España, al igual que otros países de la UE, cimenta su base económica en la pequeña y mediana empresa. En este artículo vamos a profundizar en qué es una pyme, cuáles son sus características principales, cuántas son y cómo se distribuyen y cómo se enfrentan estas a su día a día. En el panorama empresarial, las empresas se clasifican según su tamaño en pequeñas, medianas y grandes. Esta clasificación no sólo refleja el número de empleados o el volumen de ingresos, sino también diferencias en estructura, alcance de mercado y capacidad de influencia económica.
¿Qué es una PYME?
La RAE define una pyme como “empresa mercantil, industrial, etc., compuesta por un número reducido de trabajadores y con un moderado volumen de facturación”. El acrónimo de “pyme” se refiere a “pequeñas y medianas empresas”. Pese a tratarse de un acrónimo, la palabra pyme (referida a pequeña y mediana empresa) está incluso recogida en el diccionario de la RAE, definida como “empresa que cuenta con un número de trabajadores y volumen de facturación reducidos”.
En concreto, según la Unión Europea, una empresa es aquella entidad que realiza una actividad económica, sin importar su forma jurídica. Ciñéndonos a la recomendación de la Comisión Europea del 6 de mayo de 2003 -una de las principales instituciones de la UE, recogida en el Boletín Oficial del Estado, se especifica que las pymes son aquellas empresas con no más de 250 personas trabajando en ellas y que dispongan de un volumen de negocios anual que no exceda los 50 millones de euros o cuyo balance general en ese mismo periodo de tiempo no supere los 43 millones de euros. Su volumen de negocio no sobrepase los 50 millones de euros (o los 43 millones de euros en su balance general anual).
Tipos de PYMES por Tamaño de Plantilla y Facturación
Las pymes se clasifican en dos grupos según sean empresas sin asalariados o con asalariados. Asimismo, en el supuesto de contar con empleados, es posible hablar de tres tipos de pymes que se dividen en:
- Microempresas: Hasta 10 empleados y un volumen de negocios o balance general anual no superior a los dos millones de euros. Se trata de un modelo de negocio que los clientes viven a diario, ya que implica a la gran mayoría de las tiendas y empresas de servicios, sobre todo en barrios y pueblos.
- Pequeñas: Entre 10 y 49 empleados, lo que implica mayor complicación a nivel administrativo, pero también que se trabaja con un volumen de negocio mayor. La categoría de pequeña empresa se acota todavía más con aquellas compañías que dispongan de una plantilla en la que como mucho estén ocupadas 50 personas y cuyo volumen de negocios o su balance general anual no esté por encima de los 10 millones de euros.
- Medianas: Entre 50 y 250 empleados y un volumen de negocios anual que no exceda los 50 millones de euros. El tercer tipo de pyme es la mediana empresa, con una plantilla que consta como mínimo de 50 y como máximo de 250 empleados.
A partir de los 250 empleados las empresas pasan a tener la categoría de grandes y dejan de poder considerarse pymes.
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Características Principales de las PYMES
Si una pyme se define por algo es por su capacidad de emprendimiento, de desarrollo y de crecimiento continuado. Algunas de las principales características de las pequeñas y medianas empresas son:
- Tamaño: Tal y como hemos visto anteriormente, las pymes son de pequeñas dimensiones tanto en el volumen de la plantilla como en su infraestructura o sus operaciones.
- Ámbito de actuación: En líneas generales son empresas que operan en una localización geográfica limitada que no suele expandir sus operaciones a áreas de mayor tamaño.
- Independencia: Al no estar relacionadas con empresas de mayor estatus, las pequeñas y medianas empresas pueden disponer de un grado más elevado de autonomía a la hora de ser gestionadas o para tomar según qué decisiones. Otro punto a destacar de las pymes españolas con respecto a la de otros países es que son independientes. Con esto nos referimos a que pocas pueden beneficiarse de las ayudas del Estado.
- Flexibilidad: Relacionado también con la independencia que comentábamos en el punto anterior, la capacidad de adaptación a las demandas otorga una flexibilidad a la hora de poder ajustar operaciones y estrategias, algo que para empresas de mayor tamaño resulta más complejo de gestionar.
