En el mundo empresarial, las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) son consideradas el motor de la economía, representando una parte significativa del tejido productivo de la mayoría de los países. España es un país cuyo tejido empresarial depende completamente de las pymes, con más de 9 de cada 10 sociedades que pueden ser consideradas como tal.
Sin embargo, para acceder a las diferentes ayudas y subvenciones disponibles, es fundamental entender qué se considera exactamente una PYME desde el punto de vista legal y administrativo. Es fundamental que las empresas interesadas se aseguren de cumplir con los criterios establecidos y se mantengan informadas sobre las posibles modificaciones en la normativa vigente.
Definición Legal de PYME
Su definición oficial se puede encontrar en el reglamento nº 651/2014 de la Comisión Europea, concretamente en su Anexo I. Una pyme solo puede ser llamada así si es una empresa. Según dicho documento, se considerará empresa “toda entidad, independientemente de su forma jurídica, que ejerza una actividad económica. En particular, se considerarán empresas las entidades que ejerzan una actividad artesanal u otras actividades a título individual o familiar, así como las sociedades de personas y las asociaciones que ejerzan una actividad económica de forma regular”.
Requisitos para ser PYME
En el contexto de las subvenciones, la Unión Europea (UE) ha establecido una definición precisa de lo que se considera una PYME, recogida en la Recomendación 2003/361/CE. Cumplir con los requisitos para ser considerado PYME es fundamental, ya que permite acceder a ayudas y subvenciones específicas para este tipo de empresas. Además, facilita el acceso a líneas de financiación y a programas de apoyo empresarial que fomentan el crecimiento y la competitividad de las pymes en el mercado.
Los criterios principales para determinar si una empresa califica como PYME son:
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- Número de empleados (UTA): Una PYME es una empresa que tiene menos de 250 empleados. El número de empleados es el elemento determinante para que una compañía obtenga la categoría de pyme.
- Volumen de negocio o balance general anual: Además del número de empleados, otros requisitos legales para ser PYME que se deben cumplir son, al menos, una de las siguientes condiciones financieras:
- Un volumen de negocio anual que no exceda los 50 millones de euros. El total del volumen de negocio se calcula sin contabilizar el IVA ni los tributos indirectos.
- Un balance general anual que no exceda los 43 millones de euros.
- Independencia de la empresa: La empresa debe ser independiente (empresa autónoma), es decir, no debe estar controlada por otra empresa o grupo de empresas que no sean PYMEs. Además, ninguna sociedad no pyme puede poseer más del 25% de su capital o de sus derechos de voto.
En cambio, para obtener la condición de pyme, solo es necesario que, una vez se cumpla con el primer requisito, la empresa cumpla con uno de los otros dos requisitos, referentes a la cifra de volumen de negocio y de balance general. De esta manera, que una empresa supere uno de los dos límites máximos previamente establecidos no implicará que dicha empresa no pueda ser considerada una pyme.
Según la categoría en la que encaje una empresa, puede ser necesario que incluya datos de una o varias empresas al efectuar el cálculo de la condición de pyme. Al efectuar los cálculos, debería utilizar los datos que figuren en las últimas cuentas anuales aprobadas de la empresa. Si se trata de una empresa de nueva creación que todavía no tengan sus cuentas cerradas, lo que se hace es usar datos basados en estimaciones referente al ejercicio financiero.
Tipos de PYMES
Así pues, las pymes pueden ser muy diferentes entre sí. Para dividirlas se habla de tres tipologías distintas: micro, pequeñas y medianas empresas.
Las pymes se clasifican en dos grupos según sean empresas sin asalariados o con asalariados. Asimismo, en el supuesto de contar con empleados, es posible hablar de tres tipos de pymes que se dividen en:
- Microempresas: Se considera como aquella sociedad que tiene una plantilla inferior a 10 personas y que tiene un volumen de negocios anual de como mucho 2 millones de euros.
- Pequeñas empresas: Sería la que ocupa a menos de 50 trabajadores y factura o tiene balance anual menor a 10 millones de euros. El criterio de pequeña empresa, por contraposición a mediana empresa, se fija por debajo de 50 empleados, 5 millones de euros de facturación y 2 millones de euros en activo.
- Medianas empresas: Es la que cuenta con menos de 250 empleados e ingresa 50 millones de euros anuales a lo sumo.
A partir de los 250 empleados las empresas pasan a tener la categoría de grandes y dejan de poder considerarse pymes.
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Estabilidad de la Condición de PYME
El artículo 4, apartado 2, proporciona estabilidad y certidumbre a las empresas que se encuentran próximas a los umbrales definidos y corren el riesgo de superarlos temporalmente durante un ejercicio excepcional o en mercados volátiles. La finalidad del artículo 4, apartado 2, de la definición de pyme es garantizar que las empresas que crezcan no resulten penalizadas con la pérdida de condición de pyme a menos que superen los umbrales pertinentes durante un período prolongado.
Así, en el caso de que una empresa supere los niveles máximos establecidos para los efectivos o el ámbito financiero durante el año de referencia, este hecho no afectará a su situación y conservará la condición de pyme que tenía al inicio del ejercicio contable.
