El emprendimiento es un término que ha ganado relevancia en los últimos años, impulsado por el auge de las startups, la innovación tecnológica y la creciente demanda de soluciones creativas para problemas complejos. Aunque no existe un consenso comúnmente aceptado sobre qué es exactamente la iniciativa emprendedora, podríamos resumirla como el efecto de emprender, “acometer o comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”, según la RAE.
Por ello, una definición de emprendimiento podría ser convertir una nueva idea en una innovación exitosa mediante el uso de habilidades, creatividad y exposición al riesgo. En definitiva, un emprendimiento es cualquier actividad nueva que hace una persona, que puede tener como finalidad lograr ganancias económicas o no. El emprendimiento es llevado a cabo por los emprendedores.
Origen e Historia del Emprendimiento
El origen está en el francés entrepreneur (pionero)¸ vocablo proveniente del latín prendere. A mediados del siglo XVIII Richard Cantillon conceptualizó el término emprendedor en su obra ‘Ensayo sobre la naturaleza del comercio en general’ como “un individuo que asume riesgos en condiciones de incertidumbre”, considerándose así a este economista franco-irlandés como el primero en introducir formalmente el término emprendimiento al relacionarlo con el factor económico y su crecimiento.
Ya a principios del siglo XIX otro francés, Jean-Baptiste Say, definió al emprendedor como “un agente de cambio que reúne y combina los medios de producción, recursos naturales, humanos y financieros para construir un ente productivo y encuentra el valor recibido de los productos, la recuperación del capital invertido, de los gastos que incurrió y de las utilidades que busca”.
A comienzos del siglo XX, el austro-estadounidense Joseph Alois Schumpeter teorizó que los emprendedores no son en sí mismos gerentes ni administradores ordinarios de una empresa, sino gente que actuando intuitivamente llevan a la práctica nuevas posibilidades económicas. En la segunda mitad del siglo pasado, el austriaco Peter Druker definió el emprendimiento como “el proceso de obtención de beneficios de nuevas combinaciones únicas y valiosas de recursos en un entorno incierto y ambiguo”.
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Tipos de Emprendimiento
Dependiendo de la finalidad, nos encontramos con diferentes tipos de emprendimiento:
- De pequeñas empresas: Emprendedores que crean y administran su propio negocio, habitualmente solos o con miembros de la familia. Buscan generar ingresos suficientes para mantener su estilo de vida sin interés en un crecimiento exponencial.
- De grandes empresas: Los modelos centrados en generar beneficios pueden crecer de manera natural llegando a convertirse en una gran empresa. El objetivo es mantener la expansión el modelo de negocio basándose en la idea inicial.
- Escalables: A diferencia de las pequeñas empresas, este tipo de emprendimiento cuenta como característica con que los emprendedores se centran en la búsqueda de ideas innovadoras con las que expandir el negocio y generar beneficios más cuantiosos.
- Intraemprendimiento: Al tratarse de un emprendimiento desarrollado en el seno de una organización, el empleado al que se le da el apoyo para crear nuevos productos no tiene que preocuparse de si estos se convertirán o no en una fuente de ingresos. Y es que, a diferencia de otros emprendedores, no se enfrentan a riesgos personales en el caso de que el producto o servicio lanzado no llegue a prosperar.
- Social: Como su propio nombre indicia, se trata de emprendimientos centrados en generar productos o servicios que intentan resolver problemas sociales. Habitualmente se trata de organizaciones sin ánimo de lucro y cuya finalidad no es conseguir ni riquezas ni ganancias, aunque no siempre tiene por qué ser así.
- Innovador: Surge de la creación de negocios que buscan lanzar productos o ideas nuevas por completo y que se caracterizan por solventar necesidades mediante productos o servicios novedosos.
- Espejo o de imitación: Con iniciativas o ideas previas como inspiración, crean o copian un negocio previamente existente adaptándolo. Este tipo de emprendimiento no requiere invertir en investigación al tratarse de una réplica, aunque deben cuidar la diferenciación con el original para no ser considerados como meros imitadores.
- De oportunidad: Se trata de aquellos emprendimientos desarrollados por personas que aprovechan las oportunidades que se presentan según van surgiendo, caracterizándose por ser capaces de identificar y capitalizar necesidades del mercado insatisfechas o tendencias nacientes.
- Del comprador: La riqueza del emprendedor sirve para impulsar proyectos comerciales utilizando sus recursos económicos con los que comprar negocios que consideran que pueden llegar a alcanzar un mayor grado de éxito.
