El exmarido de la presidenta de Inditex, tras la separación de Marta Ortega había tenido dos relaciones sentimentales que no se habían dilatado demasiado en el tiempo: una con la modelo francesa Charlotte Murray y más tarde con la arquitecta y amazona Nina Ulenberg. El que fuera marido de Marta Ortega, el jinete Sergio Álvarez Moya, y padre de su hijo mayor Amancio parece haber alcanzado la estabilidad sentimental.
Según informan fuentes solventes, el asturiano atraviesa una buena época sentimental de la mano de Jacinta Errázuriz Chadwick. La amazona que ha logrado conquistar el corazón de Álvarez Moya tiene 33 años.
La fortuna de su familia le viene por la unión de sus padres, que provienen de dos de las familias más poderosas de Chile. Jacinta además es heredera de parte de las bodegas Viña Errázuriz, con más de 150 años de historia y que exporta sus vinos a Europa, Estados Unidos y Asia. También son propietarios de la embotelladora de Coca-Cola en Argentina y Paraguay.
El exmarido de Jacinta, el también jinete chileno Jorge Matte, es un importante empresario del país. Su familia es propietaria de un holding empresarial que incluye proyectos forestales, artículos de celulosa, tisúes, puertos, logística e inversiones.
Él ha sido presidente y director de algunas de esas empresas, además de ser presidente y socio fundador de la Fundación Amulen, que se dedica a crear soluciones para comunidades mediante proyectos de infraestructura y energía en comunidades de pocos recursos.
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De hecho fue Jorge Matte quien conoció a Álvarez Moya, tal y como declaraba en julio de 2021 en una publicación hípica: “Primero Sergio y yo nos hicimos amigos. Iniciamos una relación de confianza. En esa época tenía un entrenador irlandés y cuando terminé con él, comencé con Sergio. Me ayudó a buscar caballos y ya llevamos más de dos años entrenando. Es muy buen jinete y muy buen entrenador”.
Actualmente, monta en el centro de alto rendimiento propiedad de su novio, quien la entrena para los concursos de salto en los que participa. Este mes de julio, el asturiano se marchaba a Canadá dejando que a su novia la entrenara su mano derecha, Ismael García Roque. El último, el pasado mes de julio, en el que la chilena no logró un resultado espectacular. Después han pasado juntos unos días de sol, mar y descanso a bordo de un barco, consolidando una relación que era un secreto a voces en los circuitos hípicos.
Mientras Sergio es padre del pequeño Amancio Álvarez Ortega, fruto de su matrimonio con Marta Ortega, quien nació en marzo de 2013, Jacinta es madre de un niño más pequeño que tuvo junto al jinete chileno Jorge Matte, con quien contrajo matrimonio en octubre de 2017.
Cuando no monta a caballo le gusta el tenis y el paisajismo, y es propietaria de un perro de raza chihuaha (igual que Marta Ortega), del que no se separa en ningún momento.
A Álvarez Moya parece que todo le sonríe. Continúa siendo uno de los mejores jinetes de salto de nuestro país, tercero en el ranking de la Federación Hípica Española y nunca falla entre los mejores del mundo. En su faceta como empresario cada vez tiene más clientes en su Centro de Alto Rendimiento situado en La Moraleja (Madrid) tanto para el entrenamiento personal de jinetes y amazonas como para el entrenamiento de los caballos. Su negocio de entrenamiento de caballos para la posterior venta también va viento en popa.
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Y su sociedad con el futbolista Sergio Ramos, en la que compran importantes caballos de salto juntos, también funciona a la perfección. Prueba de ello es que en abril de este año adquirían juntos a Santo123, un hannoveriano de 7 años de edad apto para la reproducción.
Sergio Álvarez Moya mantiene una excelente relación con Marta Ortega, quien le facilita ver a su hijo Amancio todo lo que puede debido a sus complicados calendarios de concursos.
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