Diferencia entre Emprendimiento y Negocio: Definición y Características

Hoy en día es habitual escuchar el término emprendimiento, pero, ¿qué preguntas nos debemos hacer ante este término? En la siguiente enseñanza, pretendemos hacer una primera aproximación a estas preguntas, que iremos complementado en las próximas semanas.

¿Qué es Emprendimiento?

Con el término emprendimiento identificamos el efecto de emprender, un verbo que hace referencia a llevar adelante una obra o un negocio. Como recuerda el Libro Blanco de la Iniciativa Emprendedora de ESADE, no existe una definición comúnmente aceptada de iniciativa emprendedora. Algunos autores la consideran una actividad relacionada con la destrucción creativa de Schumpeter, otros han puesto el énfasis en el descubrimiento de oportunidades y otros se han centrado en la creación de nuevas empresas.

En resumen, como indica el cuaderno IESE sobre los emprendedores sociales, el emprendimiento implica convertir una idea nueva en una innovación exitosa utilizando habilidades, visión, creatividad, persistencia y exposición al riesgo.

El emprendimiento es un proceso mediante el cual una persona o un grupo de personas identifican una oportunidad y desarrollan un proyecto para satisfacerla. A diferencia de una startup, que se enfoca en el crecimiento rápido y en el potencial de escala, un emprendimiento puede abarcar una amplia gama de negocios y objetivos, incluyendo empresas familiares, pequeños negocios y proyectos de impacto social.

¿Qué significa emprender un emprendimiento?

Emprender un nuevo emprendimiento, significa iniciar un proyecto propio con el objetivo de generar valor. Este valor puede ser económico, social o personal, y el proceso de emprendimiento puede darse en cualquier sector, desde pequeños negocios locales hasta iniciativas artísticas o de servicios. A diferencia de las startups, que se enfocan en la tecnología y en escalar rápidamente, los emprendimientos no necesariamente persiguen un crecimiento exponencial. En su lugar, pueden buscar una estabilidad económica y un modelo de negocio que sea sostenible en el tiempo.

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Tipos de Emprendimientos

Los emprendimientos pueden variar enormemente en función de sus objetivos, su tamaño y su enfoque:

  1. Emprendimiento Tradicional: Este tipo de emprendimiento está representado por pequeños y medianos negocios, como restaurantes, tiendas, servicios locales, entre otros.
  2. Emprendimiento Social: Los emprendimientos sociales buscan resolver problemas específicos en una comunidad o en el entorno.
  3. Emprendimiento Individual o Autónomo «solopreneur»: También conocido como emprendimiento freelance o de autoempleo, este tipo de proyecto lo realiza una sola persona que ofrece servicios o productos de forma independiente.
  4. Muchos emprendedores inician con proyectos de pequeña escala en su comunidad o con un nicho muy específico.
  5. Emprendimiento escalable: Son aquellos que pretenden tener un crecimiento significativo en el corto y mediano plazo. Su objetivo es expandirse rápidamente para convertirse en multinacionales.
  6. Emprendimiento empresarial: Se trata de aquellas iniciativas cuyo objetivo es desarrollar un proyecto de negocios.
  7. Emprendimiento espejo o de imitación: Suelen replicar una idea, producto o modelo de negocio que ya existe y está siendo exitoso.
  8. Emprendimiento oportunista: Surgen en un momento oportuno para resolver una necesidad urgente y puntual.

Es importante tener en cuenta que emprender es si o si, un camino lleno de obstáculos y dificultades. Si quieres emprender debes ser consciente de que vas a tener que renunciar a muchas cosas para que con mucha probabilidad acabes fracasando.

Algunos de los obstáculos comunes son:

  • Incertidumbre financiera: La falta de estabilidad en las primeras etapas es común.
  • Competencia local: En muchos sectores, como los servicios o el comercio minorista, la competencia puede ser alta.
  • Equilibrio entre trabajo y vida personal: El emprendimiento puede absorber mucho tiempo y energía.

