Crear tu propio negocio conlleva esfuerzo, perseverancia, y pasión por lo que haces. La gran pregunta sería si, además de todo eso, con tu empresa consigues que el mundo (en menor o mayor medida) sea un poco mejor.
Para acercarnos al concepto de emprendimiento social, podemos recurrir a la siguiente definición: El emprendimiento social consiste en utilizar un modelo de negocio con las características de una empresa del sistema capitalista cuyo principal objetivo sea satisfacer las necesidades de la sociedad. Hablamos de empresas que nacen con una idea común: provocar el cambio social y dejar el mundo mejor de cómo lo encontraron.
Cuando alguien se pregunta qué es el emprendimiento social puede encontrar la respuesta más acertada en esta frase de Muhammad Yunus, banquero, economista y líder social de Bangladesh: “Los negocios sociales son empresas creadas para resolver problemas... Si todos creemos en ello, desaparecerá la oscuridad”. Además de todo ello, es Premio Nobel de la Paz por desarrollar el Banco Grameen, fundado en 1983 y que otorga microcréditos a los más necesitados para ayudarles a desarrollar la autosuficiencia financiera.
El emprendimiento social se puede definir como la manera de crear y gestionar negocios con la finalidad de generar impacto positivo en el medioambiente o la sociedad mediante el uso de estrategias empresariales que sirvan para resolver problemas culturales, sociales o ambientales. Aquí radica precisamente la diferencia con el emprendimiento o los negocios tradicionales; mientras en estos la razón de ser principal es la maximización del beneficio económico para el conjunto de accionistas, el emprendimiento social tiene el foco puesto en lo social o lo ambiental y los beneficios generados se reinvierten en esos temas.
Características del Emprendimiento Social
El emprendimiento social, que combina el espíritu empresarial con el compromiso social, cuenta con una serie de características. Conozcamos cuáles son y sus principales rasgos:
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- Propósito social: Tal y como hemos mencionado al comienzo del artículo, el objetivo más destacable de este tipo de emprendimiento pasa por generar un ambiente positivo en lo social o lo ambiental priorizando, por encima del lucro económico, la acción social.
- Enfoque comunitario: Las cuestiones de índole social y los posibles problemas con los que cuenta están en el centro de la estrategia buscando modificar o transformar realidades o mejorando la calidad de vida de los colectivos más desfavorecidos.
- Liderazgo colaborativo: La promoción de liderazgos colaborativos y la creación de redes con otros actores sociales, empresariales, gubernamentales o de otra índole son otro de los aspectos que diferencian al emprendimiento social.
- Modelo empresarial sostenible: Pese a poder operar como una empresa al uso en lo que a la estructura, ventas o generación de utilidades se refiere, la mayor parte de sus beneficios -como ya hemos citado anteriormente- se reinvierten para tratar de alcanzar metas sociales.
- Autosostenibilidad: Vinculado a lo que comentábamos en el punto anterior, otro rasgo es la búsqueda de la autosostenibilidad económica.
- Largo plazo: Asegurar el crecimiento y el impacto a largo plazo pasa por disponer de una estrategia enfocada a ello.
Tipos de Emprendimiento Social
Diferenciados por el enfoque, el alcance, la estructura o los objetivos específicos existen distintos tipos de emprendimiento social. Veamos cuáles son:
Por objetivo y alcance
Según el alcance al que busca llegar o el objetivo que aspira a cumplir, existen diferentes tipos de emprendimiento social:
- De promoción: Su principal aspiración es la difusión de valores, ideas o comportamientos que generen conciencia y/o movilización por una causa ambiental o social.
- Comunitario: En este caso, el foco está puesto en la resolución de las necesidades con las que cuentan determinades comunidades o áreas específicas, actuando de forma directa en la zona aludida.
- De largo alcance o global: A diferencia del caso anterior, este tipo de emprendimiento social se dedica a tratar problemas a escala internacional o universal.
