Como bien es sabido, uno de los factores clave que determinan los resultados de un equipo es el estilo de liderazgo. Habitualmente no existe un único camino para llegar a un destino, tampoco un solo modelo de conducción para alcanzar la meta. Los pilotos adaptan su forma de tomar las curvas al estado del circuito. Algo semejante ocurre con el liderazgo.
Estilos de Liderazgo Comunes
Con la intención de refrescar, cuáles son los estilos de liderazgo más habituales y necesarios, rescatamos algunos ejemplos:
- El líder timonel: Este tipo de liderazgo marca el rumbo del equipo y predica con el ejemplo; el líder normalmente es alguien que conoce bien el funcionamiento de la empresa y de los procesos, y sirve de modelo para lo que se espera del equipo. Se podría resumir en la frase: “Hazlo como yo, ahora”. Es un estilo que funciona bien cuando un equipo está motivado y bien preparado, y se necesitan resultados rápidos.
- Líder autoritario: El liderazgo autoritario trata de movilizar al equipo hacia una visión común y se centra en los resultados, dejando a elección de cada individuo la forma de conseguirlos. Estaría indicado para situaciones en las que se han producido cambios y se necesita una visión, o cuando no hace falta una guía explícita. Los líderes autoritarios suelen inspirar el espíritu emprendedor y el entusiasmo por la misión.
- Líder afiliativo: Este tipo de líder trabaja para crear vínculos emocionales entre los miembros del equipo que conducen a un sentimiento de pertenencia. Es un estilo que funciona bien en momentos de estrés, cuando el equipo necesita recuperarse de una situación negativa, o cuando es necesario volver a construir la confianza por el motivo que sea.
- Líder coach: Estos líderes se preocupan sobre todo por el desarrollo de las personas. Funciona bien cuando el líder quiere ayudar a sus colegas a desarrollar capacidades con valor a largo plazo que les ayuden a progresar en su carrera.
- Líder coercitivo: Este liderazgo demanda el cumplimiento inmediato de las órdenes. Puede ser un modo de liderazgo efectivo en momentos de crisis o de verdadera emergencia, como puede ser un incendio o en días críticos durante la pandemia. También puede ayudar a encauzar a un miembro del equipo problemático si fallan el resto de métodos.
- Líder democrático: Este tipo de líder construye el consenso por medio de la participación. Es el mejor estilo de dirección cuando se necesita convencer al equipo de una decisión, o se quiere que tomen una, o cuando el líder quiere saber lo que piensa alguno de sus miembros o necesita ideas frescas de los más cualificados.
Conocer y profundizar en estos estilos de liderazgo, sabiendo que en unos nos moveremos con más soltura que en otros incidirán en un mayor repertorio de habilidades directivas y riqueza ante las situaciones que la vida profesional nos presente, hoy más críticas que nunca.
Definiciones Clásicas de Liderazgo
Una definición clásica dada al término liderazgo es la acuñada por James C. George, de Par Training Corporation, al señalar de forma muy sencilla que es la capacidad de conseguir seguidores; pero para muchos, el mejor concepto de liderazgo es el dado por el filósofo Hugo Landolfi, de la Escuela de Estudios Superiores en Liderazgo Organizacional, que lo define como “El ejercicio manifiesto de las actualizaciones y perfeccionamiento de un ser humano, denominado líder, quien por su acción se coloca al servicio del logro, a través de una misión, de uno o varios objetivos propuestos por una visión. De esta manera podemos entender que el liderazgo que se debe ejercer en las empresas va más allá de la capacidad de influenciar a otros, pues es un conjunto de actitudes, conocimientos y capacidades que posee una persona.
Evolución del Liderazgo a Través del Tiempo
El liderazgo se define como la capacidad de una persona en influir en un grupo de forma que maximiza la aportación de cada uno de ellos para conseguir un objetivo común. Los orígenes del liderazgo datan de los inicios de la propia humanidad, donde el líder de la manada era “el más fuerte”, ya que con ello aumentaban las posibilidades de supervivencia, confort y calidad de vida.
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El paso de los siglos llevó a lo que denominamos “el liderazgo clásico”, que se corresponde con el liderazgo militar en la antigüedad (en nuestro caso lo fijamos del 2.300 ac hasta principios del Siglo XIX).
