La Iniciativa Emprendedora y el Plan de Empresa: Definición y Elementos Clave

En los últimos tiempos se viene hablando mucho sobre el tema del emprendimiento y se han escrito muchos libros sobre el asunto, llenos de recomendaciones al efecto.

Sin duda, todo empresario/emprendedor tiene, en esencia, un propósito iniciático evidente: ganar dinero. En ese sentido… todas las empresas (que no son fundaciones, ni ONG’s, ni entidades sin ánimo de lucro) tienen el mismo objetivo último, o, como ya en 1984 decía Eliyahu M. Goldratt.

Pero limitarse a ese objetivo finalista sería no entender el impulso empresarial. Detrás de toda iniciativa emprendedora auténtica está esa parte de creación desde la nada, de construcción de algo inexistente, de esa libertad (siempre tan relativa…) para decidir la forma de afrontar un nuevo proyecto, de iniciar un camino hacia lo desconocido, de enfrentarse a nuevos retos e incertidumbres.

El placer profundo de, en función de las circunstancias, cambiantes casi cada minuto del día, tener la capacidad de tomar decisiones e ir comprobando las consecuencias de las mismas… Detrás de la responsabilidad de la gestión empresarial se encuentra esa satisfacción íntima, a veces de duración frugal, pero realmente intensa, de comprobar cómo tu proyecto va tomando forma; cómo, después de cada acción, conversación, análisis, reunión y decisión, tu construcción va convirtiéndose en algo real, tangible, y que implica, cada vez más y al mismo tiempo, una mayor responsabilidad.

Con los accionistas que han creído en ti, con los clientes que te empiezan a abrir sus puestas, con los empleados y sus familias, que van dependiendo del proyecto. Te vas rodeando de tus personas de confianza, en las que vas depositando tus dudas y tus anhelos. Vas creando tu equipo de colaboradores más cercanos, esos que deben ayudarte, por un lado, en el análisis de la realidad y en la dirección que debes tomar y, por otro, en los que ir delegando las obligaciones más operativas.

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La Iniciativa Emprendedora: Motor de la Economía y la Sociedad

¿Qué entendemos por espíritu empresarial?, ¿sabemos realmente por qué es tan relevante? La actividad y el espíritu empresariales son importantes para el desarrollo de la economía y la sociedad en general.

El crecimiento económico y el empleo de un país dependen de sus empresas y, por tanto, en última instancia, de los emprendedores que las crean. Donde no hace tanto se tenía de ellos un concepto peyorativo, cargado de prejuicios, ahora se trata de promover la actividad empresarial por todos los medios, tanto patrocinando la instalación de nuevas empresas como pretendiendo fomentar el espíritu emprendedor.

Además, los emprendedores son agentes dinamizadores en la economía de una sociedad. Del mismo modo, los bienes y servicios innovadores que ofrecen los empresarios reducen la dependencia de procesos y tecnologías obsoletas, favoreciendo el cambio social.

Por este motivo, tiene sentido cultivar, motivar y remunerar las iniciativas emprendedoras en la medida de lo posible, tanto desde las instituciones públicas como privadas.

¿Qué es la Iniciativa Emprendedora?

La iniciativa emprendedora se define como la capacidad de una persona para transformar ideas en acciones. Sin duda, la iniciativa emprendedora es esencial para la economía y el desarrollo de cualquier país en pleno siglo XXI. Más allá de generar riqueza, el papel de los emprendedores contribuye a satisfacer cada vez mejor las necesidades del mercado y la sociedad actuales. Por lo tanto, el espíritu emprendedor contribuye al bienestar de la sociedad.

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La Importancia de la Innovación

Es evidente que no existe Iniciativa Empresarial sin una Idea de Negocio. Se trata de ese alumbramiento sobre de qué forma, mediante un producto o servicio, se va a solucionar un problema o aportar ventajas de valor a un entorno determinado de posibles clientes. La Idea de Negocio es, sin duda, parte esencial de la iniciativa.

Pero la Iniciativa Innovadora va mucho más allá de la primera Idea de Negocio, no se queda anclada en ese supuesto de arranque. Pero la Innovación deberá estar presente a lo largo de toda tu carrera profesional; no podrá detenerse nunca. Estamos hablando de una especia de inquietud existencial: análisis de oportunidades, búsqueda de opciones de negocio, o lanzamiento de nuevos proyectos dentro del proyecto principal.

Para ello, la innovación es clave, además de ser impulsora de diferentes técnicas efectivas de productividad. Las nuevas ideas de negocio de los emprendedores pueden impactar de forma directa en las empresas existentes, contribuyendo a su desarrollo y expansión.

El Plan de Empresa: Una Hoja de Ruta para el Éxito

En el mundo emprendedor la planificación es inevitable. Toda persona que desee poner en marcha su idea de negocio debe pasar por un proceso de planificación que sintetice y justifique su futura viabilidad.

La planificación en ningún momento garantiza el éxito del proyecto. Cada vez que tomamos algún tipo de decisión nos transformamos en planificadores. El proceso mental es aquí lo más importante, sobre todo en el ámbito empresarial.

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Un plan de empresa es un documento escrito que marca el inicio de la actividad empresarial. Este documento es clave en cualquier negocio y su utilidad radica en que sintetiza y justifica la viabilidad de la empresa o proyecto.

La iniciativa emprendedora surge con la identificación de una posible oportunidad y la forma de explotarla, esto es, la idea de negocio. Ambos son conceptos nucleares en el proceso emprendedor.

