Desde hace varias décadas, el concepto de liderazgo ha sido muy explorado, existen muchas definiciones y teorías que analizan y descomponen el concepto en varios factores. El primer paso para saber qué hace un líder es definir la palabra liderazgo. El liderazgo empresarial se entiende como un proceso o habilidad por el que una empresa puede influir en los demás para conseguir objetivos. La idea es conseguir el máximo potencial de los trabajadores para que se satisfagan las necesidades de la empresa.
En el pasado, la figura del jefe era aquella que representaba un liderazgo autocrático. Sin embargo, en la actualidad, este tipo de liderazgo, basado en el miedo o superioridad no funciona ni da buenos resultados. Las grandes empresas ya no buscan jefes. En su búsqueda de nuevos talentos, los líderes son el mayor reclamo.
Esta definición es bastante general pero adecuada como proposición básica del liderazgo. Así mismo, Robbins (2004) también indica que la influencia que tienen los líderes puede ser de carácter formal o informal. La primera se relaciona a una autoridad otorgada, usualmente asociada a un nivel alto en la jerarquía empresarial, es decir que tu jefe es tu líder formal. Mientras que la segunda tiene que ver con un liderazgo que nace dentro de un grupo, sin necesidad de que se designe a esa persona como líder.
Teorías del Liderazgo
Existen diversas teorías que intentan explicar y categorizar el liderazgo:
- Teorías de los rasgos: Menciona que existen una serie de características personales que distinguen a aquellos que son líderes de las que no lo son. Estas usualmente corresponden a la frase: El líder nace.
- Teorías de contingencia: Si bien las teorías de contingencia tienen sus propios modelos, se pueden resumir en que toman bastante importancia las situaciones y la capacidad de aislar ciertas condiciones. Esta teoría de liderazgo pone énfasis en la motivación del líder a los miembros de un equipo o grupo para que acepten o asuman las responsabilidades que exijan las diversas situaciones y cumplan lo que se espera de ellos. Además, Bracho y García (2013) mencionan que este estilo de liderazgo está asociado a la interiorización de aspectos que compongan la cultura organizacional.
Habilidades Esenciales de un Líder
Un buen líder es capaz de llevar la empresa hacia el cumplimiento de sus objetivos y, entre ellos, la mejora de la productividad. Por lo tanto, la presencia de buenos líderes en una organización garantiza una máxima efectividad de la producción. Un líder es capaz de persuadir a los demás, crear relaciones benéficas con sus colaboradores, clientes y proveedores.
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Cualidades que debe tener un buen líder:
- “El arte de la comunicación es el lenguaje del liderazgo.
- Si quieres aumentar la motivación de tus trabajadores te recomendamos involucrar a tus empleados en las metas de la empresa, por ejemplo, transmitiéndoles todos los objetivos a alcanzar y, una vez se hayan alcanzado, comunicándoles los resultados obtenidos.
- Contestar rápido, sin dudar. Mover las manos mientras estás hablando.
- ¿A quién no le gusta trabajar con compañeros positivos y agradables? Recuerda que el entusiasmo se contagia. Adecuar el lugar de trabajo, tanto los equipos y la distribución como la decoración. Ofrecer flexibilidad horaria cuando sea posible. Reconocimiento hacia los trabajadores. Un buen líder da las gracias a su equipo y reconoce sus méritos.
- Para alcanzar el objetivo deseado en una negociación, el dominio de distintas técnicas de negociación de eficacia probada es crucial.
- Es un elemento muy importante en el desarrollo del liderazgo. El líder es aquel que se atreve a ser creativo e impulsar un cambio en busca de nuevos rumbos para transformar y mejorar una situación.
- Para lograr los objetivos planteados, debe transmitir la exigencia no solo a sus colaboradores sino también a sí mismo, ganándose a través de sus acciones la confianza de su equipo.
- Un buen líder debe escuchar a los trabajadores centrando toda su atención en lo que le están diciendo. Otro consejo es que hagas preguntas al trabajador cuando te esté explicando algo.