Liderazgo Clásico
Bajo este periodo de liderazgo clásico tenemos ejemplos tan apasionantes como Alejandro Magno (356-323 ac), considerado como el estratega más grande de todos los tiempos y que logró en solo 11 años vencer a la primera potencia mundial de la época (Persia) y conquistar todo el mundo conocido en la Antigüedad. No perdió una sola batalla y logró hacer sentir invencibles a sus ejércitos macedonios gracias a un sueño compartido (objetivo común, acabar con Persia), predicar con el ejemplo (luchaba en primera línea de batalla) y ser un excepcional orador (su maestro fue Aristóteles).
Otros genios militares de este período como Aníbal Barca o Julio César tienen características militares y estratégicas similares. Sus gestas se recuerdan bajo el influjo de un liderazgo motivador, compartiendo las penurias de los soldados y a la vez sus éxitos, lo que los llevó a convertirse en leyendas. Vemos, por lo tanto, que ese origen de liderazgo basado sólo en la fuerza de una persona evolucionó con el paso de los siglos hacia un liderazgo donde no era la fuerza sino la capacidad de inspirar e influir en grupos de personas (el ejército) para conseguir un objetivo común. Así, podemos concluir que los rasgos principales de esta tipología de líder eran la motivación, compartir los riesgos y la gloria en el campo de batalla, la planificación estratégica y el cuidado de los detalles.
Liderazgo Contemporáneo
Este liderazgo militar de la antigüedad dio paso al de la edad contemporánea (siglos XIX y XX). Fue este un período donde la innovación y los avances en el armamento y las tácticas militares cambiaron radicalmente la forma de luchar.
Aquellos que lo visualizaron y actuaron con anticipación, aplicándolos antes que el enemigo consiguieron victoria tras victoria. Aquí lo relevante no era ya sólo disponer de herramientas, (armas) más avanzadas que el rival sino también la forma de gestionar elementos clave como la logística, o el uso de infantería, artillería y caballería, (tanques en el siglo XX) de una forma diferente de tal manera que tuvieron un impacto demoledor en las batallas y en la moral del ejército contrario.
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Napoleón Bonaparte: Un Líder Excepcional
El líder que mejor aglutina de forma excepcional esta tipología de liderazgo en la edad contemporánea es, sin duda Napoleón, quien manteniendo los rasgos principales del líder de la antigüedad demostró también ser un genio en la forma de gestionar sus recursos y su ejército, logrando la más alta rentabilidad y eficiencia militar de toda la historia de la humanidad.
Fue sobre todo la calidad de sus tropas (formación) y su virtuoso enfoque logístico lo que le permitió tener a toda Europa a sus pies durante años, siendo capaz de vencer a potencias europeas como Austria, Prusia, los estados alemanes o Rusia.
Se anticipa a luchar ANTES de que los ejércitos aliados enemigos “se juntaran” y así lograba tener más efectivos y más potencia de combate en cada enfrentamiento. De este modo los iba derrotando uno a uno siempre con superioridad. Su magnetismo y capacidad de influencia, no solo en el ámbito militar, completan un perfil único.
Otros Líderes Significativos
Otros claros exponentes de este liderazgo contemporáneo fueron Erwin Rommel y W. D. Eisenhower. El primero, con su división fantasma, fue uno de los mejores exponentes del Blitzkrieg, la Guerra Relámpago, en la conquista Alemana de Francia en 1940. El supuestamente ejército más fuerte del mundo de la época fue derrotado en solo un mes gracias a estas tácticas de guerra donde la velocidad, la astucia y la perfecta combinación de la Wehrmacht y Luftwaffe (ejército de tierra y aire) consiguieron lo que se consideraba imposible. Admirado no solo por los suyos sino por sus enemigos, consiguió que el Estado mayor británico prohibiera a sus ejércitos citar siquiera su nombre, Rommel el zorro del desierto.
El caso de Eisenhower, que no se parece en nada al anterior, ya que nunca pisó un campo de batalla, es también un buen ejemplo, ya que aunaba humildad, integridad, cercanía y un enorme poder de persuasión. Su principal mérito fue rodearse de los mejores equipos multidisciplinares de distintos países aliados (UK, Australia, Canadá, USA, Francia) y alinearlos hacia el objetivo común de derrotar el 3º Reach. Creó así equipos multinacionales de alto rendimiento que aprovechaban sus sinergias y fueron capaces, por ejemplo, de inventar los Mulberry (puertos artificiales) para desembarcar los ingentes suministros que las tropas aliadas necesitaban para cubrir las necesidades de un millón de soldados en tiempo real. Gestionar las personalidades egocéntricas de otros líderes como Montgomery o Patton, fue otro de sus éxitos. Posteriormente pasó a la política y fue presidente de USA durante 8 años.
