Celso García: Un empresario en la mira

La figura de Celso García emerge en el contexto de importantes movimientos financieros y empresariales en España, particularmente en relación con nombres como Jacques Hachuel Moreno y Marc Rich. Para entender mejor su trayectoria, es necesario examinar las conexiones y eventos que marcaron su carrera.

Los inicios de Jacques Hachuel

Jacques Hachuel Moreno, un «financiero» de origen judío, nacido en Argentina y criado en Tánger, comenzó a ganar notoriedad pública en 1987. A través de H CAPITAL, se lanzó a la compra de los almacenes «Celso García».

La conexión con Marc Rich

Otro de los nombres que aparecen unidos a Marc Rich es el de Jacques Hachuel Moreno. Los dos, Rich y Hachuel, abandonaron esta compañía en 1973 y en unión con otros socios de PHILIPP BROTHERS, entre ellos Pincus (Pinky) Green, fundaron MARC RICH AG, domiciliada en Zug, Suiza. A partir de entonces fue cuando Rich se hizo un nombre internacionalmente conocido, traficando con el petróleo iraní durante el embargo, con la Sudáfrica del apartheid, con las embargadas Cuba y Libia, etc.

Hachuel en España

Hachuel llegó a España en el 59, desde Tánger, cuando la ciudad fue recuperada por Marruecos y sus medios de vida se limitaban a un concesionario de automóviles de la marca Citroën regentado por la familia. Entró en el negocio de las «commodities» (tráfico de materias primas) Trabajando para José Gomendio. A finales de los 80 ya había comenzado a alcanzar cierta notoriedad en España y especialmente en Madrid.

El caso ICTS y H Seguridad

El 10 de octubre de 1989 «El País» publicó un artículo titulado «Una compañía israelí de alta seguridad opera ilegalmente en España con cobertura de Hachuel«. La empresa de «alta seguridad» era ICTS y esa cobertura, en realidad, se daba a través de H SEGURIDAD. En el citado artículo se especifica que el vicepresidente de ICTS, Menachem Bacharach, era un teniente coronel del Ejército de Israel que había trabajado 15 años para los servicios de seguridad de su país y para la compañía aérea EL AL, también de Israel.

Lea también: El libro de Bruno Jesús García González sobre emprendimiento

El presidente Dan Issacharoff era, igualmente, un militar de alta graduación. Es más, el vicepresidente ejecutivo de la compañía a fecha de los hechos, Moshe Lan, reconoció en una entrevista dada a «El País» que toda la directiva de ICTS «somos ex funcionarios de seguridad del Gobierno israelí» y que el hijo de Bar Leuf, jefe de la policía israelí y el adjunto de éste, Tarki, si bien no estaban contratados por ICTS, sí tenía relaciones con la compañía.

Lo cierto es que la llegada a España de ICTS precedió a la constitución de H SEGURIDAD, según reconoció el propio Moshe Lan en la entrevista citada, de modo que bien podría sospecharse que H SEGURIDAD fue creada con el fin de servir de tapadera a ICTS y a sus actividades en España dentro de un sector, el de la seguridad, especialmente regulado y estratégicamente sensible. Esta sospecha se acrecienta si tenemos en cuenta que algunos de los más significativos clientes de ICTS estaban relacionados con Hachuel y con Marc Rich.

Así ocurría, por ejemplo, con la inmobiliaria británica HERON, a la que ya hemos visto actuar junto a Hachuel en la compra de las Torres de Jerez; los almacenes Celso García, adquiridos por Hachuel; y la compañía ALFA JET, propiedad de Marc Rich y con Hachuel de socio. Además, en el mes de agosto de 1989, sorpresivamente, todos los poseedores de participaciones de H SEGURIDAD recibieron la orden de venderlas.

Tras la venta de las acciones de H SEGURIDAD, también se supo que la policía no tenía conocimiento, como correspondía según la normativa aplicable, de la citada venta ni de su comprador real. Para acabar de liar esta manta hay que añadir que ni Jacques Hachuel ni ningún miembro de su familia ha figurado nunca como propietario de las acciones de H SEGURIDAD.

A pesar de ello, la vinculación entre esta mercantil y H CAPITAL, entidad inversora desde la que opera el Grupo de Hachuel, y H SEGURIDAD; es evidente por la coincidencia de nombres en los distintos consejos de administración.

