Estructura de una Startup: Tipos y Claves para el Éxito

Como un hombre orquesta del siglo XXI. Así se sienten la gran mayoría de los emprendedores cuando emprenden, con un guion que se repite una y otra vez: dedicando 25 horas al día para poder atender todos los frentes de su startup.

Esta polivalencia de los miembros del equipo fundador, fundamental para dar los primeros pasos, tendrá que cambiar en el momento en el que la startup empiece a vender más y necesite ampliar la plantilla.

Ahí ya toca ordenar el organigrama para afrontar la difícil tarea de gestionar personas.

Estructura Organizacional de una Startup

La estructura organizacional es un sistema que alinea y relaciona las partes de una empresa con el objetivo de ayudar a lograr sus objetivos.

Tipos de Estructuras Organizacionales

  • Estructura Funcional: Es el sistema jerárquico clásico y más común en una empresa, donde se divide en departamentos (marketing, finanzas, etc.). Ejemplo: la mayor empresa del mundo por capitalización bursátil, Amazon, se organiza así.
  • Estructura Matricial: Este modelo no sigue la estructura tradicional jerárquica, ya que los empleados pueden responder ante dos o más mandos en lugar de ante uno único. Es decir, un trabajador puede tener un mando principal al que reporta, pero también uno o más responsables de proyectos en los cuales está trabajando. Este tipo de estructura es habitual en las empresas que quieren que el talento y las fortalezas de los empleados puedan ser aprovechados por distintos departamentos. Ejemplo: Nike adopta estructuras matriciales en su organización. Tiene por un lado unidades de negocio (indumentaria, calzado y equipo) y por otro las áreas funcionales (recursos humanos, finanzas, marketing, ventas y operaciones).
  • Estructura Divisional: En las estructuras organizativas divisionales, las divisiones de una empresa tienen autonomía: controlan sus propios recursos, y pueden tener su propio equipo de marketing, equipo de ventas, etc. Es un modelo ideal para aquellas empresas grandes, ya que permite desarrollar una toma de decisiones más rápida. Es típica en grandes multinacionales. Ejemplo: McDonald’s se estructura así para acercarse a la cultura y preferencias alimentarias de cada país. Las divisiones también pueden ser por mercados, industrias o tipos de clientes. Como el nombre indica, esta división se hace por línea de productos.
  • Estructura Horizontal: Aplana la jerarquía y otorga a sus empleados mucha autonomía. No existen casi ningún cargo intermedio, por lo que es habitual que el CEO trate directamente con los trabajadores. Ejemplo: es la estructura típica de una empresa pequeña o que está recién constituida. Saigu Cosmetics es una de las startups impulsadas por Lanzadera con estructura horizontal. Agilidad. Menos burocracia. Comunicación interna. Cuando aumenta mucho la plantilla, la dirección puede perder el control.

En resumen, si eres emprendedor y tu startup está en los primeros años en funcionamiento, es posible que la estructura organizativa que mejor encaje sea la horizontal, pero no tiene por qué ser esa la que elijas. Todo dependerá en último lugar de la cultura de empresa que quieras implantar y de tu modelo de management.

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El Equipo de una Startup: Una Pieza Clave

Cuando tenemos una startup son muchos los elementos que debemos cuidar. Desde el producto o servicio en cuestión hasta los recursos materiales o una correcta estrategia son claves para el éxito de nuestra startup. Sin embargo, sin una buena estructura organizativa y un equipo que aporte valor a nuestra startup, tendremos muchas posibilidades de quedarnos en el camino.

Un equipo que aporte valor a la startup. Estamos ante una cuestión vital ya que el valor de tu equipo influirá enormemente en su éxito. De hecho, según la consultora CB Insights no contar con el equipo adecuado está entre los tres primeros motivos de fracaso de una startup. Sorprendente, ¿verdad?

Y es que, los integrantes del equipo son a veces el motor que impulsa y hace de la idea inicial una realidad de negocio. Y sino que le pregunten a cualquier equipo fundador de una startup en la carrera por sacar adelante su producto mínimo viable.

Antes de comenzar a formar tu equipo debes saber que la autoconciencia es la primera clave. Una vez hayas evaluado el conjunto de tus habilidades objetivamente, estarás en disposición de contratar personal proactivo que haga lo que tú no dominas.

