En el entorno laboral existen muchos estilos de liderazgo, pero en la actualidad uno destaca por encima de los demás: el transformacional, que tiene como objetivo inspirar y motivar a sus empleados, fomentar su creatividad e impulsar su desarrollo profesional.
Las personas cambian, la sociedad cambia y los entornos profesionales cambian. Por ello, quienes lideran también deben hacerlo. Basta con echar la vista atrás para comprobar que el estilo de liderazgo directivo basado en la autoridad poco o nada tiene que ver con el de ahora. Aunque a priori pueda parecer que el mundo laboral actual, tan competitivo y complejo, requiere liderazgos enfocados exclusivamente a la consecución de resultados, lo cierto es que las empresas del siglo XXI buscan cada vez más líderes que sepan conjugar objetivos y personas.
¿Qué es el Liderazgo Transformacional?
El concepto de liderazgo transformacional no es precisamente novedoso: surgió en los años 70 de la mano de autores como James McGregor Burns y Bernard M. Bass.
Su creador, el historiador norteamericano James MacGregor Burns, definió el liderazgo transformacional en 1978 como un tipo de liderazgo capaz de cambiar las expectativas, percepciones y motivaciones de sus seguidores, así como de impulsar la transformación dentro de una organización.
Unos años más tarde, en 1985, el concepto de MacGregor fue desarrollado por el investigador y psicólogo Bernard Morris Bass, quien abordó los componentes del liderazgo transformacional en su libro Transformational Leadership.
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Se trata de una idiosincrasia laboral que sitúa al jefe al frente de los empleados, no sobre ellos; y a los subordinados en el papel de receptores del esfuerzo desarrollador de los superiores. Como se ha dicho, el liderazgo transformacional tiene un fuerte carácter disruptivo: anima a la cúpula empresarial a efectuar cuantas reformas sean necesarias, tanto a nivel estructural como de personal, para lograr un mayor sentimiento de pertenencia en la plantilla y aumentar el nivel de compromiso por parte de esta.
Por el contrario, el liderazgo transaccional busca la estabilidad de la empresa, incrementando el rendimiento de la plantilla mediante un simple esquema de acción y consecuencia: si se alcanzan los objetivos, habrá una recompensa; en caso contrario, el castigo será inevitable.
El estilo de liderazgo transformacional es muy valorado en la actualidad por ser uno de los que mejor se adaptan a las características y necesidades del hoy. En un entorno laboral marcado por la transformación digital, soft skills propias de este tipo de liderazgo como la gestión del cambio o la inteligencia emocional, entre otras, ganan terreno a las hard skills.
Además de ser uno de los estilos de liderazgo que mejor se adapta al contexto actual, el transformacional aporta otros beneficios.
Características Principales del Liderazgo Transformacional
En el líder transformacional deben confluir un conjunto de características esenciales, templadas por una fuerte personalidad.
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- Ser un motivador
- Ser creativo
- Ser un modelo a seguir
- Ser atento
La influencia de un líder transformacional ayuda a los equipos de trabajo a cerrar filas en torno a un proyecto común, estimulando las dinámicas positivas de grupo con el jefe como vector. Y de igual modo que un ejército victorioso se forja en campaña, hacen falta batallas para convertir a un soldado raso en general.
El camino hacia un equipo de trabajo coordinado, comprometido y cómplice empieza en la mente del propio empresario; y pasa por su firme propósito de deshacerse de miedos y prejuicios y empezar a valorar a sus empleados por lo que son, no por lo que cuestan o producen.
Seguro que en más de una ocasión has escuchado la frase “necesitamos más líderes y menos jefes”. Y es que el mundo profesional necesita un cambio; en todas las empresas hay jefes desde tiempos inmemoriales, y si a muchos les preguntas qué es un jefe, te responderán que un jefe es el que manda.
¿Crees que mandar es lo único que tiene que hacer un jefe? Ya hay muchas empresas que se han dado cuenta de que es necesario ir más allá, y por eso buscan gente que no mande sino que lidere. Otra forma de definirlo es como la guía, la mejora continua que lleva hacia el cambio.
