Dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon, "Invictus" es una película producida por Eastwood, Lori McCreary, Robert Lorenz y Mace Neufeld. El guión fue escrito por Anthony Peckham, basado en el libro "El Factor Humano" de John Carlin. La película narra un momento decisivo en la historia de Sudáfrica, donde el deporte se convirtió en una poderosa herramienta de reconciliación.
La historia tiene lugar en un momento crítico de la presidencia de Mandela. Al comienzo de "Invictus", Nelson Mandela, un hombre que ha pasado 27 años en prisión por luchar contra el apartheid, es elegido presidente de una Sudáfrica que sigue estando terriblemente dividida. Aunque el injusto régimen ha terminado oficialmente, las actitudes raciales, mantenidas durante mucho tiempo entre la gente, no se pueden eliminar fácilmente.
Con su país al borde del colapso, el Presidente Mandela ve esperanzas en un extraño lugar: el campo de rugby. Cree que fue muy inteligente al valerse del deporte para reconciliar a su país. Sabe que debe volver a unir a todos para encontrar un modo de apelar a su orgullo nacional, algo, quizá lo único, que tenían en común en ese momento. Ese fin es el sueño de Mandela de una "nación multicolor", empezando con los colores verde y oro de los Springboks.
Para ver la historia con cierta perspectiva, John Carlin, autor del libro El Factor Humano, explica, "Lo que hay que entender es que, a los sudafricanos negros, la camiseta verde de los Springboks les recordaba intensamente el apartheid. Odiaban esa camiseta porque simbolizaba, tanto como cualquier otra cosa, las tremendas humillaciones a las que estuvieron sometidos.
Anthony Peckham, guionista, nació en Sudáfrica, lo que le da la oportunidad de comprender mejor la época y el lugar en que se desarrolla la historia. "Mandela comprendió que tenía una oportunidad perfecta para dirigirse a la parte del electorado que no le había votado que, en verdad, le temía. Los sudafricanos blancos eran fieles seguidores de los Springboks, así que usar el foro de la Copa del Mundo era perfecto. No se trataba sólo de un partido, sino del hecho de que Mandela aprovechó un equipo que los sudafricanos negros odiaban y, con fuerza de voluntad, prácticamente arrastró a todos a ser seguidores del equipo", añade Anthony Peckham.
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Sin embargo, un partido de rugby no se puede decidir en los pasillos del gobierno, así que Mandela acude al único hombre que puede ayudarle a conseguir su objetivo: el capitán de los Springboks, Francois Pienaar. Matt Damon interpreta al jugador de rugby que de repente se encuentra en el centro de un ruedo político.
"Mandela básicamente le pide que supere las expectativas de su país y sus propias expectativas y que gane la Copa del Mundo", comenta el actor. "Es una petición excesiva y Francois sabe que, en realidad, es mucho más importante que cualquier partido de rugby. Sin embargo, en un momento determinado, todo el equipo comprende que se han convertido en una importante herramienta para reconciliar a su país. Es una bella y ejemplar historia que destaca lo mejor de cada uno y de lo que somos capaces los seres humanos. Y lo que la hace más increíble es que realmente sucedió".
Francois Pienaar está de acuerdo con su homólogo cinematográfico. "Siempre he mantenido que Hollywood no podría haber imaginado una historia mejor que lo que ocurrió en Sudáfrica en 1995. Como país anfitrión de la Copa del Mundo de ese año, Sudáfrica tenía derecho a participar automáticamente. Sin embargo, los Springboks eran indiscutiblemente los más débiles, en gran parte debido a su falta de experiencia en la escena mundial.
"Debido al apartheid, durante años se prohibió a Sudáfrica participar en pruebas deportivas internacionales. Así que, nadie, incluido el equipo, pensaba que los Springboks tuvieran muchas oportunidades de ganar. Sin embargo, confiaron en esa posibilidad", explica Eastwood. "La nación multicolor empieza aquí. La reconciliación empieza aquí".
"Invictus" no evolucionó de manera lineal del libro a la pantalla. Al contrario, había varias personas en senderos similares que, de manera fortuita, se cruzaron en el momento oportuno. Morgan Freeman y su socia de producción, Lori McCreary, llevaban años desarrollando una película sobre Nelson Mandela. Intentaron adaptar a la pantalla la autobiografía de Mandela, El Largo Camino hacia la Libertad, pero reflejar toda su historia en el marco temporal de un largometraje resultaba imposible.
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"Estaba desolada, pero Morgan me hizo recuperar la confianza diciendo: Lori, cuando una puerta se cierra, otra se abre. Y literalmente, la semana siguiente recibí una propuesta de cuatro páginas del libro de John Carlin sobre la Copa del Mundo de 1995, que finalmente se convirtió en El Factor Humano. Pensamos que era un magnifica manera de formarse una opinión de la personalidad y el carácter de Mandela en una historia que transcurre en menos de un año", comenta McCreary.