- Del investigador: Tras una posterior investigación basada en datos, este tipo de emprendimiento es aquel en el que los emprendedores aspiran a conseguir éxito después de una preparación previa y unos conocimientos adecuados.
Características del Emprendimiento
Existen distintas características comunes a los diferentes tipos de emprendimiento que, en mayor o menor grado, deben cumplir los emprendedores:
- Espíritu y olfato: Contar con ganas, dinamismo o creatividad, así como intuición para poder anticiparse a la competencia a la hora de detectar las necesidades del público.
- Capacidades: Disponer de los conocimientos técnicos necesarios para el desarrollo del emprendimiento.
- Regulación: Conocer la legislación del entorno en el que se mueve puede ayudar a la hora de convertir en realidad la idea inicial.
- Financiación: Se hace necesario contar con financiación para el establecimiento de la actividad.
- Ecosistema: Disponer de una red en la que participan diferentes actores también es relevante a la hora de poder generar sinergias con otros emprendedores.
Así pues, podríamos resumir como emprendimiento (con sus múltiples características y numerosas tipologías) aquellas actitudes y aptitudes que permiten a las personas iniciar retos o proyectos novedosos avanzando un paso más de donde previamente había llegado.
A continuación, te contamos las diez características de la comunidad emprendedora que nos sacarán de dudas:
- La vocación supone el leitmotiv de toda profesión. El entusiasmo ayuda a que el sacrificio que conlleva toda actividad profesional no implique padecimiento, sino deseo de superación. El amor a nuestra ocupación resulta fundamental en el emprendimiento.
- Montar una empresa requiere inventiva. La imaginación nos da alas para mostrarnos ambiciosos y captar oportunidades en lugares inhóspitos.
- Sensatez y seriedad. Llegar el primero al puesto de trabajo y marcharse el último. Además, la toma de decisiones requiere compromiso, pues tendremos que valorar las implicaciones y las consecuencias de apostar por un camino u otro.
- No nos engañemos, si hay un estado continuamente presente en el emprendimiento es la incertidumbre, y resulta algo que ha llegado a convertirse en una de las características de la comunidad emprendedora. El mundo evoluciona a pasos agigantados y, aunque podemos sospechar ciertas alteraciones en el devenir de los acontecimientos, no tenemos la certeza de qué aspectos cambiarán y en qué medida.
- Encontrar las soluciones antes de que irrumpa el problema parece la situación deseable.
- A Walt Disney lo echaron de su puesto de trabajo por falta de imaginación. Esta negativa a claudicar caracteriza a todo emprendedor/a, cuyas ideas se asientan en la tenacidad y el desconocimiento de la rendición. La osadía, el ímpetu, el arrojo, la persistencia y la audacia son características de la comunidad emprendedora que no deben faltar si nuestro objetivo es montar un negocio. No significa que acometamos riesgos lanzándonos por un precipicio.
- Para enfocar los esfuerzos hacia aquellos aspectos que sustentarán los logros de nuestra compañía tendremos que seguir una planificación. Este bosquejo de actividades estará basado en metas estratégicas. Además, en este esquema también prevalecerá la eficiencia, es decir, el desempeño de las funciones que impliquen menos costes y más rapidez. Con este método controlamos las acciones para comprobar que vamos por el buen camino.
- Tolerar errores, establecer metas, dar ejemplo, fomentar el potencial de cada uno de los miembros de la empresa, propiciar la reflexión… Las cualidades de un líder son también las virtudes de un emprendedor/a0. Estas personas reúnen a equipos altamente cualificados y establecen la armonía en su plantilla.
- Crear un tejido de contactos nos permitirá vender más y vender mejor. Una de las características de la comunidad emprendedora es su habilidad para persuadir. Por otro lado, las redes sociales se han convertido en eficientes socios para este cometido.
- Toda empresa respetable ha de proyectar una imagen seria. La formalidad implica sensatez y solvencia, dos virtudes que aportan a la compañía la credibilidad que requiere para su triunfo en el mercado. Dar al cliente aquello que se le ha garantizado ayudará a nuestra marca a labrarse un buen nombre.
Estas características de la comunidad emprendedora resultan básicas y claves para potenciar tu negocio.
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Un emprendedor es alguien que tiene la capacidad de identificar oportunidades donde otros ven problemas, y que además tiene la disposición y la tenacidad para materializar esas oportunidades en proyectos o negocios viables. ¿Qué define realmente a un emprendedor?
- Una de las características más importantes de un emprendedor es su capacidad para visualizar el futuro. Los emprendedores tienen una visión clara de lo que quieren lograr y cómo creen que el mundo debería cambiar gracias a sus esfuerzos. El emprendedor no solo tiene ideas, sino que también comprende las tendencias del mercado, lo que le permite anticiparse a los cambios y adaptar sus propuestas de valor.
