En el mundo empresarial y en la vida misma, existen diferentes estilos de liderazgo que tienen una repercusión directa en los resultados de la empresa, así como en el comportamiento de los trabajadores. Muchos son los psicólogos que han estudiado este concepto y, de entre todos ellos, destaca la figura de Daniel Goleman. Este psicólogo es conocido sobre todo por haber descifrado para el gran público el poder de la inteligencia emocional.
La inteligencia emocional es esa disposición que nos permite tomar las riendas de nuestros impulsos emocionales. Las emociones juegan un papel central en el conjunto de aptitudes necesarias para vivir y cada día las organizaciones ponen más énfasis en estimular la inteligencia emocional para alcanzar el éxito laboral.
El Modelo de Goleman: Conducta, Rendimiento y Liderazgo
El modelo de Goleman se centra en la conducta, en el rendimiento laboral y en el liderazgo en las organizaciones.
En su artículo Leadership That Gets Results (Liderazgo que obtiene resultados) de la revista Harvard Business Review, D. Goleman explica que los líderes que manejan bien sus emociones y las de sus empleados, crean un "clima emocional positivo" que impacta directamente en la productividad. A lo largo de su obra, Goleman argumenta que los líderes más efectivos son aquellos que no solo comprenden sus propias emociones, sino que también son capaces de gestionar las emociones de los demás para promover un ambiente de trabajo positivo y productivo.
Este libro debe considerarse una "caja de herramientas". Cada capítulo representa un artefacto único y útil que ayudará a líderes, entrenadores, directivos de recursos humanos, instructores y educadores a guiar y motivar de manera efectiva.
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Componentes de la Inteligencia Emocional según Goleman
Goleman sostiene que las competencias emocionales se dividen en dos categorías: intrapersonales e interpersonales. Las primeras se refieren a la relación que establecemos con nosotros mismos y la segunda a las relaciones que tenemos con los demás. Todo empieza por uno mismo. Es difícil de creer que alguien que se lleva mal consigo mismo pueda tener buenas relaciones con los demás.
Según Daniel Goleman, la importancia de la inteligencia emocional en el liderazgo implica que las personas puedan llevar a cabo su trabajo de modo eficaz. La creatividad, la empatía y el pensamiento sistémico es fundamental para adaptarse a un mundo cada vez más cambiante donde la innovación, los negocios y las humanidades van de la mano.
Uno de los elementos clave de la inteligencia emocional según Daniel Goleman es el autoconocimiento. Es importante saber cómo responder ante las cosas que me suceden. Si quiero cambiar algo, primero tengo que saber qué es lo que hago y así poder hacer algo diferente. La clave es comportarse con humildad.
En segundo lugar, tenemos que aprender a deshacer los automatismos de la respuesta emocional. Lo que decíamos antes de responder en vez de reaccionar. Los buenos líderes se regulan a sí mismos y no atacan verbalmente a los demás. Además, tampoco toman decisiones rápidas ni emocionales, ni estereotipan a las personas o comprometen sus valores.
La inteligencia emocional también tiene en cuenta la motivación. Si quiero cambiar algo, tengo que saber qué es lo que me impulsa a ese cambio. ¿Qué es lo realmente importante para mí? Hay personas que saben automotivarse y que trabajan para cumplir sus objetivos con estándares extremadamente altos en cuanto a la calidad de su trabajo. Cada vez que nos enfrentemos a un desafío o incluso a un fracaso tenemos que intentar extraer algo positivo de la situación. Puede ser algo que de primeras nos parezca poco relevante, como un contacto nuevo, o algo con efectos a largo plazo, como una lección.
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Para los líderes, tener empatía es fundamental a la hora de administrar un equipo u organización. O, lo que es lo mismo, contar con la capacidad de entender las emociones del resto y ponernos en su lugar. Tiene que ver con la capacidad de ayudar a desarrollarse a las personas de su equipo, desafiando a quienes actúan de forma injusta o hacen comentarios constructivos.
Los líderes que desempeñan bien las habilidades sociales de la inteligencia emocional son excelentes comunicadores. Están tan abiertos a escuchar malas noticias como buenas. Son expertos en lograr que su equipo les apoye y se entusiasme con una nueva misión o proyecto.
Las 5 dimensiones de la inteligencia emocional
- Conciencia emocional de uno mismo: Los líderes con un buen nivel de autoconciencia emocional conectan con sus señales internas y reconocen el efecto que tienen sus sentimientos en ellos mismos y en su rendimiento laboral. Están en sintonía con sus valores.
