociedad en general. Es necesario conocer qué es el liderazgo y cuáles son los diferentes estilos de liderazgo empleados en el mundo educativo.

Definición de Liderazgo

El primer concepto es el de “liderazgo” que se puede definir según Leithwood et al. (2006) como la influencia que ejercen las personas sobre otras.

Estilos de Liderazgo en el Ámbito Educativo

Existen muchos tipos variables de estilos de liderazgo que pueden emplear los docentes que varía según la etapa escolar y tipo de centro. Además de los anteriores estilos, otros autores han planteado el estilo adaptativo que permite al profesor adaptarse a las diferentes situaciones con el objetivo de ofrecer una respuesta educativa lo más adaptado a las necesidades del alumno (Gutiérrez, 2019). El ejercicio del liderazgo por parte del profesorado contribuye al rendimiento escolar, y, por ende, a mejorar el rendimiento global del personal y su bienestar.

Liderazgo Transformacional

En segundo lugar, se destaca el liderazgo transformacional, donde el docente a través de su pasión por la enseñanza intenta crear el mismo entusiasmo para el aprendizaje en sus estudiantes, lo cual requiere un alto nivel de sacrificio y esfuerzo por parte del profesorado. Autores como García-Martínez y Cerdas-Montano (2020) afirman que este estilo debe tomarse como un eje dinamizador dentro de la dimensión pedagógica. Otros como Pérez-Torralba et al. El docente intenta a través de su pasión por la enseñanza crear el mismo entusiasmo en sus estudiantes para el aprendizaje. Este estilo se centra en generar un clima positivo de aprendizaje, mejorando así la cultura del rendimiento escolar.

Liderazgo Estratégico

Los directivos escolares eficaces contemplan la estrategia como un modo de pensar el futuro de los centros y de convertirlo en realidad. Por ello, ser capaces de trabajar y discutir con los compañeros el futuro educativo de un centro escolar es una tarea esencial. Sin embargo, esta actividad básica en los centros suele estar marginada por las urgencias del día a día y por los retos más perentorios del centro. De aquí que los directivos deberían ser capaces de gestionar tanto las presiones del corto plazo como la dimensión estratégica de su centro.

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El liderazgo estratégico se centra en desarrollar las competencias y la capacidad de las personas para dar forma a un futuro exitoso y sostenible en cada centro. Se entiende por capacidad estratégica un nivel adecuado de recursos materiales y personales y la competencia estratégica como la calidad de los recursos y las destrezas del profesorado y del resto del personal. Por tanto, uno de los retos estratégicos significativos será contar con un número apropiado de profesionales (capacidad) y que estos posean las destrezas, el conocimiento y las actitudes necesarias (competencia). En este reto tienen que estar acompañados obligatoriamente por administraciones educativas sensibles a las necesidades de cada centro.

Operar de modo estratégico sirve tanto para los centros con dificultades, que propenden a centrarse en las urgencias, como para los centros con un notable rendimiento, que suelen caer en la complacencia cuando necesitan reorientar sus prácticas de acuerdo a las necesidades cambiantes.

La Investigación Sobre el Liderazgo Educativo

La noción de liderazgo ha sido uno de los campos de interés para los investigadores en ciencias sociales. Los primeros estudios sobre liderazgo nacieron en el ámbito de la empresa en los años 30-40 del siglo pasado, mientras que los del mundo educativo comienzan a desarrollarse a partir de los años 60 (Murillo, 2006). La distinción entre liderazgo y gerencia proviene también de la investigación del ámbito empresarial.

El concepto de liderazgo no es fácil de definir. De hecho, en la década de los 90 del siglo XX, Manz y Otros (citado por Milling y Álvarez, 2012), señalaron que en la literatura relacionada con este tema había al menos 100 definiciones académicamente aceptadas sobre el término.

Tampoco hay una única manera de entender el liderazgo educativo. Primero la investigación general y posteriormente la educativa, han ido proponiendo diferentes modelos que han tratado de dar explicación a las cuestiones más importantes sobre el ejercicio del liderazgo. Aunque por definición todos los modelos son incompletos, los últimos que se han propuesto tienen mayor capacidad explicativa que los anteriores, a la vez que los integran en patrones más globales que proporcionan algunas orientaciones suficientemente contrastadas para la intervención de los líderes escolares.