Casualmente, más adelante, John Carlin conoció a Freeman en Clarksdale, Mississippi, donde el autor, que habitualmente trabaja de periodista, estaba reuniendo datos para escribir una historia sobre la pobreza en los estados del sureste de EEUU. Su contacto local resultó ser un amigo de Freeman, quien los presentó. El autor recuerda, "Dije, Sr. Freeman, tengo una película para usted. Me preguntó de qué trataba y le dije, Es sobre un acontecimiento que extrae la esencia del talento de Mandela y la esencia del milagro sudafricano. Y él dijo, ¿Te refieres al rugby? Me quedé pasmado. Fue entonces cuando descubrí que ya había leído la propuesta del libro que había escrito".
Sin embargo, McCreary comenta que antes de seguir adelante, ella y Freeman fueron personalmente a conseguir la aprobación de Mandela, a quien en Sudáfrica llaman "Madiba". "Morgan empezó diciendo, Madiba, llevamos mucho tiempo trabajando en otros proyectos, sin embargo, acabamos de leer algo que creemos puede llegar a la esencia de quién sois e incluso antes de que terminara la frase, Madiba dijo'¡Ah!, la Copa del Mundo'. Fue entonces cuando supe que íbamos por buen camino".
Más o menos a la vez, el productor Mace Neufeld también recibió la propuesta de Carlin. "Hasta ese momento, nunca había oído hablar de la Copa del Mundo de Rugby de 1995, sin embargo, sí sabía que Mandela era una importante figura mundial. A partir de ahí, Neufeld planteó a Anthony Peckham, guionista con quien había trabajado anteriormente, la posibilidad de escribir el guión. "No me lo pensé dos veces", afirma Peckham. "Debido en parte a que aunque los sudafricanos conocen la historia, no creo que el resto del mundo la conozca. La historia no es sólo para los sudafricanos. Para mí, la historia trata del liderazgo, no sólo de Mandela, sino también de los Springboks y de otros. El auténtico liderazgo es un bien escaso y, cuando se encuentra, se debería celebrar".
Con un toque más personal, Peckham comenta que, a pesar de haberse criado en Sudáfrica, sabía muy poco del personaje central de "Invictus". "En esos tiempos, Mandela era un "tabú", así que todo lo que sabía sobre él era lo que el gobierno del apartheid nos había contado. Hasta que no abandoné Sudáfrica no descubrí todas las cosas nobles que había hecho. "Mace me llamó y me dijo que tenía un proyecto realmente bueno y un gran guionista", recuerda McCreary. "Empezó a soltar la historia y no podía dar crédito a lo que estaba oyendo. Nos reunimos con Mace y Tony, yo sabía que Tony era el tipo perfecto para escribir el guión.
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"Cuando tuvimos el guión de Tony, pensamos que había dado en el clavo", comenta Neufeld. "Ahora la cuestión era quién iba a dirigirlo". Sólo había una respuesta. Morgan Freeman envió el guión a Clint Eastwood, quien dijo que respondería inmediatamente. "La historia despertó mi interés. "Clint y yo leímos el guión e inmediatamente coincidimos en que, decididamente, queríamos hacerlo. Es una historia impactante, muy humana, sobre todo por el vínculo que se crea entre Mandela y Francois Pienaar.
"Todo el proyecto recordaba a dos imanes que se unen. La gente adecuada, el momento adecuado, el lugar adecuado, el tema adecuado. "¿Cómo alcanzar la grandeza si no hay algo que nos mueva a hacerlo? Mucho antes de la producción de "Invictus", la persona que más importaba había elegido a Morgan Freeman para el papel de Nelson Mandela.
"Una vez preguntaron a Madiba quién le gustaría que le interpretara en una película y contestó Morgan Freeman. La primera vez que le vi hace años, le dije que para mí era una honor que me hubiera mencionado para interpretarle", revela el actor. "Invictus" marca la tercera colaboración de Freeman con Eastwood.
"Morgan y Clint están muy familiarizados con sus estilos, están realmente compenetrados. Es una relación buena y muy natural, por lo que disfrutan trabajando juntos. "Morgan es genial", afirma Eastwood. "No podría pensar en nadie más en el papel de Mandela. Tienen la misma estatura y el mismo tipo de carácter carismático. Morgan tiene, además, una calidad vocal similar y trabajó muy duro para captar la entonación de Mandela. Creo que lo hizo muy bien".