- Confianza en uno mismo: Conocer bien sus propias capacidades les hace sacar el máximo partido a sus puntos fuertes. Son personas que asumen además tareas complejas. La seguridad en sí mismos les hace destacar en cualquier grupo.
- Autocontrol: Los líderes que poseen la capacidad de autocontrol emocional saben gestionar y encauzar adecuadamente sus emociones. Uno de los rasgos que los define es la serenidad y la lucidez para afrontar situaciones estresantes y de crisis.
- Transparencia: Los líderes transparente son fieles a sus valores. La transparencia es la franqueza auténtica ante los demás con respecto a lo que siente a lo que cree y lo que hace, esto le posibilita la integridad.
- Adaptabilidad: Los líderes con esta capacidad de adaptación pueden compaginar distintas tareas sin perder la energía ni la concentración.
- Logro: Los líderes con esta capacidad de consecución tienen sus valores muy bien definidos Tienen esa ambición personal, ese reto personal de mejorar continuamente y buscar también la mejora de sus colaboradores de tal forma que siempre buscan el mejor resultado propio y de su equipo. Tienen un estándar de alcanzar la excelencia a nivel interno.
- Iniciativa: La autoeficacia se puede definir como la creencia que uno tiene de su propio éxito o de la capacidad que tiene para poder conseguirlo.
- Optimismo: Los líderes optimistas aceptan las cosas como vienen y cuando se les presenta un revés perciben una oportunidad y no una amenaza. Son personas que tienen una concepción positiva de los demás, de los cuales esperan lo mejor.
- Empatía: Los líderes empáticos son capaces de conectar con un amplio abanico de señales emocionales qué les permite experimentar las emociones que siente una persona o un grupo. Saben escuchar con atención y comprenden la perspectiva de los demás. Gracias a la empatía un líder puede llevarse bien con personas de orígenes diversos o de culturas distintas.
- Conciencia Organizativa.
- Servicio.
- Inspiración: Los líderes que inspiran crean resonancia, es decir el clima emocional positivo indispensable para movilizar lo mejor del ser humano, impulsan a la gente con visiones claras y convincentes que resulten altamente motivadoras.
- Influencia: Son personas convincentes y seductoras cuando se dirigen a un grupo.
- Desarrollo personal de los demás: Los líderes con buena mano para cultivar las capacidades de los demás muestran un interés sincero por las personas, por sus colaboradores, saben comprender sus objetivos sus fortalezas y sus debilidades, saben dar un feedback oportuno y constructivo.
- Capacidad de impulsar el cambio: Reconocen la necesidad de cambiar, cuestionan el estatus quo, son abanderados del cambio, respaldan el mismo con convicción incluso aunque se encuentren grandes obstáculos. Argumentan muy bien sus opiniones.
- Gestión de conflictos: Saben escuchar a todas las partes, comprenden los distintos puntos de vista y encuentran un ideal común que todo el mundo puede defender. Sacan el conflicto a la superficie, recogen los sentimientos y las opiniones de todos los implicados y luego redirigen la energía hacia un ideal común de tal forma que son capaces de sacar el mejor partido de cada situación.
- Trabajo en equipo y colaboración: Cooperan y crean equipos.
Los 6 Tipos de Liderazgo según Daniel Goleman
En su libro Leadership that gets results, Daniel Goleman describió seis tipos de liderazgo diferentes. Cada uno de ellos está basado en un componente de la inteligencia emocional. Sin embargo, todos tienen en común que las personas que los desarrollan consiguen resultados.
Por otro lado, los tipos de liderazgo según Daniel Goleman no son incompatibles. Por el contrario, los mejores líderes son capaces de coger elementos de cada uno de ellos para adaptarse a las demandas del momento. De todas formas, para elegir cuál es el más útil para una situación, primero es necesario conocerlos todos.
1. Liderazgo Coercitivo o Autoritario
El primero de los tipos de liderazgo según Daniel Goleman se basa en la disciplina. Los directivos que siguen este modelo intentan que permanezca, por encima de cualquier otro valor, la disciplina. Para ello, por lo general emplean instrucciones cortas, concretas y precisas. Además, las consecuencias de no cumplir con lo encargado serán duras y en muchos casos intentarán sentar precedente, constituirse como un aviso para aquel que tenga la tentación de relajarse o de no seguir lo pautado.
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«Este tipo de liderazgo dificulta las relaciones dentro del equipo: lejos de haber un ambiente de respeto, se crea un clima de presión, nerviosismo, temor, rabia e impotencia».
