¿Alguna vez te has preguntado cómo saber si alguien tiene inteligencia emocional? Tal vez conoces a alguien que, ante el caos, se mantiene sereno, que sabe cuándo hablar, cuándo callar y cómo animarte cuando más lo necesitas. No es magia: es inteligencia emocional.
El “no tan nuevo, pero en alza” tipo de liderazgo, liderazgo emocional, (mandar con el corazón) se asienta en la inteligencia emocional. Y lo mejor de todo es que no es un don exclusivo, sino una habilidad que se entrena.
Por ello, hoy te contamos qué es la inteligencia emocional, ejemplos y cómo identificarla en otras personas. Especialízate con el máster en inteligencia emocional y conviértete en un experto capaz de sacar lo mejor de sí mismo y de quiénes le rodean. ¿Tienes miedo de tu potencial?
¿Qué es la Inteligencia Emocional?
La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones, así como interpretar y responder adecuadamente a las emociones de los demás. No se trata de reprimir lo que sientes, sino de saber convivir con ello sin que te controle.
Es un concepto que fue popularizado por Daniel Goleman en los años 90, y desde entonces ha cobrado cada vez más relevancia. ¿Por qué? Porque tener un alto coeficiente intelectual no garantiza el éxito personal ni profesional. Lo que realmente marca la diferencia es cómo te relacionas contigo mismo y con los demás.
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¿Cómo es una Persona con Inteligencia Emocional?
Una persona con inteligencia emocional no es perfecta, pero sí consciente. Sabe cuándo respirar hondo antes de contestar, cuándo retirarse a tiempo y cuándo tender la mano. No deja que sus emociones arrasen con todo a su paso.
Ahora bien, ¿cómo saber si alguien tiene inteligencia emocional? Puedes saber fijándote en las siguientes características de una persona emocionalmente inteligente:
- Gestiona el conflicto con calma. No necesita gritar ni imponerse. Prefiere dialogar, entender y resolver.
- Escucha activamente. Ni interrumpe, ni juzga, sino que quiere comprenderte.
- Reconoce sus errores. Busca el aprendizaje en lugar de poner excusas.
- No se deja arrastrar por el drama ajeno. Aunque tiene empatía, también sabe poner límites.
- Inspira confianza. Las personas a su alrededor se sienten escuchadas, seguras y valoradas.
- Sabe decir «no» sin culpa. Prioriza su bienestar sin necesidad de herir a nadie.
- Maneja bien el estrés. Puede estar bajo presión sin perder el foco ni el respeto por los demás.
En definitiva, las características de las personas con inteligencia emocional son fáciles de identificar si prestas atención. No se trata de que nunca se enfaden o se sientan tristes, sino de que saben canalizar esas emociones de forma constructiva.
Ejemplos de Inteligencia Emocional
Estos son algunos ejemplos de inteligencia emocional en diferentes contextos que harán que sea más fácil identificarla:
Inteligencia emocional en el trabajo
Imagina que un compañero comete un error que te afecta directamente. Pero una persona con inteligencia emocional elige otro camino: respira, analiza la situación y luego se acerca a hablar con respeto y claridad. Busca soluciones, no culpables.
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En una discusión de pareja
Este es otro ejemplo de inteligencia emocional. Imagina que estás enfadado y sientes que tu pareja no te escucha. Una persona con emocionalmente inteligente, en lugar de gritar o cerrar la puerta con rabia, identifica sus emociones y le dice a la otra persona: «Ahora mismo estoy muy alterado. Prefiero calmarme y hablar contigo en un rato». Eso es inteligencia emocional.
Como madre o padre
Tu hijo está haciendo una rabieta en plena calle, todo el mundo te mira y crees que vas a perder los nervios. Si eres una persona con inteligencia emocional, validarás lo que siente y redirigirás la situación con firmeza y amor. Este es un ejemplo de cómo aplicar la inteligencia emocional en la crianza.
Inteligencia emocional contigo mismo
Tienes un mal día. Todo te sale mal. Podrías machacarte con pensamientos negativos, pero decides hacer una pausa, darte un paseo, reconocer que estás triste y permitirte sentir sin juzgarte. Eso también es inteligencia emocional: significa tratarse con amabilidad.
