El liderazgo se define como la capacidad de influir, motivar e inspirar a un grupo de personas para alcanzar metas y objetivos comunes. Implica tomar decisiones, guiar a otros y asumir responsabilidades mientras se fomenta la colaboración y el desarrollo personal y profesional de los miembros del equipo. Un líder efectivo combina habilidades y cualidades esenciales, como la empatía para comprender las necesidades del equipo, y la capacidad de comunicación para transmitir claramente ideas y expectativas.
Además, debe ser resiliente ante los desafíos, mantener una actitud positiva y demostrar integridad en sus acciones, generando confianza y credibilidad. La adaptabilidad también es clave, ya que un líder debe ajustar su enfoque según las circunstancias, siempre manteniendo el foco en el crecimiento colectivo y los objetivos a largo plazo.
Dado que el liderazgo es fundamental para el éxito empresarial, Sergio Cardona Patau, formador en liderazgo, coach y autor del libro ‘Diez principios fundamentales de liderazgo’ expone los principios clave que toda persona debe conocer para ser un líder efectivo.
Principios Fundamentales del Liderazgo
Un Líder Domina Su Visión
Este principio implica tener una perspectiva clara y estratégica del futuro que se desea construir. Un buen líder establece un horizonte de acción bien definido, donde cada movimiento y decisión está orientado hacia un objetivo concreto. La visión no solo marca la dirección a seguir, sino que también influye directamente en los comportamientos, valores y actitudes de todo el equipo. Un líder que domina su visión es capaz de comunicarla con claridad e inspiración, logrando que todos comprendan su propósito y se comprometan con él.
Este principio tiene una doble dimensión. A nivel personal, el líder utiliza su visión como brújula para sus decisiones y acciones diarias, manteniendo la coherencia entre sus valores y metas. En cuanto a su equipo, el líder proyecta esta visión, alineando los esfuerzos y comportamientos de cada persona para trabajar de forma cohesionada y eficiente hacia los objetivos a largo plazo. Kim Cameron, en su estudio sobre el liderazgo visionario, señala que la capacidad de articular una visión clara facilita la gestión del cambio dentro de una organización y alinea al equipo con esta visión, sirviendo como una guía práctica que orienta decisiones y acciones hacia resultados positivos.
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Un ejemplo de esto es Elon Musk en Tesla, quien ha liderado la empresa con una visión audaz de acelerar la transición mundial hacia la energía sostenible, motivando a su equipo a superar barreras tecnológicas y alcanzar logros significativos.
Un Líder Conoce la Importancia de los Valores
El entendimiento y la integración de valores sólidos son esenciales para un liderazgo efectivo. Un líder que comprende la importancia de los valores no solo actúa conforme a principios éticos y morales, sino que también promueve una cultura organizacional basada en estos mismos valores. Este compromiso guía las decisiones y comportamientos tanto del líder como de su equipo, creando un entorno de trabajo donde la confianza y el respeto mutuo son fundamentales.
Un líder que practica valores claros demuestra consistencia en sus acciones y decisiones, lo que refuerza su credibilidad y fortalece la lealtad del equipo. Valores como la honestidad, la equidad y la responsabilidad no solo influyen en la forma en que un líder dirige, sino que también afectan el clima laboral y la satisfacción de los empleados. Cuando los miembros del equipo perciben que su líder se guía por principios sólidos, es más probable que adopten comportamientos éticos y comprometidos. Un buen ejemplo es Paul Polman, ex CEO de Unilever, quien integró la sostenibilidad y la ética en la estrategia de la empresa, demostrando cómo los valores pueden impulsar tanto el éxito comercial como la responsabilidad social.
Además, un líder que entiende y valora la importancia de los valores es capaz de establecer expectativas claras y fomentar una cultura de integridad y transparencia. Esta claridad ayuda a prevenir malentendidos y conflictos, facilitando una comunicación abierta y efectiva dentro del equipo. Los valores actúan como una brújula que guía tanto las acciones diarias como las decisiones estratégicas, asegurando que todas las actividades del equipo estén alineadas con la misión y los objetivos de la organización.
De acuerdo con el informe de Deloitte sobre el impacto del liderazgo en el compromiso de los empleados, un líder que comunica y vive de acuerdo con valores claros y consistentes fortalece la cultura organizacional y también impulsa el rendimiento y la satisfacción de los empleados.
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Un Líder Se Comporta Éticamente
El comportamiento ético y la responsabilidad social corporativa son pilares fundamentales para un buen líder. Actuar con ética no solo implica cumplir con normas y regulaciones, sino también tomar decisiones basadas en principios morales y valores universales como la justicia, la integridad y la honestidad. Un líder que se comporta éticamente no solo inspira confianza en su equipo, sino que también crea un entorno donde la transparencia, la equidad y el respeto mutuo son la norma.
