En el mundo de los negocios, los términos "emprendedor" y "empresario" se utilizan frecuentemente, a veces, de manera intercambiable. Sin embargo, aunque ambos roles están relacionados con la creación y gestión de negocios, existen diferencias clave entre ellos. A menudo, los términos "emprendedor" y "empresario" se utilizan indistintamente, generando confusión. Si bien ambos están relacionados con la creación y gestión de negocios, existen diferencias cruciales en sus motivaciones, enfoques y escalabilidad.
¿Qué es un Emprendedor?
El emprendedor es una figura que describe a la persona que emprende, comienza o arranca un proyecto, una idea o incluso, un sueño. Por lo tanto, un emprendedor es cualquier persona que pone algo en marcha, sean cuales sean el ámbito y los objetivos. De esta forma, quien pone en marcha un proyecto se le considera y denomina “emprendedor”. De ese proyecto normalmente surge una empresa o está gestionado por un autónomo. Pero en realidad, tengamos siempre en cuenta que se puede ser emprendedor sin tener un negocio o una empresa.
Lo más habitual es considerar a un emprendedor como una persona física o jurídica (normalmente autónomo) que desarrolla una actividad económica empresarial o profesional y que él, como persona única, asume los riesgos, obligaciones, etc. Un emprendedor es esa persona que emprende una idea, un proyecto innovador con firmeza, determinación y enfocado a la resolución de incidencias.
¿Qué es un Empresario?
Dicho esto, el empresario es la persona que posee un negocio, por lo que el término hace referencia a la propiedad, al tener en sí mismo el negocio (incluso más allá de si lo gestiona y/o forma parte activa del mismo). De hecho, la definición oficial de empresario es la persona propietaria de una empresa o directivo de una empresa. Un empresario posee una empresa o parte de la misma.
Motivaciones y Enfoques
Para nosotros lo principal, suele ser la motivación… Y es que si algo mueve a un emprendedor a empezar algo normalmente en soledad y con bajos recursos es la ilusión, las ganas, esa energía que se tiene o no se tiene por algo en lo que se cree firmemente (aunque el entorno diga mil veces que está loco). El emprendedor persiste y esa idea, por mucho que intente apartarla de su cabeza y de su vida durante un tiempo para enfocarse en algo que puede tenga más futuro, seguirá ahí. El emprendedor es pura pasión, innovador, valiente y asume riesgos.
Lea también: Cuadro comparativo PGC
Comenzando a desgranar las cualidades y particularidades de cada uno de estos dos roles que nos ocupan, atendamos al nivel de riesgo asumido por ambos. El empresario es más precavido por su conocimiento, experiencia o por tener las espaldas más y mejor cubiertas. El riesgo que está dispuesto a asumir con el negocio es muchísimo menor y establece muy bien y de forma muy sólida (con poco margen de cambio), dónde quiere llegar y qué necesita o va a dedicar para ello. El empresario suele ser una persona muy buena gestionando y tiene una buena visión de negocio.
Otro punto a tener muy en cuenta a la hora de diferenciar a un empresario de un emprendedor. Los objetivos no son los mismos al menos, si los desgranamos. Un empresario quiere y tiene como único objetivo, desarrollar un negocio viable económicamente y que reporte - retorne cuantos más beneficios, mejor. En cambio, el emprendedor obviamente tiene como objetivo también el económico pero no es el único y a veces, ni siquiera el más importante. Su objetivo principal es desarrollar sus ideas propias, su proyecto por encima de todo.
Dicho esto, si nos ceñimos más a lo clásico, el empresario tiene una estructura muy vertical con sus equipos de trabajo. Es un gestor y tiene personas a su cargo que van cayendo en cascada vertical creando organigramas “más encorsetados”. Lo que prima y más importa para el empresario es el desempeño y los resultados que el empleado ofrece. En cambio, el emprendedor quiere personas implicadas, compañeros de viaje y de equipo. Buscan a personas altamente cualificadas sin importar (de hecho lo prefieren) que en su ámbito, sepan mucho más. Su objetivo es crear un equipo sólido en el que todos, sumen y en el que las cualidades personales, primen por encima de todo.
Un empresario no se fija tanto en las ideas de hecho, no suele ser su gran fuerte. Ellos son más de vamos a lo rentable y no a lo creativo. Suelen estar dentro de reglas y patrones establecidos que se sabe que van a dar rédito económico. En cambio por supuesto, si algo que diferencia a un emprendedor son las ideas. Un emprendedor lo es porque tiene una idea que quiere por encima de todo, desarrollar y poner en práctica.
La percepción del éxito es algo tan diferente entre empresarios y emprendedores. Esto, en parte, continúa siendo así sobre todo y ante todo, para los empresarios. En el caso de los emprendedores, el éxito es otro. Sus medidores para el éxito suelen ser los resultados personales y profesionales que tanto él mismo como su equipo están consiguiendo. El esfuerzo y sus consecuencias positivas es éxito. Vivir de lo que sueñan, es éxito.
