El liderazgo es un constructo multifacético, que cambia constantemente para adaptarse a una fuerza laboral en evolución. Los buenos líderes hacen felices a las personas al tiempo que garantizan que se cumplan los objetivos de rendimiento, mientras que los malos líderes suelen reducir el bienestar de todos los que están a su alrededor.
El EGO es el gran enemigo del desarrollo profesional y personal, pero cuando este se proyecta en un líder es más evidente y sus consecuencias pueden ser terribles para su equipo de trabajo. Es fácil caer en comportamientos de liderazgo egoístas, incluso si no es la forma en que normalmente opera.
Toma consciencia de qué comportamientos te pueden llevar al lado oscuro, corrige esos comportamientos y practica un liderazgo reflexivo, consciente, inspirador y ejemplar.
Comportamientos del Lado Oscuro
- Ausencia: Si siempre estás ocupado en otras tareas cuando tu gente te necesita, te verán distraído, distante, absorto y preocupado. Trabaja para convertirte en un líder que empodera, inspira y motiva estando disponible y accesible. Agenda momentos para estar con tu equipo de forma grupal o individual.
- Conflicto: Si te encuentras a menudo discutiendo con los demás o con una mentalidad de “solo yo llevo la razón” y los demás están equivocados, es probable que parezcas rígido, dominante e inaccesible. Deja de discutir y empieza a estar abierto a encontrar puntos de acuerdo.
- Fanfarronear: Mientras hablas por encima de los demás, interrumpes y haces declaraciones sin permitir que los demás respondan o expresen sus propios pensamientos, estás matando la energía y las ideas de tu equipo. Habla menos y escucha más.
- Ego: Cuando utilizas tu posición de poder para servirte a ti mismo, tu liderazgo está secuestrado por tu EGO. En su lugar, intenta dedicar tu energía a ayudar a otros a tener éxito.
La Tríada Oscura y la Tétrada Oscura
El doctor Delroy Paulhus, fue el creador del concepto “Tríada Oscura”. Según él, la receta de la maldad humana se elaboraba con tres ingredientes: la psicopatía, el narcisismo y el maquiavelismo.
Se califica a las personas que tienen estos rasgos como malvados, como “humanos a los que les falta el alma”. Estos individuos están perfectamente integrados en la sociedad y cumplen como cualquier otro con sus responsabilidades familiares y laborales, a pesar de los daños que pudieran estar causando en su entorno. Aunque pueda parecer extraño, su deficiencia emocional los convierte en sujetos muy eficientes e incluso especialmente funcionales dentro de nuestra sociedad.
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Algunos científicos defienden la idea de convertir esta tríada en una tétrada añadiendo un cuarto rasgo, el del sadismo.
Componentes de la Tríada (y Tétrada) Oscura
- Maquiavelismo: El término maquiavélico tiene su origen en Nicolás Maquiavelo, autor de la obra “El Príncipe”, en la que expone la manera de adquirir y mantener el poder a través de la manipulación de los contextos sociales, teniendo como elemento central el propio interés.
- Narcisismo: El narcisista es un enamorado de sí mismo, con un alto grado de vanidad. Busca ser admirado continuamente y ser el centro de atención de los demás. Son egoístas y su concepción de que el mundo ha de girar a su alrededor, les hace pensar que tienen el derecho a conseguir lo que deseen de la manera que sea.
- Psicopatía: Sólo les importan sus propias motivaciones y deseos. Son plenamente racionales y conscientes de lo que hacen, por lo que su comportamiento es elegido; no es fruto de la pérdida de sus facultades mentales. Su conducta es el resultado de su elección en pleno uso de sus facultades.
- Sadismo: Son individuos que disfrutan del placer de ser crueles. Desean hacer daño, hacer sufrir a su víctima en todas las facetas que sean posible. Encuentran excitante y placentero el acto de hacer daño a personas inocentes.
La Empatía: Un Factor Clave
Si buscamos un punto de conexión entre los diferentes componentes de la Tríada Oscura, rápidamente nos daremos cuenta de que todos ellos actúan como depredadores de otras personas y, cómo no, carecen de empatía.
Comenzaremos por distinguir dos tipos de empatía completamente diferentes aunque complementarias:
- La empatía cognitiva: es la capacidad de comprender e inferir los afectos y las experiencias emocionales de los demás.
- La empatía emocional o afectiva: es la capacidad de sentir las emociones y los sentimientos de otras personas.
Las personas con alguno de los rasgos de la Tríada Oscura, son incapaces de sentir este tipo de empatía. No saben lo que es la “preocupación empática”. No pueden experimentar los mismos sentimientos que su interlocutor.
El Impacto en el Entorno Laboral
Los malos jefes ahuyentan el talento. Lamentablemente en las empresas todavía queda mucho Darth Vader que usa el “ordeno y mando” típico del Imperio como principal herramienta de liderazgo. Incluso hay quién se atreve a afirmar que al menos el 5% de los jefes son directamente sociópatas.
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Está convencido de que “los jefes tóxicos hacen un enorme daño no solo al talento, sino a la fibra humana de sus equipos. Alcanzar este punto es letal.
Desde la perspectiva de los empleados, el liderazgo oscuro se caracteriza por la supervisión abusiva, la manipulación y el comportamiento laboral tóxico. Afecta la creatividad, la motivación y la actitud de los empleados.
Un mal liderazgo tiene un sinfín de consecuencias para las compañías. De hecho, cuando un empleado deja su trabajo, a menudo uno de los principales motivos es su jefe, porque los descarriladores de un líder alienan a los trabajadores y conducen a una pérdida de la seguridad psicológica, un factor clave para el rendimiento de un equipo.
¿Qué Hacer?
La gran duda que nos queda es ¿qué podemos hacer para controlar ese ‘lado oscuro del liderazgo’? Conocer nuestros descarriladores, aceptarlos como lo que son, valorar su impacto en nuestro desempeño, identificar los disparadores e intentar preverlos o, si no es posible, minimizar el impacto del descarrilamiento. Y cuando todo falle, no debemos olvidar la importancia de la humildad. Debemos reconocer el error, disculparse y aprender de ello.
El desarrollo del liderazgo no solo tiene que ver con un cierto grado de educación sino también con reflexionar sobre el significado. Los directivos dicen: ‘Quiero ser un mejor líder. Quiero construir un equipo mejor. Quiero un cambio de cultura’, pero la gran pregunta es: ‘¿Cómo quieres que te recuerden? ¿Cuál quieres que sea tu legado?’.
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