En el dinámico mundo empresarial actual, marcado por constantes cambios y desafíos, surge la necesidad de fomentar el espíritu emprendedor y brindar las herramientas necesarias para convertir ideas innovadoras en proyectos exitosos. Es aquí donde las factorías de emprendedores juegan un papel fundamental.
¿Qué es una Factoría de Emprendedores?
Una factoría de emprendedores es un espacio diseñado para impulsar la creación y el desarrollo de nuevas empresas, ofreciendo a los emprendedores recursos, mentoría, capacitación y acceso a financiamiento. Estas instituciones se convierten en verdaderos ecosistemas donde los emprendedores pueden conectar, colaborar y aprender de otros, acelerando así el proceso de crecimiento de sus negocios.
Importancia de las Factorías de Emprendedores
Las factorías de emprendedores son importantes por varias razones:
- Fomentan la innovación: Al proporcionar un entorno propicio para la creatividad y la experimentación, las factorías de emprendedores impulsan la generación de ideas innovadoras y la creación de nuevos productos y servicios.
- Impulsan el desarrollo económico: Al apoyar la creación de nuevas empresas y el crecimiento de las existentes, las factorías de emprendedores contribuyen a la generación de empleo, el aumento de la competitividad y el desarrollo económico de la región.
- Reducen el riesgo de fracaso: Al ofrecer mentoría, capacitación y acceso a financiamiento, las factorías de emprendedores ayudan a los emprendedores a evitar errores comunes y a aumentar las posibilidades de éxito de sus proyectos.
- Crean una comunidad de emprendedores: Las factorías de emprendedores fomentan la colaboración y el intercambio de conocimientos entre los emprendedores, creando una comunidad de apoyo que les ayuda a superar los desafíos y a alcanzar sus metas.
En Gijón, por ejemplo, existe "una tendencia al emprendimiento" con carácter expansivo. De ahí que desde el Centro Municipal de Empresas hayan aprovechado algunas zonas libres en el edificio Cristasa para habilitar nuevos servicios a emprendedores. El primero de ellos es un espacio "Co-working" que favorece el trabajo colaborativo de los emprendedores locales, donde cuentan con puestos para acudir con sus propios ordenadores y realizar las gestiones necesarias así como una zona de encuentro para "favorecer las relaciones de unos y otros", según especificó el director gerente del Centro Municipal de Empresas, Bernardo Veira. En esa zona ya trabajan 14 empresas y se espera que lleguen otras nuevas, con un servicio de gestoría a su disposición y un centro SAT. "Nos hemos cargado la lista de espera, ahora ya no hay", subrayó Veira.
El Papel de la Universidad en el Fomento del Emprendimiento
Parece obvio que para despertar emprendedores hace falta una estimulación precoz en la academia. “El objetivo de una buena universidad -afirma Pedro Nueno, profesor del IESE y creador de un fondo de capital riesgo para emprendedores- es hacer buenos profesionales; formar muy bien en aquellos aspectos que correspondan a cada facultad”. Tenemos que transformar la universidad en una comunidad real de investigadores para que se cree un vínculo fuerte entre estudiantes y profesores por un lado, y las empresas, por otro, tanto del sector público como privado.
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Es alarmante la escasa relación universidad-empresa actual que destaca, por ejemplo, el Círculo de Empresarios. La educación en el fomento del espíritu emprendedor debería extenderse también a profesorado e investigadores.
Algunos, sin embargo, temen esta mezcla universidad-empresa, como una amenaza contra la libertad intelectual. En cambio, cuando la universidad se implique de verdad en estos términos y ayude al alumnado, el graduado saldrá al mercado después de haber hecho su primer trabajo en el invernadero, donde el fracaso no duele.
Valores Fundamentales del Emprendedor
En un momento en que se ha visto que la causa principal de la crisis actual es la falta de ética profesional, el emprendedor -y cualquier empresario- debe ser un hombre de valores. Son valores que habría que encontrar, en primer lugar, entre el profesorado. ¡El emprendimiento se transmite por ósmosis! Sea como sea, deben ser personas con vocación de servir a la sociedad.
Con imaginación e inventiva: ver qué demanda el mercado. Al fin y al cabo, el emprendedor real es una persona optimista y con ganas de transformar el mundo. No un iluso sino alguien con ganas de hacer un mundo mejor. En todos los sentidos.
Y no serviría de nada la búsqueda de la verdad si no estuviera apoyada en una base fuerte de compromiso social.
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La excelencia, que “debe ser más que una aspiración: una realidad, un valor, un pilar esencial”. Hay excelencia, cuando hay trabajo bien hecho. El emprendedor -el real, no el disfrazado, tampoco- es el que quiere ser realmente excelente. Es decir, el que tiene horizontes amplios y una ambición profesional noble. El que no se cansa de aprender y desaprender cada vez.
Reaccionar ante la Crisis: Oportunidades para Emprender
Ante la crisis podemos reaccionar de dos maneras diferentes. Unos -dicen- lo ven todo con ojos realistas: todo es negro y todo se ve negro, por tanto, no se puede hacer nada más que esperar. Otros -los optimistas-, saben ver en la situación actual -como en cualquier crisis- oportunidades. Oportunidades de renovarse y de cambiar; oportunidades de emprender.
Después de años dedicado a la formación y al asesoramiento en el entorno empresarial, siempre he recomendado que es mejor tener un mal plan que no tener Plan. Por ello animo a jóvenes, valientes,emprendedores y no tan jóvenes que tengan una idea, que la persigan, que crean en ella y desarrollen su ilusión, ya que creyendo en algo creceremos personalmente y construiremos profesionalmente.
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