Franquicia Sweet Pirate: Un Tesoro de Gominolas ¿O una Trampa Pirata?

Las boutiques de la gominola llegaron a España poco antes de la pandemia y han ido cogiendo tracción. Una incursión pirata en toda regla que tiene claro el botín: el dinero de los turistas.

El Modelo de Negocio: Sorpresa y Precio Prohibitivo

El modelo de negocio está a la vista. Se trata de sorprender a los viandantes con las mismas golosinas que conocen de toda la vida, solo que bien presentadas y en tamaño enorme. Gracias al volumen que manejan, estas tiendas consiguen mercancía a precio competitivo y la venden a precio prohibitivo.

Por ejemplo, un solo osito gigante en estas boutiques cuesta 80 céntimos, mientras que la bolsa de un kilo en internet, que incluye veinte unidades, sale por 5 euros. Esto es, el triple del precio minorista que marca el fabricante.

En estas tiendas el ticket promedio es de 12 euros. La misma cantidad que se gastan los clientes en un McDonald's o un KFC, pero con un porcentaje ínfimo de los gastos del fast food. Las chuches no hay que cocinarlas, ni mantenerlas en frío, ni hay que sentar a los clientes para que se las coman. Basta con unos recipientes y un trabajador por tienda.

Las franquicias de golosinas, chuches, chocolatinas, frutos secos y otro tipo de dulces, son franquicias destinadas en su mayoría a los más pequeños. Los locales deben estar bien ambientados. Es esencial contar con una central de compras potente que nos permita obtener buenos márgenes sobre el producto. En definitiva, las franquicias de tiendas de golosinas permiten crear tu propio negocio a través de una inversión muy reducida y con una gestión sencilla del punto de venta apta para cualquier tipo de emprendedor.

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La Opinión de los Clientes: Amor, Sorpresa y Críticas a los Precios

A poco que busque en Google, notará que la opinión de mi amigo es bastante común. Las reseñas se dividen en tres categorías: las que se sorprenden del encanto del local, las que critican los precios y, sobre todo, las que afirman que todo lo anterior es correcto.

"Una estafa de tienda. 15 euros por unas pocas chuches. Nunca más volveré a comprar. Una experiencia horrible. Debería haber dejado la bolsita pero me dio vergüenza".

Hay una especie de dicotomía en las valoraciones. También algunos halagan que es "un sueño para los niños pequeños".

Estrategias de Precios y Percepción del Cliente

Hay otro truco crucial que nos desvela la dependienta. "¿Te has fijado en que no hay precios? Aquí todas las chuches cuestan lo mismo, se paga al peso, la gracia es que los clientes no saben cuánto cuesta el kilo. De modo que, una vez están en la caja, pocos se echan atrás. Han tocado la mercancía con sus manos y, además, tendrían que devolver una a una cada gominola a su urna".

En todas las tiendas disponen de un cartel donde avisan que los 100 gramos cuestan 3,50 euros, "va al peso". Pero apuestan por lo gigante. Su producto distintivo son las chucherías XXL que suelen traducirse en siete euros la gominola, "un robo" dicen varios comentarios. No es un precio común en España por una bolsa de chuches. 100 gramos de gominolas en Belros -una empresa similar- cuestan 1,59 euros.

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La Ubicación Estratégica: Alquileres Desorbitados

Llegar a los turistas tiene una contrapartida: es necesario alquilar locales céntricos, que son los más caros. En ciudades como Málaga o Madrid, se pagan espacios en la calle Larios o Gran Vía a más de 35 euros el metro cuadrado, unas cantidades a los que normalmente solo pueden acceder las grandes franquicias. Además, a menudo la rentabilidad se somete a estrés, ya que compiten entre ellas por los locales vacíos, como sucedió con el de la calle Fuencarral 2. Captain Candy tenía el acuerdo cerrado, pero Sweet Pirate sobrepujó y se hizo con el espacio.

"Las calles turísticas son la clave. Nosotros tenemos una tienda en la calle Goya, que no tiene apenas turismo, como experimento. Queríamos saber si el negocio funciona fuera del centro, y lo que hemos visto es que, bueno, se mantienen unas cifras de venta estables, pero los picos de venta solo se experimentan en el centro", afirma Viejo-Fluiters, de Captain Candy. "Aunque son alquileres caros, se vende mucho y se rentabilizan rápido".

