Cómo Cerrar una PYME: Requisitos y Pasos Detallados

Es común en el mundo empresarial que las empresas surjan, pero que también se extingan o dejen de funcionar. Cerrar una SL con deudas suele ser una decisión complicada, pero en ocasiones no queda otro remedio. La salud económica de la empresa suele ser uno de los principales motivos más habituales para su liquidación empresarial. No obstante, este no es el único motivo que puede llevar a la desaparición de un negocio. Aunque se trate de una situación difícil, hay veces en las que es mejor actuar cuanto antes para evitar que los problemas continúen creciendo.

El cierre de una empresa es un proceso complejo que requiere cumplir una serie de requisitos legales y administrativos. Así que en este orden de ideas, vamos a analizar al detalle cómo funciona este cierre o cese desde el punto de vista legal. En este artículo, mencionaremos 5 pasos concretos sobre la disolución, liquidación y cierre de una sociedad.

Causas Comunes para el Cierre de una Empresa

Los problemas financieros son una de las principales causas de la liquidación voluntaria de una sociedad. La mayoría de veces esto se debe a la acumulación de pérdidas. En otras ocasiones, ya sea por una acumulación de deudas o simplemente por las reservas de las entidades bancarias a prestar dinero a la empresa, el negocio no puede continuar funcionando.

En otros casos, a pesar de que la salud financiera es correcta, hay otros síntomas que denotan problemas internos en el negocio. Algunos sectores, como el automovilístico, se han visto inmersos en una pequeña crisis que ha durado un par de años. Así, aunque las empresas tenían capacidad de sobra para producir, era imposible que cumplieran con sus pedidos a tiempo debido a la falta de piezas fundamentales. No obstante, ese no siempre es el problema. Otras veces son las ineficiencias en la producción o la falta de profesionalidad de los empleados es lo que lleva a esas ineficiencias operativas.

Por último, es crucial conocer que los cambios de la demanda pueden acabar con un negocio. Algo así se vivió con Nokia y la llegada de los teléfonos Android. La compañía nórdica no supo ver el potencial de ese sistema operativo, y cuando quiso incorporarlo a su catálogo fue demasiado tarde. Algo similar le sucedió a Kodak cuando surgieron las cámaras digitales.

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Una compañía que funciona bien y que es rentable puede cerrar debido a cambios inesperados en la regulación vigente. Un claro ejemplo de ello fue la entrada en vigor de la Ley Antitabaco. La prohibición de fumar en el interior de los establecimientos condenó a desaparecer a todos los que no pudieron adaptarse a la nueva norma. Reino Unido fue uno de los peor parados.

La estrategia elegida por los directivos de una empresa no siempre es la más acertada. El mejor ejemplo de esto es Blockbuster. El gigante norteamericano del alquiler de películas recibió en el año 2000 una oferta muy interesante. Sin embargo, el modelo de negocio no convenció a los directivos de Blockbuster. 10 años después la sociedad desapareció.

Muchas veces, cuando se cierra una sociedad no se hace solo por uno de estos factores, y es que pueden estar implicados varios de ellos.

Pasos para Cerrar una Empresa

Antes de llegar a su cierre, una empresa debe ser disuelta y liquidada. Este proceso debe pasar legalmente por varias fases:

  1. Disolución de la empresa: Para iniciar el proceso de liquidación de una empresa, su disolución suele requerir la aprobación de la junta general. En la mayoría de los casos, la disolución de la empresa se decide por mayoría en la junta de accionistas. Los motivos de la disolución son los establecidos en los estatutos y la legislación vigente.
  2. La elaboración de los estados financieros: Contar con una auditoría externa que lleve a cabo la contabilidad de todo el pasivo y los activos existentes es vital antes de llevar a cabo la liquidación empresarial. Esto ayuda al empresario a conocer mejor la situación financiera real y facilita la toma de decisiones, puesto que determina la viabilidad de la liquidación voluntaria de una sociedad y cómo deberán distribuirse los recursos.
  3. Inscripción de la resolución de disolución en el registro mercantil: Inicio de la liquidación: El siguiente paso será convocar una junta general de accionistas en la que se seleccionarán los liquidadores de la sociedad. Aquí comienza uno de los pasos para liquidar una empresa que resultan más relevantes. Los liquidadores tendrán unas funciones muy importantes durante este proceso. La primera labor que deberán realizar es llevar a cabo el inventario, algo que puede haberse adelantado si se ha hecho la auditoría previa, y crear el balance.
  4. Proceso de recaudación de impuestos y tasas: A continuación, tendrán que hacer una autoliquidación del impuesto de sociedades. Todas las deudas pendientes deben tratar de cobrarse, y habrá que poner al día las cuentas con Hacienda y la Seguridad Social. Esto último solo en caso de que hubiesen quedado retenciones y cotizaciones pendientes previamente. Una vez que se conocen todos los activos de los que dispone el negocio, hay que proceder a su venta. Sin embargo, la urgencia juega en contra de los propietarios y suele ser bastante común aceptar ofertas muy inferiores al valor por el que se han inventariado los activos.
  5. Extinción: Formalizar Escritura de Extinción en Notaría, Pago del ITP y AJD de los Socios, Inscripción de Extinción en el Registro Mercantil y Comunicación de Extinción a la AEAT.

Disolución de la Empresa

La disolución de una empresa es el proceso por el cual una sociedad deja de existir como persona jurídica. Esto puede ocurrir por diversas causas, como la voluntad de los socios, una sentencia judicial o la muerte de un socio único. Las causas de disolución de una empresa en España se encuentran reguladas en el artículo 363 de la Ley de Sociedades de Capital.

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  • Sentencia judicial: La disolución de la empresa puede ser acordada por un juez mediante sentencia judicial.
  • Solicitud de uno o más socios: Uno o más socios pueden solicitar la disolución de la S.L.
  • Muerte de un socio único: En el caso de una S.L.
  • Fusión o escisión: La S.L.
  • Reducción del capital social por debajo del mínimo legal: La S.L.
  • Pérdida de la causa social: La S.L.

Disolución de Pleno Derecho

La disolución de pleno derecho es un tipo de disolución de sociedades que se produce de forma automática, sin necesidad de la intervención de un juez o de la adopción de un acuerdo por parte de los socios. Las causas de disolución de pleno derecho en España se encuentran reguladas en el artículo 369 de la Ley de Sociedades de Capital.

  • Imposibilidad de desarrollar el objeto social: La sociedad se disolverá de pleno derecho cuando se haga imposible el desarrollo del objeto social.
  • Finalmente, por cualquier motivo que se haya establecido en los estatutos previamente. Quizás existía una cláusula que fijaba la necesidad de disolución en caso de que X sucediera.

Disolver una Sociedad Limitada con Oposición de un Socio

Disolver una sociedad limitada (SL) en España puede ser un proceso complejo, especialmente si un socio se opone.

  • Mayoría: Si los estatutos sociales o la Ley de Sociedades de Capital (LSC) no establecen una mayoría especial, la disolución puede acordarse por mayoría simple de los votos presentes en la junta general.
  • Motivo justificado: Incluso si no se alcanza la mayoría simple, la disolución puede aprobarse si existe un motivo justificado, como la imposibilidad de desarrollar el objeto social, la pérdida de la nacionalidad española o la existencia de un concurso de acreedores.
  • Conflicto entre socios: Si existe un conflicto entre socios que no puede resolverse extrajudicialmente, un socio puede solicitar la disolución judicial de la SL.

Liquidación de la Empresa

La liquidación de una empresa en España, conocida como «disolución y liquidación de sociedades», implica una serie de pasos encaminados a extinguir la existencia de la empresa y saldar sus deudas y obligaciones. En esta fase la empresa sigue manteniendo su personalidad jurídica. Se cesa totalmente cualquier tipo de actividad de la empresa (ya está disuelta). El rol de estos liquidadores es el de pagar deudas con proveedores y acreedores (por orden de prioridad).

Es muy imprescindible evitar liquidar una empresa con deudas pendientes. La empresa debe causar baja en la Agencia Tributaria, como máximo, 30 días después de haber tramitado la disolución empresarial en el Registro Mercantil. El último de los pasos para liquidar una empresa antes de su desaparición total tendrá lugar en la notaría.

