Liderazgo Delegador: Características y Aplicaciones

Como ya hemos hablado en varios posts anteriores, resonancia cumple un papel esencial en el liderazgo. En el post de hoy comentaremos las cuatro primeras, que alientan la resonancia y promueven el rendimiento.

En la actualidad, la figura de un líder es esencial para el desarrollo y crecimiento de una empresa. Hoy día vivimos en entornos donde las expectativas y demandas cambian a gran velocidad. La respuesta está en el liderazgo situacional, un modelo de gestión que se basa en evaluar las necesidades de cada momento, elegir la solución más acertada y utilizar la forma de liderazgo más útil para alcanzar nuestro objetivo.

El liderazgo situacional se define como un tipo de liderazgo en el que los líderes encomiendan las diferentes tareas y proyectos en función del grado de formación, habilidades y nivel de compromiso y actitud a los que componen un equipo.

Pero ¿en qué consiste? Este concepto de liderazgo situacional es una forma de liderazgo adaptable y flexible que termina con la visión de un único modelo de gestión. El origen de este liderazgo comenzó con el Modelo de Paul Hersey (científico y empresario) y Ken Blanchard (escritor y especialista en management). Estos dos autores son reconocimos como los padres de la teoría del liderazgo situacional (1967).

Según nos dice esta teoría, los líderes tienen que centrarse en uno de los diferentes estilos de liderazgos que existen. A su vez, la teoría del liderazgo situacional afirma que no existe un estilo de liderazgo mejor que otro, sino que el éxito de cada estilo de liderazgo dependerá de las circunstancias a las que se amolde. Esta elección dependerá del grado de madurez o disposición de sus empleados, es decir, las ganas de superación y habilidades en el desempeño de las tareas.

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Así pues, la teoría del liderazgo de Hersey y Blanchard no sostiene que haya que mantener un modelo estático de liderazgo, sino que el estilo de liderazgo ha de ser flexible y escoger el mejor que se adapte a la situación de cada equipo de trabajo y empresa. Por ejemplo, si los trabajadores son muy experimentados y llevan años en la empresa (son maduros), el mejor modelo de liderazgo será uno en la que no necesiten de mucha guía, ni supervisión ni intervenciones no pedidas.

Los Estilos de Liderazgo Situacional

Partiendo de los dos modelos directivos anteriormente nombrados. Podemos añadir que en el liderazgo situacional se ramifica en cuatro modelos, que van en sincronía a los niveles de desarrollo de los empleados: directivo, persuasivo, participativo y delegado.

  • Liderazgo directivo: El líder es quien está al mando y posee la total responsabilidad de planificar y asignar las tareas a sus subordinados y las instrucciones que solicitan. Se diferencia principalmente por la alta preocupación por las tareas. El líder se responsabiliza de la toma de decisiones estableciendo el qué, cuándo y cómo. De otra forma, los empleados tendría una alta sensación de temor y desconcierto. El estilo directivo dentro del liderazgo situacional está muy orientado a las tareas y poco al fomento de relaciones, por lo que el líder se encarga de dar instrucciones claras y contundentes y controlar todo el trabajo al dedillo.
  • Liderazgo persuasivo: Sigue la misma línea del liderazgo directivo, pero con algunas modificaciones. Aunque el líder establece roles y tareas, comienza a solicitar feedback al equipo premiando también sus logros. Es un estilo de liderazgo orientado tanto a la relación líder-empleado como a las tareas y sus resultados, por lo que el líder intenta vender sus instrucciones en forma de ideas persuasivas al grupo explicando directivas.
  • Liderazgo participativo: Se caracteriza por un alto interés en las relaciones y personas, dejando en un segundo plano el control de tareas y sus resultados. En estas situaciones el líder asume un rol de apoyo, fomentando una buena comunicación para implantar un mejor clima con sus trabajadores.
  • Liderazgo delegador: Es el objetivo que cualquier empresa debería conseguir. Es el líder el encargado de evaluar y detectar el talento, delegando tareas a su equipo. Dentro de la teoría del liderazgo situacional, el modelo de liderazgo delegador es el que establece el máximo nivel de autonomía para los trabajadores.

El Liderazgo Delegador en Profundidad

En esta variante de liderazgo, el líder tiene como misión reclutar talento para así delegar tanto tareas, como responsabilidades a aquellos trabajadores que sean capaces de asumirlas, fomentando su desarrollo profesional.