El liderazgo ético implica tomar decisiones difíciles, incluso cuando éstas no sean las más convenientes a corto plazo. Un líder ético tiene el coraje de actuar de manera justa, sin ceder a la presión de obtener beneficios inmediatos que puedan comprometer la moralidad de la organización o su reputación a largo plazo. Esta coherencia en la toma de decisiones es clave para generar credibilidad, tanto entre los miembros del equipo como frente a los socios, clientes y otros actores externos. Howard Schultz, ex CEO de Starbucks, es conocido por su enfoque en la ética empresarial y el bienestar de sus empleados, mostrando cómo las decisiones basadas en principios pueden construir una marca fuerte y respetada.
Además, un líder que se comporta éticamente es consciente del impacto de sus acciones y decisiones en los demás, buscando siempre un equilibrio entre el beneficio de la organización y el bienestar de las personas que la componen. Este tipo de liderazgo fomenta un ambiente de trabajo inclusivo y seguro, donde se respetan los derechos y la dignidad de cada individuo. La ética no solo se manifiesta en las grandes decisiones, sino también en el trato diario con los demás, reflejándose en acciones pequeñas pero significativas como la escucha activa, la empatía y el reconocimiento del trabajo bien hecho.
Según el estudio de Global Business Ethics Survey, las empresas que promueven el liderazgo ético no solo tienen una mayor retención de talento, sino que también experimentan un mejor desempeño financiero a largo plazo. Esto se debe a que los empleados, al sentirse valorados y respetados, están más motivados para contribuir a los objetivos de la organización y muestran un mayor compromiso con su trabajo.
Por último, un líder ético debe ser un modelo a seguir. Cuando un líder actúa con rectitud y coherencia, inspira a su equipo a hacer lo mismo, fomentando una cultura organizacional basada en la integridad. Esta cultura no solo fortalece la cohesión interna, sino que también mejora la reputación externa de la empresa, atrayendo a socios y clientes que comparten esos mismos valores.
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Un Líder Sabe Que La Productividad Es Cultura
Un líder eficaz entiende que la productividad no se logra sólo a través de estrategias y objetivos claros, sino que está profundamente arraigada en la cultura organizacional. La productividad es una extensión de la cultura que se cultiva dentro de la empresa; un entorno de trabajo positivo y alineado con los valores y objetivos de la organización es fundamental para alcanzar altos niveles de desempeño.
Para un líder, construir y mantener una cultura productiva significa fomentar un ambiente en el que los empleados se sientan motivados, valorados y comprometidos. Esto implica promover una cultura de confianza, colaboración y reconocimiento, donde los miembros del equipo se sientan respaldados y alentados a contribuir con su máximo potencial. Cuando los empleados están alineados con los valores y objetivos de la empresa, y se sienten parte integral del éxito organizacional, la productividad tiende a aumentar de manera natural. Google es un ejemplo de una empresa que ha logrado altos niveles de productividad al invertir en la cultura laboral y en el bienestar de sus empleados.
Además, un líder que comprende que la productividad es cultura se enfoca en el desarrollo de prácticas y políticas que refuercen esta cultura positiva. Esto incluye proporcionar oportunidades para el crecimiento profesional, fomentar la comunicación abierta y apoyar un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. La inversión en el bienestar y el desarrollo de los empleados no solo mejora la moral, sino que también impulsa un mayor compromiso y eficiencia en el trabajo.
El liderazgo efectivo también implica la capacidad de ajustar la cultura organizacional en respuesta a los cambios y desafíos. Un líder que reconoce que la cultura afecta directamente la productividad está dispuesto a hacer las adaptaciones necesarias para mantener un entorno de trabajo que apoye el rendimiento óptimo. Esto puede incluir la implementación de nuevas tecnologías, la mejora de procesos o la adaptación a nuevas formas de trabajo que mejoren la eficiencia.
Según el informe de Gallup sobre la cultura laboral y la productividad, las organizaciones que cultivan una cultura de compromiso y apoyo ven un aumento significativo en la productividad y el rendimiento. Los líderes que priorizan la cultura organizacional como un componente clave para la productividad logran crear un entorno en el que los empleados están motivados para alcanzar y superar sus objetivos.
La Coherencia Como Palanca Impulsora de la Confianza
Resulta curioso pensar que la capacidad de relacionarse de las personas que conforman la empresa sea elemento generador de resultados para esta. Además, la medida en la que esta aptitud se exterioriza y se concreta en acciones depende, hasta cierto punto, del nivel y calidad de la confianza que impregna la organización. La manera en que las personas que forman parte de un equipo se expresan y se comportan en distintas situaciones estará condicionada por la confianza que perciban en el entorno. De esa percepción, que afectará su actuar, dependerán también el progreso y los logros de la organización que integren. La generación de confianza en este contexto debería ostentar actualmente un puesto destacado entre los objetivos del liderazgo en la empresa. La consecución de esta meta, que implica a aquellos en los que se enfoca, otorgará fortaleza a la organización, a los equipos y a las personas que forman parte de ella. La confianza, además, cuando se da, cala muy rápido y sus consecuencias se multiplican.