- El líder de una empresa siempre debe hablar con la verdad. Un buen líder es honesto, una persona transparente, sobre todo cuando se trata de encaminar a los demás. El 80% de los empleados quiere que su jefe comparta con él más información sobre lo que está haciendo su empresa, según el estudio de Geckboard. La transparencia permite al empleado conocer la dirección que está tomando su empresa y definir mejor su campo de actuación. Juan Ferrer, consultor, formador y coach, cree que los empleados que conocen toda la información y proyectos de la empresa pueden ser clave para la mejora de esta.
- Es importante recordar que no siempre existe una única opción correcta. Una vez hayas encontrado las diferentes opciones, te recomendamos que analices los pros y contras de cada una. Cuantas más decisiones hayas tomado, más experiencia tendrás, y la podrás usar para mejorar. Puedes anotar aquellas decisiones similares que hayas tomado anteriormente y analizar sus resultados para usar esta experiencia en decisiones futuras. Es necesario aclarar que este método puede llevar al líder a ponerse frenos basándose en malas experiencias.
- Los líderes deben escuchar a los empleados y pedir su participación, sus ideas y su feedback. Nadie es perfecto y todos cometemos errores, incluso los mejores líderes.
Principios Fundamentales del Liderazgo
Dado que el liderazgo es fundamental para el éxito empresarial, Sergio Cardona Patau, formador en liderazgo, coach y autor del libro ‘Diez principios fundamentales de liderazgo’ expone los principios clave que toda persona debe conocer para ser un líder efectivo.
Un Líder Domina Su Visión
Este principio implica tener una perspectiva clara y estratégica del futuro que se desea construir. Un buen líder establece un horizonte de acción bien definido, donde cada movimiento y decisión está orientado hacia un objetivo concreto. La visión no solo marca la dirección a seguir, sino que también influye directamente en los comportamientos, valores y actitudes de todo el equipo. Un líder que domina su visión es capaz de comunicarla con claridad e inspiración, logrando que todos comprendan su propósito y se comprometan con él. A nivel personal, el líder utiliza su visión como brújula para sus decisiones y acciones diarias, manteniendo la coherencia entre sus valores y metas. En cuanto a su equipo, el líder proyecta esta visión, alineando los esfuerzos y comportamientos de cada persona para trabajar de forma cohesionada y eficiente hacia los objetivos a largo plazo.
Kim Cameron, en su estudio sobre el liderazgo visionario, señala que la capacidad de articular una visión clara facilita la gestión del cambio dentro de una organización y alinea al equipo con esta visión, sirviendo como una guía práctica que orienta decisiones y acciones hacia resultados positivos. Un ejemplo de esto es Elon Musk en Tesla, quien ha liderado la empresa con una visión audaz de acelerar la transición mundial hacia la energía sostenible, motivando a su equipo a superar barreras tecnológicas y alcanzar logros significativos.
Un Líder Conoce la Importancia de los Valores
El entendimiento y la integración de valores sólidos son esenciales para un liderazgo efectivo. Un líder que comprende la importancia de los valores no solo actúa conforme a principios éticos y morales, sino que también promueve una cultura organizacional basada en estos mismos valores. Este compromiso guía las decisiones y comportamientos tanto del líder como de su equipo, creando un entorno de trabajo donde la confianza y el respeto mutuo son fundamentales. Un líder que practica valores claros demuestra consistencia en sus acciones y decisiones, lo que refuerza su credibilidad y fortalece la lealtad del equipo. Valores como la honestidad, la equidad y la responsabilidad no solo influyen en la forma en que un líder dirige, sino que también afectan el clima laboral y la satisfacción de los empleados. Cuando los miembros del equipo perciben que su líder se guía por principios sólidos, es más probable que adopten comportamientos éticos y comprometidos.
Un buen ejemplo es Paul Polman, ex CEO de Unilever, quien integró la sostenibilidad y la ética en la estrategia de la empresa, demostrando cómo los valores pueden impulsar tanto el éxito comercial como la responsabilidad social. Además, un líder que entiende y valora la importancia de los valores es capaz de establecer expectativas claras y fomentar una cultura de integridad y transparencia. Esta claridad ayuda a prevenir malentendidos y conflictos, facilitando una comunicación abierta y efectiva dentro del equipo. Los valores actúan como una brújula que guía tanto las acciones diarias como las decisiones estratégicas, asegurando que todas las actividades del equipo estén alineadas con la misión y los objetivos de la organización. De acuerdo con el informe de Deloitte sobre el impacto del liderazgo en el compromiso de los empleados, un líder que comunica y vive de acuerdo con valores claros y consistentes fortalece la cultura organizacional y también impulsa el rendimiento y la satisfacción de los empleados.
