Estos empresarios nos han enseñado una poderosa lección sobre el mundo de los negocios: la norma básica para triunfar es comercializar aquello que pueda satisfacer las necesidades de tus clientes.
Pero claro, una vez que las necesidades de la base de la Pirámide de Maslow ya han sido cubiertas... el término “necesidad” se empieza a volver un poco ambiguo. Tener esto en cuenta a la hora buscar una idea de negocio exitosa, podría abrir todo un abanico de posibilidades de ideas de negocio que jamás habríamos pensado que pudieran triunfar.
Por eso, si eres de los que está obsesionado, preguntándote qué necesidad de tus semejantes podrías cubrir con mejor calidad o mejor precio... dale un enfoque diferente al asunto y pregúntate más bien: ¿Cuál es la cosa más absurda por la que la gente estaría dispuesta a pagar?
Eso es lo que hicieron los 5 emprendedores de la lista de los negocios exitosos más absurdos:
5. Limpia-coches premium
¿Hay alguien dispuesto a pagar 6.000 euros por lavar su coche? Pues sí.... y más de uno además. Brian Hunt pasó de ser sintecho a cobrar 4 ceros por limpiar vehículos de alta gama.
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Hunt trabajaba ocasionalmente en un lavadero de coches. Pero cuando uno de sus clientes se percató del entusiasmo que ponía en su trabajo, lo recomendó a un concesionario de Ferrari. Y allí también quedaron encantados con su trabajo.
Hunt se entregaba a fondo en el más mínimo detalle, buscando nuevos métodos para dejar los coches impolutos. Su fama fue creciendo... y con ella, también lo hizo su negocio. Así, Hunt consiguió trabajar para Eric Clapton, Roman Abramovich, Jay Kay, de Jamiroquai, (...) o incluso, para la realeza británica. Ha viajado por todos los continentes y ha podido disfrutar de toda suerte de vehículos de lujo que enamorarían a cualquier amante del motor.
4. Vender agua del grifo
Como lo oyes: un joven estadounidense consiguió hacer fortuna vendiendo agua que sacaba del grifo. ¿Cuál era el truco? Craig Zucker se dio cuenta de que el agua del grifo que salía por las cañerías de Nueva York era de una calidad similar a la que se comercializaba como agua mineral.
Con esto en mente, Zucker lanzó en el año 2008 una startup llamada TAP’D NY que vendía sus botellas a precios exorbitados. Eso sí, le añadía un toque cómico y la etiqueta incluía frases como “ningún glaciar ha sido dañada para llenar esta botella”. Así, miles de personas compraron su producto.
3. “La web de un millón de dólares”
Alex Tew tenía 21 años cuando se le ocurrió la idea que le iba a cambiar la vida: una web repleta de banners... y sin ningún otro contenido. La página web no solo era tremendamente fea, sino que además no servía absolutamente para nada (más que para ganar dinero).
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Estaba compuesto por un millón de banners diminutos que apenas ocupaban un pixel pero que venía a un dólar la unidad. Su idea era conseguir venderlos todos y así ganar un millón de dólares. La tontería se hizo viral y las empresas se empezaron a pelear por poder colocar su marca en la web. De esta forma, Alex Tew pudo conseguir su sueño de convertirse en millonario.
2. “La cura para el calcetín perdido”
A todos se nos ha perdido o se nos ha estropeado alguna vez un calcetín (o muchos). Pues la marca Throx tiene la solución: compra tres y así -si uno se extravía- tienes uno de recambio.
“¿Qué haces si pierdes un calcetín?,¿gritas desesperado?,¿le das una patada a la lavadora? Pues yo tengo la solución: Throx”. Así explicó Edwin Heaven su idea de negocio cuando intentó venderla en el famoso programa “Shark Tank”. Que es un programa donde varios expertos en negocios pujan por participar en las empresas de los invitados. Sin embargo, aquella idea no cuajó demasiado bien... Más bien, se rieron de él; pero ya se sabe: quién ríe el último...
1. Piedras como mascotas
Hasta el momento nadie ha sido capaz de superar la idea de Gary Dahl, un publicista que entendió mejor que nadie el arte del absurdo. Una noche de 1975, Dahl estaba tomando algo con sus amigos; y entre copa y copa, estos se quejaban de lo sucias que eran sus mascotas y de lo sufrido que era sacar a pasear a sus perros todos los días.