Lea también: eCommerce y eBusiness: ¿Cuál es la diferencia?
El empresario aún posee y mantiene oficinas en las que sus empleados desarrollan su actividad. Son de esa percepción de que tener todo bajo control implica “poder verlo”. Por el contrario ya sabemos que si de algo goza un emprendedor es de flexibilidad y por supuesto también, en el espacio de trabajo. Los emprendedores ocupan coworkings para reuniones y también para trabajar de forma individual y colectiva con su equipo. Los emprendedores son amantes de las sinergias y del compartir. En cambio el emprendedor sabe que la competencia es una oportunidad porque le representa un reto, una posibilidad de cambio y de mejora.
Ejemplos Concretos: Diferencias en Acción
Imaginemos dos escenarios: Juan, un joven programador que crea una aplicación móvil innovadora para la gestión de tareas domésticas y Ana, la CEO de una multinacional de tecnología con miles de empleados. Juan es un emprendedor; Ana, una empresaria. ¿Por qué? Analicemos sus acciones:
- Juan: Trabaja incansablemente en su aplicación, buscando financiación inicial a través de crowdfunding. Su enfoque es la innovación y la solución a un problema específico. El crecimiento es orgánico, basado en la adopción por parte de los usuarios. Gestiona todos los aspectos del negocio, desde el marketing hasta el desarrollo técnico.
- Ana: Se centra en la gestión estratégica de su empresa, delegando tareas a equipos especializados. Su principal objetivo es maximizar el retorno de la inversión y el crecimiento a gran escala. La innovación es importante, pero forma parte de una estrategia empresarial más amplia, con planes de marketing, expansión y fusiones a largo plazo.
Estos ejemplos ilustran diferencias fundamentales en la escala, el enfoque y la gestión. Profundicemos en las características definitorias de cada perfil.
Tabla Comparativa: Emprendedor vs. Empresario
| Característica | Emprendedor | Empresario |
|---|---|---|
| Motivación Principal | Innovación, solución de problemas, independencia | Crecimiento, rentabilidad, maximización de beneficios |
| Enfoque | Creación de algo nuevo, disruptivo | Gestión y optimización de recursos existentes, escalabilidad |
| Escala | Generalmente pequeña o mediana empresa, crecimiento orgánico | Grandes empresas, crecimiento estratégico y planificado |
| Gestión | Alta implicación personal en todos los aspectos | Delegación de tareas, enfoque en la estrategia a largo plazo |
| Riesgo | Alto riesgo, alta recompensa potencial | Riesgo moderado, recompensa consistente |
| Innovación | Motor principal de la actividad | Elemento clave, pero integrado en una estrategia más amplia |
| Financiación | Autofinanciación, crowdfunding, capital riesgo | Préstamos bancarios, inversores institucionales |
Diferencias Clave: Más Allá del Cuadro
El cuadro anterior proporciona una visión general, pero existen matices importantes que requieren una exploración más profunda:
- Visión y Horizonte Temporal: El emprendedor suele tener una visión a corto o medio plazo, centrada en la viabilidad del proyecto. El empresario, en cambio, piensa a largo plazo, proyectando el crecimiento y la sostenibilidad de la empresa a décadas vista.
- Gestión del Riesgo: El emprendedor asume un riesgo considerable, a menudo invirtiendo sus propios recursos y sacrificando estabilidad. El empresario, aunque también enfrenta riesgos, cuenta con estructuras y recursos para mitigarlos.
- Delegación y Equipo: El emprendedor suele desempeñar múltiples roles, mientras que el empresario delega responsabilidades y construye equipos especializados.
- Escalabilidad: El emprendimiento se caracteriza por un crecimiento orgánico, mientras que el empresariado se enfoca en la escalabilidad y la expansión a gran escala.
- Adaptabilidad: Tanto emprendedores como empresarios necesitan adaptarse al mercado. Sin embargo, la velocidad y la naturaleza de esta adaptación difieren. El emprendedor necesita responder rápidamente a las nuevas tendencias, mientras que el empresario cuenta con más margen para estrategias a más largo plazo.
Implicaciones a Largo Plazo: El Camino de la Evolución
Es importante destacar que la distinción entre emprendedor y empresario no es estática. Un emprendedor exitoso puede convertirse en empresario al escalar su negocio y desarrollar una estructura más compleja. El proceso de crecimiento implica una transición gradual, donde la innovación inicial se integra en una estrategia empresarial más amplia. Muchos emprendimientos, al alcanzar cierto tamaño y madurez, se convierten en empresas consolidadas, requiriendo una gestión empresarial diferente.
Lea también: Financiación Colectiva: Crowdfunding vs Crowdlending
tags: #diferencias #entre #empresa #y #emprendimiento #cuadro