Lea también: Fernando García Espín: Innovación empresarial

Problemas legales de Hachuel

En octubre de 1990 saltó a la prensa lo que se llamó el «caso del fraude del IVA». Más de 142 grandes empresas habrían defraudado unos 5.000 millones de Pts de las de entonces comprando facturas falsas a otras 54 pertenecientes a una trama societaria controlada por Pedro Bou. En aquel momento, los abogados de los detenidos declararon que sus representados habían vendido facturas falsas a, entre otras empresas, H CAPITAL, dominada por Hachuel y el mismo día en que si hizo pública la noticia, la sede de esta empresa fue registrada por la policía judicial.

Peor suerte corrió el socio de Marc Rich cuando se desencadenó el «Caso Banesto«. Su implicación, como no podía ser de otra manera, resulta considerablemente compleja y, por tanto, demasiado extensa como para entrar en detalles ahora. En cualquier caso, Jacques Hachuel Moreno fue condenado a cuatro años de prisión menor y la accesoria de suspensión de todo cargo público durante el tiempo de la condena. También resultó obligado a pagar a BANESTO una indemnización de 1.344 millones de Pts.

La conexión de Marc Rich con el Caso Banesto

Por otro lado, el nombre de Marc Rich tampoco fue ajeno a este caso. «Dicho pago se efectuó mediante el procedimiento de ‘blanquear» cuatro cheques al portador, emitidos por las firmas autorizadas contra una cuenta corriente de Nueva York vinculada a las operaciones mercantiles de Marc Rich, empresario que controlaba las dos sociedades compradoras«.

Lo cierto, como continúa diciendo Carlos Schvartz en su artículo, es que «el contacto de Mario Conde con Marc Rich fue facilitado por Jacques Hachuel y no por Alejandro Arroyo. Esto es cierto, aunque incompleto. Es cierto porque Jacobo Hachuel era miembro del equipo directivo de Mario Conde al frente de BANESTO y hombre de su confianza, tan de su confianza que acabó condenado y preso junto a aquél cuando el Caso Banesto llegó a los tribunales.

Jacques Hachuel en el siglo XXI

Busco a Jacques: el mercader cosmopolita de origen judío; el señor del petróleo (actual presidente de la compañía petrolera H-Oil); el infatigable coleccionista de arte contemporáneo; el mecenas cultural; el divertido anfitrión que, en los 80, mezclaba a financieros, intelectuales y artistas de la Movida madrileña; el multimillonario que invertía en medios de comunicación y en ladrillo; el miembro de la Fundación Guggenheim de Nueva York; el académico de honor de la Real Academia de San Fernando; el ‘capitalista rojo’ entusiasmado con su proyecto de microcréditos en África… Busco a Jacques: el hombre que fue asesor comercial del Che Guevara; negoció con Sadam Husein; hizo fortuna junto al magnate petrolero Marc Rich; se dejó cautivar por Mario Conde; alojó en su casa a Andy Warhol e incluso fue el productor (a través de Tesauro) de las primeras películas de Almodóvar, «a quien yo saqué de Telefónica», recuerda sin soberbia.

Lea también: Más información sobre Empresa e Iniciativa Emprendedora

Afincado desde hace años en París -donde estudió Economía y Políticas con notas brillantes-, sus múltiples actividades le obligan a vivir prácticamente en un avión. La víspera de nuestro encuentro había viajado hasta Madrid para reunirse en el monasterio de El Paular, en Rascafría, con un equipo de 25 asistentes que tiene desperdigados por el mundo. «Pero a Madrid vengo, esencialmente, a visitar a mi madre, a punto de cumplir 100 años, y por una serie de recuerdos ligados a la Movida madrileña», especifica este hombre de continua diáspora, que nos cita en su lujosa casa de Puerta de Hierro.

«Lo importante es no echar tripa, ¿sabes? Creo que el envejecimiento empieza cuando comienzas a echar barriga», señala quien se ha casado en tres ocasiones y es padre amantísimo de siete hijos (cuyas edades oscilan entre los 50 años del mayor y los 18 de sus gemelos) que le han dado seis nietos. Su completo desayuno de 1.500 calorías, su entrenador personal, sus partidos de tenis, una Blackberry repleta de citas internacionales y, sobre todo, una «bulimia cultural» que no ha decaído con los años, le mantienen lucidísimo y «eternamente joven». Así lo cree Luz de Châtillon, su secretaria desde hace 30 años, que define a su jefe como un «estratega de los negocios y un ‘gentleman’ divertido y fascinante».

«Vivo con prisas desde que tomé conciencia de que no siempre seguiría vivo. La prisa es consecuencia de una especie de bulimia que me lleva a disfrutar de todo lo que ofrece la vida. De la familia, por encima de todo, pero también de las Artes, la música o la relación con la gente.

tags: #celso #garcia #empresario #biografia