¿Conoces algo sobre estilos de liderazgo? El autoritario es el que se dedica a mandar y el laissez-faire lo deja todo muy en el aire. Aunque se les clasifique como líderes, ¿crees que de verdad lo son? Atiende a los empleados de forma individual.
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Tipos de Liderazgo Transformacional
Los líderes transformacionales cuentan con muchas maneras de guiar a sus colaboradores. Estas estrategias dependen, en gran medida, de una correcta evaluación de la persona que tienen delante: parte del talento de un buen líder está en reconocer qué estímulos potencian a cada uno de sus empleados, de acuerdo a sus personalidades. Este trabajo individualizado depende de una buena dosis de empatía y de una notable capacidad de motivación.
En general, se considera que hay tres tipos de liderazgo transformacional, determinados por el tipo de estímulo que utilizan, sea positivo, negativo o intrínseco. Esto no significa que las estrategias sean irreconciliables, sino más bien que son herramientas para distintas situaciones; de alguna manera, el trabajo del líder transformacional está en reconocer cuándo usar un martillo y cuándo usar un destornillador.
- Estimulación positiva. La estimulación positiva forma parte del llamado pensamiento positivo, es decir, de la capacidad de centrarse en los aspectos positivos de las cosas. En este sentido, podemos decir que es un tipo de motivación bastante común y conocida. Se basa en el principio de que incluso los fracasos dan lugar a experiencias valiosas. Parte fundamental de la tarea de un buen líder transformacional es reconocer esas experiencias y hacerlas notar. Hay muchas formas de recurrir a la estimulación positiva. La más sencilla y directa es resaltar directamente los aspectos positivos: “De acuerdo, este proyecto fracasó, pero ahora aprendimos cómo hacerlo mejor para la próxima vez”. Este tipo de enunciados -del estilo “a veces se gana y a veces se pierde”- pueden ser muy útiles. Sin embargo, en algunos casos la frustración es tan grande que los colaboradores no están dispuestos a reconocer sus propios logros. En esas situaciones, quizás lo más conveniente es plantear la estimulación positiva como una serie de preguntas, al estilo de “¿Qué te llevas de esta experiencia?”. De esta forma, los colaboradores encuentran los aspectos positivos por sí mismos, cosa que los deja más dispuestos a reconocerlos. Siempre somos más permeables a nuestras propias ideas que a las de los demás; el líder positivo aprovecha eso para guiar a sus colaboradores hacia ideas beneficiosas. Por si fuera poco, esto allana el camino para que después sea el propio colaborador quien se haga las preguntas, dando lugar a un estado mental virtuoso de automotivación.
- Estimulación negativa. La estimulación positiva alivia la frustración concentrándose en aquello que salió bien. La estimulación negativa, por el contrario, se concentra en aquello que podría haber salido peor. La idea es ayudar al colaborador a enmarcar su fracaso dentro de un contexto más amplio. Esa nueva perspectiva ayuda a desdramatizarlo y a no concentrarse en él más de lo necesario. Frases como “no es el fin del mundo” o “nadie morirá por esto” apuntan claramente en esta dirección. Es importante notar que no todo el mundo reacciona igual a cada tipo de estímulo. La estimulación positiva es normalmente la más común, pero hay ciertas personalidades -normalmente muy autoexigentes o con un elevado sentido de la responsabilidad- que responden mejor a la estimulación negativa. Los líderes positivos usan su inteligencia emocional para detectar qué funciona mejor con cada uno de sus colaboradores, y lo aprovechan.