Posiblemente el estilo de liderazgo Laissez Faire es el más liberal de todos ellos, donde el líder tiene un papel pasivo y se convierte en un simple gestor de tareas, encargado de distribuirlas a los diferentes miembros del equipo, recayendo toda la responsabilidad y libertad en manos de los mismos. En el estilo de liderazgo Laissez Faire, los colaboradores tienen total independencia operativa.

El manager no juzga ni valora las contribuciones de los miembros del equipo, ya que éstos cuentan con libertad total y sólo les dará soporte si ellos se lo piden. De esta forma, todo el poder recae en manos de los miembros del equipo. El desarrollo competencial de los colaboradores se dispara, al ser ellos mismos quienes tienen que resolver las distintas circunstancias de su día a día laboral.

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Imaginemos una situación, nunca mejor dicho, en que se ponga en marcha el estilo número 4, el delegador. Hay que tomar una decisión importante que afectará al rumbo de la empresa y cuyas consecuencias pueden ser determinantes.

El líder, adoptando un estilo delegador, otorga a cada diseñador la libertad para tomar decisiones y gestionar sus propias tareas. El líder establece metas claras y proporciona los recursos necesarios, pero no interviene en los detalles operativos.

Ventajas del Liderazgo Delegador

En el estilo de liderazgo Laissez faire prácticamente todo el poder recae en manos del equipo de trabajo, esto puede ocasionar problemas cuando el equipo sea inmaduro y no esté preparado para la toma de decisiones.

Cuando se dispone de un equipo de trabajo con una gran experiencia en el sector de la organización, el desarrollo competencial de los integrantes está en sus niveles máximos y todos los miembros del grupo disponen de la información necesaria para la toma de decisiones.

Los niveles de compromiso de cada uno de los integrantes del equipo hacia la compañía deben de ser altos. Se dispone de un equipo formado por miembros expertos donde cada uno de los integrantes tiene más conocimiento que el propio líder. Entornos donde los colaboradores valoran la autonomía e independencia.

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Como has visto y como cualquier otro estilo, el liderazgo liderazgo Laissez Faire puede ser muy positivo en algunos contextos y contraproducente en otros.

Es de suma importancia saber elegir el modelo adecuado para despertar la confianza y el interés de tu equipo, fomentando así el desarrollo profesional dentro de la empresa.

Aplicado de forma adecuada, el liderazgo situacional es capaz de crear un ambiente laboral de confianza, respeto y autogestión.

Cómo Implementar el Liderazgo Delegador

Si la teoría del liderazgo situacional, que empezó a implantarse en los años setenta, llegó a expandirse es porque huye de los modelos rígidos y apuesta por el fomento del talento en el seno de las empresas.

Para imponer este tipo de liderazgo es necesario que aprendas a descubrir en qué competencias se encuentran más cómodos tus trabajadores y cuáles son las más difíciles de adquirir, para esto se requiere una gran confianza y comunicación entre los trabajadores.

Es fundamental que se trate de averiguar qué los desmotiva y buscar una solución lo antes posible. Una vez analizada la plantilla, se relaciona el equipo de trabajo con los distintos tipos de liderazgo situacional, para ver cuál es el que se ajusta más a las necesidades de cada equipo.

Para ilustrar en qué consiste esta filosofía, es de gran utilidad conocer ejemplos de liderazgo situacional.

Adaptabilidad al 100%. El liderazgo situacional es la alternativa más sencilla para poder anticiparse a los imprevistos y gestionar el cambio. Permite modelar el comportamiento y el nivel de apoyo dependiendo de las circunstancias.

Personalización emocional y racional. Ajustándose así al momento profesional de cada uno de tus empleados y el equipo. Utilizando conductas más directivas o de asesoramiento dependiendo de cada momento.

Motivación y superación. Escogiendo correctamente el modelo, el liderazgo situacional nos lleva a crear un ambiente laboral de respeto, confianza y autogestión.

El que los empleados tengan sensación de pertenencia al equipo se consigue haciéndoles ver que contribuyen al objetivo común, así aumenta su compromiso en el grupo y se sienten orgullosos de pertenecer a la organización.

Tabla Resumen de los Estilos de Liderazgo Situacional

Estilo de Liderazgo Características Principales Nivel de Madurez del Equipo Enfoque del Líder
Directivo Instrucciones claras, control estricto Bajo Tareas
Persuasivo Feedback, motivación Moderado Tareas y Relaciones
Participativo Colaboración, apoyo Alto Relaciones
Delegador Autonomía, confianza Muy Alto Delegación

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