Barreras para el Emprendimiento en España

España es un país de emprendedores. Casi un 20% de los jóvenes menores de 30 años ha iniciado un proyecto empresarial por su cuenta, y casi el 60% de la sociedad española tiene una visión positiva sobre el emprendimiento.

Son algunas de las conclusiones del informe “El emprendimiento en España”, elaborado por la CEOE y la consultora GAD3. A través de una muestra de 2.433 trabajadores en activo, el objetivo era conocer el estado de la actividad emprendedora en el país, el potencial emprendedor y la valoración social de las personas que se dedican a esta actividad.

Sin embargo, España no se ve como un referente a nivel internacional para iniciar un negocio por cuenta propia, ya que la mayoría de los encuestados piensan que el apoyo es inferior al que se ofrece en otros países con una mayor cultura emprendedora, como Estados Unidos, Países Bajos y Bélgica.

Principales Barreras al Emprendimiento Joven

El estudio también revela que, en el imaginario colectivo de nuestro país, el empresario se ve como el propietario de una gran empresa, consolidada y con una larga trayectoria. Pero no es así: el 98% de los negocios en nuestro país son pymes, pequeñas y medianas empresas. Y un 54% no tienen empleados a cargo.

“Todo el mundo se piensa que al final emprender es ser el CEO de una startup que facture 1.000 millones, cuando emprender puede ser coger una segunda generación de un negocio, o hay un negocio que le falta una sucesión y continuarlo, empezar un pequeño negocio como autónomo. O sea, hay muchas formas de emprender”, afirma Daniel Lizárraga, gerente de Dskuad, un proyecto personal con el que asesora a empresarios que acaban de empezar.

Lea también: Superando Barreras

A esta confusión en la imagen del emprendedor se suman algunos obstáculos a la hora de transformar una idea generadora de valor en una empresa. Los principales para los jóvenes son el acceso a la financiación (79%), la inversión inicial (75%) o los impuestos (72%).

Le siguen otras trabas, como la falta de información o formación (67%) o los trámites burocráticos (62%). Respecto a esta última barrera y la carga fiscal, hace hincapié Enrique López, fundador de una empresa que conecta a socorristas con intermediarios: “Son dos de las trabas más grandes y que más atascan a los jóvenes que queremos llevar a cabo ideas de negocio y materializarlas”.

Costes iniciales que frenan el impulso

Uno de los mayores obstáculos es el desembolso económico que supone comenzar. El 42 % de los emprendedores señalan el coste como el principal freno.

Tal y como argumenta un usuario: “lo peor es el coste. Crear una sociedad, equipamiento, materiales, alquileres en algún caso, cuota de autónomos, etc. Todo ello antes de empezar a facturar”.

En este sentido, iniciar una actividad como empresario no debería implicar un desembolso económico relevante, debido a que solo es necesario el alta en el régimen de autónomos y el alta en Hacienda.

Lea también: Marketing digital paso a paso

Además, en apoyo al emprendimiento, actualmente existe la conocida tarifa plana para nuevos autónomos, que permite disfrutar de una cuota mensual reducida durante el primer año e incluso, en determinadas condiciones, durante el segundo. En algunas comunidades autónomas, existen ayudas denominadas “cuota cero”, por lo que el emprendedor podría recuperar el importe de la cuota de autónomos del primer año.

Por otro lado, si el emprendedor opta por constituir una sociedad, el proceso implica mayores costes. Generalmente, será necesario contar con un profesional que gestione todo el procedimiento, lo que conlleva el pago de honorarios, gastos asociados como los de notaría, registro mercantil o el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITPAJD). Por ello, crear una sociedad suele ser más costoso que ser autónomo.

Burocracia excesiva y trámites lentos

La burocracia es otro gran problema. Según los datos, un 40 % de los emprendedores afirma que los trámites administrativos ralentizan sus inicios.

El análisis revela que la burocracia, es decir, los trámites administrativos constituyen, con un 40%, la segunda barrera a la que se enfrentan quienes deciden emprender.

En el caso de los autónomos, el proceso de alta es rápido y relativamente sencillo. Sin embargo, el procedimiento para constituir una sociedad limitada requiere de una serie de trámites para crear una empresa más complejos, como la obtención del certificado de denominación social, el depósito del capital social, la redacción de los estatutos o la inscripción en el registro mercantil, entre otros.

Lea también: Impulsa tu Empresa de Eventos

Asimismo, una vez iniciada la actividad, la gestión de las obligaciones contables y fiscales de una sociedad presenta también una mayor complejidad y carga administrativa que la de un autónomo.