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Liderazgo en el Siglo XXI
En la actualidad las empresas requieren líderes que tengan la capacidad de enfrentarse a la incertidumbre, los cambios constantes, la flexibilidad organizacional y la responsabilidad social, que afectan al individuo como centro de los procesos en una organización, comunidad o sociedad.
Para ser un líder en el siglo XXI, es crucial:
- Tener valor, pues gran parte del éxito depende de ser capaz de aventurarse a lo desconocido, asumiendo la posibilidad de que no se logren los objetivos.
- Tener una actitud positiva, pues con ello se aumenta la capacidad de lograr los objetivos. El éxito no suele suceder de repente y hay que trabajar duro para llegar a las metas fijadas.
- Elegir buenos equipos, quienes rodean al líder son tan importantes como la estrategia para alcanzar un objetivo, pues basta una sola persona para destruir la moral de un equipo de trabajo.
- Adoptar metas propias, un buen líder debe alinear sus propios objetivos con los de la empresa ya que de esta manera se encontrará más motivado para lograrlo, pudiendo así establecer y transmitir mejor la visión y el propósito de la organización.
- Ser agradecido, la gratitud es uno de los pilares de los líderes, pues implica el reconocimietno del esfuerzo realizado por su equipo y las personas implicadas en la tarea.
- Ser decidido, los nuevos líderes deben tener la firmeza de aceptar lo que ocurra.
Relación entre Liderazgo Contemporáneo y Liderazgo Superlativo
Ese liderazgo contemporáneo ha evolucionado hacia el liderazgo superlativo en el siglo XXI derivado de los enormes cambios que se dan en la sociedad a nivel mundial. La globalización, las redes sociales, la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, la Responsabilidad Social Corporativa, la digitalización o la Agenda 2030 han supuesto un cambio de paradigma en las relaciones económicas y sociales.
El líder superlativo es el que conjuga las habilidades personales relacionadas con el carisma y la empatía, la visión anticipatoria para adelantarse a la competencia y la responsabilidad social tanto con el planeta como con las personas. Hoy día no se puede ser líder si no se acompaña el éxito en la gestión de personas y negocios unido a una vinculación real y auténtica con el entorno que nos rodea.
Para ser un líder superlativo e inspirar a las personas o dejar un legado vital digno de reconocimiento debemos devolver a la sociedad parte de lo que nos ha dado y contribuir con nuestro granito de arena a hacer un mundo mejor.
Teorías del Liderazgo Tradicional
A principios del siglo XX el liderazgo se describía como la mera capacidad de influir de un individuo sobre otro. Sin embargo, este concepto se ha ido enriqueciendo gracias a la contribución de la psicología a l ámbito empresarial y dando lugar a distintas teorías de liderazgo basadas en el «hacer».
Enfoque de los Rasgos
La teoría de los rasgos considera las características de la personalidad del líder como la clave del éxito. Se trata de cualidades innatas del individuo en las que no se tiene en cuenta el ambiente de trabajo o el contexto. Los principales rasgos asociados al líder son: inteligencia, confianza en sí mismo, resolución, integridad y sociabilidad. Por tanto, no tienen en cuenta al colaborador.
Enfoque Conductual
A diferencia del enfoque anterior, estas teorías trabajan en el comportamiento del líder para influir en los empleados y así alcanzar el éxito. Se centran en las conductas y su relación con el rendimiento y la satisfacción de los subordinados, dando lugar a varios tipos de estilo de liderazgo. Por ejemplo: el liderazgo autocrático versus el democrático.
- El líder autocrático: en este estilo de liderazgo, todas las decisiones son tomadas por él sin participación de los empleados.
- El líder democrático: lo que sucede es que los empleados forman parte de las decisiones. Este estilo se basa en la colaboración y en la participación de todos los miembros del grupo.
La efectividad de la conducta de los líderes podrá situarse en dos dimensiones: orientación a las personas, en la cual el líder se centra en conseguir el bienestar de las personas teniendo en cuenta sus sentimientos y sus opiniones; en orientación a las tareas, el líder pone el foco en la consecución de los resultados y en las tareas a desarrollar para alcanzar sus objetivos.
Enfoque Situacional
Estas teorías tienen en cuenta que cada circunstancia requiere un tipo de liderazgo y que la efectividad del líder se ve influenciada por las características del entorno, por el tipo de tarea, por la relación entre los colaboradores y el líder.
Enfoque Transformacional y Transaccional
La mayoría de las teorías transformacionales tienen en cuenta tanto los rasgos de la conducta del líder como las situaciones. Atendiendo al tipo de influencia del líder sobre sus subordinados, James MacGregor en su libro «Leadership» en 1978, introdujo los conceptos de liderazgo transaccional y liderazgo transformacional.
