Fábulas Cortas sobre Liderazgo Inspirador

No Rendirse Jamás: Cuento de Motivación

Hoy os mostraré un cuento de motivación que os enseñará que no hay que rendirse jamás… ¡espero que os guste!

Cuento: La Rana que no Quiso Morir

Había una vez un grupo de ranas que viajaban por el bosque, dos de ellas cayeron en un gran agujero mientras caminaban. El agujero era tan profundo que parecía imposible salir de él. Las demás ranas que les acompañaban en el viaje se acercaron al hoyo y les dijeron que no podrían salir y que debían prepararse para la muerte.

Las dos ranas aunque asustadas no hicieron caso de lo que las de arriba les estaban diciendo y empezaron a saltar con todas sus fuerzas… probablemente nunca habían dado unos saltos así. Aún así por mucho que lo intentaban no conseguían salir del hoyo.

Las otras ranas desde arriba no paraban de decirles que era inútil… que nunca conseguirían salir de allí y de nuevo les decían que debían prepararse para morir. Una de las dos ramas escuchando lo que decían las demás se rindió… de repente se desplomó y murió.

La otra rana sin embargo siguió saltando sin cesar, tan fuerte como podía y sin rendirse. El resto de ranas seguía con su discurso sobre aceptar la muerte y le aconsejaban que dejase de sufrir. Pero la rana no solo no se rendía sino que cada vez saltaba más fuerte, tanto que al final en uno de los saltos consiguió salir del hoyo.

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Cuando salió las otras ranas le preguntaron: ¿Por qué no nos hiciste caso y aceptaste la muerte sino que además saltabas más fuerte? Las rana les explicó que era sorda y que no había escuchado nada de lo que decían… al verlas asomadas al rededor del hoyo pensó que la estaban animando para salir del hoyo.

Moraleja

Muchas veces lo que dicen los demás sobre nosotros o incluso lo que pensamos sobre nosotros mismos influye en nuestro rendimiento. Hay una frase célebre de Henry Ford que dice: «Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto.» Si crees que vas a fracasar es probable que fracases, si crees que vas a triunfar inconscientemente harás todo lo posible porque eso suceda.

Igual sucede con lo que dicen o piensan los demás sobre nosotros. Muchas veces no lo hacen para hacernos daño sino para protegernos. Los envidiosos o falsos amigos te dirán que no lo lograrás por envidia, pero tu familia te dirá… «Es muy difícil», «tu ya estás bien como estás», «veo complicado que lo consigas», etc. En realidad no quieren que fracases pero con esas frases y su intención de protegerte te están llevando poco a poco al fracaso.

El Efecto Pigmalión y la Profecía Autocumplida

El Efecto Pigmalión es justo el claro ejemplo del cuento de la rana, sobre cómo las creencias que tienen los demás sobre nosotros hacen que nuestro rendimiento varíe. Aprendí este concepto cuando iba a la universidad y es algo que he tenido en cuenta toda la vida para que no me afecte lo que los demás piensan sobre mi.

Para que lo entendáis mejor os voy a contar un experimento que se hizo para demostrar este concepto: En una escuela entra un alumno nuevo y le dicen al profesor que tenga especial cuidado con el chico ya que es un alumno con un rendimiento muy bajo y que sacaba muy malas notas en el colegio del que provenía, cuando la realidad es que el chico era un alumno brillante.

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En el otro colegio hacen todo lo contrario, entra un alumno nuevo y le dicen al profesor que ponga especial atención con el muchacho, porque tiene un coeficiente intelectual muy alto, y que sacaba muy buenos resultados en el colegio anterior, cuando en realidad el chico era el peor estudiante de su clase.

¿Qué creéis que pasó? Pues que el alumno que sacaba tan buenas notas de repente empezó a bajar su rendimiento y a sacar peores notas y el alumno que en el anterior colegio era un mal estudiante de repente empezó a sacar buenas notas.

Pues igual que la rana sorda tienes que hacer que no te influya lo que los demás piensan sobre ti, la rana que murió es porque los demás creían que iba a morir y así fue. La Profecía Autocumplida es el mismo concepto pero pasa con lo que uno piensa sobre si mismo. Es tener una expectativa que hace que al final actúes en consonancia a ella y al final se vuelva cierta.

Un ejemplo de un caso sería… Una persona piensa: «mi empresa va a triunfar» y la realidad es que en este momento es imposible porque no está haciendo las cosas bien, pero la persona lo cree tan firmemente que inconscientemente ya está cambiando cosas para que eso suceda y algo que parecía imposible al final se hace realidad.