Esto provoca, en general, la desmotivación de los miembros del grupo: los trabajadores sienten que no tienen control sobre su trabajo, que su operatividad y capacidad de decisión no va más allá de la de una máquina. Por ello, solo debería utilizarse en situaciones en las que sea necesario actuar de un modo muy concreto o en las que haya muchos problemas de organización en el grupo. Por ejemplo, durante una emergencia o cuando se realiza una tarea demasiado compleja en la que los límites no dejan mucho espacio para el error.
2. Liderazgo Democrático
El liderazgo democrático sigue la idea de que es necesario tener en cuenta las opiniones de todo el grupo a la hora de tomar una decisión. Esto suele implicar multitud de reuniones, debates y charlas. Por lo tanto, será sobre todo útil en casos en los que haya mucho tiempo para elegir el camino a seguir y en aquellos en los que la formación de todos los miembros del grupo para el objetivo propuesto sea similar.
«Si no se emplea en el momento correcto, el equipo podría llegar a sentir que no tiene una guía para su trabajo».
Por otra parte, el liderazgo democrático suele utilizarse cuando el equipo de trabajo es multidisciplinar y, por lo tanto, es necesario conjugar las diferentes disciplinas para sacar adelante los proyectos. Es decir, es necesario alcanzar acuerdos en aquellos puntos en los que las disciplinas se unen o solapan, de manera que las partes que hagan todos encajen.
3. Liderazgo Afiliativo
El tercer tipo de liderazgo, según Daniel Goleman, se basa en la creación de lazos entre los distintos miembros del grupo. Así, se consigue la armonía y colaboración entre ellos. Hablamos de un tipo de liderazgo que busca, sobre todo, que el ambiente humano sea bueno (es decir, un estímulo para los trabajadores).
«A través de este liderazgo se fomenta el sentimiento de pertenencia y, por tanto, la lealtad al proyecto o a la empresa».
La principal dificultad que encuentra este tipo de líderes surge cuando la falta de disciplina y de organización es muy grande. También cuando se desata una ola de conflictos porque la implicación emocional de las personas sumergidas en ellos será mucho mayor.
No obstante, este enfoque no debe utilizarse sin apoyo de otros, como el visionario o el democrático. De lo contrario, es muy fácil caer en la filosofía de «la empresa es tu familia» y crear un clima de explotación basado en el chantaje emocional.
4. Liderazgo Visionario u Orientativo
Los líderes que hacen uso de este estilo motivan a sus subordinados mediante una visión clara y emocionante. Así, hacen ver a cada uno de ellos cuál es su papel dentro de la misma. La principal ventaja de este tipo de liderazgo es que todo el mundo tiene claro hacia dónde se dirige el equipo; por lo que la motivación está más presente.
Por lo general, se trata de uno de los estilos de liderazgo más demandados hoy en día. Se trata de una aproximación cercana al trabajador desde la perspectiva de la horizontalidad y la camaradería.
5. Liderazgo Timonel
El papel de un líder timonel es marcar un rumbo y conseguir que se mantenga. Se pone a sí mismo de ejemplo; por lo que busca actuar siempre como lo haría un modelo. En general, es usado por personas a las que les gusta sentirse protagonistas. Su mayor problema es que impide que el equipo pueda sumar algo al proyecto final que no sea la replicación de un modelo.
Este tipo de liderazgo es efectivo en especial cuando el líder es un experto en el campo y el resto de miembros del grupo tienen que asumir un gran segmento -de lo que se requiere de ellos- como aprendizaje. Sin embargo, si se lleva hasta el límite, los trabajadores pueden llegar a sentirse abrumados por la exigencia y la demanda de excelencia.
6. Liderazgo Coach
El último tipo de liderazgo se basa en ayudar a los miembros del grupo a encontrar sus puntos débiles y fuertes. Después, trata de que cada uno de ellos desarrolle todo su potencial. La filosofía que hay detrás es que un buen trabajador aportará más que uno que no haya alcanzado su máximo desarrollo.
La perspectiva de este liderazgo es la formación de trabajadores válidos y autónomos a largo plazo. Es decir, se asumen fracasos y pérdidas a corto plazo, pero siempre en aras de mejorar y llegar al punto donde cada persona sea imprescindible.