Inteligencia Emocional en el Liderazgo Empresarial
En un mundo empresarial y laboral en constante transformación, los modelos de liderazgo han evolucionado para adaptarse a las nuevas necesidades y expectativas exigidas por el mercado. Hoy en día, los líderes no solo deben gestionar equipos y lograr resultados, sino que también deben desarrollar habilidades humanas clave para el éxito en la organización. Daniel Goleman popularizó el concepto de inteligencia emocional en el ámbito del liderazgo, destacando que un buen líder no solo posee conocimientos técnicos, sino que también debe saber gestionar sus emociones y, sobre todo, las de su equipo.
Hay ya más de 10 años de datos que avalan la correlación directa que existe entre la inteligencia emocional de los líderes, en todos los niveles y cómo se desempeña la organización, sin importar el indicador. Por este motivo, para ser un excelente y sobresaliente líder habrá que desarrollar los siguientes aspectos: escuchar primero a las personas, dejar que expresen lo que saben, sienten y piensan los miembros de su equipo, empatizar con las personas, motivar en función de las necesidades que requiera cada miembro del equipo, y luego, integrar todo.
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Es muy importante estar alerta de nuestras emociones y las que queremos generar en nuestro entorno, así como detectar qué ocurre a nuestro alrededor para ser facilitador del cambio. ¿Eso significa que no podemos tener días malos? Mostrar tus emociones con más frecuencia y sin juzgarlas. Además de esto, es deseable que los líderes de las empresas aprendan a gestionar las emociones del grupo y de los equipos a su cargo. Y esto es cada día más importante.
Tipos de liderazgo según Daniel Goleman
Los tipos de liderazgo según Daniel Goleman no son incompatibles. Goleman sostiene que los líderes desarrollan competencias como autoconocimiento, autocontrol, motivación, empatía, relacionarse bien con los demás… Todos tienen ventajas y desventajas. Su eficacia dependerá en gran modo del contexto de aplicación.
- El líder visionario: El líder tiene visión de futuro y motiva a los trabajadores, dejándoles claro cómo encaja su función en la visión general de la organización. Los colaboradores comprenden que su actividad tiene importancia y por qué. Este tipo de jefe da libertad para innovar, experimentar y correr riesgos calculados.
- El líder afiliativo: Estos líderes comparten abiertamente las emociones, es uno de los rasgos distintivos. Tienden a valorar a las personas y sus sentimientos, resaltan las necesidades emocionales de sus empleados por encima del logro de tareas u objetivos.
- El líder democrático: Antes de adoptar una decisión, el líder pide la opinión de todos los implicados, la escucha y tiene en cuenta. Cuando un líder tiene una visión muy clara, el estilo democrático le ayuda a poner de relieve las ideas necesarias para ponerla en marcha.
- El líder ejemplar: El líder establece unos niveles de rendimiento altísimos y los ilustra personalmente y predica con el ejemplo. Demuestra una obsesión por hacer las cosas mejor y más rápido y pide lo mismo de todos los que lo rodean. Excelente para colaboradores bien capacitados, motivados y que requieran poca orientación o coordinación.
- El líder coach: El coaching no se centra tanto en el logro de objetivos como en el desarrollo personal y, en este sentido, suele ser muy bien recibido y proporciona muy buenos resultados, con independencia del resto de estilos empleados por el líder.
Liderazgo Inclusivo
El liderazgo inclusivo no solo busca la representación de distintos grupos, sino que también promueve una cultura de igualdad y respeto entre estos últimos. Facilitan el crecimiento y la igualdad de oportunidades dentro de sus equipos. Uno de los retos más importantes para las organizaciones modernas es la creación de una cultura de liderazgo sostenible. Esto implica que los líderes actuales deben formar y preparar a nuevos talentos dentro de la empresa para afrontar los retos de futuro. El liderazgo actual va más allá del modelo jerárquico tradicional y se enfoca en el desarrollo humano, la inclusión y el crecimiento colectivo.
El liderazgo inclusivo aporta numerosos beneficios a las empresas, tanto a nivel organizativo como en lo que se refiere al bienestar de los empleados:
- Mayor innovación y creatividad.
- Contribuyen a crear un mejor clima laboral.
- Incrementan la atracción y retención de talento.
- Mejoran la reputación corporativa.
- Mejoran la toma de decisiones.
- Potencian el cumplimiento de normativas y regulaciones.
Implementar un liderazgo inclusivo requiere un enfoque estratégico y un compromiso genuino con la diversidad y la igualdad. En un entorno laboral y empresarial cada vez más dinámico, los líderes se ven obligados a adaptar su comportamiento a unos nuevos modelos de liderazgo para mantener la eficacia y eficiencia de sus equipos. La capacidad de adaptación y la agilidad son habilidades cruciales, tremendamente apreciadas por los departamentos de recursos humanos de las empresas.