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A pesar de los condicionantes señalados, existe la evidencia asentada sobre la extraordinaria importancia del liderazgo en todas las organizaciones, incluidas las educativas. De hecho, en la actualidad la trascendencia de la dirección escolar es una de las cuestiones que se sitúa fuera del debate y de la controversia socioeducativa. A pesar de no saber aún con precisión qué es y cómo se desarrolla, no existe investigación, evaluación o práctica que contradiga esta cuestión de manera explícita o implícita. Un buen ejemplo de ello es la investigación de la OCDE (2009) sobre cómo mejorar el liderazgo escolar.

Tabla 1: Modelos de mayor importancia sobre el liderazgo educativo

Modelo y década Autores Descripción
Teoría de los Rasgos (1920-1950) Bird, Stogdill y otros Parte de la premisa de que los líderes no se hacen, nacen con unas cualidades y características innatas que les conducen a ejercer el liderazgo de una manera concreta. Trata de identificar las peculiaridades físicas, intelectuales y psicológicas que diferencian a los líderes de los que no lo son.
Teoría conductual sobre liderazgo (1940-1960) Lewin, Lippit y White, (1939); Likert (1961) Reúne dos líneas de investigación en torno a: las características del trabajo directivo: actividades, funciones y responsabilidades y distribución de tiempos; las conductas de los directivos eficaces.
Liderazgo transaccional (1960) Homans (1958); Hollander (1964) El líder tiene una relación de intercambio mutuo con sus seguidores. Estos reciben recompensas y respeto y el líder poder, estatus y reconocimiento.
Modelo de Contingencias (1970) Fiedler (1967); House (1971); Hersey y Blanchard (1977) La efectividad del líder depende de su interacción con las variables y factores situacionales. Aquí pueden incluirse las relaciones con los seguidores, las relaciones internas entre estos, el clima o cultura organizativa y otros factores ambientales.
Liderazgo visionario (1970) Bormann (1972) La confianza, la credibilidad y la ética son indispensables para el ejercicio del liderazgo. Los intereses del grupo y de la organización van primero que los del líder.
Modelo Participativo (1970) Vroom-Yetton y Vroom-Jago (1973) Da valor a la dirección situacional. Se fundamenta en la participación de los empleados en la toma de decisiones.
Líder carismático y /o transformador (1970-1980) House (1977); Burns (1978); Bass (1985) El líder es percibido por los seguidores con habilidades extraordinarias y heroicas. Les provee de consideración y estimulación intelectual.
Modelo Situacional de Tres Dimensiones (1980) Hersey y Blanchard (1982) El directivo diagnostica la situación, el tipo de trabajo y la madurez de los seguidores para determinar el tipo de liderazgo. En consecuencia, no existe un estilo único de liderazgo.
Teoría de las Atribuciones (1980) McElvoy(1982) El liderazgo es una percepción “atribuida” al directivo por los seguidores.
Cinco estilos de liderazgo (1980) Sergiovanni (1984) Establece 5 estilos de liderazgo en función del aspecto predominante: Técnico, Humanista, Educativo, Simbólico y Cultural.
Cuatro tipologías de liderazgo(1990) Leithwood, Begley y Cousins (1990) Establece 4 estilos de liderazgo con énfasis en distintos aspectos: A (las relaciones interpersonales, establecer un clima de cooperación y una relación eficaz y de colaboración); B (el rendimiento de los alumnos y el aumento de su bienestar); C (eficacia de los programas y mejora de las competencias del personal); D (la atención hacia la gestión administrativa).
Liderazgo instructivo(2000) Veenman, Visser y Wijkamp, 1998 Cambia el enfoque tradicional de una dirección burocrática, centrada en la organización, a una dirección más preocupada por la enseñanza. Proporciona una visión estática del liderazgo al fijarse en las características de las escuelas que funcionan bien.
liderazgo transformacional(1990) Bass (1985, 1988)-Leithwood y Steinbach (1993) Se basa en tres supuestos: la habilidad del líder para fomentar el funcionamiento colegiado; el desarrollo de metas explícitas, compartidas, moderadamente desafiantes y factibles; y la creación de una zona de desarrollo próximo para el directivo y para su personal.
Liderazgo facilitador(1990) Lashway (1995) Se ejerce el poder a través de los demás y no sobre ellos. De esta manera, es posible definirlo como los comportamientos que favorecen la capacidad colectiva de una escuela para adaptarse, resolver problemas y mejorar sus resultados
Liderazgo persuasivo(1990) Stoll y Fink (1999) Este tipo de liderazgo se sustenta en cuatro premisas: optimismo (el líder mantiene altas expectativas para los otros); respeto a la individualidad de cada ser humano; confianza;Intencionalidad (postura intencionalmente sugerente).
Liderazgo a partir de la Inteligencia Emocional (2000) Goleman (2000) Se basa en el marco conceptual de la técnica conocida como inteligencia emocional y propone utilizar un abanico de varios estilos, aquellos que mejor se acomodan a cada situación particular.
Liderazgo sostenible(2000) Hargreaves y Fink, (2003; 2004; 2005). Se basa en siete principios: se genera y mantiene un aprendizaje sostenible; se asegura el éxito en el tiempo; se apoya los liderazgos intermedios; se potencia la justicia social; se desarrollan los recursos humanos y materiales; se fomenta la diversidad y la capacidad del entorno; se mantiene un compromiso activo con el entorno.
Liderazgo estratégico(2000) Ireland y Hitt (1999); Bass (2007); Wilson (1996); Rowe (2001) Pone de manifiesto las pautas, directrices, significados, propósitos y metas de las organizaciones. Es la formulación y articulación de una visión que representa la incorporación de los objetivos estratégicos.
Liderazgo distribuido(2000) Harris y Chapman (2002); Bennet, Wise, Woods, y Harvey (2003); Woods, Bennett, Harvey y Wise (2004) Supone un cambio en la cultura del centro educativo, que requiere el compromiso y la implicación de todos los miembros de la comunidad educativa en la marcha, el funcionamiento y la gestión escolares. Se aprovechan las habilidades de todos en el desarrollo de los objetivos comunes, de tal forma que el liderazgo se extiende por toda la organización. Supone una profunda redefinición del papel de la dirección, que pasa a ser un agente de cambio. El liderazgo se concibe como una práctica distribuida en el conjunto de la organización, en lugar de ser algo exclusivo de los líderes formales.
Liderazgo para el cambio escolar(1990-2010) Fullan (1993) Hargreaves (2004) Branson (2010) Para transformar las escuelas es precisa la labor sostenida de los líderes escolares. Estos son los primeros protagonistas que pueden lograr que los cambios se orienten hacia la consecución de los proyectos estratégicos.
Liderazgo para la justicia social(2000-2010) Murillo, Krichesky, Castro y Hernández-Castilla (2010) Los líderes educativos deben fomentar unas prácticas, procesos y resultados escolares más equitativos para estudiantes de diferente procedencia (socioeconómica, cultura, capacidad, género,…) y acabar con cualquier tipo de exclusión o ...

