Empresarios, Influencia Política y Corrupción: Un Análisis Profundo

La relación entre empresarios, política y corrupción es un tema complejo y multifacético que afecta a diversas naciones alrededor del mundo. Este artículo explora esta dinámica, examinando casos específicos en España y Brasil, y analizando las estructuras y mecanismos que facilitan estas prácticas.

El Caso Brasileño: Vínculos Empresariales y la Dictadura Militar

La periodista Carol Prado entrevistó para la Folha de Sao Paulo al joven historiador Pedro Henrique Pedreira Campos, autor del libro Extrañas Catedrales, las empresas brasileñas y la dictadura cívico-militar, donde se explica la trama de los grupos económicos, especialmente contratistas de las grandes obras públicas, como promotores del golpe de 1964 y la continuidad de esos vínculos con los gobiernos democráticos. Para el autor no es una novedad que los grupos empresarios tengan una enorme influencia en el gobierno. El poder y la participación de ellas en escándalos de corrupción tiene origen en las relaciones creadas durante la dictadura militar, aseguró.

Para el investigador, mecanismos de fiscalización cambiaron aspectos de la relación entre las empresas y el gobierno, revelando casos de corrupción que antes eran tapados. Pero es pesimista sobre los impactos de la Operación Lava Jato, que investiga el esquema de desvío en la Petrobras y que mandó a prisión a ejecutivos de las mayores empresas brasileñas.

Pedro Campos señala: "La gente tiende a leer la corrupción como una excepción. Pero lo que yo advierto, considerando la historia del capitalismo, es que la apropiación de lo público por lo privado es más una regla. Las empresas calculan la corrupción para obtener una ganancia. Así, si tengo que ganar con una obra, voy a usar todos los métodos disponibles, Un buen empresario es el hace la obra y la hace lucrativa. La ley de las licitaciones, regida por el menor precio, acaba creando ese tipo de artificio."

Campos expresa su escepticismo sobre los resultados de la Operación Lava Jato, indicando que aunque importantes ejecutivos han sido detenidos, los dueños de las empresas, los empresarios de hecho, no están presos. Además, recuerda que escándalos anteriores que involucraron a algunas de las mismas empresas acusadas no impidieron que siguieran siendo poderosas y manteniendo sus contratos.

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Durante la dictadura, las empresas tuvieron acceso directo al Estado, sin mediaciones ni elecciones. Campos sugiere que estas empresas sienten nostalgia de la dictadura, ya que no existían mecanismos de fiscalización de prácticas corruptas. Aunque ahora existen órganos de fiscalización que denuncian casos de corrupción, las prácticas de aquella época persisten, como el descuido con la seguridad del trabajador, motivado por la necesidad de un margen de ganancia mayor, con cierta connivencia del Estado en la fiscalización de las condiciones de trabajo.

Con respecto a la percepción de que la corrupción era menor durante la dictadura, Campos argumenta que la gente no tenía acceso a los casos de corrupción, que no eran revelados, lo que no quiere decir que no existieran. Hoy, las instituciones de la democracia, como el Ministerio Público y la Policía Federal, consiguen revelar esos casos gracias a la inversión en esos mecanismos por parte de los gobiernos recientes.

El crecimiento más impresionante fue el de Odebrecht. Era una pequeña empresa regional, con alguna importancia en el Nordeste, y comenzó a crecer mucho cuando construyó el edificio sede de Petrobras, en Rio de Janeiro. A partir de allí, salió del Nordeste y realizó contratos estratégicos de la dictadura, como la obra del aeropuerto del Galeâo y de la Usina Angra 1.

Hoy, como en la dictadura, las empresas no actúan en forma individual. Claro que varios de los mayores empresarios tienen relación directa con algunos políticos. Pero la mayoría de esas empresas tienen sindicatos y organizaciones que llevan al Estado proyectos de obras. Pero ha cambiado mucho. Si ellas tienen nostalgia de la dictadura es porque eran más poderosas en aquella época. Hoy hay menos obras y ellas no tienen acceso tan fácil al Estado. El mecanismo de actuación política de los empresarios, que era más direccionado al Poder Ejecutivo y a los Ministerios, fue diversificado. No es un motor, sino una pieza muy importante. El financiamiento empresarial compromete toda la gestión futura. Si el empresario está pagando, él va a tener poder sobre el gobierno que va a ser electo.