A continuación, se presentan algunos ejemplos de empresas que han adoptado el liderazgo inclusivo con éxito:
- Microsoft: La compañía ha implementado estrategias para fomentar la diversidad y la inclusión en todos los niveles.
- Google: Google ha desarrollado iniciativas para garantizar la igualdad en el lugar de trabajo, como su programa de mentoría para empleados de grupos subrepresentados.
- Unilever: La empresa ha adoptado un enfoque de liderazgo inclusivo al fomentar la igualdad de género y la diversidad cultural en sus equipos.
Desarrollo de la Inteligencia Emocional en el Liderazgo
Para potenciar la inteligencia emocional en el liderazgo, se pueden seguir estos pasos:
- Autoconciencia: Implica reconocer y comprender tus propias emociones. Para desarrollarla, dedica tiempo a reflexionar sobre tus sentimientos y comportamientos. Practica la autoevaluación regular, para comprender tus propias emociones, fortalezas y debilidades.
- Empatía: Es decir, la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás. Para ello, intenta escuchar activamente a tus colaboradores, mostrando interés genuino por sus preocupaciones.
- Habilidades Sociales: Estas incluyen la capacidad de comunicarte de manera efectiva y colaborar con los demás.
- Motivación: Se hace referencia a establecer metas y trabajar hacia ellas con determinación. Por esta razón, la inteligencia emocional y el liderazgo se reflejan en la medida en la que se definen metas claras y desafiantes pero alcanzables para ti y tu equipo.
- Comunicación Efectiva: Comunica tus expectativas de manera clara y escucha activamente las inquietudes y sugerencias de tu equipo. Recuerda que la inteligencia emocional y el liderazgo se relacionan en la medida en la que se logra comunicar mensajes difíciles, siempre con empatía y tacto. Para ello, considera tanto los aspectos emocionales como los racionales al momento de tomar decisiones importantes.
- Autenticidad: Muestra tu verdadera personalidad, ya que esto fomentará la confianza en tus colaboradores. Admite cuando cometas un error y demuestra humildad al hacerlo.
- Desarrollo Continuo: Participa en programas de desarrollo personal y profesional, como talleres de inteligencia emocional o de autoconocimiento.
Como hemos visto, potenciar las herramientas de inteligencia emocional para líderes también mejora la cultura organizacional y la productividad de los equipos. El objetivo, es llegar a desarrollar el llamado “liderazgo transformacional“.
Ejemplos de Líderes con Inteligencia Emocional
Algunos ejemplos de líderes que han demostrado inteligencia emocional en su gestión son:
- Satya Nadella (CEO de Microsoft): Su capacidad para mantener la calma, al mismo tiempo que su empatía y firmeza, ha sido fundamental para la toma de decisiones estratégicas.
- Pablo Isla (ex-CEO de Inditex): Durante su mandato, Pablo Isla fue conocido por su capacidad para escuchar y comprender las necesidades tanto de los empleados como de los clientes, fomentando una cultura empresarial basada en el respeto, la inclusión y la innovación.
- Tim Cook (CEO de Apple): Conocido por su estilo de liderazgo tranquilo y empático, Tim Cook ha continuado el legado de Steve Jobs al frente de Apple, pero con un enfoque más centrado en las personas y la ética.
Por supuesto, estamos hablando de personas y, por tanto, no son perfectos. Siguen el curso evolutivo de todo ser humano, teniendo la oportunidad cada día de mejorar su inteligencia emocional, ya que la mejora continua no tiene fin.
Podemos tener la certeza de que la inversión en el desarrollo de esta habilidad, tanto en la vida personal como profesional, solo nos puede traer grandes beneficios, individuales y colectivos.
Y es que la inteligencia emocional no es solo una habilidad deseable, sino que es esencial para mejorar la autoestima, fortalecer los vínculos y ayudarte a tomar mejores decisiones. Desarrollarla permite no solo mejorar la relación con uno mismo, sino también impactar positivamente en quienes te rodean.
Una forma de desarrollar esta habilidad es a través de formaciones en psicología holística o coaching que permitan entender mejor el concepto y poner en práctica ejercicios y actividades para fomentarla. ¿Quieres encontrar la formación ideal para ti? En ELBS tenemos el programa que necesitas para trabajar la inteligencia emocional.
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