Un detalle interesante en la clasificación de Goleman es que a cada estilo de liderazgo le añade una descripción de su efecto-consecuencia en el clima laboral. En la tabla que Goleman muestra de impacto-consecuencia sobre el clima laboral hay un estilo de liderazgo que aparece con la etiqueta de «impacto muy positivo»: El estilo de liderazgo «tipo coach».Los lideres tipo coach ayudan a sus colaboradores a identificar sus puntos fuertes y débiles particulares y los vinculan a sus aspiraciones personales y profesionales. Animan a los colaboradores a marcarse objetivos de desarrollo a largo plazo y a concebir un plan para alcanzarlos. A los líderes coach se les da muy bien delegar y asignan a sus colaboradores tareas complicadas, aunque eso suponga que al principio no las completen con gran rapidez.Según las investigaciones, muchos jefes de equipo insisten en que ellos no tienen tiempo que dedicar a la tarea lenta y tediosa de formar a los trabajadores y ayudarlos a desarrollarse. Sin embargo, después de una primera sesión de puesta en marcha el tiempo adicional requerido suele ser poco o ninguno.El coaching requiere un diálogo constante, y el diálogo de calidad tiene la capacidad de fomentar todos los factores impulsores de un buen clima. El diálogo continuado del coaching garantiza que los individuos sepan mejor qué se espera de ellos y cómo encaja su trabajo en una visión y en una estrategia general. Esto afecta a la responsabilidad, a la claridad y al compromiso, ya que el mensaje implícito es: «Creo en ti, invierto en ti, y espero que des lo mejor de ti».El estilo coaching funciona mejor si tenemos un clima general creíble de búsqueda de la mejora y un clima adecuado de confianza, autocontrol, respeto, empatía y visión en las relaciones interpersonales. Funciona peor cuando por las razones que sea esto no es así.Se debe ser consciente de que lo que se se puede conseguir con este estilo no va a ocurrir si los jefes de equipo y directivos no conocen o no cuidan las buenas prácticas imprescindibles para que pueda llevarse a cabo, o si simplemente no aciertan o no son autoexigentes en su tarea de hacer comentarios a las personas sobre su trabajo y su desempeño.
Tabla resumen de estilos de liderazgo según Goleman
A continuación, se presenta una tabla que resume las características de cada estilo de liderazgo:
| Estilo de Liderazgo | Descripción | Ventajas | Desventajas |
|---|---|---|---|
| Coercitivo | Se centra en que sus colaboradores cumplan de inmediato con sus instrucciones. | Útil en situaciones de emergencia o crisis. | Puede desmotivar y crear un clima de temor. |
| Visionario | Provee una visión de futuro a los miembros de su equipo, marcando objetivos sin explicar cómo alcanzarlos. | Motiva e inspira a los colaboradores. | Puede ser ineficaz si la visión no es clara o realista. |
| Afiliativo | Crea armonía y relaciones emocionales entre los diferentes miembros de su equipo, es un estilo muy enfocado en la colaboración. | Mejora la moral y la cohesión del equipo. | Puede descuidar el rendimiento y los resultados. |
| Democrático | Su principal objetivo es crear consenso y compromiso entre sus colaboradores para la consecución de tareas comunes. | Aumenta la participación y el compromiso de los empleados. | Puede ser lento y dificultar la toma de decisiones rápidas. |
| Timonel | Se basa en la consecución de resultados excelentes que superen las expectativas. Establece altos estándares de rendimiento. | Puede ser demasiado exigente y generar estrés. | |
| Coach | Ayuda a que sus colaboradores se desarrollen profesionalmente para conseguir su máximo potencial en el largo plazo. | Desarrolla el talento y las habilidades de los colaboradores. | Requiere tiempo y esfuerzo por parte del líder. |
La Importancia de la Adaptabilidad en el Liderazgo
La creencia habitual de que los líderes “duros” reúnen más éxitos que los líderes “blandos” hoy en día es bastante fácil desmontarla gracias a lo que conocemos de la inteligencia emocional. El líder que reúne las competencias de la inteligencia emocional necesarias, realiza una transferencia hacia la organización provocando un mayor beneficio y un crecimiento sostenido.
En definitiva, cuantos más estilos sea capaz de utilizar el líder, más eficaz será su gestión. De hecho, aquellos líderes que dominen 4 o más estilos contribuirán a crear un clima organizacional excelente. Las habilidades para la gestión como líder no se realizan de una manera tan encasillada, sobre todo en casos en los que el liderazgo provoca resonancia, sino más bien, de manera fluida.
Un aspecto central del libro es que los líderes efectivos deben adaptarse a las circunstancias cambiantes y a las necesidades de su equipo. Estos estilos son situacionales, es decir, no es recomendable que el líder se aferre a un único estilo, sino que sepa diferenciar cuál es el más apropiado en cada momento. Por tanto, no existen estilos correctos e incorrectos, es más bien una cuestión de saber cuál encaja mejor.