Por eso es tan importante ser positivo en la vida, si yo creo que las cosas me van a ir bien, mi inconsciente mandará impulsos que se convertirán en acciones para que al final eso suceda de verdad.

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Orgullo y Humildad

Esta semana quiero reflexionar acerca del lugar que ocupan cada uno de estos dos elementos en nuestra vida. Antes de contestar, habría que distinguir entre dos tipos de orgullo. Cuando hablo de orgullo y humildad, me gustaría que pensarais en el segundo tipo de orgullo. El que nos lleva a creernos por encima del resto.

Orgullo frente a humildad

“Un comerciante tenía dos asnos con los que transportaba mercancías. Una mañana el amo despertó a los asnos y les colocó las alforjas. Al más humilde le tocó llevar un cargamento de sal, y al vanidoso, una partida de esponjas. ¿Ves? No me negarás que el amo me cuida más que a ti. ¿No puedes correr más? Al cabo de un rato, llegaron a un río. Cuando los dos animales y el hombre pisaron los tablones, la madera crujió con el peso.

Su compañero hizo lo mismo, pero se despistó un momento y cayó. Una vez en el agua, la sal que llevaba el burro humilde comenzó a deshacerse y el animal pudo salir fácilmente: ahora sus alforjas no pesaban nada. ¡Socorro! Entonces el comerciante nadó hacia él y le soltó las alforjas. Por fin, el burro pudo salir. Por el camino de vuelta, el burro vanidoso comprendió que su presunción no le había llevado a ningún sitio y que de lo que tanto presumía casi le cuesta la vida. ¡De qué poco le había valido al asno de la fábula ser tan orgulloso!

En otras ocasiones hemos reflexionado acerca de la humildad y os he asegurado que la humildad puede aprenderse. Podemos aprenderla como hizo el burro del cuento, a costa de que la vida nos golpee, o podemos aprenderla observando a las grandes personas que nos rodean y su manera de comportarse. A esas personas que, a pesar de su grandeza, no dudan en pedir ayuda si la necesitan, que siempre están dispuestas a aprender… porque cuando actuamos con orgullo, cuando nos creemos superiores a los demás nos limitamos a nosotros mismos el placer de aprender cosas nuevas.

¿Cuántas veces en una conversación estamos esperando a que acabe de hablar la otra persona solo para expresar nuestra versión? ¿Os dais cuenta de que, en esas ocasiones, nos escuchamos más a nosotros mismos que a nuestro interlocutor? ¡Pues bien! Ese orgullo que puede desembocar en soberbia nos daña a nosotros los primeros, pero también hace daño a las personas que nos rodean.

Por eso, os invito a que en vuestra vida pese más la humildad. ¡Os aseguro que la vida vivida desde la humildad vale la pena! Porque es lo que nos hace verdaderamente grandes y fuertes frente a la debilidad que mostramos cuando actuamos con soberbia.

Tener ansia de aprender cosas nuevas nos hace reconocer que no lo sabemos todo, admitir que hay personas a nuestro alrededor que nos pueden enseñar muchísimas cosas. Escucha a los que te rodean. Obsérvalos. Te darás cuenta de lo grandes que son. Al lado de esa vecina que está luchando contra una grave enfermedad, pero que no ha dejado de lado su sonrisa. Al lado de ese anciano que sigue cuidando de sus nietos para ayudar a sus hijos. Al lado de ese compañero que le echa horas al trabajo para obtener un resultado excelente.

Admite tus errores. Solo así serás capaz de solucionarlos. El orgullo cuando nos hemos equivocado no nos vale de nada. ¿Os atrevéis a que la humildad pese más que el orgullo en vuestra vida?

La Vaca y la Mediocridad

Para subsistir en el competitivo mundo empresarial resulta muy recomendable aprender las lecciones que se extraen de las fábulas. Un viejo maestro quería enseñar a un joven discípulo que una vida llena de conformismo y mediocridad coarta nuestro desarrollo.

Fueron a visitar el pueblo más pobre de la comarca, y dentro de él buscaron la casa más humilde. En ella malvivían el padre, la madre, cuatro hijos y dos abuelos. La familia contaba con una sola posesión que para ellos era muy preciada. Una vaca... Maestro y discípulo pasaron la noche en aquella casa, pero antes del amanecer el maestro se levantó y degolló a la pobre vaca. "¿Qué has hecho maestro?