- Especializado: Con el objetivo de educar, informar o difundir conocimiento de algún tema en concreto, este tipo de emprendimiento social se encuentra liderado por profesionales que cuentan con un alto grado de especialización.
- Transformacional: Mediante la innovación y la acción emprendedora, busca actuar sobre causas profundas de problemas sociales o ambientales busca una transformación sistémica.
Por modelo de negocio
Dependiendo del modelo de negocio existen los siguientes tipos:
- Sin ánimo de lucro: Su objetivo es reinventar los excedentes en la misión social o ambiental que buscan, no generar ganancias.
- Donaciones: Aunque quizá no sea estrictamente un emprendimiento social, las empresas con ánimo de lucro pueden destinar parte de sus beneficios a fines sociales o ambientales.
- Cooperativa: A través de la gestión colectiva, estas empresas están enfocadas en el bienestar y desarrollo tanto de los asociados como de la comunidad.
- Con propósito social: Negocio fundado explícitamente para abordar una misión social en el que se integre la responsabilidad social en su modelo económico.
- Socialmente responsable: Las empresas cuyo objetivo principal pueda ser la rentabilidad también disponen de mecanismos como incorporar misiones ambientales o sociales en sus operaciones habituales.
Clasificación Adicional de Emprendedores Sociales
A grandes rasgos, pueden clasificarse los emprendimientos sociales en cuatro categorías, de acuerdo a su objetivo fundamental:
- Emprendimientos sociales de promoción: Aquellos cuyo objetivo es difundir un tipo de ideas, conductas o comportamientos, en pro de una causa social o ecológica.
- Emprendimientos sociales de especialistas: Aquellos constituidos por profesionales con alto grado de especialización en un asunto de interés social, que cumplen el rol de difundir conocimiento especializado, educar o informar al grueso de la población.
- Emprendimientos sociales de acción local: Aquellos que asumen como meta la solución de problemas concretos, puntuales, que aquejan a la sociedad en la que se desenvuelven.
- Emprendimientos sociales de largo alcance: Aquellos que se proponen abordar problemáticas de amplio rango, tenidas como de importancia internacional o universal.
Tipos de Emprendimiento Social por su financiamiento
También se los podría clasificar conforme al origen de sus financiamientos en:
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- Dependientes: Aquellos que reciben dinero de alguna otra institución, ya sea privada (comercial) o pública (estatal).
- Independientes: Un emprendimiento social es un proyecto que trata de generar un impacto positivo en la sociedad, primando esta cuestión por encima de la rentabilidad.
El Emprendedor Social
Una persona emprendedora social es aquella que persigue emprender con el objetivo de resolver algún problema social. Según la Comisión Europea, la empresa social es "un operador de la economía social cuyo objetivo principal es generar un impacto social, en vez de obtener beneficios para sus propietarios o accionistas; que dispone de la mayor parte de esos beneficios para conseguir sus objetivos sociales, y que se gestiona de forma responsable, transparente e innovadora, involucrando a sus trabajadores, a los clientes y a los accionistas implicados en su actividad empresarial".
Así, el emprendedor social es la persona que impulsa una de estas empresas que se caracterizan especialmente por sus objetivos no económicos, es decir, por su afán por provocar un impacto social determinado.
El objetivo no económico del emprendedor social
El objetivo primordial de una empresa suele ser de índole económica, por ejemplo, alcanzar un determinado beneficio en el futuro. Sin embargo, el emprendedor social tiene como meta principal el bienestar social. En su caso, el beneficio económico es una meta secundaria que le permitirá llevar a cabo la primera. Es decir, una palanca para el cambio.
De esta forma, el emprendedor social no solo se esfuerza por obtener beneficios económicos, sino que también busca promover el progreso y la mejora de la calidad de vida en la sociedad.
¿Existe un perfil de emprendedor social en España?
