¿Te gustaría tener más éxito en tu vida o en tu trabajo? Para mucha gente el éxito es algo lejano, es lo que ven en televisión o en las revistas, o en las noticias sobre grandes empresarios como Jeff Bezos o Bill Gates. Para ellos, el éxito es algo tan ajeno a sus vidas y a ellos mismos que renuncian a él de antemano, como si fuera algo a lo que no tienen derecho, que no ha sido hecho para ellos. Y entonces se refugian en una vida pequeña, y renuncian a sus sueños y a sus ilusiones. Y empiezan a vivir como espectadores, y no como protagonistas de su vida. Pero lo cierto es que tener éxito no tiene nada que ver con la vida de los ricos y famosos.
Y es que muchos, cuando piensan en el éxito, confunden la causa con el efecto. Confunden la riqueza con el éxito verdadero, como si fueran lo mismo. Pero no lo son. El dinero y la fama son, a menudo, una consecuencia del éxito, pero no son el éxito en sí. De hecho, perseguir el dinero y el reconocimiento de los demás como meta principal es una garantía de vacío y de infelicidad. Porque el verdadero éxito empieza siempre dentro de ti mismo, con tus hábitos de vida y de pensamiento.
Mira, si tuvieras que llevarte una única idea de este episodio, que sea esta: el éxito real consiste en encontrarle sentido verdadero a lo que has decidido hacer, y en estar verdaderamente presente y dedicado cuando lo haces. Porque, igual que no hay dos personas idénticas, tampoco hay un único concepto del éxito. Por supuesto, la vida está llena de retos y dificultades, y a veces ese concepto de éxito que diseñamos no es fácil de alcanzar. Quizás lleves ya mucho tiempo trabajando por un ascenso que aún no llega. O queriendo fundar tu propio negocio, y aún no te has atrevido. Pero, más allá de los factores externos que pueden influir, la verdadera clave en este camino hacia tu éxito personal es tu manera de pensar.
Las 7 Claves Prácticas de la Psicología del Éxito
A continuación voy a explicarte cuáles son las 7 claves prácticas de la psicología del éxito, y cómo piensa la gente exitosa:
- Manejo de la Mentalidad y Creencias Limitantes: Porque tus posibilidades de éxito van a depender en gran medida de cómo tú percibas tu propia capacidad. Pero fíjate: la clave de la psicología del éxito no está en no tener estos pensamientos, porque eso es imposible. Lo que diferencia a la gente de éxito es cómo manejan sus pensamientos y su creencias limitantes: porque, aunque los tienen, no permiten que contaminen su conducta. Es decir, la gente que tiene verdadero éxito también tiene inseguridades y miedos: pero, a pesar de ellos, actúa, pone acción imperfecta en el mundo, y sigue avanzando.
- Visión Clara: En segundo lugar, las personas que tienen verdadero éxito tienen una Visión muy clara de lo que quieren conseguir, por muy lejana que les parezca. Y, precisamente, extraen su fuerza del hecho de que esa visión está alineada con sus valores, con sus talentos y con sus intereses, y por eso les importa profundamente.
- Plan de Acción: La tercera clave de la psicología del éxito es tener un plan de acción: es decir, las personas de éxito desglosan su visión en objetivos, y estos en tareas concretas. Pensar cosas como «Quiero bajar de peso», o «Quiero ese ascenso en el trabajo», no sirve de nada. Los verdaderos objetivos son SMART, que es el acrónimo en ingles de: específico, medible, alcanzable, realista y con un plazo concreto.
- Sacrificio de Cosas Pequeñas: La cuarta clave de la psicología del éxito es la siguiente: la gente exitosa ha aprendido a sacrificar cosas pequeñas por otras más importantes. Todos tenemos las mismas 24 horas en un día, pero no todos las usamos de la misma manera. A todos nos gustaría salir a menudo con nuestros amigos, pasar tiempo con la familia, tener varios hobbies, relajarnos delante de la televisión, viajar a menudo y a la vez tener una carrera profesional o un negocio espectaculares. El único problema es que todas estas cosas requieren tiempo y energía, y el tiempo y la energía son limitados. Por eso, las personas que tienen verdadero éxito han aprendido a decir que no a muchas cosas que pueden ser agradables, pero que no les acercan a sus objetivos. ¿Esto quiere decir que no puedas ver nunca una serie o salir a tomarte una copa? Evidentemente no.