En la misma línea, aquellas empresas consideradas pymes que solo perderán su condición cuando superen los umbrales establecidos (bien sea excediéndose en lo referente al requisito de efectivos o a ambos requisitos financieros) durante dos ejercicios consecutivos.
Ventajas y Desventajas de ser PYME
Que una empresa sea reconocida como PYME le garantiza una serie de ventajas significativas que pueden ser cruciales para su desarrollo y crecimiento. Esto no es un simple capricho, ya que las pymes pueden conseguir muchas ayudas y subvenciones que no están disponibles para otro tipo de empresas.
Una vez visto qué es una pyme y sus características, es el momento de adentrarse en los beneficios y retos a los que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas.
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En cuanto a las ventajas de una pyme, es preciso destacar su acceso a ayudas públicas, especialmente marcado en el caso de los fondos europeos NextGenerationEU. También su resiliencia y capacidad para ir moldeando su negocio a la demanda existente en el mercado, gracias a que normalmente mantienen un contacto muy cercano, o incluso directo, con su público objetivo y potencial.
Por otro lado, las desventajas de una pyme están asociadas a su tamaño y nivel de facturación anual. Al tener menos ingresos que una empresa grande, cuentan con una capacidad más reducida para endeudarse. Aquí podrían encuadrarse algunos procesos que requieren de un fuerte desembolso económico inicial, como el de la internacionalización, en los que se debe ponderar con cuidado los desafíos económicos y financieros que supondrían para la empresa, ya que un error puede poner en riesgo su propia supervivencia.
Situación de las PYMES en España
Las pymes y todo lo que estas representan son piezas clave en el tejido productivo y en la economía de España, así como en el conjunto de la Unión Europa: nueve de cada diez empresas son pymes y estas generan dos de cada tres puestos de trabajo.
Cada año el Ministerio de Industria y Turismo publica el informe Retrato de la PYME, en el que realiza una radiografía de la evolución de las pequeñas y medianas empresas en España. Según el análisis de 2023, de las 3.207.580 empresas existentes en el país, 3.202.717 serían pymes (el 99,8 % del total) y tan solo 4.863 se situarían en la categoría de grandes.
Además, al analizar en detalle los datos, se observa que dentro de las propias pymes la mayor parte de ellas son pequeñas o medianas sin asalariados o microempresas. En concreto, el informe indica que la distribución de la pyme en España por tamaño es de:
- Pymes sin empleados: 1.719.297.
- Pymes con empleados: 1.483.420.
- Microempresas: 1.335.393.
- Pequeñas: 127.718.
- Medianas: 20.309.
Por último, en el informe también se estudia cómo se distribuyen las pymes en atención a su sector empresarial y se concluye que el 20,2 % corresponde al comercio, el 11,8 % a la construcción, el 5,5 % a la industria y el 62,6 % al resto de los servicios.
En concreto, según los datos recogidos en los Informes elaborados por la D.G. de Industria y de la PYME, la situación de las pymes en España ha evolucionado de la siguiente manera:
A enero de 2021:
- Número total de pymes activas: 2.879. 948
- Empleo generado: 10.131.728
En enero de 2021 las empresas activas en España sumaban un total de 2.884.713, generando un empleo total de 15.790.645.
A noviembre de 2021:
- Número total de pymes activas: 2.928.418
- Empleo generado: 10.641.646
En noviembre de 2021 las empresas activas en España sumaban un total de 2.933.435, generando un empleo total de 16.568.765.
En ambos casos, los sectores que predominan son el sector servicios, la construcción, el sector agrario y la industria.
Pese a los efectos de la pandemia, todavía notorios en la economía del país*, el número de pymes ha seguido creciendo a lo largo del año 2021, de la misma manera que lo ha hecho el empleo generado por las mismas.
Las Pymes (con o sin trabajadores a cargo) suman, suman, a de marzo de 2025, un total de 2.949.483 empresas, lo que representa el 99,8% del total del tejido empresarial español. Las pymes desempeñan una función decisiva en la creación de empleo. Las ventas de las pymes volvieron a acelerar su ritmo de expansión, aumentando un 5,4% interanual en el cuarto trimestre. Desde 2019, ejercicio prepandemia, hay 11.300 microempresas menos. Donde más empleo de PYMES hay es en el sector servicios, que acapara el 76,79% del empleo. Las PYMES de entre 0 y 249 son mayoritarias en todos los sectores productivos, más del 99%, mientras que las grandes PYMES ocupan un lugar residual.
Según la Fundación Fundeu, cuyo objetivo es el buen uso del español en los medios de comunicación, pyme debe usarse como un nombre común y no como una sigla (PYME o Pyme). Y es que, prosigue, la sigla PYME (que a veces también aparece escrita Pyme) se ha convertido en un nombre común y, por lo tanto, conviene escribirse en minúscula: pyme. Por último, según el diccionario de Finanzas Claras patrocinado por Bankinter, pyme es la abreviatura de pequeña y mediana empresa.