La emprendedora o el emprendedor social suelen ser personas inconformistas, rebeldes y motivadas, que sienten la responsabilidad social como suya y que necesitan hacer del mundo un lugar mejor. Es frecuente que sean activistas en diferentes ámbitos y que sienten cierta urgencia por llevar a cabo algunos proyectos que supongan mejoras para la gente.
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Aunque no existen informes específicos sobre este tipo de perfiles en nuestro país, hay estudios internacionales que tratan de definir las cualidades y motivaciones de los emprendedores sociales. En cuanto a la motivación para poner en marcha una empresa social, algunas investigaciones apuntan a una serie de factores, como el desarrollo social a través del cambio, ayudar a sectores marginados de la sociedad, dar cobertura a alguna necesidad detectada en la sociedad o la sostenibilidad.
En lo referente a las características individuales de los emprendedores sociales, junto con las ya citadas, encontraríamos algunas como la proactividad y también la capacidad a la hora de afrontar riesgos. La creatividad y la responsabilidad son también rasgos que suelen compartir los emprendedores sociales. Actitudes emocionales como el altruismo, la compasión o la empatía también suelen ser habituales en estos perfiles.
El Emprendimiento Social en España
El emprendimiento social en España es un fenómeno que no es nuevo y, sin embargo, cada vez es más popular. Así lo recoge el informe European Social Enterprise Monitor (ESEM) 2021-2022 elaborado por Esade y publicado recientemente. Según este estudio, existe un interés creciente por el emprendimiento social: en la década 2012-2022 se fundaron alrededor del 50 % de las empresas sociales en el país, frente al 23,8 % de la década anterior.
Este interés no solo responde a una época reciente de cambios con crisis sociales y medioambientales importantes. El informe apunta a que ahora existe una mayor conciencia social sobre la necesidad de abordar estos factores de una manera responsable y transparente, un enfoque típico de las empresas sociales.
Características de las empresas sociales en España
Según los datos del estudio, hablamos de iniciativas que perduran bastante en el tiempo. Su promedio de edad es de 15 años, mucho mayor que el de otros países como Alemania (3,6 años). Además, hasta el 25 % de las empresas sociales españolas se fundaron antes del año 2000, cuando ni siquiera se utilizaba el concepto de empresa social.
Respecto a su evolución, la gran mayoría de las empresas sociales en España se encuentra, como mínimo, en una etapa de implementación y crecimiento. De hecho, hasta el 26,2 % está ya en una fase tardía y el 15 %, en estabilidad. En el otro extremo, el 13,8 % se encuentra entre la etapa semilla y la de puesta en marcha.
Sectores de actividad
Son muchos y muy variados los sectores profesionales en los que ejercen su actividad, desde el arte y el entretenimiento al transporte, al comercio o la agricultura y la ganadería. En cuanto a los más frecuentes, el informe apunta que aproximadamente una de cada tres empresas sociales pertenece al sector de las actividades de salud humana y trabajo social (32,5 %). Le siguen la educación (18,8 %); las actividades profesionales, científicas y técnicas (16,3 %); así como la información y comunicación (10 %).
Diferencias con las empresas convencionales
El carácter diferencial de las empresas sociales se traslada a la manera en la que hacen las cosas. Es decir, al hablar sobre este tipo de negocios lo hacemos sobre compañías que son más diversas porque suelen poner el foco en el empleo inclusivo. Según el estudio elaborado por Esade, aproximadamente tres de cada cinco empresas sociales dan trabajo a personas de diferentes orígenes étnicos y alrededor del 44 % cuenta con talento con diversidad funcional. También está muy presente la igualdad de género en ellas: el porcentaje medio de mujeres es del 52 % en sus equipos directivos y del 63 % en sus plantillas.
Por su parte, la toma de decisiones en este tipo de compañías no es una cuestión exclusiva del equipo directivo. Sus empleados están muy involucrados en esta tarea en hasta el 72,5 % de las empresas sociales.
Esta filosofía a la hora de hacer negocios parece irles bien a las empresas sociales: casi seis de cada diez tienen previsto contratar a más empleados en el plazo de un año. Además, el 71,2 % prevé que sus ingresos aumentarán en ese periodo, frente a solo el 3,8 % que considera que disminuirán.