Es muy importante que el equipo comparta los mismos valores y objetivos para que exista mayor transparencia y apostar por la eficacia de la startup.

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Perfiles de los Miembros del Equipo

Lógicamente, en función del tipo de startup y del producto o servicio que ofrezca, habrá que añadir perfiles para el desarrollo de tareas más específicas. Sin embargo, grosso modo, el equipo de una startup para garantizar su buen funcionamiento, debería contar con estos 4 perfiles:

  1. Director tecnológico o CTO (Chief Technology Officer): En realidad, es necesario un perfil que se encargue de la ideación y desarrollo del producto. Sin embargo, dado el alto componente tecnológico de la gran mayoría de startups actuales, este perfil suele ser el de un geek. El CTO debe ser un auténtico apasionado y conocedor de la tecnología. Es común que una startup tecnológica esté fundada por alguien que no la maneja de forma profesional. Entonces, debe buscar al mejor director tecnológico para su startup.
  2. Director financiero o CFO (Chief Financial Officer): Este perfil es absolutamente imprescindible. Según el informe de CB Insights mencionado anteriormente, el segundo motivo por el que fracasan las startups es quedarse sin dinero. Para evitarlo, contar con alguien que se ocupe correctamente de la economía de la startup y que implemente una buena estrategia de financiación desde el principio será esencial. Controlar los plazos de pago es una de las tareas con más importancia del CFO.
  3. Director de marketing o CMO (Chief Marketing Officer): Si como startup somos una empresa pequeña, lo más común, el CMO debería encajar en un perfil comercial o de ventas así como desarrollar tareas de marketing y comunicación. Más adelante, podrían ser varios perfiles distintos. Esta persona debe verlo todo desde el punto de vista de los clientes: sus necesidades, gustos, preferencias…y alinear el equipo y los recursos con el fin de satisfacerlos. Tener en cuenta al usuario es clave para nuestro negocio.
  4. Consejero Delegado o CEO (Chief Executive Officer): En realidad, se trata de tener un perfil de negocios, con visión empresarial. Suele coincidir con el CEO ya que es la cabeza visible y se encarga principalmente de la toma de decisiones determinantes para la startup. Con sus dotes de liderazgo y sus conocimientos sobre el mundo empresarial debe crear la visión y estrategia de la compañía. Es común que sea fundador de la compañía y una pieza clave en la captación de talento y gestión de personas.

3 Claves para Formar un Equipo de Valor

  1. Hazte con perfiles y caracteres complementarios: El equipo de una startup, sobre todo el equipo fundador, debe compartir la misma visión a pesar de tratarse de perfiles muy distintos, todos ellos fundamentales. Son los que poco a poco van fijando la cultura de la empresa y la ponen en práctica. A la hora de plantearse el organigrama de equipo es mejor optar por estructuras horizontales en vez de estructuras verticales. Es decir, se promueven redes de trabajo donde la toma de decisiones es compartida frente a jerarquías fijas, es decir, optar por la flexibilidad y la capacidad de adaptación temprana. La carrera contrarreloj que supone sacar adelante una startup requiere de mucho esfuerzo y proactividad. Como consecuencia, puede generar pérdida de foco y erosión en el equipo por lo que vuestros caracteres deben complementarse.
  2. Quédate con los mejores: Si puedes reclutar a gente más inteligente y mejor que tú, hazlo. No solo aportarán un valor extra a la startup sino que te permitirán aprender profesionalmente. Todo ello se traducirá en el crecimiento de tu startup. En definitiva, si te rodeas de los mejores, todo irá mejor. Y en ese sentido, nos referimos a todo tipo de habilidades. No solo son importantes los conocimientos y las habilidades técnicas, las llamadas soft skills son clave para el día a día del equipo.
  3. Prueba y testea primero para evitar errores: Al igual que ocurre en la creación de nuestro modelo de negocio, la captación de talento para formar el equipo de nuestra startup es una cuestión de ensayo-error. No es algo sencillo y a veces te puedes equivocar con el candidato, hay variables que se te pueden escapar. Para reducir el margen de error, pon a prueba las capacidades del candidato antes de incorporarlos a tu startup. Ver cómo se desenvuelven en situaciones reales mediante casos prácticos o preguntarles cómo plantearían una estrategia o desarrollar un componente puede hacerte ganar tiempo y ahorrar dinero, evitando una mala decisión.

