¿Qué se entiende por emprender? Definición y Concepto

Cuando oímos la palabra emprender, muchas veces pensamos en montar un negocio, lanzar una startup o tener una idea brillante que cambiará el mundo. Pero su significado real, y su historia, van mucho más allá.

Según la RAE, emprender significa “acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”. No habla de facturación, ni de empresas. Habla de atreverse, de comenzar, de implicarse.

Etimológicamente la palabra proviene del latín vulgar (in, en, y prendĕre) cuyo significado es coger, atrapar, tomar. Así, desde su origen la palabra ya estaba asociada al concepto de “atrapar” oportunidades. No obstante, su origen moderno proviene del francés entrepreneur que finalmente se conceptualizó como pionero. Por lo tanto, parece que también implica iniciar de manera novedosa un proyecto.

Emprender es tener la iniciativa de llevar a la práctica una idea de negocio, es decir, crear una empresa y llevar a cabo la producción del bien o prestación del servicio, sin que esto quede en una mera intención.

Dicho de otra manera, emprender es el proceso de iniciar tu propio negocio a partir de una idea original, llevándola a la práctica para crear una empresa. Esto significa identificar una necesidad en el mercado, desarrollar un producto o servicio para satisfacer esa necesidad, y luego organizar todos los recursos necesarios para vender ese producto o servicio.

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La raíz de la palabra emprender está en el latín impraehendere, que significaba coger, atrapar, lanzarse a por algo. De ahí pasó al francés antiguo como entreprendre -“iniciar algo”- y más tarde al castellano, con ese mismo sentido amplio: empezar algo que supone compromiso y esfuerzo.

Emprender es el resultado de cuando una persona ve una oportunidad de negocio y su percepción y capacidad para actuar y responder ante esa oportunidad. Aquí entran también aspectos como la motivación que tenga el futuro emprendedor, sus habilidades, etc. Todo esto, se enmarca dentro de las distintas variables que tienen que ver con su entorno.

Así, desde su etimología, observamos como el concepto de emprender implica riesgo asociado a esa nueva idea de negocio además de innovar. Esta idea de emprendimiento que acabamos de expresar tomó fuerza en el siglo XIX y hasta ahora es una de las ideas predominantes acerca del concepto cuando se pregunta ¿qué es emprender? La mayoría de la gente aún lo asocia a una visión económica relativa a generar un negocio, empresa o proyecto financiero. Es así es como se entiende en la mayoría de las universidades y escuelas de negocios.

Por eso, emprende también quien decide cuidarse, cambiar de rumbo o implicarse en una causa. Emprende quien pasa del “me gustaría” al “voy a intentarlo”. No hace falta un plan de negocio, ni inversores.

¿Qué es un emprendedor?

Un emprendedor es aquel que monta su empresa desde cero y se enfrenta a los retos que supone transformar una idea en un negocio. Desde un punto de vista práctico, un emprendedor es una persona que detecta una oportunidad y crea un negocio desde cero. Pero el acto de emprender va más allá: es una tarea que demanda paciencia, perseverancia, dedicación y compromiso. Es iniciar un camino lleno de incertidumbres y desafíos, que muchas veces se siente como una montaña rusa emocional.

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Muchos especialistas entienden que un emprendedor es “un constructor del entorno y un facilitador de cambios”. Este nuevo enfoque es lo que permite entender la rápida adaptación de muchas empresas tras la crisis sanitaria.

Tipos de emprendedores

Los emprendedores convierten ideas inteligentes en realidad. Crean un sinfín de puestos de trabajo y contribuyen enormemente a la economía. Sin embargo, no todos son iguales.

Aquí hay una lista de algunos tipos:

  1. Innovadores: En muchos casos este tipo de emprendedores cambian la forma en la que la gente piensa y hace las cosas. La capacidad de un emprendedor innovador para visualizar una nueva forma de pensar lo hace destacar entre la multitud y, en muchos casos, tiene un gran éxito.
  2. Buscavidas: A diferencia de los innovadores, cuya visión es el combustible en su motor, los buscavidas simplemente trabajan más duro y están dispuestos a ensuciarse las manos. La mayoría de veces se lanzan a la piscina con poco y piensan en el esfuerzo, en vez de en recaudar capital para hacer crecer sus negocios. Este tipo de emprendedores se enfocan en comenzar de a poco con el objetivo de volverse más grandes a largo plazo. Están motivados por sus sueños y trabajarán muy duro para conseguirlos. Aunque muchos buscavidas nunca se dan por vencidos, muchos de ellos están dispuestos a intentar cualquier cosa para tener éxito, lo que desafortunadamente significa que tienen muchos aciertos y errores.
  3. Imitadores: Los imitadores son aquellas personas que copian ciertas ideas de negocio y las mejoran. Siempre están buscando formas de mejorar un producto en particular para obtener una ventaja en el mercado. Coger una idea existente y mejorarla puede ser una excelente manera de desarrollar un negocio.
  4. Investigadores: Incluso después de tener una idea, los investigadores se tomarán su tiempo para recopilar toda la información relevante al respecto. Para ellos, el fracaso no es una opción porque han analizado la idea desde todos los ángulos. Los emprendedores investigadores generalmente creen en iniciar un negocio que tiene altas posibilidades de éxito porque han realizado un estudio intenso para tener en cuenta todos los detalles. Como resultado, este tipo de emprendedores suelen tardar mucho en lanzar productos para tomar decisiones porque necesitan la base de un conocimiento profundo. Estos emprendedores confían mucho más en los datos y los hechos que en los instintos y la intuición.
  5. Compradores: Una cosa que define a los compradores es su riqueza. Este tipo de emprendedores tienen el dinero y se especializan en comprar negocios prometedores.