Es muy común que el emprendedor inicie su andadura con su idea de negocio, olvidándose por completo de que tendría que haberse preocupado primero de si dicha idea está basada en una oportunidad de negocio. Por tanto, es importante tener claro que las ideas de negocio deben estar basadas en una oportunidad de negocio.

La idea es necesaria para emprender, pero por sí misma no basta; ya que no deja de ser una simple conceptualización o visión de un posible negocio por parte del emprendedor; por tanto, puede que no represente una oportunidad empresarial.

En ocasiones, la oportunidad de negocio no está en el entorno esperando a ser identificada, sino que es creada por la acción innovadora del emprendedor. A la hora de emprender son muchos los procesos que entran en juego, y múltiples elementos los que se deben conocer y tener en cuenta para idear y desarrollar un negocio con éxito.

Componentes Esenciales de un Plan de Empresa

Aunque probablemente seamos capaces de identificar una serie de etapas comunes en la creación de un plan de empresa, a continuación se listan algunos de los más importantes a tener en cuenta:

  1. Información General: Denominación de la empresa, lugar de localización, fecha de inicio de actividad, forma jurídica, descripción de la actividad empresarial, plantilla de trabajadores, inversión prevista y fuentes de financiación, nombre y apellidos del promotor y currículum resumido.
  2. Producto o Servicio: Exposición del concepto, características técnicas, atributos importantes, beneficios para el consumidor, componentes innovadores, ventajas competitivas, tiempo dedicado a investigación y desarrollo, proceso de fabricación, localización de la fábrica, instalaciones y ventajas.
  3. Producción: Máquinas y equipos para la fabricación, forma de comprarlos, importe de la inversión, volumen de producción, tiempo de permanencia en activo, cantidad de materia prima y mano de obra necesaria, controles de calidad en inventarios e inspección.
  4. Mercado: Aspectos generales del mercado, previsión de ventas, posibilidad de crecimiento, estudio de clientes potenciales, análisis de empresas competidoras e impedimentos para acceder al mercado.
  5. Marketing: Estrategias de marketing para lograr objetivos económicos, análisis de la situación, diagnóstico de oportunidades, fortalezas, debilidades y amenazas, establecimiento de objetivos, elección de estrategias, acciones a llevar a cabo, procesos de seguimiento y control.
  6. Organización y Recursos Humanos: Relación de funciones, cargos directivos, mandos intermedios, responsabilidades y competencias, descripción de categorías laborales, formas de contratación, número de personas en la plantilla, áreas de trabajo, remuneraciones y política del departamento de recursos humanos en lo referente a formación, especialización, promoción y clima laboral.
  7. Inversión: Conceptos a los que se destinará la inversión, fuentes de financiación para llevar a cabo el proyecto empresarial, inversiones en activo fijo e inversiones en capital circulante.
  8. Previsión de Resultados: Pronóstico de los resultados de un ciclo contable, estimación de los saldos correspondientes a las cuentas de ingresos y gastos de dicho ciclo.
  9. Viabilidad Económica: Viabilidad económica del plan, con las diferentes propuestas de financiación del mismo, balance, estado de origen y aplicación de fondos.
  10. Riesgos: Explicación de situaciones desfavorables que puedan obstaculizar el desarrollo de la actividad, tales como el impedimento de la salida al mercado de un producto o servicio en el momento estipulado y medidas para corregirlos.

Las PYMES y su Rol en la Economía

Todos sabemos la importancia que tienen las pymes para nuestra vida diaria. El concepto de pyme se incluiría a un colectivo bastante heterogéneo. Las pymes siempre han representado un papel protagonista en el contexto económico.

El número de trabajadores que emplea una empresa es un factor importante que desempeña en la economía. Las pymes representan una parte indispensable del tejido productivo y es por eso que, tanto instituciones públicas como privadas, se esfuerzan por aumentar el número de este tipo de empresas.

Definición de PYME

Aunque existen varias definiciones sobre lo que es una pyme, en general se considera pyme a aquellas empresas que ejercen regularmente una actividad económica cuyo volumen de negocio general anual no supera los 10 millones de euros.

Las pymes se identifican con adjetivos de innovadoras, personalistas y flexibles; este último adjetivo es el que, de alguna manera, aglutinaría a los demás. Dicha respuesta se establece mediante una "nueva combinación".

Es importante tener en cuenta que las pymes presentan ciertas desventajas como su dependencia del fundador y su tamaño, que suele ser muy pequeño.

El Proceso Emprendedor

El proceso emprendedor suele comenzar con la detección de una oportunidad de negocio. La calidad del emprendedor o equipo fundador es incluso superior a la importancia de los recursos iniciales. El proceso emprendedor debe tener en cuenta la incertidumbre, ya que este es un factor cambiante como el que caracteriza el contexto actual.

La planificación es complementaria a lo largo de todo el proceso emprendedor. Sin embargo, lo habitual es que con el tiempo se produzcan modificaciones importantes. Los emprendedores que planifican asumen menos riesgos y, en consecuencia, tienen mayor probabilidad de alcanzar el éxito.

¿Tienes madera de emprendedor?

Realiza este sencillo test para saber si tienes vocación emprendedora:

  1. ¿Te gusta crear y emprender?
  2. ¿Normalmente llevas a cabo los planes que te propones?
  3. ¿Eres realista?
  4. Si tomas una decisión, ¿la aplicas a pesar de sus consecuencias?
  5. ¿Tienes capacidad de autocrítica?
  6. ¿Eres perseverante aunque a veces te flaqueen las fuerzas?

Resultados:

Más de 30 puntos: Te felicitamos, pareces tener muy buena madera de emprendedor. ¡Adelante con tu idea!

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