La Actitud como Reflejo del Liderazgo

El liderazgo no es un cargo, no es algo que se pone en tu tarjeta, ni un lugar en el organigrama de una empresa. Cuando alguien se define a sí mismo como un líder, saltan las alarmas. El liderazgo no es algo que se tiene, sino algo que se ejerce.

¿Qué es el liderazgo?

Liderar es influir, cambiar la actitud, guiar, modificar el pensamiento, dar resultados. La mayoría de estos términos tienen que ver con la capacidad de persuasión. Tomar la iniciativa; es hacer, es ser, es estar. Y transformar, porque pequeños cambios son ya resultados.

1. Liderazgo y Dinamismo

Liderar no es un concepto estático, es un concepto dinámico. Porque todo esto sin dar resultados y éxitos es muy complicado.

2. La Importancia de la Inteligencia Emocional

La inteligencia emocional, a pesar de su explotación conceptual, sigue estando infravalorada. La correcta gestión emocional interna (el líder consigo mismo) y hacia los demás (la gestión del equipo y de sus interrelaciones) genera ese necesario equilibrio que evita la sensación de falta de control y de incertidumbre. Somos un equipo, hablamos en primera persona del plural. Disponemos de apoyo. Analizamos lo que está pasando. Somos un equipo. No perdamos la calma. De todo se aprende. Tenemos que ser mejores. Nos necesitamos.

3. El Liderazgo como Resultado de una Actitud

El liderazgo es el resultado de una actitud. El líder no es simplemente un jefe, y la palabra líder te la dan los miembros de tu equipo. Las personas pueden aceptar un jefe, pero no deben sentirse obligadas a aceptar como líder a un cargo impuesto. La actitud es la forma en la que proyectamos nuestra identidad y nuestro liderazgo.

Lea también: 10 Lecciones de "Gladiator"

El Liderazgo y el Compromiso Cívico

El liderazgo es una actitud vital. No es algo que se pueda improvisar o plantear en términos de postureo. Implica el ejercicio de valores personales y un compromiso con la sociedad y con el entorno en el que se vive.

Cuando tratamos sobre liderazgo y compromiso cívico estamos hablando de civismo, no de política. El liderazgo no es una responsabilidad exclusiva de la clase política, sino de cada persona. Para ejercerlo hace falta entender bien cuál es la realidad en la que se vive y la de las personas con las que se convive. Sólo cuando somos capaces de conocer quiénes somos y en qué contexto vivimos podremos comprometernos realmente por sumar nuestro granito de arena. Prescindir de la realidad personal e institucional ha generado mucha desafección en nuestras sociedades actuales.

El liderazgo implica y genera confianza. Para que haya confianza, tiene que haber diálogo; para que haya diálogo, tiene que haber conversación, y para que haya conversación, tiene que haber escucha. ¡Y escuchar no es oír!

Sin coherencia no hay liderazgo. Es probable que la primera respuesta personal frente a entornos mundiales de sufrimiento, polarización, crispación o confrontación sea: yo no puedo hacer nada. Se entiende. Pero creo que siempre se puede aportar algo cuando estamos mínimamente abiertos a la esperanza. Ante los contextos más graves, todos podemos sumar un granito de arena.

Un líder empático es capaz de situarse en los zapatos de otro. No quiere decir que arregle su situación, ni que tenga la solución a todos sus problemas, ni que piense lo mismo. La empatía no es un brindis al sol.

Lea también: Definición de Actitud Emprendedora

Retos y Perspectivas del Liderazgo Actual

Urge regenerar la política, contribuyendo entre todos a que recupere su sentido genuino, que es gestionar lo imposible: las diferencias políticas, sociales e históricas. La crisis global de la confianza requiere que, tanto los responsables políticos como toda la sociedad, entendamos que las diferencias no son una amenaza, sino un enriquecimiento.

España vive una paradoja que se hace crónica: desafección política y, al mismo tiempo, una sobreexposición emocional al debate público.

La desafección política tiene mucho que ver con el incumplimiento impune y generalizado de las responsabilidades políticas. Vivimos en un clima político de posverdad en el que el relato, independientemente de la verdad, es el argumento oficial.

Para que la política gestione atendiendo adecuadamente a las necesidades de una sociedad, el primer paso es conocer muy bien la realidad social en la que se vive. Para eso, es fundamental la escucha. Ese paso previo de conocer muy bien y redimir heridas es clave para que una sociedad pueda contar con una democracia sólida apoyada en instituciones con prestigio.

Lamentablemente, en la vida política hay mucha opacidad. Una democracia no se sostiene regulando toda la vida pública. Arendt decía que la manera de abolir la libertad es inundar la vida ordinaria de política. No todo se soluciona con leyes. Gobernar no es gestionar que se cumplan las leyes. Gobernar implica tener visión y saber a dónde vamos.