España: Corrupción Estructural y Casos Emblemáticos

En España, la corrupción trasciende partidos políticos y se ha consolidado como una dinámica estructural del capitalismo, donde las élites políticas y empresariales operan en simbiosis. El caso Koldo, también conocido como caso Ábalos, ha destapado una vez más las entrañas de un sistema corrupto que permea la relación entre las élites políticas y empresariales en España.

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Este escándalo, centrado en la presunta trama de corrupción liderada por Koldo García Izaguirre, exasesor del exministro de Transportes José Luis Ábalos, pone de manifiesto cómo las empresas privadas, en connivencia con figuras políticas, han tejido una red de favores, comisiones ilegales y adjudicaciones irregulares que enriquecen a unos pocos. Más allá de los nombres propios, este caso es un síntoma de una corrupción estructural profundamente arraigada en el capitalismo español, un modelo donde la clase dominante, aliada con la patronal, perpetúa un sistema de explotación y lucro que trasciende partidos políticos y se consolida como una dinámica histórica.

Las Empresas Privadas en el Caso Koldo

En el núcleo del caso Koldo se encuentra la empresa Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas S.L, una compañía sin experiencia previa en el sector sanitario que, durante la pandemia de COVID-19, logró contratos públicos por valor de 54 millones de euros para el suministro de mascarillas. Según la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, esta empresa, vinculada al empresario Víctor de Aldama, se benefició de adjudicaciones irregulares en al menos tres ministerios (Transportes, Interior y Sanidad) y en dos comunidades autónomas gobernadas por el PSOE (Baleares y Canarias).

Los contratos, otorgados sin los habituales procesos de licitación debido a la urgencia de la pandemia, generaron beneficios de 17 millones de euros, parte de los cuales habrían sido utilizados para pagar comisiones a figuras clave de la trama, incluyendo a Koldo García y, según las acusaciones, al propio Ábalos y al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.

Además de Soluciones de Gestión, la investigación apunta a otras empresas como Acciona, LIP y OPR, señaladas por la UCO como beneficiarias de adjudicaciones de obras públicas a cambio de mordidas que superaron los 600.000 euros. Estas empresas, según las grabaciones intervenidas, habrían participado en un esquema donde las concesiones se manipulaban mediante la alteración de los criterios de ponderación de las ofertas, asegurando que las compañías afines fueran las ganadoras.

Este modus operandi no es un hecho aislado, sino una práctica habitual en un sistema donde las grandes constructoras y empresas de servicios han encontrado en la connivencia con el poder político una vía para maximizar beneficios.

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La Connivencia entre la Élite Política y la Patronal

El caso Koldo no es un fenómeno aislado ni exclusivo del PSOE. La corrupción en España trasciende partidos políticos y se ha consolidado como una dinámica estructural del capitalismo español, donde las élites políticas y empresariales operan en simbiosis. Desde los casos históricos como Filesa, Roldán o los ERE de Andalucía en el PSOE, hasta Gürtel, Púnica o Lezo en el PP, la historia reciente de España está plagada de ejemplos donde las grandes empresas han financiado partidos políticos o pagado comisiones a cambio de contratos públicos.

Esta connivencia se basa en un pacto implícito: las empresas obtienen adjudicaciones y beneficios extraordinarios, mientras que los políticos y sus partidos aseguran financiación, poder y privilegios personales. En el caso Koldo, las grabaciones de la UCO revelan cómo se hablaba abiertamente de amaños en adjudicaciones y de deudas de constructoras por favores recibidos, lo que apunta a una red organizada que podría haber canalizado fondos incluso hacia las arcas del PSOE. Esta posible financiación ilegal de partidos no es nueva; casos como el de Convergència Democràtica de Catalunya en el caso Palau o el PP en Gürtel muestran cómo la corrupción empresarial y política ha sido una constante desde la Transición.

El problema radica en la propia naturaleza del sistema capitalista, donde la acumulación de capital depende de la captura del Estado por parte de las élites económicas. La corrupción en España se concentra en áreas como los contratos públicos y el urbanismo, donde las grandes empresas ejercen una influencia desproporcionada sobre las decisiones políticas. La falta de controles efectivos y la discrecionalidad en la toma de decisiones permiten que los políticos actúen como intermediarios de los intereses de la patronal, perpetuando un sistema donde el poder público se pone al servicio del lucro privado.

