José María Aristrain Noain: Auge y Caída de un Magnate del Acero

La historia de José María Aristrain Noain, uno de los señores del acero en la España del franquismo, propietario de la segunda mayor fortuna del país, empieza como una bildungsroman y termina con una muerte trágica a la manera de la dinastía Kennedy. Entre medias, su vida fue un inquietante misterio. Español nacido en Argentina, hizo cierta la fábula que dice que desde lo más bajo de la sociedad se puede llegar con esfuerzo, talento y perseverancia a lo más alto. De origen navarro y criado en Ordizia, comenzó vendiendo chatarra por la calle con 14 años de edad y terminó ocultando su fortuna en paraísos fiscales y cuentas secretas en Suiza. Quiso ser ciclista profesional.

Inicios y Ascenso

Su padre, José Aristrain Iñurrieta, y su madre, Inocencia Noain, emigraron desde Navarra y Euskadi al Cono Sur, donde tuvieron cinco hijos. Uno de ellos, Celestino, padecía parálisis cerebral y murió de forma trágica. En 1920 la familia regresó a España y se instaló en Irurzun (Navarra), donde impulsó negocios que no salieron adelante, condenándolos a la ruina. Aristrain se ve obligado entonces a empezar a trabajar en distintos oficios, renunciando al sueño de convertirse en deportista. La España de la posguerra no era un sitio estimulante. Se pasaba hambre y necesidad. Faltaba de todo, sobre todo el trabajo y el valor. Aristrain se convierte en chatarrero ambulante, intermediario comercial y encargado de una fábrica de gasógeno y calderería.

Decide hacer un viaje a América, del que no se sabe mucho. Al regresar, con un capital modesto y ayuda familiar, funda una empresa en Villafranca de Oria (Gipúzcoa). Lo que lo convertiría en el segundo empresario más rico de su tiempo, sólo por detrás de Ruiz Mateos, propietario de Rumasa, fue su extraordinario don de gentes. Enseguida aprendió, dedicándose al comercio, que para avanzar en la vida había que saber relacionarse. De esta forma conoció a Calixta de la Cruz Carriedo, hija de una familia adinerada de Elgoibar que había hecho fortuna con la chatarra. Se casaron. Su suegro les compró un camión como regalo. Familia y negocios caminaban entrelazados.

De Aristrain, además de los inicios humildes, se cuentan un sinfín de hazañas avivadas por su discreción. Se dice que importaba manganeso de la Argentina para poder fabricar acero al por mayor y que se manejaba bien en las esferas económicas y políticas. En 1955 abrió su fundición en Olaberria. Allí comenzó su carrera como señor del acero vasco. Los capitalistas del Norte de España crearían verdaderas estirpes industriales con ramificaciones en el campo del transporte, las finanzas y la política.

El Auge Durante el Franquismo

Aristrain venía de la nada, pero no tardó en convertirse en un magnate gracias a su cercanía con Nicolás Franco, el hermano del dictador, y sus negocios en Madrid, Valencia y Hospitalet, donde sus acerías trabajaban sin competencia, prácticamente en régimen de monopolio, convirtiendo la chatarra en chapas metálicas y derivados. Exportaba a Argentina, Rumania, Francia y Alemania. Y practicaba, con devoción, el paternalismo de empresa. En la prensa nacional se le retrataba como un benefactor. Como consejero del Banco Central y el Banco de Fomento desarrollaba labores de intermediación con un estilo de dirección personalista y se relacionaba directamente con el poder franquista, que le concedió la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia. Era recibido en El Pardo y asistía a las célebres cacerías del dictador.

Lea también: Enrique Roca: Un empresario español

Su vínculo con el ministro de Industria, López-Bravo, uno de los hombres claves del caso Matesa, es capital para entender su éxito empresarial. Ambos formaban parte del Opus Dei, a quien la dictadura confió la política económica. Por manos de ambos pasaron todas las grandes decisiones de inversión, adjudicaciones y contratos del desarrollismo. Aristrain hizo en esos años la mayor parte de su fortuna, lograda merced a sus excelentes contactos políticos. Su firma alcanzó una producción de 222.000 toneladas de acero, cinco veces superior que la que tenía antes de asociarse con el Estado, que le prestó apoyo para mejorar sus exportaciones. López-Bravo terminaría ejerciendo como su conseguidor y administrador de la Fundación Gordi de Liechtenstein, uno de los eslabones de la ingeniería societaria gracias a la cual evitaba cumplir con sus obligaciones tributarias. Su patrimonio rondaba los 25 millones de dólares y tenía ramificaciones en paraísos fiscales como Zurich, Curaçao o Panamá. En 1985, su valido, el exministro, muere en un accidente de aviación.

Declive y Trágica Muerte

Menos de un año más tarde, el 20 de mayo de 1986, le tocó el turno a Aristrain, que se había quedado viudo en 1978. Con 69 años y su fortuna personal oculta se había convertido en un personaje de la jet set. Distanciado del Opus por su fama de mujeriego, vivía su particular crepúsculo dorado viajando a casinos, hoteles y reuniones de la alta sociedad europea. La tarde de su muerte se subió a un helicóptero en la Costa Azul francesa para volar entre Cannes y Niza. Le acompañaba, junto a dos amigas, Anja López, supuestamente su amante, una actriz y cantante alemana, esposa de un compositor de operetas y asidua a las fiestas del diminuto Principado de Mónaco. Habían pasado el fin de semana en el Grand Prix de Montecarlo. Cogieron un helicóptero para trasladarse al aeropuerto Cannes-Mandelieu, donde el magnate había alquilado un jet. El helicóptero, un Squirrel de cuatro plazas, rodeó el cabo de Antibes y se adentró en el golfo de Juan. Cuando su estela se divisaba desde la Croisette cayó al mar. No hubo supervivientes.