- Escucha Atenta y Crítica: Y no me entiendas mal: quienes han alcanzado el éxito suelen ser personas dispuestas a escuchar. Siempre es valioso escuchar opiniones y puntos de vista distintos sobre la realidad. Las personas de éxito escuchan de manera atenta pero crítica, y se quedan solo con aquello que de verdad les aporta valor. No todas las críticas son malas, ni muchísimo menos. De hecho, pueden ayudarnos a superar nuestros sesgos cognitivos y a ver mejor la realidad a nuestro alrededor. Porque alcanzar metas exigentes, no es sencillo, y vas a encontrarte con muchas personas que no creerán en ti, que criticarán tus ideas sin argumentos, o que simplemente estarán proyectando sobre ti su visión pesimista de la vida.
- Rodearse de las Personas Adecuadas: La sexta clave de la psicología del éxito consiste en rodearte de las personas adecuadas. Le dan mucha importancia a su red de relaciones, no solo por interés: sino también porque saben que las personas que les rodean les influyen, y quieren que esa influencia sea positiva y recíproca.
- Constancia: Y por último, el séptimo secreto de la gente de éxito es la constancia: cuando tienen un objetivo que les importa profundamente, no abandonan cuando las cosas no salen como esperaban. Si quieres lograr algo ambicioso e importante para ti, no te desanimes ante los obstáculos: trátalos como una realidad normal.
La Psicología del Emprendedor: Más Allá de la Teoría
La psicología del Emprendedor, comienza su camino desde cualquier lugar y momento. Lo escuché muchísimas veces al principio, toda clase de enunciados objetivos y justificados, acerca de todas las razones por las cuales era una locura entonces, y es una locura ahora, todo lo que queríamos hacer, y bueno no puedo decir que hemos hecho “todo aquello”, pero definitivamente hemos hecho “algo”, y estoy convencido que eso es bueno; no se debe de estar listo, en lo más mínimo, se debe de estar precisamente “loco”, término el cual en otras palabras define a una persona que, lejos de seguir el sistema para el cual ha sido programado, se sale del mismo para crear otro carril, imaginemos que vemos peces en el curso natural de un río, y luego, sin mayor sentido aparente, el deseo de encontrar uno nuevo, uno de estos nada en contra de la corriente y termina por llegar a otra vertiente, o sencillamente, descubre un nuevo lugar; todas las barreras psicológicas que se deben de romper en ese momento, son precisamente las cuales se nos enseña durante tantos años previo al emprendimiento: Seguridad, estabilidad, control; todas ilusiones.
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El emprendedor, decide de un momento a otro, cambiar todas estas ilusiones de comodidad, por una vida, de muchísimas complicaciones, y sin subrayar en lo que se lee todo el tiempo, una vida lejos de cualquier especie de horario o rutina; el emprendedor nunca está listo, nunca está terminado, un emprendedor, es sencillamente eso: Una persona que lo único que sabe hacer, es caminar y caminar, como un carpintero hace carpintería, un emprendedor sencillamente camina desde donde se encuentre, lo más lejos que pueda llegar.
Se debe de emprender, incómodo, muy lejos de un panorama seguro, muy lejos de tomar experiencia mientras tanto, a la psicología de un emprendedor se le hace imposible pensar en un solo pedazo del sistema para el que trabaja, el emprendedor y líder, no piensa en las razones por las cuales el camino se puede complicar, de pronto en medio de la oscuridad de alguna madrugada, el emprendedor imagina la luz, visiona, y se hace una idea de algún lugar, toma lo que sea que posee a su alcance y luego recoge durante todo su camino lo que sea que le pueda servir para llegar al siguiente tramo, se re-inventa constantemente de acuerdo a como cambien las condiciones del clima y las apariencias, el emprendedor no se determina por las mismas, el emprendedor las transforma, no es producto de su medio ambiente, por el contrario lo transforma cuanto le sea posible para utilizar sus mismas limitantes aparentes, a su favor.