En el caso de los autónomos, el proceso puede ser rápido y el emprendedor podría tener su actividad plenamente operativa en un solo día. Sin embargo, en el caso de las sociedades limitadas los plazos se alargan, ya que hay ciertos documentos y pasos previos que se deben realizar antes de iniciar una actividad.

Asimismo, si el nuevo negocio implica la apertura de un centro de trabajo es obligatorio informar de ello a la Dirección General de Trabajo o delegación que le pertenezca por zona, con carácter previo o en los 30 días siguientes a la apertura.

Además, para la apertura de un local comercial o establecimiento es necesario solicitar la licencia municipal de apertura y actividad, obligatorias para poder realizar actividades comerciales, industriales o de servicios. Se trata de un documento que acredita que el espacio cumple con las condiciones de habitabilidad y es apto para la actividad que se va a desarrollar. Las únicas actividades exentas de estas licencias son las profesionales, artesanales o artísticas que se realicen en el domicilio, siempre que no exista venta o atención directa al público.

La barrera de las dudas legales para emprendedores

La dificultad de resolver las cuestiones legales es otra de las barreras a las que se enfrentan los emprendedores al iniciarse en el ámbito empresarial. El análisis destaca que un 10% de las personas encuestadas se ven frenadas por el desconocimiento o incertidumbre jurídica sobre cómo empezar o cuáles son los primeros pasos del proceso.

En este sentido, son recurrentes las dudas de los emprendedores sobre cuál es la forma jurídica más adecuada para su proyecto, cuáles son los trámites que deben llevar a cabo su actividad y en qué plazos los deben realizar, qué ayudas para montar un negocio existen para iniciarla, qué impuestos se deben pagar o cómo proteger la marca o el nombre comercial.

Además, en el caso de que la sociedad se componga de varios socios surgen otras preguntas como, por ejemplo, si se debe suscribir un pacto de socios o si con los estatutos de la sociedad es suficiente, etc.

Falta de asesoramiento jurídico

El 10 % de los encuestados por Legálitas reconoce que las dudas legales bloquean sus decisiones. ¿Autónomo o sociedad? ¿Qué obligaciones fiscales existen?

El miedo al fracaso sigue muy presente

El estigma del fracaso todavía pesa mucho. Muchos emprendedores que no logran sacar adelante su primer negocio no vuelven a intentarlo. Sin embargo, cada vez hay más voces que defienden una visión diferente.

Medidas para fomentar la actividad emprendedora

Para paliar esta situación, casi siete de cada diez de los emprendedores encuestados opina que se puede fomentar el emprendimiento con los incentivos fiscales (67%). En el caso de los jóvenes, también son relevantes las subvenciones (48%), y, en una menor medida, una formación adecuada (30%).

Por otro lado, sería necesario más desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación enfocadas al emprendimiento y la existencia de centros de apoyo a las iniciativas de los jóvenes, donde se ofrezca asesoramiento técnico y apoyo en la gestión de trámites, entre otros recursos.

Aunque no todo son recursos externos... Una buena actitud es vital para tomar el camino del éxito.

Los rasgos más característicos de los emprendedores de menos de 30 años son la persistencia (73%) y la confianza en sí mismos (71%). Emprender no es fácil y así lo confirman los emprendedores españoles, que aseguran que los costes y los trámites burocráticos son las dos mayores dificultades a la que se enfrentaron al iniciar una actividad.

Cambiar la cultura emprendedora

Para reducir el fracaso empresarial es necesario fomentar una cultura más favorable al emprendimiento. Esto implica simplificar los trámites, reducir costes, mejorar el acceso a la formación y normalizar los errores como parte del proceso.

Emprender en España sigue siendo una apuesta valiente, pero llena de obstáculos. Aunque cada vez más personas se animan a lanzar su propio proyecto, la realidad es contundente: el 80 % de los emprendimientos no superan los tres años.

Así se desprende de una encuesta realizada a más de 700 personas en nuestras redes sociales, con motivo del Día Mundial del Emprendimiento, que se conmemora el 16 de abril.

En concreto, el 42% de los usuarios expusieron que el coste es el mayor obstáculo para emprender; seguido muy de cerca por la excesiva burocracia y los requisitos legales para emprender; y los trámites administrativos, con un 40%.

Obstáculos al Emprendimiento en España

Obstáculo Porcentaje de Emprendedores
Coste 42%
Burocracia y Trámites 40%
Dudas Legales 10%

tags: #barreras #para #el #emprendimiento #en #España