- La pasión es el motor principal que impulsa a los emprendedores a continuar su viaje, incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Emprender no es fácil y está lleno de desafíos, fracasos y frustraciones. Esta pasión también es contagiosa; los emprendedores apasionados suelen atraer a personas que comparten su entusiasmo y están dispuestas a trabajar para hacer realidad la visión del proyecto.
- La creatividad es una característica esencial de cualquier emprendedor. Los emprendedores no solo buscan crear productos o servicios innovadores, sino que también buscan soluciones creativas a problemas existentes.
- La resiliencia es la capacidad de recuperarse de los fracasos. En el mundo del emprendimiento, el fracaso es una realidad casi inevitable, ya sea en pequeñas o grandes medidas. Los emprendedores resilientes no ven el fracaso como el final de su viaje, sino como una lección que les ayudará a crecer y a mejorar en el futuro.
- El emprendedor es, por naturaleza, un tomador de riesgos. Lanzar un nuevo negocio o proyecto siempre implica incertidumbre, y los emprendedores están dispuestos a asumir estos riesgos calculados para alcanzar sus objetivos.
- Aunque el emprendedor es la fuerza motriz detrás de un proyecto, rara vez lo hace solo. Los emprendedores exitosos son aquellos que saben rodearse de un equipo competente y motivado.
- La comunicación efectiva es fundamental para cualquier emprendedor. Los emprendedores necesitan articular claramente su visión, tanto a los miembros de su equipo como a posibles inversores, clientes y otros actores clave en su ecosistema. Además, la comunicación también incluye la capacidad de escuchar y recibir retroalimentación.
- Aunque la toma de riesgos y la innovación son cruciales, los emprendedores también necesitan ser capaces de planificar y organizar.
- El mundo empresarial está en constante cambio, y un emprendedor debe ser capaz de adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias.
- Finalmente, la autoconfianza es una cualidad crucial para cualquier emprendedor.
Innovación vs. Ser emprendedor implica una combinación única de habilidades, cualidades y mentalidad que permiten transformar ideas en realidades. La vida real nos demostró que la vida de un emprendedor no es, ni por asomo, las vacaciones que muchos imaginaron. Al contrario, consta de superar el miedo al fracaso, trabajo duro, muchas horas de desvelo y una gran fortaleza para continuar.
Un emprendimiento es el esfuerzo que hace una persona o grupo de personas para impulsar un proyecto, crear una empresa o una solución innovadora. Imagina dejar de lado la idea de ganar dinero por el simple hecho de ganar dinero. ¿Cómo sería enfocarte en crear un bienestar común y ver crecer tu negocio gracias a ello?
- Una innovación puede surgir del conjunto de ideas para emprender un negocio de una o más personas. Su objetivo es brindar un servicio o producto que aporte una solución a algún problema actual.
- Una de las características de un emprendimiento es su adaptabilidad y flexibilidad. Al ser una idea nueva puede irse modificando y optimizando con el tiempo hasta convertirse en algo más sólido y estable.
- La persona que se decide a hacer un emprendimiento debe tener una gran determinación para hacer de su visión una realidad.
- Ningún emprendimiento será veloz. Como cualquiera requiere de tiempo para asentarse y lograr la rentabilidad esperada.
- Un emprendimiento debe tener la capacidad de crecer para que los ingresos comiencen a ser más altos que los costos.
El emprendimiento femenino tiene como principal motivación cambiar el mundo; un 30 % de mujeres españolas tiene esa intención, seguido de un 28 % para crear altos ingresos y un 18 % por tradición familiar.
São Paulo, Ciudad de México, Buenos Aires, Santiago de Chile, Bogotá, Montevideo y Lima son las mejores ciudades América Latina para el emprendimiento. El estudio «Soft Landing in Latin America» reveló que México es el país más atractivo de Latinoamérica para los emprendimientos, pues tiene mayor vocación por crecer internacionalmente.
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Según la Asociación Mexicana de Capital Privado, solo el 35 % de los emprendimientos sobreviven los primeros 5 años. Esto puede deberse a errores en su gestión, la falta de una estrategia fuerte para incursionar en el mercado, una mala administración en la inversión y métricas mal calculadas. Según el Monitor de Emprendimiento Global (GEM), el 80 % de las mujeres participan en el emprendimiento un 80 % más que los hombres.
