Henry Ford: El Emprendedor que Revolucionó la Industria Automotriz

Henry Ford revolucionó el modo de vida de muchas personas con su visión de que tener un coche debería ser algo práctico y asequible. La vida de este ingenioso y emprendedor estadounidense que cambió por completo la forma en que nos movemos alrededor del mundo con la invención del automóvil en masa es fascinante.

Primeros años e Inspiración

La historia comienza en Springwells Township, en el condado de Wayne County, Michigan (EE. UU.) el 30 de julio de 1863. Nació en la granja de su padre en Dearborn, Michigan, el 30 de julio de 1863. El 30 de julio de 1863 nacía Henry Ford en el seno de una familia muy pobre de una zona rural al oeste de Detroit.

Desde muy pequeño, el joven Henry empezó a contribuir a la economía familiar colaborando en las labores agrícolas. Desde muy joven mostró fascinación por las máquinas de vapor que empezaban a ser usadas en la agricultura. Desde niño, Ford sintió fascinación por las máquinas. El interés por la mecánica despertó en el joven Henry desde bien pequeño.

Cuando tenía diez años, quedó fascinado al ver por primera vez una una máquina de vapor estacionaria que se empleaba para ayudar en las tareas de la granja en la que trabajaba. Gracias a su creador, Fred Reden, Henry aprendió todos sus entresijos y se convenció de que el futuro estaba ligado inexorablemente con todo lo relacionado con el mundo del motor.

En su juventud, demostró algunas de las características que lo harían exitoso, poderoso y famoso. Organizó a otros chicos para construir ruedas de agua rudimentarias y máquinas de vapor. Aprendió sobre las máquinas de vapor de tamaño completo al convertirse en amigo de los hombres que las dirigían en las fábricas. Aprendió a arreglar relojes y conoció con esto los rudimentos del diseño de la máquina.

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Pudo seguir los pasos de su padre y convertirse en un agricultor, pero estaba fascinado por las máquinas y tomó riesgos para perseguir esa fascinación. Ford viajó hasta Detroit para aprender su funcionamiento.

Inicios Profesionales y Primeros Inventos

En 1879 dejó la granja para convertirse en un aprendiz de la compañía de coches de Michigan, que fabricaba los vagones para ferrocarriles. Trabajó en varios sitios durante su juventud, hasta que se unió a la Edison Illuminating Company de Detroit en 1891.

Regresó a su casa en 1882, con una preferencia a trabajar por su cuenta y no para alguien más. Tres años más tarde, en 1882, regresó a la granja familiar para encargarse de manejar una máquina de vapor portátil de la marca Westinghouse. Tan experto se hizo en la materia que fue contratado por la propia compañía para dar servicio a los usuarios de sus máquinas de vapor.

Durante esa etapa de su vida se casó con Clara Bryant, activista y sufragista. En 1888 se casó con Clara Bryant y en 1891 se trasladó a Detroit, donde tomó un trabajo como ingeniero nocturno en la Edison Electric Illuminating Company.

Tardó solamente dos años en convertirse en el ingeniero jefe de la empresa. Ford no sabía mucho acerca de electricidad, pero vio el trabajo como una oportunidad para aprender. Era un buen alumno, y para 1896 se había convertido en ingeniero jefe de la compañía.

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Durante este tiempo, Ford experimentó con automóviles y motores de combustión interna, tanto en el trabajo como en casa. El primer motor Ford cobró vida en 1893 sobre una mesa de madera en la casa de la familia en el 58 de Bagley Avenue, en Detroit.

Con la ayuda de un equipo de amigos, hizo experimentos automotrices que culminaron en 1896 con la realización de su primer vehículo autopropulsado, el “Cuadriciclo”. En 1896 Henry Ford terminó su primer prototipo, el cuadriciclo, que vendió con facilidad. Los ingresos y experiencia que le proporcionaron dieron paso a la construcción del siguiente modelo, con la idea de rebajar su peso y hacerlo más ligero.

Tenía cuatro ruedas de alambre que parecían de bicicleta, se conducía con un timón de barco y sólo usaba dos ruedas para el retroceso. Aquellos primeros experimentos culminaron en el año 1896, cuando inventó su primer vehículo autopropulsado al que denominó cuadriciclo, y que probó con éxito el 4 de junio del mismo año. En 1896, Ford inventó su primer vehículo autopropulsado: el cuadriciclo, que probó con éxito el 4 de junio del mismo año.