Freeman, que durante años ha pasado algún tiempo con Mandela y le considera un amigo, comenta "Era una de mis mayores preocupaciones, conseguir su acento y su ritmo al hablar. Le he oído hablar muchas veces y según se acercaba el momento de empezar a rodar vi algunas cintas y, de repente, lo conseguí". El actor señala que la parte más importante de su interpretación no se podía ensayar. "Quería evitar actuar como él. Necesitaba ser él y ese era el mayor reto. Cuando conoces a Mandela, te das cuenta de que estás ante la grandeza, es algo que simplemente emana de él. Induce a la gente a conseguir lo mejor, es su vocación. Algunos lo llaman la magia de Madiba. No estoy seguro de que la magia se puede explicar".
Al igual que Freeman, Matt Damon tenía que dominar un acento sudafricano para interpretar al Capitán de los Springboks, Francois Pienaar. Sin embargo, el papel representaba otros retos físicos para el actor, empezando por el más obvio. "Inmediatamente me conecté y empecé a leer cosas sobre Francois y me di cuenta de que es un gran tipo. "Puede que Matt no sea tan alto como Francois, pero es igual de tenaz y fuerte", señala Eastwood. "También trabajó muy duro y se puso en forma para la película. Y estructurando montajes y ángulos de cámara, puedes hacer que una persona tenga el aspecto que necesitas", añade el director.
Sin embargo, no había cámaras delante cuando Damon conoció a Francois. "Francois me invitó a su casa y me preparó una increíble cena de gourmet. Cuando llegué a su casa, me abrió la puerta y me quedé mirándole. Damon no tenía por qué haberse preocupado, ya que según cuenta Pienaar el actor le impactó inmediatamente. "Es un gran tipo. Me impresionó su humildad y su socarrón sentido del humor. Quería aprender todo lo que pudiera sobre mí, mi filosofía como capitán y cómo fue para nosotros el año 1995. También hablamos del rugby, de cómo son los entrenamientos y de los aspectos técnicos. Nos divertimos mucho".
"Francois me ayudó muchísimo. Dedicó mucho tiempo a contestar a mis preguntas sobre un motón de cosas", comenta Damon. "Me sentía obligado a estar a su altura y a la de esta historia, ya que Francois es una persona muy íntegra y considero que Mandela es el mejor líder mundial de nuestros tiempos. Lo que hicieron y lo que hizo su país es increíble". "Nos guste o no, somos más que simplemente un equipo de rugby Los tiempos cambian. Para prepararse para interpretar a un jugador de rugby veterano, Damon también contó con la ayuda de otra estrella de los Springboks de 1995, Chester Williams, que era el único jugador negro del equipo.
En "Invictus", Williams hizo de entrenador de los jugadores de rugby cinematográficos y fue un recurso inestimable para los cineastas. "Chester fue un gran asesor técnico porque recuerda cada jugada y cada posición. En el año 1995, se encontraba en una situación única ya que era el único jugador negro de los Springboks. En aquella época se convirtió en una especie de símbolo, algo que él no eligió ya que lo único que realmente quería era jugar al rugby. Pero asumió esa responsabilidad y corrió con ella.
"Chester se quería asegurar de que en la película se jugaba auténtico rugby", añade Eastwood. "Dijo, en su tono, Nada de tonterías cinematográficas. Vamos a jugar auténtico rugby. Como sabes, el auténtico rugby es un deporte muy duro. Es parecido al fútbol americano, pero sin cascos ni protecciones y los jugadores de ambos equipos atacan y defienden. "De hecho, Clint se hizo un gran aficionado al rugby", comenta Lorenz. "Cuando estuvimos en Sudáfrica, cada noche se tragaba horas de rugby y a la mañana siguiente llegaba y se ponía a hablar de los partidos.
Escenas clave de liderazgo en "Invictus"
El primer día de Mandela como presidente
Mandela llega a la oficina en su primer día como presidente. Los blancos están recogiendo sus cosas ante un despido que prevén inminente. Mandela reúne a la plantilla para transmitirles sus expectativas sobre ellos. Todos pensaban que echaría a todos los afrikáners (los blancos) para sustituirlos por los suyos (los negros). Sin embargo les saluda a todos con entusiasmo y exquisitos modales, deja a sus guardaespaldas fuera de la reunión para ser más cercano y mostrar respeto, les habla con humildad y le transmite a los blancos que hasta entonces trabajaban para el anterior presidente que son bienvenidos si deciden quedarse durante su mandato.
La seguridad de Mandela
Cuando su jefe de seguridad le pide más guardaespaldas, Mandela le envía a los afrikáners que estaban al servicio de De Klerk, el anterior presidente de Sudáfrica. Linga, el jefe de seguridad, le dice a Madiba (así es como llama a Mandela) que no se pueden confiar en esos hombres que hasta hace poco les perseguían, encarcelaban, torturaban y asesinaban. Y Mandela le contesta que la reconciliación y la unión empieza ahí, en su equipo más estrecho. Su equipo de seguridad tendrá hombres blancos y negros.