Para generar confianza, la persona que lidera habrá de procurar que aquellos a los que inspira sepan qué esperar. Las siguientes tres claves pueden ayudar conseguir esta confianza.
Parar, Pensar
Meditar y ser capaz de generar un pensamiento propio, meditado y fundado que garantice la consistencia en el decir y en el obrar. Abordar la labor de indagar el pensamiento particular cuando sea necesario. Examinar los razonamientos. Comprobar si son nuestros o adoptados sin haber sido cuestionados. ¿Quién es cada persona para liderar, cuáles son sus motivaciones, qué valores lo sostienen y cómo se concretan estos en acciones? El pensamiento o el actuar “prestado” pueden comprometer la coherencia. Contar con esta habilidad de indagación e incorporarla como hábito respalda la consistencia y procura confianza.
Atento a Mostrar Coherencia
Liderar implica también atender a la propia coherencia en lo que se muestra: palabra y acción. La persona que lidera es observada: lo que dice, lo que calla; lo que hace y lo que no (hace). El análisis llega en ocasiones al cómo, al cuándo y al por qué (obra o habla). A continuación, esas consideraciones pueden desencadenar proyecciones, pensamientos y actuaciones que crearán historias que conformarán también la empresa. Mantener esa consistencia al liderar es de trascendental importancia. Propicia que los miembros del equipo proyecten con mayor índice de acierto sus expectativas sobre qué esperar. Este acierto generará confianza en doble sentido. En el líder, por la certeza que da el que sea previsible y en uno mismo por la propia capacidad de deducir con acierto. Conviene destacar que ante las repetidas incoherencias de un jefe, esta última puede llegar a tambalearse, generando pésimas consecuencias.
Estar atento a estas circunstancias y aclararlas es valioso para reforzar de nuevo la consistencia.
Manejo de las Emociones
Esa previsibilidad del líder que genera confianza y compromiso también implica que este conozca y sea capaz de manejar sus propias emociones. Las personas que se sienten inspiradas para formar parte de algo, para dar lo mejor de sí mismas en el proyecto propuesto demandan, como hemos indicado, una determinada previsibilidad que conforme coherencia. Es determinante por lo tanto, para la persona que lidera, conocer qué puede dispararle una emoción determinada y saber controlar esas situaciones evitando hablar o actuar bajo ese efecto. Estas circunstancias pueden acarrear incoherencia y que se disipe la confianza.
Liderar Dando Ejemplo
Abordamos la penúltima clave del modelo Desarrolla®: Lidera dando ejemplo, con la visión de desarrollar a los colaboradores hasta el punto de transformarlos en líderes. Liderar dando ejemplo es lograr influir de forma positiva, con el foco puesto en sacar a la luz los talentos de cada persona para ponerlos al servicio de los objetivos de la organización, y a la vez favorecer el desarrollo personal y profesional de los colaboradores.
Liderar Con Consciencia
Consciencia, es el acto de darse cuenta. El objetivo de la consciencia es minimizar nuestros puntos ciegos. ¿Cómo?
- Dedicando tiempo a reflexionar cómo los comportamientos y la forma de comunicar impactan en cada uno de los colaboradores y en el equipo.
- Siendo honesto, reconociendo los errores y responsabilizándose de ellos para extraer un aprendizaje.
- Escuchando activamente a los colaboradores, en estado de presencia, para entender lo que dicen y comprender cómo se sienten.
- Siendo humilde y aprendiendo de las fortalezas de otros/as.
- Analizando los aciertos y compartiéndolos para potenciar la gestión del conocimiento.
Coherencia, es la alineación entre lo que se piensa, se dice y finalmente se hace. Un liderazgo coherente inspira seguridad e integridad. Características básicas para establecer relaciones basadas en la confianza, aspecto estructural para el buen funcionamiento de los equipos y el desarrollo de las personas.
¿Cómo Ser Coherente?
Chequear si lo que se está diciendo y haciendo, nos acerca o aleja del objetivo. Si no se está de acuerdo con una estrategia y se traslada este desacuerdo al equipo, se le está predisponiendo negativamente a lograrlo, cuando desde el rol se debe motivar a hacerlo. Entonces, podemos pensar que no estamos siendo coherentes con nosotros mismos, pero la pregunta clave es ¿y con nuestro rol, estamos siendo coherentes?
