Una startup es un proyecto de emprendimiento que busca, a través de financiación propia o de terceros, recorrer el camino hacia la monetización exitosa de un producto o servicio. A lo largo de su vida útil, las startups pasan por diferentes fases en las que van consiguiendo financiación y materializando su idea de negocio.
A pesar de que la tasa de fracaso es alta, las empresas más valiosas del mundo en el pasado 2020 son y han sido startups como Amazon, Apple, Google, Microsoft, Tesla, Uber… En España, con un ecosistema emprendedor cada vez más maduro, nacieron dos nuevos unicornios el año pasado, de acuerdo con CBInsights. En América Latina, fueron nueve, y más de una treintena trotan ya por la región.
Al igual que los seres vivos, las compañías emergentes también nacen, crecen y maduran gracias a los nutrientes del ecosistema inversor. El emprendedor pone la semilla de la idea, los inversores riegan el proyecto para que pueda crecer y la compañía madura gracias al trabajo de todo el equipo.
Fases Clave de una Startup
A lo largo de las diferentes fases o etapas de una startup, el negocio puede evolucionar desde un pequeño proyecto hasta una compañía de gran tamaño. Pero ¿qué fases atraviesa una startup hasta alcanzar esa valoración? ¿Qué rasgos caracterizan a cada etapa?
Etapa Pre-Seed: La fase 'pre-seed', o presemilla, es la etapa inicial, el momento en el que se busca dar forma a la idea de negocio. Como en cualquier proyecto, la fase de análisis es esencial para la detección de un problema real en el nicho de mercado en el cual se quiere actuar. Este análisis se da en la fase pre-semilla considerándose la fase idea porque lo único que requiere es tener la idea y convencer a alguien para que se una a llevarlo a cabo contigo. Escuchar a potenciales clientes ayuda sin duda a definir con mayor precisión los puntos de dolor que se pretenden atacar. Es habitual mantener los costes al mínimo en esta fase, dado que la compañía necesita despegar.
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Etapa Seed: En la fase seed o fase semilla lo que se busca principalmente es validar el modelo de negocio. Se tomarán decisiones tan importantes como la metodología que va a seguir una startup. Un prototipo en fase temprana de desarrollo no necesita ser funcional, y no tiene por qué ser un producto viable. ¡No debe confundirse con MVP (Producto Mínimo Viable), que sí debe ser tanto funcional como viable! Es el momento de realizar numerosas iteraciones hasta encontrar la solución. En cuanto a las formas de financiación, en esta etapa adquiere protagonismo la dinámica de bootstrapping como aquella que empieza y se expande solo por los recursos personales de los emprendedores y los ingresos generados por la compañía. En esta fase se buscan las primeras materializaciones de una startup. Su objetivo es la validación de la hipótesis inicial de valor.
Etapa Early Stage: La etapa temprana indica el comienzo de una fase en la que habrá que dejar que la idea evolucione hasta que se convierta en un producto o servicio en el mercado. Es el momento de lanzar para testear. No será la versión final, se estará probando ahora sí un Producto Mínimo Viable (MVP). El producto mínimo viable se trata de un modelo que no tiene las funciones completas por lo que es menos complejo realizarlo. Se lanza como una primera versión, con los resultados y la información que se recopile. Normalmente, las startups cuentan con un equipo en esta fase, no importa el tamaño siempre y cuando cubra las áreas necesarias y ponga en ejecución las tareas iniciales. Esta fase es clave y ayudará a entender de manera fidedigna el efecto que está teniendo en el escenario que se tenía preparado en las fases previas. En esta fase, la startup ha definido su modelo de negocio y comienza a lanzar su producto al mercado, para lo que elabora un plan de 'marketing' con el fin de darse a conocer.
Etapa Growth Stage: Una fuerte demanda en el mercado es satisfecha si el producto o servicio de una startup llega a esta fase. Es decir, habrá cifras al alza en cuanto a nuevos clientes, clientes recurrentes y facturación. La rentabilidad aquí es primordial. Es el momento en el que los equipos empiezan a crecer y se inicia la contratación de personal. El alto potencial de crecimiento de las 'startups' hace que, en esta fase, sea fundamental escalar las ventas en poco tiempo. Esta fase es la que mayor tasa de fracaso presenta. La financiación en esta fase también es vital, ya sea para cubrir los cambios necesarios o para continuar con el siguiente paso. Durante la fase de expansión se buscan nuevos mercados y resulta un movimiento crítico para la continuidad del negocio. En general, se busca un mercado más ambicioso por lo que se plantea la expansión internacional.
Se produce cuando se ha llegado a un punto de consolidación en el mercado. Esta etapa se lleva a cabo cuando el negocio ya se ha consolidado dentro del mercado y en ella se produce una desinversión, principalmente con el objetivo de obtener beneficios.