La Corrupción como Esencia del Capitalismo Español

La corrupción en España no es un accidente, sino una característica intrínseca del modelo capitalista que privilegia los intereses de la clase dominante. La patronal, representada por grandes constructoras, empresas de servicios y grupos financieros, ha encontrado en la corrupción un mecanismo para maximizar beneficios, mientras que la clase política, independientemente de su color ideológico, se beneficia de este sistema a través de comisiones, favores y financiación ilegal.

En España hay una creciente desafección ciudadana que ve cómo las instituciones son instrumentalizadas por una élite que opera al margen de la legalidad. La intensidad de los escándalos radica en la magnitud de las redes corruptas, que involucran a múltiples actores y generan una sensación de impunidad generalizada.

Análisis del Lobby en España

El primer informe de Transparencia Internacional sobre el lobby en España destaca que los lobistas son "verdaderos actores, en muchos casos protagonistas, del sistema político". Sin embargo, su figura no está regulada y su actuación no es transparente. El informe recoge ejemplos de cómo un lobby desregulado y no profesionalizado ha influido en los recientes procesos legislativos españoles, desde las leyes 'promovidas' por el sector eléctrico hasta el reparto de la TDT, pasando por el 'cierre' de Garoña y el caso Bankia.

Ejemplos de Influencia del Lobby

  1. Eléctricas al poder: La industria eléctrica ha optado por un diálogo directo con los altos niveles de decisión política, contratando a ex altos cargos de la Administración para agilizar sus relaciones con el gobierno y obtener estabilidad jurídica.
  2. Cierre de Garoña: El litigio entre la empresa propietaria de la central nuclear y el Gobierno acabó con la llegada de Alberto Nadal a la secretaría de Estado, y el Gobierno aprovechó la tramitación de la Ley de Fiscalidad Medioambiental para reducir las cargas fiscales al tratamiento de residuos radiactivos.
  3. Propiedad Intelectual: Tras una consulta pública de menos de un mes y sin hacer públicas las opiniones de las instituciones consultivas estatales sobre el anteproyecto, se vivieron diez meses de incertidumbre. El punto clave de este proceso ha sido que "no se desarrolló con publicidad ni con consultas y participación suficiente de todos los actores afectados por la medida".
  4. Concesión de licencias TDT: El reparto de la TDT que llevó a cabo el Gobierno de Zapatero en julio de 2010 en el ámbito estatal asignó cuatro canales digitales a cada una de las empresas que ya estaban controlando el sistema analógico. Una decisión que tomó el Consejo de Ministros, sin acuerdo ni concurso público previo y sin plantear estudios de impacto ni período de consultas o participación.
  5. Las cajas de ahorro y el lobby público: Durante la elaboración de los reales decretos 'anticrisis' "fueron habituales los encuentros de los consejeros de las cajas y de políticos autonómicos con el gobierno central". Los casos Novagalicia Banco y Caixa Catalunya han sido los últimos ejemplos de "cómo triunfó en ocasiones el interés partidista frente al interés general".
  6. El caso Bankia: En el caso Bankia "se puede intuir cómo el lobby financiero desarrolló una serie de influencias indebidas que contribuyeron al desastre". La estrategia de ocultamiento del Banco de España estaba influida por el interés de los grandes bancos.

El Riesgo Político en las Actividades Empresariales

El riesgo político es aquel que afecta a los intereses económicos de las empresas, como consecuencia de los cambios o la falta de estabilidad política de un país o región. A la hora de valorar y ponderar las consecuencias de una posible disrupción política, conviene diferenciar entre el macrorriesgo y el microrriesgo político.

  • Macrorriesgo político: Se refiere a aquellos cambios que afectan a todas las empresas y entramado comercial e industrial que operan en un determinado país.
  • Microrriesgo político: Comprende aquellas decisiones o eventos que perjudican a una empresa o sector industrial específico.

El nivel de actividad e involucración en el entramado económico regional que asume una empresa también determina el grado de riesgo político que se está asumiendo. En ese sentido, se suele diferenciar estas 3 categorías:

  • Riesgo político comercial
  • Riesgo político sobre las licencias internacionales de tecnología y propiedad intelectual
  • Riesgo político por la inversión directa en el extranjero

La ausencia de estabilidad política también puede afectar a la cadena de suministros. Actualmente, las empresas se nutren de componentes y materias primas provenientes de múltiples países y cuyo transporte puede implicar el cruce de varias fronteras. Cualquier evento o decisión política que interfiera en el flujo de la cadena de suministro puede afectar gravemente a un negocio internacional.