A lo largo del tiempo, muchos emprendedores han comenzado con recursos limitados y una gran idea. Un emprendimiento es un esfuerzo personal o grupal orientado a crear valor de manera sostenible y sin la presión de un crecimiento rápido o la expansión global. Los emprendedores suelen buscar estabilidad y contribuir a su comunidad, satisfaciendo una necesidad específica o introduciendo mejoras en un sector determinado.

Emprendimiento Social

Como una primera pincelada, podemos entender que el emprendimiento social incluye aspectos como: una idea innovadora unida a una visión emprendedora cuyo objetivo es generar un cambio social profundo.

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Podríamos decir que existe emprendimiento social cuando se completan las siguientes fases:

  1. Identificación de un entorno injusto y estable que causa exclusión, marginación o sufrimiento a un segmento de la humanidad, el cual carece tanto de medios económicos como de influencia política para conseguir cualquier mejora que les beneficie.
  2. Identificación de una oportunidad en este entorno injusto. Desarrollo de una proposición de valor social que implique inspiración, creatividad, acción directa, valentía y fortaleza que consiga modificar el sistema.
  3. Forjar un nuevo equilibrio que libere el potencial atrapado o alivie el sufrimiento del grupo desfavorecido; creación de un nuevo ecosistema que asegure un mejor futuro para el grupo beneficiario o incluso toda la sociedad.

Diferencia entre Emprendedor y Emprendedor Social

  • Un emprendedor es alguien que tiene sentido de la oportunidad, de satisfacer una necesidad o un servicio, de crear una proposición novedosa e innovadora, y que tiene éxito en la ejecución.
  • El emprendedor social combina estos aspectos, pero lo que es diferencial es que articulan un cambio social.
  • Los emprendedores sociales son aquellos que tienen el potencial necesario para lograr un cambio positivo significativo en la sociedad.

Conceptos similares

En ocasiones, el emprendimiento social puede ser confundido con: la prestación de un servicio social, el cual se caracteriza por tener motivaciones similares al emprendimiento social, pero que la repercusión de su acción es reducida y no se alcanza un nuevo equilibrio social.

¿Quién es el Emprendedor? ¿Qué actitudes necesita un emprendedor?

Su origen se remonta al siglo XVII cuando con el término emprendedor se identificaba a un “aventurero” que “emprende” decisiones arduas enfrentándose a la incertidumbre. Con el tiempo, esta perspectiva de aventura se ha dirigido hacia ser tomadores de riesgo económico. Es importante tener en cuenta esta dimensión de riesgo, de aventura cuando se piensa en el emprendedor. Esto también ayuda a diferenciar el emprendedor del empresario.

El emprendedor es alguien que busca nuevos retos y trabaja por cumplirlos, mientras que el empresario es la persona que lleva a cabo oportunidades de negocios buscando sostenibilidad.

En resumen, las principales actitudes que caracterizan al emprendedor son:

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  • Destrucción creativa: actitud para generar productos o servicios innovadores que destruyen los que estaban previamente en el mercado.
  • Creación de valor: el emprendedor traspasa recursos económicos de un área de baja productividad a una de alta productividad y mayor rendimiento.
  • Identificación de oportunidades: el un emprendedor no genera cambio, sino que es capaz de explotar las oportunidades que el cambio brinda.
  • Ingenio: los emprendedores son capaces no solo de aprovechar oportunidades, sino también de afrontar los retos que comporta la falta de recursos para llevarlas a cabo.

El emprendedor también sabe adaptarse a las circunstancias y ser flexible, pero se centra más en la idea. Por eso, no es fácil que cambien de proyecto.

Según un estudio de Harvard Business School: “los emprendedores son menos neuróticos porque necesitan una confianza excepcional en sí mismos para asumir los riesgos de empezar un negocio”. Suelen poner en juego dinero, esfuerzo y tiempo para sacar adelante su negocio. Lo que les mueve es la pasión.

Un emprendedor exitoso debe poseer una combinación de habilidades como liderazgo, creatividad, capacidad de análisis, habilidades de comunicación, resiliencia y manejo del riesgo.