- Estimulación intrínseca. El tercer tipo, la estimulación intrínseca, es probablemente el más exigente de todos, pero también el más eficaz. En este caso, a diferencia de los anteriores, la motivación no surge de la situación -qué tan bien o qué tan mal salió- sino de las personas. Cada individuo tiene formas de automotivarse. Algunos son llevados por la curiosidad, otros por el reconocimiento, otros por el miedo al fracaso. En general, las personas más exitosas desarrollan circuitos de autoestímulo, que les permiten embarcarse en tareas ambiciosas y difíciles. El secreto está en hacer coincidir, de alguna manera, los deberes con los intereses o las pasiones. La estimulación intrínseca consiste en aprovechar estos aspectos particulares de cada persona para construir una motivación personalizada, auténtica y eficaz. Para eso es necesario conocer al colaborador en profundidad. Si un empleado tiene una predisposición natural a la curiosidad, lo ideal es ponerlo en una posición donde pueda dedicarse a la investigación; si alguno tiene un interés particular en el deporte, se lo puede motivar usando comparaciones deportivas o aprovechando su gusto por los desafíos y la competencia. Las opciones son infinitas. Lo importante es que un líder transformacional siempre está dispuesto a usar estos aspectos intrínsecos para motivar a sus colaboradores.
Ventajas y Desventajas del Liderazgo Transformacional
El liderazgo transformacional tiene sus ventajas y sus desventajas, como todo en la vida. Ya no solo se trata del rendimiento, sino también del compromiso con la empresa.
El liderazgo transformacional busca ser receptivo al cambio y generar una atmósfera de trabajo estimulante y positiva. Sin embargo, estas decisiones no vienen sin costos. El cambio siempre está reñido con el equilibrio; la innovación, con la acumulación de experiencia. Por eso es importante, a la hora de pensar estrategias de liderazgo, tener en cuenta sus ventajas y desventajas.
Ventajas
- Aumenta la productividad: Los colaboradores toman los objetivos de la empresa como propios, y dan lo mejor de sí para alcanzarlos. Esto aumenta la productividad y mejora la calidad del trabajo.
- Favorece la innovación: Una comunicación fluida entre jefes y empleados es vital para mantener un ritmo saludable de innovación. De esta forma, quienes toman las decisiones reciben constantemente propuestas nuevas, hechas por quienes trabajan constantemente en esos problemas. Las metodologías exitosas se calcan y se reproducen, y los errores se dialogan y se superan.
- Mejora el rendimiento bajo presión: Los empleados trabajan con más seguridad si sienten que su líder confía en ellos y los motiva. De esta forma, están dispuestos a tomar mayores responsabilidades y a afrontar sus propias decisiones con seguridad y determinación.
Desventajas
- No es eficaz en entornos estables: En algunos casos, el equilibrio es más productivo que la innovación; hay empresas enteras -como algunos bancos, por ejemplo- que dependen de transmitir predictibilidad, estabilidad y confianza. En estos casos, el liderazgo transformacional no aporta demasiadas ventajas.
- Es prescindible con trabajadores experimentados que ya disfrutan de su trabajo: En algunos casos, los empleados tienen la experiencia, la autonomía y la motivación necesarias para hacer su trabajo de manera productiva y eficiente. Entonces puede ocurrir que el liderazgo transformacional sea visto como intrusivo, y resulte contraproducente. Un buen líder también tiene la inteligencia necesaria como para detectar estas situaciones y no interrumpir ciclos virtuosos.
- Sobrecarga emocional: al requerir tanta involucración a nivel personal puede ser agotador y abrumador.
Ejemplos de Liderazgo Transformacional
Si repasamos la historia reciente del mundo, nos encontraremos con ejemplos de personalidades que con su liderazgo transformaron la sociedad. En la actualidad, la lucha contra el cambio climático es uno de los grandes retos del ser humano y también ahí hallaremos a referentes dispuestos a cambiar el futuro del planeta, como la joven Greta Thunberg.
Algunos ejemplos notables incluyen:
- Steve Jobs: Como fundador de Apple, su misión fue siempre propiciar la innovación y la alineación entre los objetivos de la empresa y los de sus empleados.
- Nelson Mandela: Expresidente de Sudáfrica, ejemplifica el liderazgo transformacional de forma clara al abogar por la reconciliación y la igualdad.
- Elon Musk: Fundador de SpaceX y Tesla, destaca en esta técnica al buscar soluciones innovadoras para desafíos globales.
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