Para comprender mejor qué es la coherencia, veamos ejemplos de lo contrario:
5 Incoherencias Típicas en el Liderazgo
- Criticar abiertamente ante los colaboradores directrices de la compañía con las que no se está de acuerdo.
- Hablar del valor del trabajo en equipo y premiar el individualismo.
- Defender lo importante que son los resultados y valorar el presentismo.
- Exigir al equipo orientación al cliente y criticar abiertamente a los difíciles.
- Animar a la gente a tomar decisiones y castigar los errores.
Resonancia
Los líderes resonantes encauzan sus emociones en una dirección positiva y de esta manera inducen un estado de ánimo favorable y cooperativo en el equipo, el cual resulta fundamental para determinar su éxito. El líder resonante no solo ve empleados, sino que se preocupa por las personas en calidad de personas, con las que es necesario trabajar en el plano personal y emocional para lograr el crecimiento empresarial.
Lo contrario a la resonancia es la disonancia. Un comportamiento disonante típico es aquel que ante una situación crítica el líder reacciona con falta de autocontrol, generando más estrés y pudiendo llegar a bloquear a sus colaboradores.
Dar Ejemplo Es Elegir Responder, No Reaccionar
Claro está, que dar ejemplo no siempre es fácil, ya que en muchas ocasiones requiere hacer lo contrario de lo que nos pide el cuerpo (como dejarnos arrastrar por nuestras emociones - liderazgo disonante -) o nuestro ego. El ego es como una máscara que llevamos puesta y su objetivo es ocultar nuestros miedos inconscientes (a no ser válido, a no ser querido, etc.). Su comportamiento asociado es la reacción automática e instintiva que busca protegerse de las posibles amenazas.
En cambio, dar ejemplo se basa en elegir conscientemente qué comportamiento se necesita para generar una energía que movilice al colaborador a dar lo mejor de sí.
Por último, “no pidas a tu colaborador lo que tú no estás dispuesto hacer”. Es decir, pedir puntualidad, pero luego ser nosotros los primeros en llegar tarde. El mensaje que enviamos es contradictorio, “haz lo que te digo, no lo que yo hago” y así, no se da ejemplo.
10 Comportamientos de Liderazgo Más Destacados
Estos comportamientos sobresalientes distinguen a los líderes excepcionales y son la base de un desarrollo de liderazgo de alto impacto:
- Fomentar una mentalidad de crecimiento mediante la mejora continua.
- Inspirar y energizar a los demás.
- Tomar decisiones firmes bajo presión.
- Tomar la iniciativa en tareas desafiantes.
- Proporcionar una dirección y un propósito claros.
- Generar confianza mediante el buen juicio.
- Predicar con el ejemplo como modelo a seguir.
- Mantener el enfoque en los objetivos de alta prioridad.
- Lograr resultados mediante la cooperación.
- Inspirar a las personas a superar sus límites.
En Zenger Folkman, creemos que un liderazgo sobresaliente no se basa en carisma ni títulos, sino en comportamientos que impulsan el progreso y generan un impacto duradero. Nuestras soluciones de desarrollo de liderazgo ayudan a personas y organizaciones a activar precisamente esos comportamientos.
Las 3 C’s del Compromiso
Si estás buscando maneras de aplicar estos principios en tu día a día y mejorar el nivel de compromiso de tu equipo, este post es para ti. Vamos a ver los 3 pilares del compromiso que transformarán tu liderazgo.
- Coherencia: Ser fiel a tus valores y actuar conforme a tus convicciones. A ser transparente en todo momento.
- Comunicación: La comunicación es el cemento que une los ladrillos del compromiso.
- Confianza: Es el resultado de una combinación de coherencia y comunicación. Sin confianza, el compromiso se desvanece rápidamente.
Recuerda que cada pequeña acción que tomes hoy, sumada a la coherencia, comunicación y confianza, creará un impacto significativo en tu equipo. El cambio es posible, y no tiene que ser complicado. A veces, son los pequeños pasos los que conducen a grandes resultados.
El liderazgo se demuestra, no se declama. La frase «predicar con el ejemplo» podría parecer una máxima de autoayuda o una frasecita de taza de desayuno, pero no lo es. Es, de hecho, la piedra angular de un liderazgo efectivo.
Principio | Descripción | Ejemplo |
---|---|---|
Dominio de la visión | Tener una perspectiva clara y estratégica del futuro. | Elon Musk en Tesla |
Importancia de los valores | Integración de valores sólidos para un liderazgo ético. | Paul Polman en Unilever |
Comportamiento ético | Tomar decisiones basadas en principios morales. | Howard Schultz en Starbucks |
Productividad como cultura | Fomentar un entorno de trabajo positivo y motivador. |