Además, es importante la motivación por aquello en lo que se va a emplear horas de la vida. El no decaer, el ser optimista e insistir en sacar el proyecto adelante son cualidades que te ayudarán a triunfar. Tener creatividad y ser ingenioso son dos cualidades que deberían estar muy presentes en un emprendedor. La idea la puedes crear en solitario pero con el tiempo verás la importancia de formar un buen equipo de trabajo.

El espíritu emprendedor se puede fomentar desde la educación mediante la inclusión de programas que desarrollen habilidades como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la innovación y la gestión de proyectos.

Las tecnologías digitales juegan un papel crucial en el emprendimiento moderno al facilitar la innovación, mejorar la eficiencia operativa y ampliar el alcance del mercado.

¿Qué necesidades tiene el emprendedor?

Hay diversos elementos claves que el emprendedor necesita para convertir las idea en un negocio rentable:

  • Espíritu: es necesario tener un espíritu dinámico, creativo, orientado a la búsqueda continua de oportunidad de negocio. Tal como lo define “Libro verde, El espíritu empresarial” de la Comisión Europea, el espíritu empresarial es la actitud que permite al emprendedor de identificar una oportunidad y luchar por ella para producir nuevo valor o éxito económico.
  • Capacitación: el emprendedor necesita conocimientos técnicos para llevar a cabo la idea de empresa.
  • Marco regulatorio: se mueve en un marco de leyes que pueden o no facilitar el proceso para pasar de las ideas a la práctica de la creación empresarial.
  • Financiación: es necesario un sistema que le financie para poner en marcha su actividad y garantice su negocio.
  • Red: se genera en un ecosistema donde intervienen varios actores.

¿Qué es emprender?

Emprender un negocio puede ser una tarea tan desafiante como enriquecedora. Es pensar una idea y llevarla a la acción. Tener la iniciativa de crear algo nuevo. Ser tu propio jefe. Encontrar una solución para un problema o una necesidad específica de un grupo de personas.

Podríamos definir emprender como el proceso de detectar una necesidad en el mercado y llevar a la práctica una idea de negocio que apunte a solucionarla. Desde un punto de vista práctico, un emprendedor es una persona que detecta una oportunidad y crea un negocio desde cero. Pero el acto de emprender va más allá: es una tarea que demanda paciencia, perseverancia, dedicación y compromiso. Es iniciar un camino lleno de incertidumbres y desafíos, que muchas veces se siente como una montaña rusa emocional.

¿Ser emprendedor es ser empresario?

Muchas veces tendemos a confundir estos dos términos. El emprendedor es la persona que crea una empresa desde cero, atravesando diferentes instancias y desafíos hasta conseguir que su idea inicial se convierta en un negocio rentable. El empresario, por otra parte, es la persona que dirige y gestiona una empresa, sin que sea necesariamente la persona que creó el negocio desde un inicio.

Según el diccionario de la Real Academia Española el empresario es el “titular propietario o directivo de una industria, negocio o empresa” y el emprendedor el que “emprende, con resolución, acciones o empresas innovadoras”. Aquí comienzan las primeras diferencias.

El empresario suele moverse en las capas altas de la gerencia; puede ser el propietario pero también pertenecer al consejo de administración o a la junta de accionistas de la compañía.

El empresario está al mando y esa es la función que desempeña, ayudado por su perfil de gestor. El resto de las tareas, las delega en sus empleados que deben cumplir con las metas de productividad de la compañía.

En cuestiones de riesgo, el empresario lo calcula al milímetro, analizando hasta dónde puede llegar para no perjudicar al negocio.

El emprendedor, sobre todo al principio, suele estar solo o contar con un equipo muy reducido, por lo que debe hacer de todo. La incertidumbre forma parte de su día a día.

El empresario busca beneficios para cumplir con los objetivos de la compañía y satisfacer las necesidades de los accionistas, socios, empleados y clientes que conforman el entorno de la empresa.

Fases del emprendimiento

Desarrollar un proyecto emprendedor implica atravesar diferentes etapas o momentos. Cada una de estas etapas tiene sus propios objetivos e implica llevar adelante ciertas tareas.