Juan Antonio Roca: El Urbanismo en la Sombra de Marbella

Juan Antonio Roca, el que fue el sheriff de Marbella, sigue tejiéndose una biografía profesional tan fulgurante como llena de sombras. Pasea por las calles de la ciudad como uno más. Casi nadie le reconoce, más envejecido, con menos oro y sin alardear ya de ser ingeniero de minas. Alguien le preguntaba hace poco tras salir de la cárcel: "¿Cuántos amigos te quedan?". A lo que él contestaba un tanto taciturno: "Me quedan los buenos, los de verdad". Nada que ver con lo fue Maras Asesores, algo mucho más discreto, pero que le permite estar en activo en la ciudad. Hace poco, en un funeral, según ha sabido EL ESPAÑOL, así se lo contaba a uno de los “dolientes”. Y es que el del Caso Malaya se ha vuelto a integrar de pleno en la ciudad, ajeno a los deseos de los marbelleros que pidieron firmas para declarar al exgerente de urbanismo persona non grata en Marbella.

Roca vive como antes de entrar en la cárcel en la avenida de la lavadora marbellí. Sigue ocupando su vivienda de Poseidón en el complejo de lujo situado en una de las zonas más prestigiosas del centro de Marbella. En 1989, el exasesor compró este inmueble por más de 727.000 euros y lo eligió como su residencia habitual. Hoy vale tres veces más. Uno de los vecinos propietarios de esta urbanización, dedicado a la abogacía, le ve a diario entrar y salir con su maleta como si fuera un hombre de negocios. "Él entra y sale por el garaje, aunque vaya sin coche. Ahí es donde siempre me lo encuentro”. Y es que el que fue considerado como el auténtico alcalde que hacía y deshacía a su gusto el urbanismo en la ciudad malagueña de Marbella, sigue trabajando a la sombra de otros. E. Su zona de confort es la más trillada, el complejo con nombres de dioses y ninfas de la mitología grecolatina donde reside. Detrás de Poseidón se esconde en su interior todo un paraíso de jardines y piscinas. Este complejo de mármol lo mandó construir Jesús Gil. Y por eso dos de los pisazos de la urbanización fueron elegidos como domicilio por Roca para vivir con su familia. Al lado, en Nayade, Jesús Gil compartía el “puerta a puerta”. Otro de los residentes en la urbanización de lujo era el letrado José Luis Sierra, mano derecha del regidor. Y a dos esquinas solo de esta vivienda estaba Maras Asesores, la oficina donde regentaba el urbanismo de la ciudad.

Roca es consciente de que en Marbella no se le mira con buenos ojos. Asistió a una petición unánime de ciudadanos de Marbella que solicitaron a todos los partidos políticos que forman la corporación municipal del Ayuntamient, que llevaran al Pleno de Marbella proponer a Juan Antonio Roca persona "non grata en la ciudad”. El enfado de los ciudadanos ha ido creciendo cuando a día de hoy comprueban que sigue habitando en el mismo domicilio millonario. Entre esos "buenos amigos" de los que habla Roca están los hijos de Jesús Gil. Por ejemplo, Miguel Ángel Gil, alías Calán, del Atlético de Madrid, ha fichado al hijo del exasesor municipal de Urbanismo, Juan Roca Junior, como controlador financiero de su Academia de fútbol, según su perfil en redes. El hijo menor de Roca, Juan Antonio, es el único miembro de la familia que no fue imputado en ningún procedimiento judicial. Los bienes y cuentas que tenía a su nombre nunca han sido intervenidos ni embargados. J.R. Junior profesa auténtica adoración por su padre. Siendo casi un adolescente fue uno de los que contribuyó, junto a siete personas más, para aportar el millón de euros de la fianza de su padre. El hijo menor de Roca ingresó 410.100 euros en la cuenta corriente abierta para recaudar dinero. Se daba el caso que entonces el niño tenía 19 años, era estudiante y no trabajaba ni tenía ninguna actividad empresarial reconocida en los registros españoles. Por aquel tiempo, J. R. Su madre, Rosa Jimeno, y su hermana María estuvieron procesadas en su día por un presunto delito de blanqueo en la trama de compra de billetes de lotería premiados detectada durante la investigación del caso Malaya. Ahora cada una sigue con su vida. María, con sus negocios por Sevilla...

Lea también: Resumen del programa de finanzas

Juicio por Corrupción Urbanística

Juan Antonio Roca afronta el que se prevé como su último juicio por corrupción en la gestión urbanística de la Marbella de los años noventa y 2000. Hace unas semanas se sentó en el banquillo de los acusados para afrontar esta causa en la Audiencia Provincial de Málaga. No estaba solo. A su lado se encontraba el empresario Tomás Olivo. Precisamente ese parque comercial original es el que ha hecho que Olivo se vea en un banquillo junto a Roca, el señalado como cerebro de la red de corrupción que durante años asoló el Ayuntamiento de Marbella. También habría estado el exalcalde Julián Muñoz, pero un acuerdo con la Fiscalía le libró de enfrentarse al juicio oral. El convenio urbanístico para este centro comercial es el que ha llevado a este empresario a afrontar una causa que conformó una pieza aparte de los casos acumulados en la trama del Caso Malaya. El juicio se encuentra ahora a la espera de que la Fiscalía responda a las peticiones de las defensas, que solicitan dar por cerrada la causa por su demora.

Lea también: Opiniones sobre la Franquicia Rosa Roca

tags: #roca #empresario #argentino #biografia