Actitud y Capacidad Emprendedora: Definición y Características

Cuando la comunidad científica analiza los perfiles de emprendedores y emprendedoras, algunas habilidades se repiten una y otra vez de forma consistente. Las habilidades emprendedoras son aquellas características personales que facilitan a las personas la creación y dirección de negocios con cierto grado de éxito. Dicho esto, sí existen ciertas características básicas -más o menos entrenables o mejorables con esfuerzo- que comparten los emprendedores que han tenido éxito.

¿Qué es un Emprendedor?

Un emprendedor es una persona que identifica una oportunidad de negocio y decide iniciar y desarrollar un proyecto empresarial asumiendo los riesgos financieros y personales asociados con el objetivo de generar beneficios económicos y/o sociales. En general, podría decirse que un emprendedor tiene la capacidad de detectar una necesidad o problema en el mercado, desarrollar una solución innovadora que le dé respuesta, convertir esa solución en un negocio viable y asumir la responsabilidad total sobre el éxito o fracaso de ese proyecto.

Cuando hablamos de la figura del emprendedor o la emprendedora, suele venirnos a la cabeza el empresario de éxito, grandes empresas y marcas, personajes destacados como pudiera ser Steve Jobs o Elon Musk. Somos bombardeados diariamente con montones de impactos publicitarios que nos incitan a emprender, a explotar nuestras capacidades. Pero, ¿qué significa realmente ser un emprendedor? Para entender este concepto debemos partir de una idea de negocio. Pondremos esta idea como el estímulo, son las posibles reacciones a ese estímulo las que conforman un carácter emprendedor.

La aptitud es un concepto que referido a persona confiere las habilidad para formarse y adquirir conocimientos. Cierto es que hay parte del carácter implícito en la persona, pero definitivamente es algo aprendido. Los hábitos y rutinas que nos llevarán al éxito son adoptados y reforzados por la disciplina.

Entenderemos por actitud a aquella predisposición de cara a una tarea. Un ejemplo claro sería la confianza en uno mismo. Aunque tengan un punto de partida mucho más ligado a la personalidad, no debemos confundirnos, estas actitudes son desarrollables, corregibles y mejorables.

Lea también: 10 Lecciones de "Gladiator"

Características Clave de un Emprendedor

Aunque las características de un emprendedor pueden variar dependiendo de la persona, el proyecto y el sector empresarial en el que quiera moverse, a grandes rasgos todas las personas que apuestan por iniciar su propio negocio presentan una serie de rasgos comunes.

  1. Iniciativa: Tener iniciativa supone hacer que las cosas sucedan. Un emprendedor no se limita a tener ideas, sino que busca la manera de llevarla a cabo.
  2. Creatividad: Es la capacidad de generar ideas o mejorar las ya existentes, desde otro punto de vista, para así solucionar problemas de forma diferente. Los emprendedores y las emprendedoras necesitan ser capaces de dar con soluciones innovadoras, flexibles y rápidas para ser capaces no ya de crecer, sino de mantener el ritmo de la competencia.
  3. Capacidad para asumir riesgos: Emprender implica que hay posibilidad de no conseguir los resultados deseados. Un emprendedor está dispuesto a asumir este riesgo.
  4. Autoconfianza: Es la capacidad de creer en nosotros mismos y en nuestras habilidades, algo imprescindible para el emprendedor y superar las dificultades cuando se presenten.
  5. Perseverancia: Es la capacidad de una persona para mantener su esfuerzo de manera constante para conseguir un objetivo sin llegar a darse por vencido, incluso frente a los obstáculos más difíciles. El emprendedor no se desanima con los fracasos.
  6. Resiliencia: Es la habilidad de afrontar los obstáculos y de soportar situaciones límite, de readaptarnos y transformar esas situaciones en desafíos de los que salir aún más reforzados que antes. Desarrollar esta habilidad permite al emprendedor levantarse cuando se cae, para así para perseguir los objetivos que se propone.
  7. Actitud positiva: Es una forma de ver las situaciones de manera optimista y constructiva. Los emprendedores se recuperan pronto de los fracasos y no se preocupan tanto por que las cosas puedan salir mal sino de cómo pueden solucionarlo.
  8. Empatía: Es la capacidad que tiene una persona para ponerse en el lugar de otra. Un emprendedor debe ser capaz de entender la situación y los sentimientos que están viviendo otras personas, como los clientes, los socios etc.
  9. Capacidad de trabajar en equipo: Es la habilidad de colaborar y coordinarse con otros para alcanzar un objetivo común de manera efectiva. Un emprendedor tiene la capacidad de respetar las opiniones y habilidades de los demás, y trabaja hacia una meta común
  10. Capacidad de comunicación: Es la habilidad de transmitir a otra persona una información, idea u opinión, asegurándose que ha sido entendida.
  11. Asertividad: Consiste en dejar claras tus opiniones y sentimientos, pero siempre respetando las opiniones y sentimientos de las personas a las que nos dirigimos.
  12. Capacidad de negociación: Es la habilidad buscar soluciones a los conflictos, enfrentamientos o problemas mediante el diálogo.
  13. Liderazgo: Es la capacidad de influir en el comportamiento de otras personas y para que, voluntariamente, estos trabajen en la consecución de un objetivo común.
  14. Adaptación al cambio: Es la habilidad para ser flexible ante los posibles cambios que surjan y cambiar las estrategias si es necesario.