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Un Líder Se Comporta Éticamente
El comportamiento ético y la responsabilidad social corporativa son pilares fundamentales para un buen líder. Actuar con ética no solo implica cumplir con normas y regulaciones, sino también tomar decisiones basadas en principios morales y valores universales como la justicia, la integridad y la honestidad. Un líder que se comporta éticamente no solo inspira confianza en su equipo, sino que también crea un entorno donde la transparencia, la equidad y el respeto mutuo son la norma. El liderazgo ético implica tomar decisiones difíciles, incluso cuando éstas no sean las más convenientes a corto plazo. Un líder ético tiene el coraje de actuar de manera justa, sin ceder a la presión de obtener beneficios inmediatos que puedan comprometer la moralidad de la organización o su reputación a largo plazo. Esta coherencia en la toma de decisiones es clave para generar credibilidad, tanto entre los miembros del equipo como frente a los socios, clientes y otros actores externos. Howard Schultz, ex CEO de Starbucks, es conocido por su enfoque en la ética empresarial y el bienestar de sus empleados, mostrando cómo las decisiones basadas en principios pueden construir una marca fuerte y respetada.
Además, un líder que se comporta éticamente es consciente del impacto de sus acciones y decisiones en los demás, buscando siempre un equilibrio entre el beneficio de la organización y el bienestar de las personas que la componen. Este tipo de liderazgo fomenta un ambiente de trabajo inclusivo y seguro, donde se respetan los derechos y la dignidad de cada individuo. La ética no solo se manifiesta en las grandes decisiones, sino también en el trato diario con los demás, reflejándose en acciones pequeñas pero significativas como la escucha activa, la empatía y el reconocimiento del trabajo bien hecho. Según el estudio de Global Business Ethics Survey, las empresas que promueven el liderazgo ético no solo tienen una mayor retención de talento, sino que también experimentan un mejor desempeño financiero a largo plazo. Esto se debe a que los empleados, al sentirse valorados y respetados, están más motivados para contribuir a los objetivos de la organización y muestran un mayor compromiso con su trabajo. Por último, un líder ético debe ser un modelo a seguir. Cuando un líder actúa con rectitud y coherencia, inspira a su equipo a hacer lo mismo, fomentando una cultura organizacional basada en la integridad. Esta cultura no solo fortalece la cohesión interna, sino que también mejora la reputación externa de la empresa, atrayendo a socios y clientes que comparten esos mismos valores.
Un Líder Sabe Que La Productividad Es Cultura
Un líder eficaz entiende que la productividad no se logra sólo a través de estrategias y objetivos claros, sino que está profundamente arraigada en la cultura organizacional. La productividad es una extensión de la cultura que se cultiva dentro de la empresa; un entorno de trabajo positivo y alineado con los valores y objetivos de la organización es fundamental para alcanzar altos niveles de desempeño. Para un líder, construir y mantener una cultura productiva significa fomentar un ambiente en el que los empleados se sientan motivados, valorados y comprometidos. Esto implica promover una cultura de confianza, colaboración y reconocimiento, donde los miembros del equipo se sientan respaldados y alentados a contribuir con su máximo potencial. Cuando los empleados están alineados con los valores y objetivos de la empresa, y se sienten parte integral del éxito organizacional, la productividad tiende a aumentar de manera natural. Google es un ejemplo de una empresa que ha logrado altos niveles de productividad al invertir en la cultura laboral y en el bienestar de sus empleados.
Además, un líder que comprende que la productividad es cultura se enfoca en el desarrollo de prácticas y políticas que refuercen esta cultura positiva. Esto incluye proporcionar oportunidades para el crecimiento profesional, fomentar la comunicación abierta y apoyar un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. La inversión en el bienestar y el desarrollo de los empleados no solo mejora la moral, sino que también impulsa un mayor compromiso y eficiencia en el trabajo. El liderazgo efectivo también implica la capacidad de ajustar la cultura organizacional en respuesta a los cambios y desafíos. Un líder que reconoce que la cultura afecta directamente la productividad está dispuesto a hacer las adaptaciones necesarias para mantener un entorno de trabajo que apoye el rendimiento óptimo. Esto puede incluir la implementación de nuevas tecnologías, la mejora de procesos o la adaptación a nuevas formas de trabajo que mejoren la eficiencia. Según el informe de Gallup sobre la cultura laboral y la productividad, las organizaciones que cultivan una cultura de compromiso y apoyo ven un aumento significativo en la productividad y el rendimiento. Los líderes que priorizan la cultura organizacional como un componente clave para la productividad logran crear un entorno en el que los empleados están motivados para alcanzar y superar sus objetivos.