- Familiar: Un rasgo derivado de las propias dimensiones de este tipo de empresas implica que los procesos burocráticos de las mismas sean menos complejos.
- Proximidad al cliente: Debido a su tamaño y a su flexibilidad, las pymes pueden contar con un mayor grado de proximidad con el cliente ofreciendo un servicio más personalizado y, por ende, más adaptado a sus necesidades.
- Innovación: El hecho de no disponer de grandes presupuestos puede suponer un incentivo a la búsqueda de soluciones creativas, lo que puede derivar en una mayor capacidad de innovación.
- Ayuda tecnológica: Disponer de recursos limitados puede convertirse en una oportunidad, como en el caso de la tecnología, que puede ayudar en diferentes frentes al desarrollo de las pymes. Para ello, además de ofrecer buenos productos y servicios, es necesario implementar soluciones tecnológicas al negocio, como softwares de CRM o ERP de calidad, que permitan un buen ritmo de crecimiento.
Inconvenientes de las PYMES
Sin embargo, la propia naturaleza de las pequeñas y medianas empresas les hace contar con una serie de inconvenientes para el desarrollo de su actividad. Estos son algunos:
- Vulnerabilidad: Por su tamaño y su limitada capacidad de recursos las pymes pueden ser más vulnerables ante posibles crisis.
- Competencia: La competencia de empresas de mayor tamaño, con más posibilidades financieras y de otra índole, siempre va a ser un inconveniente con el que van a tener que lidiar las pymes.
- Recursos limitados: Desde diferentes perspectivas como la financiera, la tecnológica o los recursos humanos, las pymes disponen de una serie de recursos mucho más reducidos que las grandes empresas.
- Financiación más complicada: El acceso a créditos o préstamos puede resultar más complejo para las pequeñas y medianas empresas, lo cual limita sus posibilidades de financiación.
Importancia de las PYMES en España
Las pymes son una pieza elemental en el tejido empresarial de nuestro país. Una explicación en la que se refleja el 95% del tejido empresarial, tanto en España como en la mayoría de los países de Europa, haciendo de ellas uno de los principales músculos generadores de empleo de todos ellos (con una media que oscila entre el 60% y el 70%). Tal y como indica el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el número de pymes en España (en el pasado mes de mayo) era de 2.901.920 empresas. El porcentaje más elevado corresponde al de los autónomos sin asalariados, que representan el 55,3%. Le siguen las microempresas, que suponen casi el 39%. En 2023, de las 3.207.580 empresas existentes en el país, 3.202.717 serían pymes (el 99,8 % del total) y tan solo 4.863 se situarían en la categoría de grandes. Desde 2019, ejercicio prepandemia, hay 11.300 microempresas menos. Donde más empleo de PYMES hay es en el sector servicios, que acapara el 76,79% del empleo. Las PYMES de entre 0 y 249 son mayoritarias en todos los sectores productivos, más del 99%, mientras que las grandes PYMES ocupan un lugar residual.
Además, al analizar en detalle los datos, se observa que dentro de las propias pymes la mayor parte de ellas son pequeñas o medianas sin asalariados o microempresas. En concreto, el informe indica que la distribución de la pyme en España por tamaño es de:
- Pymes sin empleados: 1.719.297.
- Pymes con empleados: 1.483.420.
- Microempresas: 1.335.393.
- Pequeñas: 127.718.
- Medianas: 20.309.
Por otro lado, la distribución territorial de las pymes se corresponde con las principales ubicaciones del sector servicios. Así, tan solo cuatro comunidades aglutinan el 60% de las empresas españolas, según el informe Retrato de la Pyme (elaborado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo). En la economía, cada tipo de empresa juega un rol distinto, pero esencial.
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El apoyo a estas empresas mantiene una economía diversa y resiliente. Si hay algo que distingue a la pyme española de otras europeas es sin duda alguna su optimismo. El éxito de estas, independientemente del tipo de pyme que sea, depende en su totalidad de un buen liderazgo y de la creatividad de las ideas para potenciar su crecimiento. Tener claro qué se quiere conseguir con una microempresa o una pequeña empresa es clave a la hora de obtener buenos resultados.
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