Habilidades Adicionales Necesarias

Además de las características mencionadas, existen otras habilidades cruciales para el éxito de un emprendedor:

  • Liderazgo: Todos los emprendedores coinciden en presentar ciertas habilidades de liderazgo con las que ponerse al frente de equipos a los que tienen que comunicar su proyecto y su visión de manera efectiva, así como inspirar y motivar a otras personas para que crean en su proyecto.
  • Planificación: A pesar de que las películas de Hollywood hayan romantizado un tipo de éxito imaginario en el que el empresario acierta con una clave mediante serendipia, la realidad es que se necesita planificación (y capacidad de planificación) incluso cuando el entorno y las circunstancias derriban presupuestos o convierten perspectivas y estrategias en papel mojado. Saber a dónde se dirige la empresa (aunque no llegue a ese lugar) es clave para definir estrategias a largo plazo, establecer una planificación a medio y distribuir tareas operativas a corto plazo.
  • Responsabilidad: No es posible emprender sin tener capacidad de iniciativa, ni de sacar trabajo adelante sin asumir responsabilidades. Es por ello que un buen emprendedor es capaz de echar a andar pese a las circunstancias, y de hacerse responsable (a veces de forma personal) de las tareas pendientes.
  • Compromiso: Si quien emprende no alcanza un altísimo compromiso con el proyecto, resulta difícil que este vea la luz, menos aún que constituya un éxito. Los emprendedores y las emprendedoras han de demostrar un compromiso personal más allá de la mera responsabilidad de ejecutar los planes del proyecto, y con frecuencia queman los barcos con los que han llegado a esta nueva orilla, o usan sus recursos personales para dar impulso al proyecto.
  • Trabajo en equipo: La capacidad de trabajo en equipo es un básico en cualquier proyecto, pero especialmente en uno que se inicia con una persona o un conjunto de dos o tres, y va agregando personal lentamente al principio. Sin esa capacidad, las empresas no pueden ganar una masa crítica mínima de trabajadores con la que empezar a funcionar.

Aptitudes Clave para el Emprendimiento

Las cualidades de un buen emprendedor consisten también en tener esa sensibilidad para captar esa necesidad. De modo que el carácter emprendedor nace antes de comenzar una empresa. Como en todos los ámbitos podemos encontrar progresión en el carácter emprendedor. No se existe una cima desde la que no se pueda mejorar más. Éste se desarrolla en base a cualidades propias de la persona en suma con los conocimientos adquiridos. De forma que es posible crecer en ambos aspectos sin más limitaciones que las que puede tener interiorizar una conducta o formarse en una materia. De alguna forma si que hay algo innato que puede hacer destacar a una persona frente al resto a la hora de desarrollar un negocio, como es la tenacidad o el entusiasmo. Pero lo cualificado y experimentado que esté en un campo será determinante a la hora de tomar decisiones.

El aprender constante es lo que hace que contemos con los conocimientos necesarios para reaccionar y adaptarnos a los cambios e incidencias del mercado. Quizás la más determinante de las aptitudes en lo que se refiere al éxito. La constancia como mantra para un emprendedor. No sólo frente el error o al fracaso. Una empresa es una construcción con muchos apoyos, deben reforzarse todos, todos al mismo tiempo y no existe un final. Esto es algo complicado para asimilar para la mayoría de la gente, el entender que no son tareas estancas que terminan y se olvidan. Se trata de una carrera de fondo en la que podemos apoyarnos en pequeños objetivos, pero la dirección es una y las acciones deben confluir en ella. Frente a adversidades y contrariedades, ésta es la aptitud que nos hará avanzar. No todo está en nuestra actuación, la planificación no nos puede apartar de todos los imprevistos. Es por ello que la capacidad de adaptarnos a ello será una conducta que nos permite avanzar, no repetir errores y no tomar decisiones precipitadas.