Esta circunstancia, junto al hecho de que las tiendas apenas tienen unos barriles que sostienen las golosinas, hace que el negocio funcione de forma parecida a las tiendas flash. Aparecen de un día para otro y, si las ventas no alcanzan un mínimo, cierran y buscan otra ubicación. En seis meses, o prueban su rentabilidad, o echan el cierre. La mercancia, el atrezzo y los empleados se reubican en poco tiempo en otra tienda.

Los Piratas de Istria: Origen y Expansión

Piratear está en la naturaleza de los piratas, incluso si son de gominola. El mercado en España se lo dividen tres empresas que se copian entre ellas: Captain Candy, con más músculo financiero y presente en las principales ciudades; Sweet Pirate, que se ha especializado en localidades de menor tamaño como Segovia o San Sebastián, y Tesoro de Piratas, con base en Salou y que se ha extendido por toda la costa catalana.

Se han pirateado la imagen tanto entre ellas que, sin los logotipos, es imposible distinguir a las unas de las otras. Todas están decoradas como la bodega de un barco pirata y tienen las mismas gominolas sobre barriles. Incluso los empleados visten igual, de negro, con símbolos como la calavera de tibias cruzadas o la cimitarra pirata.

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Para conocer el origen del concepto hay que viajar hasta una callejuela de Poreč, en la costa de Croacia. En 2008, el francés Guillaume Moustier, de ascendencia croata, decidió abrir una tienda de golosinas con ambientación pirata.

De aquel negocio surgieron tres cabezas albanokosovares que confluyen en Alicante. Una de ellas, liderada por alguien llamado Tony que no aparece en ningún registro, marchó a Praga y fundó Captain Candy en 2014 y ha abierto sucursales en Países Bajos, Alemania, Italia y Suiza. Es, además, la única que ha conseguido convertirse en una franquicia.

En paralelo, Bytyqi se asoció con su suegro y buscó un lugar de Europa donde hubiera turismo durante todo el año para abrir su tienda. "Miré muchísimo y al final me decidí por Benidorm", explica el empresario, propietario de la cadena Sweet Pirate.

Al poco llegó el también albanokosovar de Porec Gjon Gjergji, que montó su Captain Candy en Benidorm. Aunque los nombres sean iguales y compartan accionistas como Tony, el Captain Candy español no pertenece a la vertiente checa; de hecho, tienen un conflicto de marcas en la Oficina de Propiedad Intelectual Europea.

Por último llegó a Benidorm el francés Moustier, que también abrió su Tesoro de Piratas en el centro de Benidorm. Juntos, los tres, dominan el mercado de la gominola en España, desplazando paulatinamente a clásicos como Belros, establecida en 1982.

Las Cifras de Captain Candy

Según ha podido saber LOC, Captain Candy cuenta con tres principales accionistas que están "contentos con los resultados" de esta empresa. Sus gominolas no sólo están en el centro de varias ciudades, también en la red. En su página web permiten hacer un pedido online, donde por ejemplo, dos sandías cuestan 80 céntimos. Fresas con chocolate blanco 1,75 euros y sus aplaudidas chucherías XXL 8 euros. También tienen sus propios cofres para regalar. Con la caja Glamour del océano ofrecen una selección de 350 gramos de chocolates variados y con la de 7 mares golosinas variadas.

La única documentación a la que ha podido acceder LOC sitúa como administrador único a Gjergji Gjon, nombrado en 2020. En el informe de ese mismo año el gigante pirata se cataloga como una "microempresa" con 14 empleados aunque fuentes cercanas a la franquicia afirman que hoy tendrá unos "50 o 60 empleados". Hay 12 tiendas repartidas por las ciudades españolas, con dos dependientes en cada una de ellas.

Análisis de Marketing y Escaparatismo

Equipo de Investigación sale a la calle para buscar tiendas de chucherías de estética pirata, que han proliferado en los centros de las principales ciudades y están situadas en lugares estratégicos. Alma Pertejo, experta en marketing y escaparatismo, explica qué estrategia siguen este tipo de establecimientos para ser rentables pese a sus elevados precios.