Liderazgo Distribuido

Al aprovechar e integrar las fortalezas de cada uno de los docentes, así como sus capacidades y competencias, se conseguirá formar un buen equipo multidisciplinar que permitirá al equipo directivo distribuir las tareas en función de las aptitudes de cada miembro, logrando así mejorar la productividad, la efectividad y el trabajo en equipo, creando una dinámica de conjunto basada en la confianza y el apoyo de los distintos miembros del equipo docente.

Si se entiende el liderazgo no como un conjunto de responsabilidades que recaen sobre una sola persona o sobre el equipo directivo, sino como una función necesaria y basada en las aportaciones, el esfuerzo y el trabajo de todos los miembros del claustro, así como si se fundamenta el funcionamiento del centro en la escucha, el diálogo y el consenso, lograremos evitar implantar una jerarquía de poder.

El liderazgo distribuido implica:

  • Conocer bien las emociones.
  • Ejercer un papel crítico.
  • Definir las necesidades de la escuela.
  • Asignar responsabilidades a los miembros del claustro con las capacidades y aptitudes necesarias para poder llevar a cabo un trabajo en equipo dinámico basado en la toma de decisiones compartida y creando oportunidades de desarrollo.

El liderazgo distribuido debe, por tanto, fomentar la horizontalidad en las relaciones de las personas que lo comparten sin perder de vista la diversidad de estas para conseguir un cambio en la organización que favorezca el aprendizaje de los alumnos y la transformación progresiva de la escuela.

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