Beneficios de Contar con un Buen Líder
Además, contar con la figura de un buen líder hace que los beneficios de la empresa sean muy diversos. Ayuda a mejorar el rendimiento empresarial. Crea un ambiente de trabajo idóneo para aumentar la productividad ay que los empleados se encuentren más contentos y motivados, disminuyendo el ausentismo laboral y el malestar de los trabajadores. Un trabajador feliz en su entorno de trabajo consigue antes los objetivos fijados, lo cual aumenta los beneficios de la empresa se incrementa y mejora la imagen de la empresa, tanto interior como exterior.
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Es importante entender que el liderazgo puede fracasar. Por eso es importante tener una buena estrategia que tenga como finalidad conseguir los objetivos a largo plazo. Un líder sabe cuál es la mejor forma de motivar a los empleados. Qué es lo que tiene que hacer y decir para hacer que estos se sientan más cómodos.
La Gestión del Cambio
“La gestión se ocupa de enfrentar la complejidad. Frente a esta frase nace una pregunta: ¿cómo se diferencia enfrentar la complejidad y enfrentar el cambio? Para enfrentar la complejidad la gestión se encargará de revisar las prácticas y procedimientos que se tienen en la empresa, esto generará estabilidad y orden, permitiendo la consistencia en indicadores claves del negocio (rentabilidad, ventas, calidad, etc).
Para enfrentar el cambio, un líder debe:
- Fijar una orientación: Esto se relaciona a la capacidad del líder para identificar una situación de cambio. Es lo primero que debe hacer un líder para enfrentarlo y tiene que ver con lograr que los miembros del equipo interioricen una visión compartida, es decir: a dónde nos llevará este cambio.
- Alinear las personas: Está relacionada con la actividad anterior, en esta actividad se plantea un gran desafío de comunicaciones. Esto se debe a que primero tienes que alinear la visión, estrategias y tácticas de la empresa, pero luego tienes que hacer que esta información llegue y sea entendida por todos.
- Motivar a las personas: Establece, en los miembros de una organización, el sentido de pertenencia, aprecio y autoestima, así como una sensación de control frente a las acciones que toma frente al cambio. Esto quiere decir que la motivación no está tan asociada al control, en el sentido de decir qué hacer para lograr objetivos y dar premios por esto, sino con la satisfacción de necesidades humanas básicas. Esto solo puede ser sostenible si un líder brinda a las personas, la motivación para liderar.
- Crear una cultura de liderazgo: Los líderes deben incitar y fomentar la participación de ejecutivos para desarrollar los atributos y actividades necesarios para gestionar el cambio en los equipos de trabajo.
- El bienestar del equipo: Desde que lo arma hasta la convivencia, el clima dentro del equipo debe ser gestionado por el líder.
Formación en Liderazgo Empresarial
El desarrollo de estas habilidades de liderazgo es fundamental para aquellos que buscan destacar en la dirección de empresas. Un Máster Universitario en Dirección y Administración de Empresas - MBA no sólo proporciona una comprensión profunda de la gestión empresarial, sino que también equipa a los futuros líderes con las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos de un entorno en constante cambio, promoviendo la inteligencia emocional, la inclusión y la digitalización como elementos clave para la toma de decisiones estratégicas. Por otro lado, un Máster Oficial en Imagen Pública, Dirección de Eventos y Protocolo requiere un enfoque similar, donde el liderazgo inclusivo y la capacidad de adaptarse a las tendencias digitales son esenciales. La planificación y ejecución de eventos exitosos dependen en gran medida de la capacidad del líder para gestionar equipos, aprovechar las nuevas tecnologías y crear experiencias que impacten en la audiencia.
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