El Consejo Nacional de Deportes
Mandela interrumpe su agenda y de modo precipitado se presenta en la reunión del ‘Consejo Nacional de Deportes’ para persuadirles de que cambien el voto unánime por el que acababan de aprobar el cambio del nombre del equipo nacional de rugby (Springboks), su uniforme y su emblema. Hasta ese año, 1995, el rugby en Sudáfrica era el deporte de la opresora minoría blanca, despreciado y hasta odiado por los negros. Pues Mandela les convence para que sigan los Springboks, para que estos sean uno de los símbolos de la reconciliación y no de la venganza de unos contra otros. El discurso de Mandela, en una intervención arriesgada y osada, demuestra una valentía, una integridad y una altura de miras como ser humano inigualable.
El encuentro entre Mandela y Pienaar
Cuando Mandela invita a Pienaar a tomar té. Empieza la escena con Mandela desplegando su carismática capacidad para conectar con afecto y humildad con la señora que les lleva el té al despacho y él personalmente, atento y servicial, se lo sirve a Pienaar, que no sale de su asombro. Y ahí hablan sobre la filosofía del liderazgo de Pienaar, sobre liderar con el ejemplo y con integridad, y Mandela le anima, impulsa e inspira para que lleve a sus compañeros de equipo a un desempeño más allá de sus expectativas. Pienaar sale de la reunión en estado de shock por el pedazo de líder que acaba de conocer.
Entrenamientos de los Springboks
Los Springboks reciben una ‘orden desde arriba del todo’ para que empiecen a realizar como unos entrenamientos o clinics por todo el país, mezclándose sobre todo con la mayoría negra que hasta ahora los despreciaban. La primera reacción del equipo es la de protestar, alegando que no tienen tiempo para ello, que no son un circo. Pero a estas alturas Pienaar ya está inevitablemente alineado con Mandela y les dice que ellos son más que el equipo nacional de rugby y que deben comprometerse y cambiar.
Visita de Mandela a los Springboks
Mandela interrumpe su apretadísima agenda para ir a visitar personalmente a los Springboks durante uno de los entrenamientos previos al mundial de rugby. Tras saludar a Pienaar, este se ofrece a presentarle a los muchachos, pero Mandela obvia su ofrecimiento y los saluda personalmente llamándoles a todos por su nombre. Es una señal de respeto y aprecio enorme que no deja indiferente a nadie.
El himno de Sudáfrica
Pienaar gestiona con su equipo el que se aprendan el nuevo himno de Sudáfrica, al que de inicio muchos de ellos rechazan. De nuevo los lidera desde el ejemplo e imbuye en ellos el respeto hacia los símbolos de la nueva Sudáfrica y a su papel como responsables de algo más grande de cualquier gesta deportiva, como símbolo de la nueva nación reconciliada.
Estos son mis siete destacados. Quizá tú, apreciado lector, puedes destacar algunos más. No tiene desperdicio tampoco la visita de los Springboks a Rhode Island, con un Pienaar introspectivo reviviendo los años de reclusión y trabajos forzados de Mandela. Ni cuando antes de empezar la final del mundial entre los Springboks y los temibles All Blacks de Nueva Zelanda, Mandela sale al campo con la gorra que le regalaron los Springboks y con la sudadera del equipo con el número 6 de Pienaar a la espalda y todo el estadio aclamándole.
Toda la película es una excelente lección magistral de liderazgo, el de un hombre normal, humilde, sencillo, con dificultades y frustraciones en su entorno familiar, que supo dirigir con valentía, determinación, generosidad, compasión y amplitud de miras la complicadísima y endiablada reconciliación de todos los sudafricanos tras el fin del apartheid.
| Líder | Escena Destacada | Acción de Liderazgo | Impacto |
|---|---|---|---|
| Nelson Mandela | Primer día como presidente | Mantiene al personal blanco en su puesto | Fomenta la confianza y la reconciliación |
| Nelson Mandela | Asignación de guardaespaldas | Integra guardaespaldas blancos y negros | Promueve la unidad en su círculo cercano |
| Nelson Mandela | Reunión del Consejo Nacional de Deportes | Persuade para mantener el equipo Springboks | Utiliza el deporte como símbolo de unión |
| Francois Pienaar | Entrenamientos de los Springboks | Involucra al equipo en entrenamientos comunitarios | Acerca el equipo a la comunidad negra |
| Francois Pienaar | Aprendizaje del himno | Lidera con el ejemplo y promueve el respeto | Fomenta el respeto hacia los símbolos nacionales |
¿Cómo consiguió Mandela esa transformación personal? Él no era así ni de lejos cuando a principio de los 60 dirigía el CNA (Congreso Nacional Africano). Esta es una gran pregunta, que va a la esencia de lo que es el desarrollo del liderazgo y de los procesos de coaching ejecutivo. Esta pregunta y sus respuestas son tan apasionantes o incluso más que la propia película… y lo dejamos para otra ocasión.