El emprendedor sencillamente, si no posee cueva, la encuentra, si no posee fuego, lo crea, si no posee luz, aprende a ver de noche; en cualquier momento de su vida, desde cualquier lugar. Todo lo anterior, sin ninguna excusa que valga, incondicionalmente, determinantemente, punto. Hágalo hoy, con lo que tiene, escriba un plan y comience, y luego, NUNCA SE DETENGA.
El Tiempo, la Información y el Sistema del Emprendedor
El verdadero emprendedor no ocupa el reloj sino para darle valor a su tiempo, nada, absolutamente nada es tan o más importante para ningún ser humano, que el tiempo que se le ha sido otorgado; sin tiempo, nada de lo que acontece en la vida de nadie, salud, felicidad, auto-realización, familia o negocios, son posibles; sin tiempo, NADA existe. Y, por tanto, el emprendedor no debe de hacer otra cosa más, que cuidar con mucho celo, a qué dedica su tiempo, dependiendo del lugar al que se desee llegar, al cual se haya visionado, la cantidad de tiempo que se debe de invertir, es directamente proporcional a la idea que se pretende desarrollar, a grandes y épicas ideas, grandes y épicas cantidades de tiempo.
A mayor cantidad de planes, se requiere, determinantemente, de mayores cantidades de información y de mayores capacidades para invertir mejor el tiempo, para guardar, transmitir y multiplicar, la capacidad abstracta de generar información, para traerla a la realidad, se requiere de un manejo de inteligencia multilateral, aún si es inconsciente. A mayor cantidad de información, la persona que lidera una formación en equipo, debe de aprender el arte de aprender todos los días y practicar lo aprendido, de manera inmediata. Entre más grande y claro sea el sistema de pensamiento del Líder, más grande y clara será La Empresa en su debido momento, y, mayor cantidad de información debe de saber encapsular su director para poseer la capacidad y la filosofía, de saber cómo piensa, por qué y cómo actúa, cada uno de los integrantes de su equipo; debe de poseer la capacidad de abstraerse y hablar el lenguaje de los demás, aprender a identificar los términos que el otro comprende, saber hacer cada una de las tareas bajo su dirección, y, si delega, el líder sabe, con exactitud, el resultado que se debe de obtener, con cada una de las actividades que se desarrollen, dentro de su sistema.
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El Emprendedor sabe demasiado bien el valor de su sistema, ya sean 4, 40, 400 o 4,000 personas; y su mente funciona, solamente detrás de esa dirección. Sacrificio, duda, frío, temor. Todo lo anterior, se vence en equipo, a largo de su camino, el emprendedor que se vuelve empresario, escoge, milimétricamente a su equipo, y lo hace, por sectores. El emprendedor sabe a la perfección su valor y el de su equipo, y no descansará hasta alcanzarlo, mientras tanto hará lo que deba de hacer para lograrlo. Sabe a la perfección el valor de sus ideas, el valor de su tiempo, el valor de su información, y, por tanto, escoge con mucho cuidado, a su equipo el cual, a lo largo de los años, puede crecer en la dirección correcta o no; eventualmente se puede y debe de aprender a descubrir, habilidades de liderazgo en los demás, y se deben desarrollar, con espacio suficiente para el error individual, con espacio suficiente para el error colectivo, en definitiva, para la evolución positiva del sistema. Toda empresa que deja de evolucionar, históricamente, muere. Y, por tanto, todo equipo que deje de aprender, irremediablemente, también lo hace.
La psicología del emprendedor no va a dejar de trabajar hasta que, detrás de una pared, a la vuelta de una curva o al otro lado del mar, se encuentre consigo y el valor que considera en su equipo, sus ideas, y lo que juntos saben realizar, lo que sea que esto sea. La psicología del emprendedor, depende en gran medida del estado psicológico de su equipo a su vez, aprenderá a dejar solos a quienes deba de hacerlo, aprenderá a escuchar a quién necesita expresarse, y aprenderá a decir no, cuando deba de hacerlo a su vez; en su psicología, conceptos como sacrificio, experiencia, trabajo, desvelo, son todos una sola cosa, y por tanto, por su misma condición y naturaleza, muchas veces espera lo mismo en proporción, luego, eventualmente aprende a distinguir dentro de sus capacidades, las de los demás, y reconoce que, cada uno es diferente por cuanto a distracción y descanso, y aquí, uno de los mayores acertijos por resolver de la mayoría: ¿Cómo hacer para que todo suceda en el momento que es necesario? ¿Cómo hacer para, que el equipo realice sus tareas, de acuerdo a la capacidad individual y colectiva que se posee como organización?