Lea también: Aptitud y actitud en el liderazgo

Cada vez estoy más convencida de que no se puede ser tolerante sin unas convicciones. Somos capaces de respetar al que está en posiciones diferentes precisamente porque tenemos unas convicciones y se piensa que existe una verdad. La tolerancia y el relativismo son principios antagónicos. En la política, el relativismo no puede ser el axioma. El eje de la política es mejorar la vida de los ciudadanos, cada cual por el camino que considere más oportuno para la realidad en la que vive. En el ejercicio de una democracia el éxito es saber conjugar bien lo que pensamos unos y otros.

El liderazgo se confirma por la vía de los hechos. Leerse cincuenta manuales de autoayuda sobre liderazgo no nos convierte en líderes. Los líderes auténticos normalmente no crean espectáculo.

Valores y Habilidades Clave para un Liderazgo Efectivo

Víctor Lapuente propone un liderazgo que se base en la ejemplaridad, la humildad y la rendición de cuentas.

Sobre las personas jóvenes se suele destacar su terrible nivel de desafección, pero lo que hacen falta son referencias y referentes. La gran mayoría de los jóvenes necesitan ejemplos que les inspiren y herramientas para pensar y argumentar con libertad.

Nuria Belloso defiende que el liderazgo cívico comienza con una educación que enseña a pensar, no sólo a obedecer. La educación es la lideresa del cambio social que requiere el siglo XXI. Obedecer las normas sin pensar puede ser una catástrofe.

Entre los profesionales que trabajan en los medios hay algunos a los que calificaría de líderes, porque son capaces de ser transparentes, auténticos y contar la verdad. De paso, nos hacen pensar y repensar. En España hace falta más lectura y más pensamiento, porque todavía muchas personas consideran sagrado lo que dice determinado medio de comunicación.

En la universidad existen compañeros y compañeras brillantes que son capaces de construir una sociedad mejor para los alumnos y para el entorno en el que viven.

El liderazgo es una capacidad que se puede construir, trabajar, articular, desarrollar, consolidar y afianzar. Algunas personas pueden tener más carisma y resultar más atractivas de inicio.

El Liderazgo en la Vida Cotidiana

El ejercicio del liderazgo afecta a todos los sectores de la vida y hay mucha vida más allá de la política. Durante todo el tiempo que he estado en Naciones Unidas, muchas veces me ha tocado oír -con cierta paciencia- c... El liderazgo es la influencia que algunas personas ejercen sobre otras con el objetivo de incentivarlas y motivarlas para conseguir una meta común. En definitiva, hay ciertas cualidades del liderazgo que son fundamentales para que el líder o responsable lleve a cabo una adecuada gestión de grupos.

En muchas ocasiones, las personas reaccionan frente a nosotros según sea nuestro comportamiento con ellas, es decir, si sonríes repetitivamente a alguien, es muy difícil que aunque requiera de tiempo, esta persona no termine sonriéndote a ti también. Y esto igualmente sucede a la inversa, tu actitud es probable que al menos en parte venga determinada por el comportamiento que otras personas que se relacionan contigo tienen. Ahora bien, siempre tienes la capacidad de cambiar tu comportamiento y tu actitud, sea cual sea la causa que le preceda.

En un escenario empresarial en constante evolución, la observación de los distintos estilos de liderazgo refleja una transición desde modelos autoritarios y arcaicos hacia enfoques más democráticos y humanizados. En el pasado, el uso del poder se manifestaba de forma autocrática, con una jerarquía vertical que imponía decisiones desde arriba hacia abajo. Hoy, observamos un cambio hacia liderazgos democráticos, donde el poder se distribuye de forma transparente y la participación del equipo es fomentada.

El estilo de liderazgo repercute en la motivación de los tuyos y en la consecución de los objetivos marcados. El estilo de liderazgo eficaz no es un modelo único, sino una auténtica y humana construcción. No se trata de tener todas las respuestas, sino de tener conocimientos estratégicos para guiar y delegar experiencia más técnica.

Desarrollar un estilo de liderazgo auténtico es un reto, especialmente para aquellos que lideran pequeños equipos o aspiran a más responsabilidades sin referentes directos. Aquellos que buscan construir equipos con una actitud positiva y ven el cambio como una oportunidad son capaces de construir liderazgos únicos que no solo los transforma a sí mismos, sino que tienen impacto positivo para todas las personas con las que trabajan.

Porque no cabe duda de que un buen líder debe tener las herramientas y el conocimiento de la empresa transversales para poder apoyar en los diferentes ámbitos más estratégicos, pero también debe saber cómo potenciar de la mejor manera su conocimiento y el conocimiento de su equipo.

Desarrollar un estilo de liderazgo requiere más que seguir una fórmula preestablecida. El conocimiento te proporciona las herramientas, estrategias y la visión transversal que te empodera para conseguir el cambio hacia un mundo de oportunidades. Te fuerza a parar y te presenta una nueva visión del mundo que nos envuelve. El secreto es que no es necesario que aprendas todos estos conocimientos a través de años de experiencia, existe formación de alto nivel que te ayuda a obtener esta transformación en tan solo un año.

En el panorama actual, la percepción del poder y la práctica del liderazgo evolucionan hacia una dirección más humanizada y centrada en el individuo. El Executive MBA te guía hacia la construcción de un estilo auténtico e impactante.

tags: #la #actitud #como #reflejo #del #liderazgo