Y ahí donde todos habríamos visto una conversación normal e intrascendente, Gary Dahl dio con una idea de negocio revolucionaria: una mascota que no exigiese ningún cuidado. El emprendedor salió a la calle y se dedicó a recoger unas cuantas piedras. Luego las metió en una caja, junto con un manual de 35 páginas sobre cómo cuidar a tu mascota... como si fuese a morirse, y las comercializó a 3,95$ la unidad.
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México destaca como uno de los países líderes en Latinoamérica para el emprendimiento. Esta nación ofrece una infraestructura sólida y tecnología avanzada, lo que facilita el establecimiento y crecimiento de startups. En México, abundan los ejemplos de emprendedores exitosos que inspiran y ofrecen valiosas lecciones sobre cómo triunfar en el mundo de los negocios.
Blanca Treviño, como fundadora de Softtek, ha sido una figura clave en la transformación del panorama internacional de servicios de Tecnologías de la Información (TI) para su país. Softtek no solo permitió que México ingresara en este mercado altamente competitivo, sino que también generó un impacto significativo en la educación universitaria del país.
Carlos es uno de los emprendedores más destacados en México, conocido tanto por su participación en el programa Shark Tank como por su exitosa empresa, Value. Value ha tenido un impacto significativo en México, proporcionando herramientas financieras que han permitido a muchas personas administrar sus inversiones de manera eficiente.
Terence Thomas Kevin O’Leary es un empresario, inversor, escritor y celebridad de televisión y radio, nacido el 9 de julio de 1954, en Montreal (Canadá). Este tipo de series son muy buenas para los emprendedores pues en ellas se evalúan las diferentes opciones de financiamiento que tienen, además que les da una pista de si sus emprendimientos son factibles o por el contrario deben ser repensados y de cómo deben comportarse durante una negociación.
Inicialmente, Kevin O’Leary aspiró ser fotógrafo, aunque desde corta edad había desarrollado un interés particular por los negocios, algo que le vino de su madre, quien invertía algunos de sus cheques semanales en la bolsa. Comenzó su carrera empresarial a principios de los años ochenta como Asistente de Gerencia en la empresa Nabisco, la cual se benefició mucho de haberlo tenido entre sus filas, pues es un hombre con mucho olfato para los buenos negocios.
Special Event Television no fue muy exitosa, pero O’Leary y sus otros dos socios lograron venderla por 65 mil dólares, lo que le supuso el capital inicial para crear otra compañía por sí sólo que logró crecer un poco más que la anterior: estamos hablando de SoftKey Software Products, dedicada a la venta de softwares orientados a la educación y al entretenimiento.
SoftKey Software Products cambió su nombre a The Learning Company y fue vendida a la multinacional de manufactura de juguetes, Mattel Inc, en el año 1999. Mattel tuvo que revender The Learning Company, y fue en ese momento que sus ejecutivos descubrieron que para nada valía lo que habían pagado por ella en un principio.
O’Leary ha publicado una serie de libros en los que habla sobre cómo ser un buen inversor, los cuales pueden ser utilizados además como guías financieras. Estos libros se titulan La fría y cruda verdad, y hasta el momento lleva tres publicados.
Tener habilidades para comunicarte es muy importante, ya que parte del éxito en los negocios viene de convencer a otros, y para convencer a otros hay que saber hablar, hay que saber expresar las ideas. Parecería tonto, pero O’Leary cree que en los negocios no hay amigos, sólo personas en las que confías y en las que no.
Para O’Leary, las ideas simples son las mejores. Demasiada complejidad detrás de un producto a financiar no sólo es un problema para conocerlo a fondo, sino que puede ser sospechoso de manejo ilícito de capitales.
Kevin O’Leary contrajo matrimonio con su esposa Linda en 1990 y se separaron en 2011, pero retomaron su matrimonio dos años después. Su esposa linda es su mano derecha y trabaja como Vicepresidenta de Marketing para O’Leary Wines, otra de las empresas de Kevin.
Una vez lo logras, puedes proveerle a tu familia muchas cosas que otros no pueden tener. La residencia principal de O’Leary se encuentra en Toronto, Canadá. Además de los negocios, Kevin tiene tres grandes pasiones: el fútbol americano, su equipo favorito es los New England Patriots y no se pierde ningún partido ni siquiera en sus viajes de negocios.