Mi respuesta para esto es sencilla: Se elabora un Plan, y se ejecuta con Paciencia, en Equipo. Eventualmente, si se insiste lo suficiente, pequeñas cosas en el día a día van tomando forma y van presentando sus propios resultados, tenga mucha paciencia, que todo lo anterior, dará resultado si y solo si, se poseen altas dosificaciones de paciencia a largo plazo.
Mentalidad Empresarial y Factores Psicológicos Clave
Se estima que el 95% de los emprendedores no tienen la mentalidad adecuada para desarrollar un negocio. ¿Cuáles son los factores que inciden en estos elevados porcentajes? ¿Por qué la mayor parte de proyectos que nacen fracasan al poco de iniciar su actividad? Según Nacho Muñoz, experto en Mindset e InfoEmprendimiento, existen una serie de rasgos que definen una mentalidad empresarial capaz de llevar cualquier proyecto a un estado superior. La mentalidad entendida como una fórmula capaz de fijar la forma en la que las personas son capaces de enfrentarse a un reto en cualquier ámbito, también del empresarial.
Durante años, Muñoz ha analizado de la mente de los emprendedores -empresarios y empresarias- más brillantes del planeta para saber cuáles son los patrones que los han hecho diferentes al resto de emprendedores. “Es importante saber cómo piensan, cómo actúan y cómo reaccionan ante un problema en su negocio para después instalar esos patrones de comportamiento en mi mente y que nunca más se fueran de ahí”.
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Rasgos de una Mentalidad Empresarial de Éxito
- No bloquearse: Una mentalidad empresarial de éxito es capaz de tomar decisiones en situaciones de total incertidumbre y no paralizarse por ello.
- Vocación de servicio: Orientado a servir y ayudar a los demás y no querer tener razón siempre.
- Espíritu comunicador: El emprendedor o empresario de largo recorrido es, por lo general, un gran comunicador con su entorno más cercano y con el resto del mundo.
- Margen para las críticas: Nunca debe tomarse las críticas y el feedback como algo personal sino como una oportunidad de mejora.
- El dinero es un medio, no un fin: Pensar en el dinero como un fin y no como un medio para lograr los objetivos es uno de los grandes errores.
La Economía Conductual y la Toma de Decisiones
La economía y la psicología se necesitan mutuamente para explicar cómo funciona el cerebro a la hora de tomar decisiones económicas. Las decisiones económicas se guían, en gran parte, por lo se conoce como el sentimiento económico, añade Patricia Suárez: “Influye lo que podemos considerar el estado de ánimo general, que lo crean los indicadores macro y microeconómicos, pero también factores de índole emocional, como el estado de las economías domésticas”. La psicología influye tanto en la toma de importantes decisiones de gestión de las empresas, como en las que tienen que ver con los pequeños gastos personales y el ahorro.
Uno de los campos donde más evidente es la influencia de la psicología financiera es en el terreno de la inversión. Al igual que en otras áreas de la economía, tradicionalmente se ha tratado de explicar el comportamiento de los mercados financieros partiendo de la premisa de que los agentes que lo componen son racionales.
En su obra “Thinking, Fast and Slow”, Daniel Kahneman identifica dos formas de pensamiento: el sistema rápido, que funciona de forma automática y casi inconsciente y, en consecuencia, requiere muy poca energía a nuestro cerebro; y el pensamiento lento, que se ocupa de actividades mentales, como el cálculo complejo, que requieren mayor esfuerzo. Los sesgos cognitivos nacen de la necesidad que tenemos las personas de emitir juicios inmediatos para responder rápidamente ante determinados estímulos o situaciones. Por su parte, los atajos mentales (también llamados heurística) nos llevan a tomar decisiones sin tener en cuenta toda la información disponible o necesaria: sin darnos cuenta tomamos una pequeña parte de la información y asumimos que sabemos todo lo necesario.