Beneficiarios del emprendimiento social en España
El emprendimiento social es una herramienta que produce un impacto en personas muy diversas. De hecho, su bienestar es la prioridad principal entre las empresas sociales españolas. Hay muchos colectivos de personas que se benefician de la actividad de las empresas sociales en España. Los tres grupos a los que más se dirigen son las personas con algún tipo de enfermedad o problema de salud mental, así como aquellas con discapacidad psicológica; los desempleados de larga duración; y las mujeres y las niñas.
Sin embargo, estas no son las únicas personas que se ven impactadas positivamente por el emprendimiento social en España. Estas iniciativas también atienden a migrantes, niños y jóvenes en general o a personas desfavorecidas por motivo de raza, etnia o religión, entre muchos otros colectivos muy diversos. Eso sí, todos tienen algo en común: las personas que forman parte de ellos sufren algún grado de vulnerabilidad, discriminación y/o exclusión en la sociedad por uno u otro motivo.
El Papel de la Tecnología en el Emprendimiento Social
La tecnología desempeña un papel fundamental en este enfoque, ya que puede amplificar el alcance y la efectividad de los esfuerzos de los emprendedores sociales. Aquí tienes algunas formas en que se puede utilizar la tecnología para marcar la diferencia:
- Conectividad global y acceso a la información: En nuestro siglo, el acceso a la información se ha democratizado y ha permitido que las ideas y las soluciones lleguen a una audiencia global en tiempo real. Las emprendedoras y los emprendedores sociales pueden utilizar plataformas en línea para difundir sus mensajes, recaudar fondos y crear conciencia sobre problemas urgentes. A través de las redes sociales, blogs y sitios web, es posible compartir historias reales y los resultados de sus esfuerzos, inspirando a otras personas a unirse a una causa social o hacer voluntariado. Además, la conectividad global facilita la colaboración entre personas de diferentes partes del mundo que comparten objetivos similares.
- Crowdfunding y financiamiento colaborativo: Una de las principales barreras para el emprendimiento social es la falta de financiación inicial. Sin embargo, la tecnología ha revolucionado la forma en que se obtienen fondos para todo tipo de proyectos. Plataformas de crowdfunding como Kickstarter, GoFundMe e Indiegogo permiten que los emprendimientos sociales recauden fondos de individuos que comparten su visión, generando una comunidad en el proceso. Esta democratización de la financiación ha abierto nuevas oportunidades para proyectos innovadores que, de otro modo, dependerían exclusivamente de inversión tradicional.
- Big Data y analítica para la toma de decisiones informadas: El “impacto” es una de las principales características de los emprendimientos sociales, y por ende, poder medirlo con eficacia es una tarea de alta importancia. El impacto variará según la necesidad que el producto o servicio esté intentando cubrir, por ejemplo: ¿se ha reducido la contaminación?, o ¿ha aumentado el porcentaje de personas de bajos recursos a la rehabilitación? La tecnología permite la recopilación de datos a gran escala, lo que facilita a la comunidad de emprendedores y emprendedoras comprender mejor cómo era la realidad y cómo su proyecto ha impactado el presente, para hacerlo incluso mejor en el futuro, al poder ajustar sus estrategias y administrar sus recursos de manera inteligente. Al utilizar análisis de big data, es posible identificar patrones y tendencias en datos relevantes, lo que lleva a una toma de decisiones más informada. Por ejemplo, organizaciones pueden usar datos demográficos y socioeconómicos para dirigir sus esfuerzos hacia las comunidades que más lo necesitan.