Opciones de Salida ('Exit') para una Startup
Esta fase no es obligatoria ni siempre se da entre las startups. Hay modelos de negocio cuyo objetivo es convertirse en una empresa de alto valor y con largo recorrido. El 'exit' de una startup es un punto clave en el ciclo de vida de cualquier proyecto emprendedor, ya que definirá su futuro. Para alcanzarlo, es recomendable que previamente se defina una estrategia que se adecúe a los objetivos de la compañía. Además, antes de iniciar un proceso de 'exit', los emprendedores deben elaborar el 'due diligence', una auditoría de los registros financieros de la startup que sirve para corroborar que no hay errores o incidencias en las cuentas.
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A través del 'exit' de una startup, los emprendedores pueden lanzar su negocio al mercado bursátil, venderlo o fusionarlo con otra empresa o bien cerrarlo de manera definitiva, en caso de que no se pueda continuar con la actividad comercial.
Esta salida puede ser de muchas formas, aunque destacan tres opciones frecuentes:
- Venta de la empresa: Es una de las situaciones más beneficiosas, dado que permite que el fundador y los inversores de la compañía obtengan rédito económico. En este caso, lo habitual es que una compañía de mayor tamaño del sector donde opera la startup adquiera la totalidad o una parte de sus acciones y acapare una mayor cuota del mercado.
- Fusión de la empresa: Otra estrategia con la que los fundadores e inversores de la compañía pueden obtener beneficios.
- Oferta Pública de Venta (OPV): Es el proceso por el que una startup sale a Bolsa. En este caso, los fundadores e inversores obtienen beneficios a través de la venta de las acciones de la startup en el mercado bursátil.
- Liquidación: Cuando la empresa no ha conseguido la rentabilidad esperada y los costes se acumulan, los emprendedores pueden optar por liquidar su startup para no asumir más pérdidas.
En 2022, se calcula que cerca de 10.000 startups en todo el mundo llevaron a cabo un 'exit' mediante una compra o salida a bolsa, según datos de Crunchbase. Otras startups españolas que han cerrado 'exits' en 2022 son la empresa de compraventa de vehículos Clicars, adquirida por 100 millones de euros, o las plataformas de 'e-learning' Educaedu y Emagister, ambas compradas por la firma de inversión Miura Partners. Hannun, empresa especializada en decoración sostenible, también alcanzó el 'exit' en 2022, aunque en este caso para salir al BME Growth, el mercado bursátil para empresas de reducida capitalización en expansión.
Concurso de Acreedores y Liquidación de una Startup
Cerrar una startup que ha contraído deudas es un proceso que exige de contar con expertos en Derecho Concursal si queremos lograr el mejor final posible para esa actividad que no ha salido bien, por las razones que sea. Es muy importante controlar todos los pasos del concurso de acreedores si queremos llegar a la fase de concurso o liquidación con las mejores perspectivas.
La Asociación Española de Startups aconseja a estos pequeños empresarios que, toda vez que se detecte que las dificultades de la startup son irreversibles, lo mejor es cerrar y terminar con una actividad que, a lo mejor, ya sólo nos puede suponer problemas. Cerrar la startup cuanto antes nos puede suponer limitar las pérdidas.
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Pero el mejor consejo hasta entonces a la hora de cerrar una startup es contar con expertos en liquidaciones de empresas. El concurso de acreedores es un recurso legal a nuestro alcance para renegociar las deudas y poder sacar a flote nuestras startups ante la acumulación de deudas. La mayoría de empresas concursadas son pequeñas y medianas con pocos años de funcionamiento, en su mayoría por debajo del cuarto de millón de euros de facturación.
Lo mejor a la hora de cerrar un proyecto que no ha funcionado, por las razones que sean, es que no se transforme en un lastre futuros proyectos u otros negocios que tengamos en paralelo. En este sentido, lo primero y principal es discernir si mi empresa está o no en estado de insolvencia. Hay dos tipos de insolvencia, la insolvencia actual y la inminente.
Lo primero es tener en cuenta que el contador del tiempo, en una situación de insolvencia, va a pesar siempre contra el potencial concursado. Es una de las primeras cosas que nuestros clientes de nuestro despacho de expertos en Derecho Mercantil nos preguntan: ¿qué pasos vamos a seguir desde el primer momento?
En estos casos, la ley establece un plazo para solicitar el concurso desde que se conoce que la empresa está en estado de insolvencia. El plazo para presentar la solicitud de concurso de acreedores será de dos meses desde que se tiene conocimiento del estado de insolvencia. Presentar el concurso cuando nuestra empresa se encuentra en suspensión de pagos es un deber del empresario.
El procedimiento de concurso de acreedores de Startups puede resultar rápido y sencillo. Esto se debe a que la mayoría de las empresas se han iniciado con un capital limitado, con financiación mediante equity entre los propios socios fundadores o préstamos participativos. Esto supone que la empresa se va a liquidar con pocos acreedores y activos. Para ello, necesitarás de la ayuda de un equipo de abogados expertos en concursos de startups que te asesoren en el proceso.
Fase de liquidación: sobreviene como consecuencia de la falta de acuerdo con los acreedores en la fase de convenio anteriormente mencionada. O cuando los recursos no bastan para asegurar la viabilidad del concursado. Desde nuestro bufete de abogados expertos en concursos de acreedores recomendamos mucho evitar que la situación e insolvencia degenere en más graves consecuencias para todos.