En 1985, Bernard Bass explicó los mecanismos psicológicos implicados y resaltó la importancia de la motivación y el rendimiento. Bass, a diferencia de Burns, consideró la posibilidad de que un líder aplicara los dos tipos de liderazgo dependiendo de la circunstancia.
El líder transformacional se mide en términos de influencia. Se caracteriza por su reticencia al cambio y por promover la estabilidad, mientras que el líder transformacional busca, precisamente, provocar un cambio en la organización y establecer un vínculo emocional.
Ejemplos de Liderazgo en la Historia y Actualidad
Uno de los temas que nunca pasan de moda es el del liderazgo, ese gran hombre o esa gran mujer que dejan una huella indeleble en su paso por el mundo y que son admirados, envidiados, seguidos e imitados por millones de personas.
Liderazgo de Isabel II
Los dotes de liderazgo de Isabel II son incuestionables y van mucho más allá de las ideas o tendencias políticas de las últimas décadas.
Liderazgo de LeBron James
¿Te sorprende que un deportista sea uno de los líderes mundiales con más peso de la última década? La elección de LeBron James, el jugador de baloncesto estrella de la NBA no la hemos hecho nosotros, sino la prestigiosa revista Fortune que colocó en el puesto número 31 a este líder que arrastra masas y pasiones. Según Fortune James destaca sobre todo por su intensa labor a favor de los derechos de los animales, sus campañas de concienciación social sobre las especies en peligro de extinción o el comercio ilegal de marfil, etc.
Liderazgo de Nelson Mandela
El fallecimiento de Mandela fue un golpe muy duro para millones de personas a las que inspiró con su activismo. “No era perfecto, pero tenía una gran empatía y afrontó sus fracasos, sobre todo los de índole personal, con gran transparencia”. Son las cualidades que destaca Cinco Días en la crónica que realizó de su fallecimiento. “Diez razones por las que Mandela era un líder” recoge, además de las mencionadas, otras cualidades que suponen una prueba de su indiscutible liderazgo. La paciencia, por ejemplo, para esperar las oportunidades, demostrando visión a largo plazo. Mandela soportó 27 años de duro encierro y tardó cinco años más en ganar las elecciones. La capacidad para perdonar, que llevada al ámbito profesional implicaría aceptar los errores ajenos, le proporcionó la fidelidad de aquellos que trabajaban a su lado. Aprendió de los errores y fue cauto y generoso. Las lecciones de este líder que transformó América siguen aún vigentes.
Liderazgo de Martin Luther King
Tres son las principales que se destacan en el artículo “Lecciones de Martin Luther King” y que se han convertido en un manual a seguir por todos aquellos que tienen la aspiración de convertirse en ejemplos de líderes. En primer lugar, demostrar el compromiso total hacia una causa es esencial para lograr el éxito en ella. La segunda lección está relacionada con innovar, romper las creencias establecidas como base para lograr un cambio. Muchas veces implica tomar medidas que son impopulares, pues la resistencia al cambio es un elemento común en las organizaciones. La comunicación fue la tercera de sus virtudes. Tenía un sueño, pero no habría podido hacerlo realidad si no lo hubiera comunicado a todas las personas que tenía a su alrededor.
Liderazgo de Steve Jobs
Sin duda, uno de los personajes más visionarios de nuestra época, también uno de los más polémicos en cuanto a su estilo de liderazgo y de dirección de empresas. Se le retrata habitualmente como un jefe duro pero cercano. Llegó a afirmar “mi trabajo no es llevarme bien con las personas, sino conseguir que lo hagan cada vez mejor”, como defensa ante las críticas de ser un jefe cruel y tiránico. Pese a ello, sus colaboradores le adoraban, porque les transmitía el propósito sobre lo que estaban haciendo, la transcendencia de su papel.
Liderazgo de Winston Churchill
Este controvertido personaje es valorado como uno de los mejores líderes mundiales. Churchill ha sido descrito como una persona terca, obstinada y con innumerables manías y extrañas costumbres, pero también como un líder positivo y optimista y con un gran sentido del humor, especialmente ante situaciones complicadas. Su confianza en sí mismo, su tenacidad y sus habilidades para la comunicación, fueron algunas de las características que le hicieron convertirse en un gran líder.
Liderazgo de Mahatma Gandhi
Gandhi es uno de los líderes pacifistas más populares y admirados de todos los tiempos.