- Aplicaciones móviles: Las aplicaciones móviles pueden ser herramientas poderosas para abordar desafíos sociales. Por ejemplo, algunas aplicaciones se enfocan en educación, salud, agricultura sostenible y acceso a servicios básicos en comunidades marginadas. Para muchas personas en situaciones desfavorables o marginadas, el dispositivo móvil es su único punto de conexión con el resto del mundo. A fin de cuentas, es mucho más asequible que un ordenador y en cuánto a la conectividad, debemos recordar que el acceso a Internet es un derecho humano reconocido por la Organización de las Naciones Unidas.
- El Internet de las Cosas (IoT) y soluciones tecnológicas para problemas sociales: El Internet de las Cosas (IoT) ha abierto nuevas posibilidades infinitas para abordar problemas sociales de manera innovadora. Las y los emprendedores sociales pueden diseñar soluciones tecnológicas que utilicen sensores y dispositivos conectados a la red para monitorear y resolver problemas en tiempo real, teniendo un impacto más directo y tangible en la vida de las personas. Por ejemplo, la tecnología puede mejorar el acceso a la atención médica y la salud a través de aplicaciones de telemedicina, dispositivos portátiles de monitoreo de la salud y plataformas de diagnóstico remoto. La realidad virtual y aumentada pueden emplearse para crear experiencias inmersivas que aumenten la conciencia sobre problemas sociales y promuevan la empatía y la comprensión.
El emprendimiento social está demostrando que la tecnología no solo es una herramienta comercial, sino también una fuerza para el bien social.
Ejemplos de Emprendimiento Social
Si hasta ahora hemos hablado de emprendedores sociales, en este punto podemos echar un vistazo a los términos macroeconómicos. Según CEPES, entendemos por Economía Social el conjunto de las actividades económicas y empresariales privadas que persiguen, además del interés colectivo de sus integrantes, el interés general (tanto económico como social).
Aunque las empresas sociales y el emprendimiento social pueden parecer lo mismo, son conceptos muy diferentes.
- Se trata de una empresa que fabrica yogures y otros productos lácteos. El valor añadido en este caso es que muchos de sus trabajadores tienen alguna discapacidad mental, de manera que el trabajo pasa a ser otro tipo de terapia. Cuentan con educadores sociales, psicólogos y otras muchas ayudas para las necesidades especiales de sus trabajadores.
- Es una empresa que produce alimentos sin gluten ubicada en Bolivia. En este caso, se trata de un negocio familiar centrado en el Comercio Justo y en los productos ecológicos.
- Se trata de una organización de desarrollo y microfinanzas para mujeres en América Latina.
- Se dedican a ofrecer tratamientos para prevenir la ceguera a precios accesibles.
- Es un motor de búsqueda que ayuda a mejorar el medio ambiente. El mecanismo es sencillo: lo que cobra Ecosia por cada anuncio (en concreto, el 80%) lo destina a plantar árboles en Brasil.
El Consumidor Responsable (CR)
A la hora de darle vida a nuestro proyecto social debemos tener claro nuestro destinatario, nuestros usuarios o clientes, su perfil diferenciador, sus comportamientos, etc. Para ello la herramienta que emplearemos para ello es la segmentación de mercados, y nuestro tipo de consumidor será un CR, es decir, un consumidor responsable, el cual entiende el acto de compra basado en valores acordes a un estilo de vida diferente. Deberemos tener en cuenta que nuestro nicho de mercado será lo suficientemente amplio y rentable, accesible y diferenciador, y dispuestos a pagar un precio más elevado por productos responsables, cuya práctica está cada vez más extendida.
A nivel mundial, el 46% consumidores pagaría un extra por productos o servicios que provengan de compañías que desarrollan programas beneficiosos para la sociedad, Nielsen, 2012. En lo que concierne a España, el 60% de consumidores está dispuesto a aceptar un sobrecoste de hasta el 10% por adquirir productos «responsables»; sin embargo, tan solo el 31% está dispuesto realmente a pagar más por esos productos.
| Región | Porcentaje que pagaría extra por productos socialmente responsables | Porcentaje dispuesto a pagar hasta un 10% más |
|---|---|---|
| Mundial | 46% | N/A |
| España | 60% | 31% |
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