Emprendedor vs. Empresario: ¿Cuál es la diferencia?

Muchas veces tendemos a confundir estos dos términos. Sin embargo, un empresario es aquel que dirige y gestiona una empresa. El emprendedor es la persona que crea una empresa desde cero, atravesando diferentes instancias y desafíos hasta conseguir que su idea inicial se convierta en un negocio rentable. El empresario, por otra parte, es la persona que dirige y gestiona una empresa, sin que sea necesariamente la persona que creó el negocio desde un inicio.

En resumen:

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  • Emprendedor: Inicia su empresa desde cero, basado en una idea propia.
  • Empresario: Gestiona una empresa ya existente, que puede haber sido fundada por otra persona.

Etapas principales para emprender

Desarrollar un proyecto emprendedor implica atravesar diferentes etapas o momentos. Cada una de estas etapas tiene sus propios objetivos e implica llevar adelante ciertas tareas.

  1. La idea: Todo emprendimiento parte de una idea inicial que lo motiva y que tiene que ver con cubrir una necesidad de la sociedad con un producto o servicio. Lo importante en esta fase es comprobar si existe un mercado para tu idea, es decir, detectar qué tan posible es el proyecto que te propones encarar.
  2. El plan de negocio: Antes de crear la empresa, conviene elaborar un plan de negocios, es decir, la carta de presentación del proyecto empresarial. Tu plan de negocio debe detallar las características del servicio o bien que vas a comercializar, su viabilidad y rentabilidad. Además, traza una estrategia de marketing y ventas. En él se detallarán las características del bien o servicio ofrecidos, se analizará su viabilidad y rentabilidad, se trazará una estrategia de marketing y ventas, la forma de monetizarlo y otros aspectos legales de cómo llevar a cabo la idea de negocio. Tener un plan de empresa ayuda a definir la estrategia, identificar puntos débiles y fuertes, y aprender a venderlo tanto a inversores, como a clientes.
  3. Inicio del negocio y crecimiento: Ya tienes tu negocio funcionando. Ahora, tus objetivos pasarán por aumentar tu visibilidad y tus ventas.
  4. Consolidación: Tu negocio ya está en marcha hace rato y es rentable. Además, tener sistemas adecuados para tus tareas de marketing y ventas, te ayudará con la siguiente etapa: escalar y expandir aún más tu negocio.
  5. Expansión: Tal vez te interese comenzar a vender tus productos u ofrecer tus servicios en otros países. Esta etapa implica seguir automatizando tus procesos y a la vez, conformar un equipo de trabajo que te complemente en aquellas tareas en las que no eres tan fuerte.

Habilidades necesarias para emprender

El emprendimiento es vital para la economía y el desarrollo social. Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), los emprendedores son responsables de crear millones de empleos en todo el mundo y fomentar la innovación en diversos sectores.

Algunas habilidades necesarias son:

  1. Resiliencia y Adaptabilidad: Es la capacidad de ser flexible. Al tratarse de proyectos nuevos, la norma es que vayan transformándose para optimizar tiempos y procesos y convertirlos en algo sólido y estable. La capacidad de sobreponerse a los fracasos y aprender de ellos es fundamental en el camino emprendedor. Los emprendedores se enfrentan a obstáculos constantes.
  2. Gestión Financiera y Planificación: La habilidad para manejar las finanzas es crucial en el camino del emprendimiento. Un buen plan de negocio bien estructurado y un plan estratégico es fundamental.
  3. Liderazgo y Trabajo en Equipo: El liderazgo es esencial para inspirar a los colaboradores y crear una cultura de innovación. Trabajo en equipo: la idea la puedes crear en solitario pero con el tiempo verás la importancia de formar un buen equipo de trabajo.
  4. Capacidad para Identificar Oportunidades: Los emprendedores exitosos están atentos a las tendencias y cambios del mercado. Los emprendedores son aquellos que identifican una oportunidad y van a por ella, aunque los demás piensen que es una locura. A diferencia de otros profesionales, los emprendedores no temen al riesgo y visualizan el futuro con facilidad.
  5. Motivación: hace falta que tengas motivación por eso en lo que vas a emplear horas y horas de tu vida.
  6. Perseverancia: el no decaer, el ser optimista e insistir en sacar el proyecto adelante son cualidades que te ayudarán a triunfar.
  7. Creatividad: tener creatividad y ser ingenioso son dos cualidades que deberían estar muy presentes en un emprendedor. Creatividad, innovación e ingenio: Lo primero que se necesita es identificar el valor añadido que ofreceremos a nuestros potenciales clientes.

Tipos de emprendimiento según el tamaño del proyecto

  • Emprendimiento pequeño: se trata de proyectos pequeños, y normalmente involucran a uno o dos socios.
  • Emprendimiento escalable: son aquellos que pretenden tener un crecimiento significativo en el corto y mediano plazo. Su objetivo es expandirse rápidamente para convertirse en multinacionales.

Tipos de emprendimiento según el objetivo de los proyectos

  • Emprendimiento social: este tipo de emprendimiento busca generar impactos positivos en un grupo de personas o comunidad.
  • Emprendimiento empresarial: se trata de aquellas iniciativas cuyo objetivo es desarrollar un proyecto de negocios.

Tipos de emprendimiento según el abordaje o aproximación del enfoque

  • Emprendimiento espejo o de imitación: suelen replicar una idea, producto o modelo de negocio que ya existe y está siendo exitoso. Se puede emprender repitiendo fórmulas o actividades que otros ya han puesto en marcha y les ha funcionado, como por ejemplo, una franquicia de un restaurante o tienda de ropa/complementos de una marca que ya existe.
  • Emprendimiento oportunista: surgen en un momento oportuno para resolver una necesidad urgente y puntual.

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