Características del Liderazgo Carismático
El liderazgo carismático implica un sentido de estilo y confianza que lo diferencia de otros tipos de líderes.
- Comunicación: Los líderes carismáticos tienen habilidades extraordinarias en comunicación. Esto les ayuda a motivar a los empleados en los momentos difíciles y también a mantenerse firmes cuando las circunstancias lo requieren. Los líderes se sienten igualmente cómodos comunicándose uno a uno o en grupo.
- Madurez: Aunque tienen una personalidad muy marcada, un líder carismático también destaca por su madurez y carácter. Es frecuente que recurra a su sabiduría y conocimiento, el que ha acumulado a lo largo de su vida y experiencia en los negocios. El líder carismático se comportará de manera madura y responsable en todas las situaciones.
- Humildad: Los líderes carismáticos también tienen un sentido de humildad. Ponen mucho valor en cada empleado y tienen la capacidad de escuchar realmente sus preocupaciones. El líder carismático puede convencer a la persona que tiene enfrente del valor de su aportación individual a la organización y mostrarle cómo sus contribuciones afectan los intereses estratégicos de la empresa.
- Compasión: Los líderes carismáticos de éxito también son compasivos. El carisma por sí solo puede no ser suficiente, sin embargo, la compasión, la integridad, la honestidad y la fortaleza son cualidades que hace diferente a un individuo.
- Esencia: El carisma puede existir sin trasfondo, incluso careciendo de esencia, pero solo durante un tiempo muy corto. El comportamiento llamativo y deslumbrante puede captar la atención de las personas, pero eventualmente querrán algo sustancial debajo de la fachada. Un líder carismático no solo debe hablar, sino también demostrar su visión con hechos.
- Confianza: No hace falta decir que los líderes carismáticos tienen verdadera confianza en sí mismos. Se sienten cómodos con quienes son. Se entienden bien y no intentan ser nadie más. Transmiten un lenguaje corporal positivo. Un lenguaje corporal cálido, abierto y positivo caracteriza a los mejores líderes. Hacen contacto visual con el que están hablando, sonríen y se presentan a extraños con un entusiasmo genuino. Son auténticos y cercanos.
- Habilidades para escuchar: Los líderes carismáticos son extremadamente buenos oyentes. Cuando te escuchan, no se inquietan ni se muestran distraídos. Un líder carismático presta atención a lo que se dice y escucha con interés. Participan en la conversación y actúan con empatía.
- Autocontrol: Uno de los atributos de los líderes carismáticos es que a menudo tienden a observarse a sí mismos. Son conscientes de su poderosa personalidad y del hecho de que sus seguidores analizan sus acciones constantemente. Por esta razón, consideran importante retratar una buena imagen de sí mismos ante sus seguidores. Esto solo se puede lograr con el autocontrol.
- Superación personal: Un líder carismático comprende que tiene ciertas cualidades que lo hacen diferente de los demás, que son las que le aportan ese carisma. Ejerces un gran poder de atracción sobre los demás. La principal característica que diferencia al líder carismático de los demás es su capacidad para atraer a las personas, de conseguir que los demás se sientan interesados por su figura, gracias a sus cualidades y habilidades personales.
Tabla Comparativa de Estilos de Liderazgo
| Estilo de Liderazgo | Descripción | Ventajas | Desventajas | Ejemplo |
|---|---|---|---|---|
| Timonel | Marca el rumbo y predica con el ejemplo. | Resultados rápidos, motiva al equipo. | Requiere equipo motivado y bien preparado. | Jefe de proyecto experimentado guiando a su equipo. |
| Autoritario | Moviliza hacia una visión común, centra en resultados. | Inspira emprendimiento, útil en cambios. | Requiere visión clara, no necesita guía explícita. | CEO de una startup innovadora. |
| Afiliativo | Crea vínculos emocionales, fomenta pertenencia. | Útil en momentos de estrés, reconstruye confianza. | Puede descuidar resultados a corto plazo. | Gerente de equipo tras una crisis. |
| Coach | Se preocupa por el desarrollo de las personas. | Desarrolla capacidades a largo plazo. | Requiere tiempo y paciencia. | Mentor guiando a un joven profesional. |
| Coercitivo | Demanda cumplimiento inmediato de órdenes. | Efectivo en crisis y emergencias. | Puede generar resentimiento y desmotivación. | Gestor de emergencias durante un desastre natural. |
| Democrático | Construye consenso por medio de la participación. | Convence al equipo, obtiene ideas frescas. | Puede ser lento, requiere participación activa. | Líder de equipo buscando nuevas estrategias. |