Actitudes Esenciales para el Éxito Emprendedor

En el ámbito de las actitudes, pueden encontrarse similitudes pero parten de un enfoque distinto. Entenderemos por actitud a aquella predisposición de cara a una tarea. Un ejemplo claro sería la confianza en uno mismo. Aunque tengan un punto de partida mucho más ligado a la personalidad, no debemos confundirnos, estas actitudes son desarrollables, corregibles y mejorables.

Lea también: Motivaciones para el emprendimiento

El emprendedor es un líder, aún cuando se encuentra sólo en el proyecto, debe mostrar convencimiento. La confianza en uno mismo transmite credibilidad, es una forma de vendernos nosotros mismos y nuestro proyecto. No sólo es algo para el resto sino para sí mismo, de otra forma no podrían tomarse las decisiones que consideremos necesarias. No confundir con aceptación del fracaso, pero sí la posibilidad de error. Los agentes externos estarán siempre presentes y a menudo jugarán en contra de nuestra planificación. A menudo nos encontraremos en una contrarreloj frente a plazos y objetivos. Respetar los plazos estos será una actitud axiomática en nosotros. Hay que entender que estos hitos obedecen a una planificación y que la procrastinación tiene su consecuencia mas allá que en ese objetivo.

Desarrollando el Potencial Emprendedor

La capacidad emprendedora no es un talento innato, sino una habilidad que se puede desarrollar y perfeccionar a través del aprendizaje, la práctica y la experiencia. Algunas estrategias para desarrollar tu potencial emprendedor incluyen:

  • Educación y Formación: Cursos, talleres y programas de formación en emprendimiento pueden proporcionar las herramientas y conocimientos necesarios.
  • Mentoring: Buscar la guía y el consejo de mentores con experiencia en el campo.
  • Networking: Construir una red de contactos que puedan proporcionar apoyo, oportunidades y colaboración.
  • Experiencia práctica: Participar en proyectos emprendedores, incluso a pequeña escala, para adquirir experiencia práctica.
  • Lectura y aprendizaje continuo: Mantenerse actualizado sobre las tendencias del mercado, la tecnología y las mejores prácticas en emprendimiento.
  • Desarrollo de habilidades: Trabajar en el desarrollo de habilidades clave como la comunicación, la negociación, la gestión del tiempo y la resolución de problemas.
  • Identificación de tus fortalezas y debilidades: Conocer tus propias capacidades y limitaciones te permitirá enfocarte en áreas donde puedas tener mayor impacto.

Rasgos de Personalidad Clave

Los determinantes importantes del comportamiento emprendedor son los rasgos de personalidad que presentan los individuos. El siguiente paso es preguntar cuáles son estos rasgos de personalidad. Aquí, es necesario considerar que sólo aquellos rasgos que han tenido fuertes argumentos científicos pueden ser considerados como integrantes de la personalidad emprendedora.

  1. Locus de Control Interno Alto: Las personas con un locus de control interno alto piensan que ellos son capaces de controlar los resultados, por lo que dedicarán más esfuerzo y persistencia hacia los resultados deseados, lo que, a su vez, debería ayudar a iniciar una aventura empresarial y a mantenerla exitosamente.
  2. Autoeficacia: La autoeficacia se refiere a la convicción de que uno puede organizar y ejecutar efectivamente acciones para producir unos resultados. Refleja la percepción para realizar un trabajo o tarea concreta. Dado que la autoeficacia predice la perseverancia ante dificultades y la efectividad personal, también se relaciona con la actividad emprendedora.
  3. Propensión al Riesgo: Los individuos con puntuaciones altas en esta dimensión, estarán inclinados a comportamientos de alto riesgo, es decir, considerarán las alternativas cuyas consecuencias finales puedan alejarse de su marco de expectativas de resultados.
  4. Proactividad: Esta se refiere a la tendencia a iniciar y mantener acciones que directamente cambian el ambiente circundante. La proactividad implica un énfasis en anticipar y prevenir problemas antes de que ocurran y una orientación a la acción que incluye una interpretación creativa de las normas y un alto nivel de persistencia y paciencia para operar el cambio.

El Emprendedor como Líder

Tolerar errores, establecer metas, dar ejemplo, fomentar el potencial de cada uno de los miembros de la empresa, propiciar la reflexión… Las cualidades de un líder son también las virtudes de un emprendedor. Estas personas reúnen a equipos altamente cualificados y establecen la armonía en su plantilla.

Lea también: Características del Rincón de la Mujer Emprendedora

tags: #actitud #y #capacidad #emprendedora #definicion #caracteristicas