Un año más tarde, los dos hombres volvieron a aquel pueblo para ver qué había ocurrido con la familia. Buscaron en vano la humilde vivienda, porque donde antes se encontraba la ruinosa casucha ahora se levantaba una casa grande y suntuosa. Y ante su sorpresa vieron salir de la casona al mismo hombre que un año antes les había dado posada.

Le saludaron y el hombre -que ignoraba que el maestro y el joven eran los responsables de la muerte de la vaca- les contó que algún maleante había degollado al animal, y que para no morirse de hambre se habían puesto a sembrar. Decidimos limpiar la parte de atrás de la casucha -les dijo- y allí sembramos hortalizas y legumbres.

El joven, que escuchaba atónito la increíble historia, entendió finalmente la lección que su maestro quería enseñarle. La vaca simboliza todo aquello que nos mantiene atados a la mediocridad.

El Perro y la Pantera: Imaginación y Audacia

Un señor va de cacería a África y lleva con él a su perrito. Un día, el perro se aleja del grupo y se extravía por la selva. Al ver que la pantera lo va a devorar, piensa rápido qué puede hacer. Cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice: "¡Ahhh, qué rica pantera me acabo de comer!". La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco, gira y sale despavorida pensando: ¿Quién sabe qué animal es ése?

Un mono que estaba en un árbol, oyó y vio la escena... Sin más, salió corriendo tras la pantera para contarle cómo la había engañado el perrito: ¡Cómo serás de tonta... Esos huesos ya estaban ahí! Además... ¡Es sólo un perrito! La pantera, enfurecida, sale corriendo a buscar al perro con el mono montado en el lomo. ¿Y ahora qué hago?, piensa asustado.

La moraleja es que en momentos de crisis, la imaginación es tan importante como el conocimiento, y la audacia vale más que la fuerza.

El Vuelo de los Gansos: Trabajo en Equipo

El vuelo de los gansos es el más claro ejemplo de las ventajas de trabajar en equipo. Vuelan formando una V, porque cada pájaro, al batir sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al ganso que va detrás.

La Hormiga Productiva y Feliz

Todos los días, muy temprano llegaba a su empresa la hormiga productiva y feliz. Allí pasaba sus días, trabajando y tarareando una antigua canción de amor. Ella era productiva y feliz, pero ¡ay! El abejorro gerente general consideró que eso no era posible, así que se creó el puesto de supervisor, para el cual contrataron a un escarabajo. Pronto fue necesario contar con una secretaria para que ayudara a preparar los informes, así que contrataron una arañita que organizó los archivos y se encargó del teléfono.

Entonces fue necesario contratar una abeja ayudante para el supervisor y fue indispensable un nuevo ordenador con impresora a color. Pronto la hormiga productiva y feliz dejó de tararear sus melodías y comenzó a quejarse de todo el papeleo que había que hacer ahora.

Así crearon el cargo de gerente del área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz. El cargo fue para una libélula que alfombró su oficina e hizo comprar un sillón especial. La hormiga ya no tarareaba sus melodías y cada vez estaba más irascible. "Vamos a tener que realizar un estudio de clima laboral", dijo la libélula. Así que contrató al búho, prestigioso consultor, para que hiciera un diagnóstico. El búho estuvo tres meses en la empresa y pronto emitió un sesudo informe: "Hay demasiada gente en este departamento". Así, el gerente general siguió el consejo del consultor y...

Moraleja: Si eres hormiga productiva y feliz, no pierdas el tiempo en una organización donde no valoran tu potencial; mejor inicia tu propia empresa.

El Propósito en la Vida

Jon Gordon brinda una alegoría sobre la importancia de conocer cuál es su pasión -su rumbo- y dejar que ésta sea el motor que lo impulse a seguir su camino -su propósito- en la vida. A través de la historia de un empleado empresarial que ha perdido la motivación en el trabajo, Gordon imparte importantes lecciones para la vida y los negocios. Mediante reflexiones sobre la importancia de definir su propósito a partir de lo que le apasiona así como de la fe en Dios, y partiendo de la premisa de que todo en la vida está interconectado, el libro brinda lecciones para recorrer con mayor eficacia y, sobre todo, con placer, el laberinto de la vida.