Sesgos Cognitivos Comunes en la Toma de Decisiones
- Exceso de confianza: Es la tendencia a sobreestimar o exagerar la capacidad de una persona para realizar con éxito una tarea determinada.
- Ilusión de control: Hace referencia a la tendencia de los individuos a pensar que tienen la capacidad de influir en situaciones sobre las que, en realidad, no tienen ninguna incidencia.
- Confirmación: Consiste en interpretar la información recibida o buscar informaciones nuevas que corroboren las ideas previas y fijarnos más en aquello que nos lleva a confirmar nuestras creencias.
- Anclaje: Es la predisposición a dar más peso a la información obtenida en primer lugar que a una información nueva que la contradice.
- Aversión a las pérdidas: BBVA Asset Management explica que este sesgo es “la tendencia que tenemos las personas a tener más en cuenta una pérdida que una ganancia de la misma magnitud”.
- Falacia del coste hundido.
- Sesgo de autoridad.
Competencias Emprendedoras y Rasgos de Personalidad
Más de la mitad de los proyectos emprendedores fracasan por la personalidad de las personas que los llevan a cabo. En los últimos años, los estudios sobre la capacidad emprendedora han incluido las características psicológicas de las personas que emprenden. La actitud emprendedora es la conducta de administrar los recursos para generar unos resultados, según la actividad en que se desarrolla. Para que un proyecto empresarial tenga éxito es necesario conocer las competencias emprendedoras de la persona o personas que van a estar al frente del mismo.
Los determinantes importantes del comportamiento emprendedor son los rasgos de personalidad que presentan los individuos. El siguiente paso es preguntar cuáles son estos rasgos de personalidad. Aquí, es necesario considerar que sólo aquellos rasgos que han tenido fuertes argumentos científicos pueden ser considerados como integrantes de la personalidad emprendedora. Por fortuna, la literatura ha empezado a converger en un grupo determinado de rasgos y en el que, en mayor o menor medida, están de acuerdo los investigadores.
Rasgos de Personalidad Clave en el Comportamiento Emprendedor
- Locus de Control Interno Alto: Las personas con un locus de control interno alto piensan que ellos son capaces de controlar los resultados, por lo que dedicarán más esfuerzo y persistencia hacia los resultados deseados, lo que, a su vez, debería ayudar a iniciar una aventura empresarial y a mantenerla exitosamente. Por el contrario, las personas con locus de control externo pueden ser más pasivas.
- Autoeficacia: La autoeficacia se refiere a la convicción de que uno puede organizar y ejecutar efectivamente acciones para producir unos resultados. Refleja la percepción para realizar un trabajo o tarea concreta. La autoeficacia afecta a la elección de la acción y a la cantidad de esfuerzo ejercido. Dado que la autoeficacia predice la perseverancia ante dificultades y la efectividad personal, también se relaciona con la actividad emprendedora.
- Propensión al Riesgo: Los individuos con puntuaciones altas en esta dimensión, estarán inclinados a comportamientos de alto riesgo, es decir, considerarán las alternativas cuyas consecuencias finales puedan alejarse de su marco de expectativas de resultados. Es obvio que la actividad emprendedora implica, por definición, asumir riesgos de algún tipo. La tolerancia y actitudes positivas hacia el riesgo predicen la formación de intenciones emprendedoras.
- Proactividad: Esta se refiere a la tendencia a iniciar y mantener acciones que directamente cambian el ambiente circundante. Las personalidades proactivas identifican oportunidades y actúan sobre ellas, muestran iniciativa, realizan acciones directas y perseveran hasta que consiguen un cambio significativo. La proactividad implica un énfasis en anticipar y prevenir problemas antes de que ocurran y una orientación a la acción que incluye una interpretación creativa de las normas y un alto nivel de persistencia y paciencia para operar el cambio.
El emprendedor se enfrenta a innumerables obstáculos que pasan por la falta de cultura emprendedora, falta de recursos y falta de conocimientos y consecuentemente inseguridad en el terreno empresarial. Todo esto constituye un reto permanente para los emprendedores, que se puede y se debe apoyar en la formación continua. Lo que sí está claro es que los emprendedores y su personalidad, son claves para la economía.
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