Antes de iniciar relaciones comerciales en otro país, es imprescindible adoptar una serie de medidas de prevención. En primer lugar, se debe llevar a cabo un análisis de los riesgos que dicha actividad económica implica. El objetivo debe ser determinar el perjuicio que se puede llegar a sufrir en el caso de que las operaciones no lleguen a buen puerto.

Una de las formas más eficaces de minimizar el riesgo político de las actividades comerciales en el extranjero es la contratación de un seguro. Este te permitirá cubrir este tipo de aspectos y conseguir una compensación económica del perjuicio generado por la interrupción forzosa de las actividades y el impago de los créditos pendientes.

El Gobierno Corporativo y su Importancia

En el mundo empresarial hay un concepto que se denomina Buen Gobierno y lo contrario son prácticas irregulares que, en ocasiones, acaban derivando en algo muy parecido a la corrupción o en la corrupción propiamente dicha. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha lanzado un severo comunicado en el que se confiesa "preocupada" por la manera en que puedan "comprometer la imagen y la reputación de nuestro mercado de valores".

Los escándalos corporativos no son nada nuevo. Siempre se han dado casos de fraudes, conflicto de intereses, sobornos o corrupción en el seno de las corporaciones, grandes y pequeñas. La diferencia es que ahora importan. Importan mucho. Dentro y, sobre todo, fuera de la empresa. "El gobierno corporativo tradicional ya no es suficiente.

Hasta 30.000 millones de euros le costó a Volkswagen el dieselgate, el caso que le estalló al fabricante de automóviles después de comprobarse que llevaba años instalando un software en sus vehículos diésel para falsificar los test de emisión de gases a la atmósfera. Por un lado, la sensibilidad de inversores y consumidores, que ahora no pasan por alto comportamientos que consideran fuera de la ética empresarial; por otro lado, las redes sociales, que convierten lo invisible en visible, viralizan cualquier episodio que tenga que ver con malas prácticas de una firma y son capaces de crear problemas reputacionales del tamaño de la propia compañía.

Cuando se analiza un valor se fija en varios puntos, como que la persona que dirige la compañía tenga experiencia en el sector o en empresas similares; que su perfil sea el adecuado para el momento que atraviesa la compañía -"no es igual un proceso de reestructuración que uno de expansión, por ejemplo"- ; que entienda lo que es la creación de valor y no se deje llevar por modas y tendencias del mercado o de su sector. También comprueba la alineación de intereses en la remuneración de los directivos -"que el bonus esté vinculado con la creación de valor"- o "que ellos hayan comprado acciones de la compañía", asegura.

Cañete tiene claro que hay correlación entre el buen gobierno y los buenos rendimientos de una inversión. Sin embargo, mirando el recorrido en el Ibex 35 de las empresas más afectadas por las últimas sospechas de malas prácticas, se observa que BBVA, por ejemplo, acumula una revalorización superior al 9% en lo que va de año, mientras que Iberdrola sube más de un 32%.

La CNMV elaboró un Código de Buen Gobierno que recoge, en forma de recomendaciones, los requisitos que las organizaciones cotizadas deben tener en cuenta a la hora de desarrollar sus modelos de buen gobierno. Su utilización es voluntaria, pero las compañías deben reportar anualmente su nivel de cumplimiento indicando las recomendaciones que cumplen totalmente, las que hacen parcialmente y aquellas que no cumplen -y por qué no lo hacen-. En teoría su aplicación no es obligatoria; de facto, sí.

Percepción de la Corrupción en Europa y España

El estudio, que analiza la opinión de empresas representativas en diferentes sectores clave de los 27 estados que componen actualmente la Unión Europea, revela que el 63% piensa que la corrupción está extendida en la región. En España, la percepción de la extensión de la corrupción en el país es mayor que la media del club de los 27, y así lo reflejan los datos.

A este respecto, las empresas españolas consideran que la práctica corrupta más habitual es la de que las instituciones y organismos públicos hagan favores a amigos o familiares con un 57%, 11 puntos más que en Europa (46%). La segunda práctica corrupta más extendida sería la financiar partidos políticos a cambio de favores en licitaciones o influencia sobre las decisiones políticas, con un 47%, 9 puntos más alta que el dato europeo.

