El Mercado de Los Porches, ubicado en Zaragoza, tiene una rica historia que se remonta al siglo XIX. Desde sus inicios como un mercado de pescado al aire libre hasta su transformación en un centro cultural y teatral, ha sido testigo de la evolución de la ciudad y ha desempeñado un papel importante en la vida de sus habitantes.
Orígenes como Mercado de Pescado
Desde mediados del siglo XIX hasta los primeros años del siglo XX, la venta de pescado fresco en Zaragoza se realizaba en varias plazas y lugares donde habitualmente había mercadillos de puestos al aire libre. "El fresco", como se le denominaba comúnmente, se vendía en el espacio de las Piedras del Coso, en la plaza de San Lamberto, en la del Pilar y en la de San Pablo, y en algún puesto en la zona inmediata a la plaza del Mercado Central desde la calle Casta Álvarez hasta los porches, siempre en puestos al aire libre que no reunían las condiciones higiénicas adecuadas.
Si bien en 1918 se pensó construir un despacho central de pescado en la planta baja del nuevo mercado inaugurado en 1903, la idea no cuajó por el deseo de los comerciantes de tener una instalación adecuada en la que se centralizara la venta al por mayor y que contara con instalaciones frigoríficas que permitieran la conservación del pescado sobrante de un día para otro.
En 1920, el Ayuntamiento acordó la construcción de un pequeño mercado destinado a la venta de pescado, barajándose diversas ubicaciones para su construcción: la desaparecida plaza de San Antonio Abad, la de Salamero, la de San Felipe, la de Huesca (antigua) y la del Justicia. Finalmente, tras sopesar las ventajas e inconvenientes de unas y otras, el Consistorio optó por la antigua plaza de Huesca, situada entonces junto al Torreón de la Zuda, histórico edificio cuya arquitectura habría que tener en cuenta para armonizar con ésta la de la nueva construcción.
El arquitecto Municipal Miguel Ángel Navarro Pérez (1883-1956) sería el encargado de la redacción del proyecto y de la dirección de las obras del mercado de pescados. El nuevo proyecto para la plaza de la Libertad era básicamente el mismo que el que había hecho para la plaza de Huesca con algunas modificaciones de adaptación al nuevo emplazamiento, fundamentalmente, y también en lo ornamental, en función de que iba a estar su puerta principal frente al Antiguo Ayuntamiento situado en el nº 15 de esa plaza.
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Es más, se había pensado incluso en reutilizar la portada de un edificio histórico de la ciudad, el de la Aduana Vieja situado en la calle Palafox, - entonces dedicado a Retén de Bomberos - para la entrada del nuevo mercado. Su mal estado hizo desistir de la idea diseñándose otras portadas entre las que se seleccionó la que se ejecutó finalmente.
El edificio, construido en ladrillo caravista, se alzaba sobre un semisótano a modo de zócalo, de piedra sillar de la Puebla de Albortón, con acceso por los lados cortos del rectángulo. En el lado Norte, se accedía por una escalinata articulada con un gran arco en piedra, mientras que en el lado Sur, se situaba el andén de carga y descarga. Se trataba de un edificio compacto y con un volumen escalonado. Un cuerpo central rectangular se elevaba sobre la cubierta sirviendo para iluminación del espacio central de mayor altura.
De Mercado a Almacén y Oficinas
El viejo Mercado de Pescados se quedó sin uso en los años 50 pasando a convertirse sus espacios en almacenes municipales, sustituido en sus funciones por el nuevo de la avenida de Navarra. Después en el año 1961 se usará como ampliación de las oficinas municipales, dada su proximidad a la antigua Casa Consistorial.
En los años 70 se pensó en dar un uso concreto al edificio, proyectándose entre 1976 y 1979 su adaptación para Biblioteca Central de la Ciudad, según un programa planteado por la dirección de la Biblioteca Miguel Artigas, en el que se sumaría la recuperación y uso de un edificio de la ciudad de calidad arquitectónica y dotar a la zona de un equipamiento cultural, escasos en la misma en esos momentos.
El proyecto fue redactado por el jefe del Servicio de Edificación Municipal Augusto García Edgar, pero no se llegó a ejecutar, pues el Consistorio pensaba en construir una Biblioteca Central con mayor capacidad y mayor dotación de fondos, pasando el viejo Mercado de Pescados a almacén y oficinas del Alumbrado Público, manteniéndose en este uso hasta 1981.
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Transformación en Teatro del Mercado
Medio siglo después de que abriera sus puertas el mercado, las nuevas demandas sociales iban a proporcionar un futuro diferente a este edificio de buena arquitectura y excelente ejecución. Fue la demanda de los grupos de teatro locales de un espacio para actividades teatrales alternativas y especialmente las propuestas del “Teatro de la Ribera” las que llevaron al arquitecto Daniel Olano a estudiar y valorar las posibilidades de este edificio para tal uso, llevando la propuesta al consistorio junto con ese grupo teatral y el apoyo del Departamento de Arte de la Universidad de Zaragoza.