Chris Sacca nació y creció en Lockport, Nueva York. Su padre era abogado, y su madre era profesora en SUNY Buffalo State y autora en el campo de la educación. Su hermano menor es el actor/comediante Brian Sacca.
Sacca asistió a la Escuela de Servicio Exterior “Edmund A. Walsh”, en la Universidad de Georgetown (Washington, DC). Pasó varios semestres en el extranjero en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador en Quito; en la University College Cork, en Cork (Irlanda); y en la Universidad Complutense de Madrid. Se graduó en 1997 con honores y fue un becario de la Fundación de la familia Weeks.
Sacca asistió al Centro de Derecho de la Universidad de Georgetown, donde se graduó con un Juris Doctor cum laude. Fue miembro de la revisión legal de The Tax Lawyer y fue honrado por la Philip A. Ryan and Ralph J. Gilbert Memorial Scholar.
Durante su período en la escuela de leyes, Sacca usó sus préstamos estudiantiles para comenzar una empresa que no tuvo éxito y usó lo que quedaba para comenzar a cotizar en el mercado bursátil. Al aprovechar los intercambios por cantidades significativas (descubriendo un error en el software de los corredores de comercio en línea) logró convertir 10.000 dólares en 12 millones.
Sacca comenzó su carrera como asociado en Fenwick & West, en Silicon Valley, donde manejó capital de riesgo, fusiones y adquisiciones, y transacciones de licencias para clientes de tecnología, incluidos Macromedia, VeriSign y Kleiner Perkins. Fue despedido después de aproximadamente 13 meses. Pasó los siguientes años asistiendo a todos los eventos de networking posibles y “sobreviviendo” en Silicon Valley redactando contratos por 50 dólares en Craigslist y haciendo trabajos de voz en sitios como Elance y creando The Salinger Group para fines de redes.
Sacca fue contratado en Google como Asesor Corporativo y dependía del Asesor Jurídico, David Drummond. Su primera labor fue encontrar una cantidad infinita de espacio de datos, negociar y firmar acuerdos en todo el mundo. Dirigió las divisiones inalámbricas y de acceso alternativo.
Chris Sacca se fue de Google en diciembre de 2007 después de haber buscado oportunidades para trabajar con pequeñas empresas (en una etapa temprana). Su primera inversión ángel fue en Photobucket, que luego se vendió a la empresa matriz de Fox News Corp. También fue asesor profesional de diversas empresas, desde la elaboración de estrategias hasta la optimización de la experiencia del usuario, la recaudación de fondos y la venta.
En diciembre de 2007, Chris Sacca fundó la firma de capital de riesgo Lowercase Capital. El fondo proporciona capital y servicios de asesoramiento tanto para empresas nuevas como para empresas de reciente creación. Forbes y Fortune han calificado a Lowercase como uno de los fondos de capital de riesgo más exitosos de la historia desde una «perspectiva de retorno múltiple».
En 2013, Chris Sacca llevó a Matt Mazzeo a Lowercase Capital como socio. Mazzeo había trabajado en Creative Artists Agency (CAA), una agencia de entretenimiento y deportes. En 2015, Sacca apareció en la portada de la revista Forbes, donde figura como el número 3 en su lista de Midas (personas que lo que tocan lo vuelven oro).
Sacca comenzó a aparecer como un tiburón invitado en el reality show de televisión ABC, Shark Tank, específicamente en el episodio 14 de la séptima temporada, que se emitió el 15 de enero de 2016. También apareció como tiburón invitado en los episodios 136, 139 y 148.
Sacca trabajó para la campaña presidencial de 2008 de Barack Obama como asesor de telecomunicaciones, medios y tecnología, y sustituto de la campaña; fue, además, voluntario de la oficina de campo. Después de la victoria de Obama, se desempeñó como copresidente de finanzas para el Comité Inaugural Presidencial.
Durante las elecciones presidenciales de los Estados Unidos en 2016, Sacca fue una entusiasta defensor de la nominada demócrata Hillary Clinton y junto con su compañero de Shark Tank, Mark Cuban, apareció en varias recaudaciones de fondos para la campaña de la candidata en todo el país.
Sacca está involucrado también con varias obras de caridad, pero la más importante de ellas es The Water, una organización sin fines de lucro que busca llevar agua potable a todas las personas del planeta. Chris Sacca está casado con Crystal English Sacca, y tienen tres hijos. Su esposa Crystal es una creativa publicitaria y es autora de varios libros.
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