Usted puede sentirse perdido si no sabe cuál es el propósito de su vida. En ese caso, definir el rumbo de su vida debe ser su prioridad. El propósito, que es la fuente que le infunde pasión, confianza y vitalidad para actuar, es la brújula que indica el rumbo que usted debe seguir para darle sentido a su vida y a su trabajo. Al tener un propósito, su imaginación moldea su realidad. La pasión con la que realizamos las actividades que nos motivan es lo que nos diferencia de los demás.

En ocasiones, sentirse perdido es el comienzo necesario para encontrar el camino. Los desvíos, los errores e incluso los fracasos encierran lecciones de las que aprender para encontrar el rumbo de su vida, su lugar adecuado. Manténgase atento y sensible para identificar, escuchar y aprender de los maestros inesperados que aparecen en la vida.

El León Va a la Guerra: Liderazgo y Trabajo en Equipo

‘El león va a la guerra’ es una fábula sobre el liderazgo y el trabajo en equipo para los niños, pero también sobre los defectos que en realidad son virtudes. La fábula nos habla de valores necesarios a la hora de trabajar en equipo: un buen líder capaz de organizar un grupo y sobre todo, de valorar todas y cada una de las cualidades de sus miembros.

Estaba el león, el rey de la Selva, preocupado: otros animales de una zona limítrofe, les acababa de declarar la guerra. - ¡Amigos! Un rey vecino nos acaba de declarar la guerra. Está bien, nos defenderemos. El león, pidió ayuda a su consejero, el mono. Entre los dos, comenzaron a organizar a todos los animales para formar un poderoso ejército.

- Elefante, ven aquí- dijo el león- Tú eres muy fuerte, y serás muy útil para llevar todas las municiones. Piedras, troncos de árboles. - Vosotros, zorros, os necesito- continuó hablando el león- Sois los más astutos de entre todos los animales. Y así, uno tras otro, cada animal fue recibiendo un cometido.

- Burro, tú serás el encargado de llamar a todos los animales a formar cuando yo te lo diga. - Y tú, conejo, eres tan rápido que me resultas de gran ayuda para llevar los mensajes de un lado a otro. Los dos animales sonrieron agradecidos.

El mono, agachó la cabeza apesadumbrado: acababa de recibir una gran lección del león. - Estás equivocado- dijo algo enfadado el león-. Escucha bien: todos los animales sirven para algo.

Moraleja: «Lo que parece un defecto puede que sea una virtud.

Una guerra no la gana un solo hombre. Se gana gracias a la cooperación de miles de ellos. Es decir, gracias a las cualidades y habilidades de muchos y a la gran capacidad de una persona, el líder, para dirigirlos.

La Importancia del Trabajo en Equipo

Esta fábula, ‘El león va a la guerra’ es una bella metáfora para explicarnos lo importante que es el trabajo en equipo para conseguir un gran logro, y la necesidad de contar con un buen líder que sepa dirigirlo y organizarlo.

Las Cualidades del Buen Líder

¿Y cómo es el buen líder? Es aquel capaz de sacar lo mejor de cada uno de los miembros del grupo. Así, el líder es capaz de ver una virtud donde otros solo ven un defecto. Y de utilizar esa virtud para beneficio de todos.

Todos Servimos Para Algo

Esta fábula, ‘El león va a la guerra’, también nos ayuda a reflexionar sobre nuestras cualidades y habilidades. Sin duda, todos tenemos una habilidad para algo. Reflexiona con tu hijo sobre aquellos ‘defectos’ que piensa que tiene. ¿Es ‘respondón’? Es porque tiene una gran capacidad de análisis crítico. ¿Tu hijo piensa que su gran defecto es la timidez? Cada defecto, puede ser una virtud.

El Hombre de las Siete Máscaras: Una Metáfora Gestáltica

¿Alguna vez te has detenido a pensar en las historias que construyes para protegerte? A menudo, navegamos por la vida cubiertos por «máscaras» que esconden nuestros miedos, deseos y vulnerabilidades más profundas. En este artículo sobre “Metáforas en terapia Gestalt”, te invito a explorar el simbolismo detrás de las máscaras humanas a través de un cuento repleto de significado.

Entre las modalidades terapéuticas más habituales que utilizan esta narrativa se encuentran el Coaching, la Psicoterapia Gestalt y la PNL. Especialmente en la vertiente de terapias transpersonales. Este relato corto, titulado «el hombre de las siete máscaras«, nos habla en forma simbólica sobre la diferencia entre el llamado yo social, y el tesoro que se esconde en la sombra. Traer a nuestro darnos cuenta estas zonas olvidadas, forma parte de la praxis de la psicoterapia en general.

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