La propuesta fue aprobada y el Ayuntamiento designó a Olano para la redacción del proyecto de rehabilitación y adaptación del edificio para centro cultural polivalente y escenario las actividades teatrales de tipo alternativo y experimental, espectáculos minoritarios que no tenían acogida en el Teatro Principal. Con ello se conseguía, además, un importante paso en la política de descentralización cultural, en la recuperación de los edificios históricos que se iban quedando sin uso y en la rehabilitación del Casco Histórico y, en concreto, del degradado barrio de San Pablo.
El edificio se respetó al máximo, manteniendo su aspecto original. El exterior fue minuciosa y respetuosamente restaurado. Se modificó la orientación del edificio por razones funcionales, pasando el testero del edificio a ser el acceso para el público al teatro y la entrada al antiguo mercado es la que daba acceso ahora al escenario; por medio de un muelle se facilita la carga y descarga del material escénico.
Se respetó y conservó la estructura original. Todo el interior está entelado, creando un efecto diferente e ilusorio inspirado en las carpas de los comediantes de comienzos de siglo y en ejemplos más próximos de la ciudad como el Teatro Pignatelli o el Teatro Circo. Este tipo de decoración del espacio a base de cortinas creaba una iluminación mágica y diferente a la vez que permitía el uso de la luz natural cuando la sala se usase como espacio polivalente, evitando también la reverberación del sonido.
A comienzos del año 2009 se llevan a cabo las obras de Restauración de fachadas y cubiertas y decoración interior del Teatro del Mercado, proyectadas y dirigidas por la arquitecto municipal Úrsula Heredia. El edificio estaba en mal estado desde hacía unos años, situación de deterioro que había denunciado hacía un tiempo la Junta del Casco Histórico, demandando la necesidad de inversión en este equipamiento municipal para que pudiera seguir cumpliendo los objetivos planteados a la hora de su conversión en teatro, e impulsor de la actividad cultural en la zona.
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En las obras se consolidaron los cimientos, se restauraron las fachadas y el alero, se revisaron y retejaron las cubiertas, se llevó a cabo la rehabilitación interior con la adecuación y reforma de dependencias, despachos, archivo, taquilla, vestuarios, aseos… Así mismo se rehabilitó la sala, se hicieron nuevos la decoración, acabados, pavimentos y se sustituyeron los textiles incluyendo el retapizado de butacas, además de diversas actuaciones a solicitud de la dirección técnica del teatro, así como las instalaciones eléctricas, climatización y escenografía con su iluminación.
Todas estas obras finalizaban en junio de 2010 y habían sido ejecutadas con cargo a las partidas presupuestarias del Fondo Estatal de Inversión Local, dentro del Plan Español de estímulo a la economía y empleo.
El Mercado de Los Porches en la Actualidad
El Mercado de Los Porches ha evolucionado a lo largo de los años, adaptándose a las necesidades cambiantes de la ciudad. Hoy en día, además de su función como teatro, alberga una variedad de eventos culturales y de ocio.
Tras varias ediciones a sus espaldas, el Mercado de los Porches vuelve este fin de semana repleto de sorpresas, y es que el Mercado de los Porches es una cita ya asentada y esperada dentro del calendario mensual de mercadillos en Zaragoza. Un reconocimiento por parte del público que ha propiciado que a partir de esta edición el mercado se amplíe, con un mayor de expositores y nuevos puestos que mostrarán sus productos. Una cita ideal para que las compras se hagan de forma consciente. Despacio, disfrutando del placer de preparar los regalos y eligiendo productos locales.
El Mercado de Los Porches está organizado por la Asociación Hoja de Ruta 80 en colaboración con el centro comercial y busca acercar al público una oferta cultural y creativa en un entorno familiar y accesible. Además de la zona expositiva, la edición de septiembre del Mercado de los Porches incluye actividades paralelas pensadas para todo tipo de públicos. Entre ellas destaca un taller de fotografía con móvil, impartido por la Escuela de Fotografía Centro de la Imagen, que se celebrará de 12:00 a 13:30 horas.
Como ya es habitual, en la muestra se reunirán diseñadores, ilustradores, artistas emergentes y diversos emprendedores locales de repostería, decoración o cosmética ecológica, entre otros. Igualmente, la gastronomía también será protagonista en el centro de La Romareda, ya que los asistentes se encontrarán con una amplia propuesta de productos locales artesanales y gourmet, además de la variedad gastronómica y las tapas que se ofrecen en los distintos establecimientos de restauración del centro comercial.
Con el retorno, tras la pausa estival, del Mercado de Los Porches, regresa también el vermú dominical en el centro comercial de La Romareda. A los ya habituales Izas, Galerna y Cervecería D’Jorge se sumará El duende azul, el último espacio de restauración en incorporarse a la oferta del complejo comercial.
Además, la primera convocatoria del Mercado de Los Porches en el nuevo curso ofrecerá distintos talleres artísticos para todos los públicos y prestará especial atención a los más pequeños con una zona infantil. A partir de las 11.00 horas la propuesta será plantar una semilla por el planeta con el taller de Jardinería "Decora y Planta tu Maceta", impartido y patrocinado por Taller de Arte Petit y Academia Kumon.