Las pequeñas y medianas empresas (PYME) son la columna vertebral de la economía europea y desempeñan un papel crucial en la creación de empleo y la generación de valor. En España, las PYMEs representan una parte fundamental del tejido empresarial, contribuyendo significativamente tanto al empleo como a la economía en general.
Definición y Significado de las PYMEs
Según la definición de la Comisión Europea, las PYME son empresas con menos de 250 empleados y un volumen de negocios anual inferior a 50 millones de euros o un balance general inferior a 43 millones de euros.
Las PYMEs en el Contexto Español
En España hay 2,9 millones de pequeñas y medianas empresas (PYMEs), que representan el 99,8% de las empresas del país. Estas empresas generan el 62,1% del empleo empresarial.
Por su alcance y extensión, las pymes producen buena parte de los bienes y servicios que consume la población y generan la mayoría de los empleos, contribuyendo así no solo a la economía del país y la prosperidad de su gente, sino también a la generación de recursos para financiar los servicios públicos y al bienestar social.
Comparación con Otros Países Europeos
Las diferencias entre España y otros países europeos se hacen más evidentes al comparar la aportación de las distintas clases de pymes al empleo y al valor añadido.
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Un caso significativo es el de los Países Bajos, la tercera economía de la UE-27 con mayor renta per cápita. Aunque este país centroeuropeo presenta un porcentaje de pymes sobre el total de empresas igual que el español y una proporción de empresas sin asalariados mucho más elevada, destaca por la aportación de sus empresas medianas (50-249 empleados) al empleo y al valor añadido del conjunto de las pymes.
Además, mientras en los Países Bajos más de la mitad de las pymes (52,7%) pertenecen a sectores intensivos en conocimiento o de alta o media tecnología, la proporción correspondiente a España apenas supera un cuarto (25,8%). De hecho, España es, junto con Portugal y Bulgaria, uno de los países europeos con porcentajes más altos de pymes en sectores poco intensivos en conocimiento o de baja tecnología.
La especialización sectorial de las pymes es clave, toda vez que las empresas en sectores menos intensivos en conocimiento o menos innovadores, en fases alcistas del ciclo económico como la que atravesamos, tienden a generar más empleo que valor añadido, en detrimento de la productividad. Esta es precisamente una cuestión que preocupa especialmente a las pymes españolas.
Desafíos y Productividad
Según el último informe de coyuntura publicado por CEPYME, en el último trimestre de 2023 la productividad media de las pymes cayó un 0,7% en términos interanuales, situándose un punto por debajo del nivel prepandémico (cuarto trimestre de 2019). Por tanto, el crecimiento de la producción y las ventas observado en los últimos trimestres no se ha traducido en ganancias de productividad, que deberían constituir el motor principal del aumento del tamaño de las propias empresas, del crecimiento de los salarios y, en general, de la economía.
Innovación y Digitalización
El 99,8% de las empresas españolas son pymes, responsables del 72% del empleo privado y del 65% del PIB empresarial, de acuerdo con las conclusiones del 'Informe Emprende', publicado por el software de facturación y contabilidad Holded.
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El estudio destaca el peso económico de estas empresas, aunque advierte de que la innovación continúa siendo su asignatura pendiente. Solo el 18% de las pymes se considera innovadora, una cifra muy inferior al 52% de las grandes empresas, y su inversión media en innovación apenas alcanza el 1,2% de su facturación, frente al 3,5% de las compañías de mayor tamaño.
Además, el 94,4% de las pymes son microempresas de menos de 10 empleados, "un dato que explica en parte las dificultades para acceder a financiación, invertir en tecnología o afrontar procesos de transformación digital con mayor ambición", según apunta el informe. De hecho, más del 60% de los emprendedores afirma haber tenido dificultades para acceder a crédito bancario, y solo uno de cada cuatro considera adecuado el apoyo institucional disponible.
En cuanto al uso de las herramientas digitales, el 96% de los emprendedores ya utiliza alguna herramienta digital. A su vez, el ahorro de tiempo que las empresas dicen experimentar gracias a la digitalización, se ve perfilado por el tamaño del negocio. Los autónomos que trabajan solos no aprecian, por el momento, mejoras en el ahorro de tiempo gracias al uso de herramientas digitales.
Por otro lado, el trabajo en equipo con asesorías externas sigue siendo una práctica habitual. La mitad de los emprendedores y autónomos cuenta con una, siendo los sectores como la hostelería o la construcción los que más emplean estos servicios.
Características del Emprendimiento en España
El ecosistema emprendedor español es diverso, aunque con rasgos comunes: la franja de edad predominante se sitúa entre 31 y 43 años (36%), y aunque los hombres siguen siendo mayoría (56% frente al 44% de mujeres), el emprendimiento femenino se consolida. Las principales motivaciones para emprender son la independencia financiera y el equilibrio entre vida y trabajo, especialmente entre los emprendedores de mediana edad. Los valores más representativos del emprendimiento español son el esfuerzo (46%), la creatividad (34%) y la capacidad para asumir riesgos (30%).
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Sectores en Crecimiento
Por sectores, las energías renovables lideran el crecimiento, con un 28% más de facturación y un 20% más de empresas respecto al año anterior. Les siguen las soluciones SaaS para pymes, el e-commerce local, la salud digital y la logística urbana.
Claves para la Supervivencia Empresarial
Según las conclusiones del estudio, las empresas con mayor supervivencia son aquellas que combinan digitalización avanzada, proyección internacional e innovación continua, lo que demuestra que la tecnología y la apertura a nuevos mercados son factores clave de éxito a largo plazo.