Obligaciones de los Administradores en Caso de Disolución

Antes de cerrar, una PYME debes tener en cuenta una serie de cuestiones importantes, que abarcan desde las obligaciones legales y contables hasta las responsabilidades de los administradores y socios, así como las implicaciones fiscales y financieras. Los administradores tienen la obligación de convocar a la junta general en un plazo de dos meses desde que la sociedad se encuentre en causa de disolución, para que se adopte un acuerdo de disolución.

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Si la junta no se constituye o no se logra un acuerdo de disolución, los administradores deben solicitar la disolución judicial o, en su caso, el concurso de acreedores en un plazo de dos meses desde la fecha en que la junta debió celebrarse. El incumplimiento de estas obligaciones puede acarrear la responsabilidad personal de los administradores por las deudas generadas con posterioridad a la causa de disolución. Los tribunales son cada vez más estrictos con estos plazos, considerando que el administrador debería tener conocimiento de la causa de disolución al elaborar los balances trimestrales.

Los administradores responden personalmente frente a los acreedores si la compañía tiene dificultades y se demuestra que no han adoptado las medidas necesarias para subsanar la situación, es decir, si no han desempeñado su cargo con la debida diligencia.

Obligaciones Contables y Formales

Los administradores deben formular las cuentas anuales dentro de los tres primeros meses tras el cierre del ejercicio. Estas deben aprobarse por los socios en los seis meses siguientes al cierre y depositarse en el Registro Mercantil en el mes siguiente a su aprobación.

Si entre la formulación y aprobación de las cuentas ocurren hechos excepcionales y relevantes que afecten significativamente la imagen fiel de la compañía (como una decisión de liquidación, aumento del coste de energía, escasez de materias primas, pérdida de un cliente vital, o detección de un error o fraude), existe la obligación de reformular las cuentas anuales .

La no presentación o el retraso en el depósito de las cuentas anuales puede iniciar un expediente sancionador. Si transcurre un año desde el cierre del ejercicio sin depositar las cuentas, se produce el cierre registral, impidiendo la inscripción de la mayoría de los acuerdos (como cambio de domicilio o ampliación de capital). Además, puede conllevar la responsabilidad de los administradores por daños o deudas sociales y el deterioro de la imagen de la empresa.

Tanto los empresarios individuales como las sociedades deben presentar una declaración censal (Modelos 036 o 037) para comunicar el cese de actividad a efectos fiscales.

Aspectos Financieros y de Endeudamiento

Si la empresa tiene impagados de clientes, es fundamental recopilar toda la documentación que acredite la deuda (pedido, albarán, pruebas de aceptación de extras) y cerciorarse de su corrección. Si el deudor quiere negociar, es crucial firmar un reconocimiento de deuda ante notario y considerar mecanismos como pagarés con nuevos vencimientos.

Antes de una reclamación judicial, es aconsejable verificar la solvencia del deudor, por ejemplo, obteniendo un informe comercial o buscando indicios de patrimonio. Si la empresa deudora ha cesado su actividad, las opciones de cobro se reducen, a menos que tenga inmuebles a su nombre.

Los bancos suelen exigir el aval personal de algún socio para garantizar préstamos, especialmente en los primeros años de actividad, lo que implica una responsabilidad personal si la sociedad no cumple. Es posible negociar para reducir los costes del aval o incluso su caducidad.

Consideraciones para los Socios

Los socios tienen el derecho a separarse de la sociedad en ciertos casos, como la falta reiterada de reparto de dividendos, siempre que se cumplan requisitos legales (como que la sociedad tenga al menos cinco años de inscripción en el Registro Mercantil y que el socio haya protestado por la insuficiencia de dividendos).

Si existen pactos de socios, estos pueden incluir cláusulas que afecten la toma de decisiones, los derechos de información, compromisos de inversión, obligaciones de permanencia o no competencia, y mecanismos anti-bloqueo o de penalización por incumplimiento.

Apoyo Legal para Microempresas en Concurso

Las microempresas que sean personas jurídicas y carezcan de recursos para litigar en el procedimiento especial del concurso de acreedores tienen derecho a asistencia jurídica gratuita para todos los trámites.

En Resumen

Cerrar una SL con deudas es un camino repleto de trámites, aunque debe afrontarse cuanto antes. Los problemas financieros son una de las principales causas para el cierre de estas empresas, y es fundamental tener presentes todas las variables para hacer la liquidación empresarial de forma correcta.

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