Aquellos que se deciden por realizar un emprendimiento cada vez son más jóvenes, pues rondan entre los 18 y los 35 años. Cuando inicies tu emprendimiento, te darás cuenta de que existen más obstáculos que respuestas. Pero no debes desanimarte, ya que seguramente encontrarás muchos ejemplos de personas y equipos que forjaron su propio camino.
Ejemplos de Emprendimiento
- En 2015, la mexicana Cristina de la Peña junto con otros socios crearon la aplicación Synapbox. Cristina, consciente del poder del video en las masas, decidió aprovechar este formato para ayudar a las marcas a sumarse a dicha tendencia de manera eficaz. Este es un gran ejemplo de emprendimiento, pues Cristina de la Peña brindó una idea novedosa al mercado con la intención de resolver una problemática actual de las marcas.
- Sinba o «Sin basura» surgió con el objetivo de encontrar solución al problema de los millones de toneladas de alimento que se tiran año con año. Esta idea nació en 2015 mientras los creadores Bitia Chávez, Andrea Rivera y Philip Reiser comían en un restaurante en Lima, Perú. Para el año 2021 este emprendimiento logró reciclar más de 2000 toneladas de residuos orgánicos y ha abierto una red de recolección en hogares también.
- Crehana es una plataforma de aprendizaje en línea desarrollada en Perú en 2015 por los emprendedores Diego Olcese Díaz y Rodolfo Dañino. Además, cuenta con certificaciones de 4 meses avaladas por universidades. En 2021 la plataforma educativa alcanzó un récord en la región tras obtener de forma exitosa 70.000.000 USD en una ronda de inversión serie B, en alianza con General Atlantic. Entre los últimos planes de expansión para este emprendimiento, los creadores se proponen potenciar su unidad de negocio con la creación de «Crehana for business», cuyo objeto es impulsar la capacitación de startups. Se dirige a empresas de América Latina para brindar paquetes de producto especializados, a fin de cubrir necesidades específicas en sus líneas de negocio.
- Mamotest es una organización de telerradiología especializada en la detección de cáncer de mama, que brinda servicios asequibles y de alta calidad en lugares vulnerables en Latinoamérica. En 2022 Mamotest ganó el Premio de Sostenibilidad Zayed en la categoría «Salud» en Abu Dhabi. Este emprendimiento es la primera pyme de América Latina en ganar este reconocimiento; planea escalar sus operaciones y atender a más de 1.000.000 de personas en un periodo de 5 años.
- Para este emprendimiento lo más valioso es poder generar un puente entre todas las personas y que ninguna discapacidad se interponga. Además de ser una solución con un propósito social y humano, la clave para el éxito de este emprendimiento es su facilidad de uso, su interfaz amigable y su diseño, ya que el ayudante virtual es muy ameno y conecta muy bien con los usuarios.
- Sus fundadores, Matias Muchnick, Pablo Zamora y Karim Pichara, buscan reinventar la industria alimentaria, al replicar cualquier tipo de alimento de proteína animal en una opción elaborada solo con plantas y vegetales que mantenga el sabor, pero con más nutrientes. ¿Cómo lo hacen? Sin duda la principal clave es el uso de la tecnología en favor de una causa que, más allá de ser una opción de alimentación vegana, en varios años podría contribuir a ayudar al combate de la hambruna mundial.
A nadie le gusta equivocarse, sobre todo cuando existe una inversión de recursos y esfuerzos de por medio.
Si lo que esperas es hacerte millonario de la noche a la mañana, quizá sea mejor que compres un boleto de lotería. Un emprendimiento tendrá muchos tropezones antes de despegar, pero todo lo que aprendas será en beneficio de tu proyecto.
Aunque tengas la fortuna de estar respaldado por un inversionista generoso o una fortuna familiar, lo que hace a un emprendimiento un proyecto sólido es la suma de los talentos involucrados. Súmalos por etapa, proyecto o de manera permanente, dependiendo de lo que el negocio requiera.
Nos referimos a todo lo que tiene que ver con procesos legales y administrativos, que quizá no sean lo que más motivación te dan para levantarte por las mañanas. Aun así, son clave para que un negocio funcione. Registrar la marca, pagar impuestos, poner en orden contratos, solicitar permisos de operación… hazlo tan pronto como puedas.
Eso suena fácil cuando no hay que pagar rentas de locales, licencias de software, sueldos, impuestos, servicios y otros. Y siempre debes tener en cuenta el margen de utilidad. Seguro tienes una entrada de dinero para que tu emprendimiento se mantenga, pero no hay espacio para innovar, para aprovechar tu creatividad o para abrir nuevas puertas. Trata de encontrar un balance entre lo que te genera dinero y lo que te genera inspiración.
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