Mientras que el 42% de las empresas europeas piensan que las personas y los negocios pillados por corrupción menor reciben un castigo apropiado, en España ese porcentaje desciende hasta un 28%. Mientras en Europa, solo un tercio (34%) de empresas declara que la corrupción es una de las dificultades con las que se encuentran para operar con sus compañías, en España ese porcentaje sube hasta el 58%, casi dos tercios de las empresas así lo perciben. Este dato sitúa a España entre los 6 países de los 27 que más señala a la corrupción como problema para hacer negocios en su país, solo por detrás de Chipre (78%), Grecia (75%), Rumania (70%), Croacia (66%) y Bulgaria (62%).

La Corrupción Política como Elemento Estructural

La corrupción no es un hecho episódico y aleatorio de la vida política y social, ni representa una anomalía, una excrecencia en un cuerpo por lo demás sano. Por el contrario, la corrupción es un elemento estructural del sistema político actual. La corrupción está, para decirlo con más precisión, inervada en la estructura social dominante, basada en la acumulación capitalista y dominada por el mercado y el dinero.

Más concretamente, está vinculada a la existencia de poderes fuertes, es decir, el gran capital, que la utiliza para dominar la sociedad a través de su control del aparato estatal. Junto a la corrupción en sentido estricto existe la corrupción entendida en un sentido más amplio como el servilismo de los representantes elegidos por el pueblo a una minoría de capitalistas ricos.

La corrupción y la combinación de grandes empresas y gobierno son las herramientas de la dominación de la burguesía sobre la clase obrera, que se materializa en la democracia burguesa actual. La diferencia entre nuestra época y la de Engels radica en tres aspectos. El primero es que la subordinación de la esfera política a la económica se produce no sólo a nivel nacional, sino también a nivel supranacional, al menos en lo que respecta al llamado Occidente liderado por Estados Unidos.

El segundo aspecto es que la concentración de la producción y el tamaño de las empresas han crecido, aumentando así su control sobre la política. El tercer aspecto es, como ya se ha mencionado, que las empresas son multinacionales y transnacionales y pueden deslocalizar la producción y sus actividades en diferentes países, chantajeando a los gobiernos nacionales: subvenciones y participación pública en las inversiones a cambio de la localización de los centros de producción, de lo contrario se trasladan.

El Caso de China: Un Sistema Diferente

En China es diferente. Aquí, el sistema económico se basa en dos sectores, uno público y otro privado. En comparación con el sistema económico occidental, aparte del mayor peso del sector público, parece haber una diferencia sustancial. En EEUU y la UE existe un sistema capitalista puro, y son los gobiernos los que están subordinados al gran capital multinacional.

En China, la situación es diferente: son las grandes empresas privadas las que están subordinadas al poder político. Esto no quiere decir que no exista la posibilidad de que se produzcan casos de corrupción. El hecho es que, a diferencia de Occidente, el Partido Comunista en China es consciente del peligro que supone la influencia y el poder acumulados por empresarios que se han hecho multimillonarios en pocos años.

Además de desarrollar una intensa lucha contra la corrupción interna en el Partido Comunista, el Gobierno chino ha puesto serias trabas a las grandes empresas y a los capitalistas. Un ejemplo es el que ofrece Alibaba, el gigante chino del comercio electrónico. El gobierno, para evitar derivas especulativas y una mayor concentración de poder, obligó a separar las actividades de comercio electrónico de las financieras, que representaban el núcleo de todos los beneficios de las grandes tecnológicas.

Medidas Preventivas Contra el Riesgo Político

Antes de iniciar relaciones comerciales en otro país, es imprescindible adoptar una serie de medidas de prevención:

  • Análisis de riesgos: Llevar a cabo un análisis exhaustivo de los riesgos que implica la actividad económica.
  • Planificación: Conocer en profundidad los detalles del ámbito jurídico y político doméstico, así como la relación del país con el resto de estados de su entorno.
  • Contratación de seguros: Contratar un seguro que permita cubrir este tipo de aspectos y conseguir una compensación económica del perjuicio generado por la interrupción forzosa de las actividades y el impago de los créditos pendientes.

Tabla Comparativa de Percepción de la Corrupción en Europa y España

Práctica Corrupta Empresas en Europa (%) Empresas en España (%)
Favores a amigos o familiares 46 57
Financiar partidos políticos 38 47
Ofrecimiento de regalos 28 19
Castigo apropiado por corrupción menor 42 28
Corrupción como dificultad para operar 34 58

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