  1. La idea: Todo emprendimiento parte de una idea inicial que lo motiva y que tiene que ver con cubrir una necesidad de la sociedad con un producto o servicio. Lo importante en esta fase es comprobar si existe un mercado para tu idea, es decir, detectar qué tan posible es el proyecto que te propones encarar.
  2. El plan de negocio: Tu plan de negocio debe detallar las características del servicio o bien que vas a comercializar, su viabilidad y rentabilidad. Además, traza una estrategia de marketing y ventas.
  3. Inicio del negocio y crecimiento: Ya tienes tu negocio funcionando. Ahora, tus objetivos pasarán por aumentar tu visibilidad y tus ventas.
  4. Consolidación: Tu negocio ya está en marcha hace rato y es rentable. Además, tener sistemas adecuados para tus tareas de marketing y ventas, te ayudará con la siguiente etapa: escalar y expandir aún más tu negocio.
  5. Expansión: Tal vez te interese comenzar a vender tus productos u ofrecer tus servicios en otros países. Esta etapa implica seguir automatizando tus procesos y a la vez, conformar un equipo de trabajo que te complemente en aquellas tareas en las que no eres tan fuerte.

Esta definición ya nos advierte que el emprendimiento no es un mundo fácil y entraña una serie de obstáculos.

Diferencia entre Negocio y Empresa

Es posible que hayas oído utilizar indistintamente los términos empresa y negocio, aunque no sean lo mismo. Hablar de esta diferencia es hablar de dos conceptos que están íntimamente ligados. Ambos tienen que ver con la organización de una actividad económica, pero se centran en objetivos distintos. También hay otras diferencias en el tipo de organización.

Empecemos con una definición básica para establecer la diferencia entre negocio y empresa.

  • Un negocio es una organización que se dedica a actividades comerciales, industriales o profesionales.
  • Una empresa, por otro lado, es una entidad jurídica específica, registrada ante el gobierno. Es una entidad jurídica independiente, distinta de sus propietarios, y tiene sus propios derechos y obligaciones.

Entonces, una empresa es un negocio, pero un negocio no siempre es una empresa. ¿Lo has entendido?

El negocio tiene como objetivo la obtención de beneficios económicos, mientras que la empresa busca la obtención de beneficios sociales y/o económicos. Por lo general, el negocio se puede definir como la actividad económica propia de un individuo. Sin embargo, esta no es una regla absoluta. Puede haber empresas sin ánimo de lucro y negocios con fines sociales. Lo importante es que las distinciones entre ambos conceptos te ayuden a comprender mejor las dinámicas económicas, más allá de las nuevas tendencias empresariales.

Negocio: puede ser menos formal y estructurado. Por ejemplo, las empresas multinacionales con centros comerciales en varios países pueden tener muchas actividades comerciales individuales bajo la misma marca.

Tabla Comparativa: Negocio vs. Empresa

Característica Negocio Empresa
Objetivo Principal Beneficios económicos Beneficios sociales y/o económicos
Formalidad Puede ser menos formal Entidad jurídica específica, registrada ante el gobierno
Estructura Menos estructurado Más estructurada
Alcance Impacto más limitado en la economía Sujetas a más normativas

Ahora que sabes lo que es una empresa y un negocio, es momento de analizar la diferencia entre negocio y empresa de forma más detallada.

Un negocio tiene un plan de acción más simple que el requerido por una empresa para sus operaciones. Un negocio suele tener un impacto más limitado en la economía local o nacional. Por eso, las empresas están sujetas a más normativas que los negocios.

Gestión de Negocios vs. Gestión de Empresas

¿Te has preguntado alguna vez cuál es la diferencia entre gestionar un negocio y gestionar una empresa? La gestión empresarial es el proceso de dirigir un negocio. Implica planificar, organizar y controlar los recursos de una empresa. Por otro lado, la gestión de empresas se encarga de dirigir una organización. La principal diferencia entre gestionar un negocio y gestionar una empresa radica en sus ámbitos de actuación.

El plan de negocio es un documento escrito que explica detalladamente el proyecto o idea de negocio que se quiere desarrollar. Por su parte, el plan de empresa explica cómo se gestionará la actividad de la empresa a largo plazo.

Ahora ya sabes cuál es la diferencia entre un negocio y una empresa.

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