"Utilizan locales con ventanales muy amplios para que desde fuera se vea toda la temática interior", señala la experta, a lo que añade que, además, dan sensación de abundancia con los barriles llenos de dulces. "En psicología de consumidor, la abundancia nos hace tener más predisposición a comprar, nos apetece más ese producto. La belleza por sí sola vende", apunta Pertejo, quien destaca que si se calculase el precio de un kilo de este tipo de chucherías, sería "como el de un solomillo", unos 35 euros.

Márgenes de Beneficio y Costes de Producción

Indagamos en los márgenes de beneficio que permiten facturaciones millonarias a las tiendas de estética pirata. Compramos dos bolsas de golosinas y acudimos a una tienda de barrio que ofrece los mismos productos. Así, descubrimos que hay una diferencia de precio enorme entre ambas compras.

Solo uno de los tres principales empresarios de este negocio de chucherías 'pirata' accede a hablar con nosotros. Es Adrián Bytyki, administrador 'Sweet Pirate', quien nos atiende unos minutos desde su coche. Al decirle que hubo una diferencia de 13 euros entre la compra de chucherías que hicimos en una de sus tiendas y en una de barrio, el empresario responde que "si vas a tomar una caña en el barrio, no te va a costar igual que si vas a tomar una caña en el centro de Madrid, y es la misma cosa". Además, el hombre indica que ellos compran el kilo de golosinas "a 10 euros", y lo venden a casi 40 euros, por lo que tienen un beneficio de 30 euros por kilo de gominolas.

Ingredientes y Fabricación de las Gominolas

Con la ayuda de una tecnóloga de los alimentos, repasamos los pasos para la fabricación de las golosinas. La grasa de cerdo o ternera son la base de la gelatina, el ingrediente que aporta la atrayente textura de las gominolas. Alba Ramírez, tecnóloga de los alimentos, explica que se escogen estos productos para elaborar la gelatina porque "es donde hay más tejido conectivo e interior y de mayor profundidad, por lo que va a permitir sacar y extraer más cantidad".

Hay que esperar 24 horas para que su ingrediente básico esté listo. A la pregunta de por qué no es conocido que se utilizan productos cárnicos para la elaboración de las golosinas, la tecnóloga de alimentos responde que cree que es porque "realmente es poco agradable ver el proceso".

El director de la tercera empresa más grande del sector, que abrió su empresa en 1976 y hoy factura más de 100 millones de euros anuales, está dispuesto a mostrarnos cómo elaboran sus golosinas.

"Es todo en polvo, excepto la glucosa, que es líquida o semi líquida", indica el empresario, quien explica que "hay una gran gama de colorantes que dependiendo del país al que vaya o de la legislación puede ser color natural o color artificial, al igual que los aromas, que hay naturales o artificiales". La empresa fabrica 20 millones de kilos al año de golosinas que exportan a Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.

Contenido de Azúcar y Otros Componentes

Analizamos los ingredientes que llevan las golosinas que llegan al mercado. Alba Ramírez, tecnóloga de los alimentos, explica que las nubes de chuchería llevan "jarabe de glucosa, una sustancia muy espesa cuya función es endulzar". "En segundo lugar, tenemos el azúcar que propiamente todos conocemos, el azúcar de mesa", indica la experta, quien añade que las nubes también llevan "dextrosa, que es un colorante más, cuya función es dar un sabor dulce al resultado final".

En concreto, las nubes analizadas llevan "68 gramos de azúcar por cada 100 gramos de producto". Además, las nubes también contienen "aroma de vainilla, cuya función es endulzar", y finalmente está "colorante, que es bastante característico porque proviene de la cochinilla, que es un insecto que da un color rojo o rosáceo en función de la concentración del mismo".

Tabla Comparativa de Precios (Ejemplo)

Producto Precio en Tienda Pirata (aprox.) Precio Minorista/Online (aprox.)
Osito Gigante (unidad) 0.80 € 0.25 € (en bolsa de 20)
100 gramos de gominolas 3.50 € 1.59 € (Belros)
Chuchería XXL (unidad) 7.00 - 8.00 € N/A (producto específico)

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