Etapas de una Startup

Como has podido comprobar la estructura organizativa de tu startup es algo que no te puedes tomar a la ligera. El emprendedor pone la semilla de la idea, los inversores riegan el proyecto para que pueda crecer y la compañía madura gracias al trabajo de todo el equipo. A lo largo de las diferentes fases o etapas de una startup, el negocio puede evolucionar desde un pequeño proyecto hasta una compañía de gran tamaño. En España, con un ecosistema emprendedor cada vez más maduro, nacieron dos nuevos unicornios el año pasado, de acuerdo con CBInsights. En América Latina, fueron nueve, y más de una treintena trotan ya por la región. Pero ¿qué fases atraviesa una startup hasta alcanzar esa valoración? ¿Qué rasgos caracterizan a cada etapa?

  • Etapa seed o semilla: en esta fase, el proyecto toma forma y se busca el desarrollo de un producto mínimo viable que puedan probar clientes reales.
  • Etapa de lanzamiento: En esta fase, la startup ha definido su modelo de negocio y comienza a lanzar su producto al mercado, para lo que elabora un plan de 'marketing' con el fin de darse a conocer. 'Business angels'. Aceleradoras. Esta es la etapa en la que comienzan a aparecer los primeros clientes en el mercado y también las primeras métricas de resultados. De nuevo, la startup necesita más fondos para crecer que en la fase anterior, ya que además el equipo ha crecido.
  • Etapa growth stage: en la fase de crecimiento, el producto ya se considera validado y es un momento de progresión rápida, en el que se contrata más personal y se realizan inversiones importantes. Cuando una empresa llega hasta aquí, significa que ha logrado el 'product-market-fit'. Es decir, su producto ha encajado en el mercado. El alto potencial de crecimiento de las 'startups' hace que, en esta fase, sea fundamental escalar las ventas en poco tiempo. 'Hedge funds'.
  • Etapa de expansión: el producto ya está consolidado en el mercado y el objetivo es ampliar fronteras, bien geográficas o bien respecto a nichos de mercado. Se produce cuando se ha llegado a un punto de consolidación en el mercado.
  • Etapa de exit o salida: esta etapa hace referencia a la venta de la startup, bien mediante la entrega de las acciones de los fundadores a otras empresas, bien mediante su salida a bolsa o su absorción por una compañía más grande.

Tipos de Startups

Además de la startup propiamente dicha, en función de crecimiento se puede hablar de distintos tipos de startups.

  • Scaleups: son startups con una trayectoria y una tendencia de crecimiento consolidadas.

Financiación de Startups

En la mayoría de los casos, los fondos de inversión ofrecen a las startups financiación económica. Estos son algunos de los métodos de financiación más comunes:

  • Business angels: son personas que deciden respaldar el proyecto e invertir una cifra normalmente inferior a los 50. 000 euros.
  • Seed capital o capital semilla: se trata de capital que se invierte en la empresa cuando aún no genera beneficios.
  • Venture capital o capital riesgo: la startup suele estar más asentada, pero no consolidada del todo, por lo que la inversión sigue entrañando un riesgo alto.

Regularización de la Estructura Fundacional

Al igual que los seres vivos, las compañías emergentes también nacen, crecen y maduran gracias a los nutrientes del ecosistema inversor. En el caso de startups y empresas emergentes, uno de los retos más comunes e importantes a los que se enfrentan en sus primeros pasos es el de definir y regularizar la estructura fundacional de su startup.

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Regularizar la estructura fundacional de una startup implica cumplir con una serie de requisitos y trámites que varían según el sector y el tipo de actividad que se desarrolle.

Revisar y ajustar regularmente: la estructura organizativa de una startup no es estática y debe revisarse y ajustarse regularmente a medida que la empresa crece y evoluciona.

Una startup es una empresa de reciente creación, que se basa en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para comercializar sus productos o servicios. Entonces, ¿qué se necesita para crear una startup?

Crecimiento y riesgos: la mentalidad de las startups suele ser de «todo o nada»; si la idea no tiene éxito, es mucho más difícil reconducirlas. Sin embargo, si lo logran, el crecimiento es exponencial.

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