Un segundo coche llegó en 1898 y Henry convenció a un grupo de empresarios para que lo apoyara en el emprendimiento más importante de su vida, una compañía para fabricarlo y venderlo. Ford dejó su trabajo en la Edison en 1899 y unos años más tarde fundó la Ford Motor Company.

Ford Motor Company y el Modelo T

Henry Ford, tras los fracasos anteriores y con la firme decisión de no depender de nadie nunca más, fundó en 1903 Ford Motor Company, la empresa que se convertiría en poco tiempo en la mayor fábrica de automóviles del mundo durante años. El 16 de junio de 1903, Ford creó su tercer proyecto junto con otros once inversores más, entre los que se contaban los hermanos John y Horace Dodge: la Ford Motor Company.

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Cuando tener un automóvil era un lujo reservado a unos pocos privilegiados, el objetivo de Henry Ford fue "poner el mundo entero sobre ruedas" y producir un vehículo asequible para el gran público. En sus inicios, la compañía disponía de un solo prototipo, construido con la ayuda del ingeniero Childe Harold Willis, que ni tan siquiera estaba terminado.

El primer coche de la nueva empresa, llamado “Modelo A”, fue seguido por una variedad de modelos mejorados y que se podían vender a precios económicos. Para lograrlo, al final sus socios contrataron, sin contar con él, al ingeniero Henry M. Leland, lo que provocó la dimisión inmediata de Ford.

"Dimití determinado a nunca jamás volver a ponerme bajo las órdenes de nadie", diría airado el inventor. Ford tenía entonces una visión que revolucionaría la industria, la de un coche “para la gran multitud”. Mientras que los hermanos Dodge querían producir un modelo de lujo, Ford prefería poner todos sus esfuerzos en la fabricación de un automóvil sencillo, que fuera popular y, sobre todo, económico, dirigido a un público distinto: la familia media norteamericana.

La culminación de la genialidad y el sentido práctico de Henry Ford fue el Model T: era rápido de fabricar, fácil de manejar y se conducía bien por todos los terrenos. El “Modelo T”, creado luego, fue fácil de operar, mantener y manejar por caminos accidentados. El resultado fue el mítico Ford T. Cuando el vehículo salió de la línea de producción de la fábrica en 1908, Henry Ford ya llevaba años buscando la mejor manera de producir más y más barato.

Y lo que era más importante, su bajo coste hizo que fuera asequible para todo el mundo. Un coche de alta calidad, fácil de conducir y asequible (el Model T llegó a costar solo 260 dólares, un precio muy razonable para la época). El primer Ford T salió de la cadena de montaje el día 1 de octubre de 1908. El precio de salida en el año del lanzamiento era de 825 dólares, sin competencia posible frente a otras marcas.

Los automóviles ya no eran un capricho para ricos. Cuando el primer Model T salió de una fábrica de Ford en Michigan en 1908, fue una revolución. Ford aplicó técnicas innovadoras de producción en su fábrica, como la línea de ensamblaje, que permitió la producción en masa de automóviles a un ritmo mucho más rápido y a un menor costo, esto surgió tras la visita que realizo a un matadero y al ver el proceso de trabajo que se realizaba ahí, se inspiro para poder aplicarla en su fabrica.

Ford al final encontró la fórmula del éxito empresarial durante una visita que realizó a los mataderos de Cincinnati y Chicago, cuando descubrió la cinta transportadora. Así, pensó entusiasmado, el coche en proceso de fabricación avanzaría por la cinta mientras cada obrero intervenía en el montaje sin moverse de su lugar. La innovación resultó todo un logro.

En 1914, año del estallido de la I Guerra Mundial, las fábricas de Ford construyeron 308.162 unidades del modelo T, más que el resto de los fabricantes juntos del mundo. Con el Ford T, Henry consiguió dos cosas muy importantes: crear la clase media norteamericana y subirla en un automóvil. Gracias a estas mejoras, el Modelo T se convirtió en el primer automóvil asequible para la clase trabajadora.

La gente podía permitirse comprar un coche y así disfrutar de una mayor movilidad y libertad. El salario pasó de ser de unos dos dólares al día a cinco dólares. De un plumazo, la fuerza de trabajo se estabilizó, al mismo tiempo que las ventas del “Modelo T” aumentaron, ya que permitía a sus empleados comprarlos a plazo.

Pero para mantener la fabrica a pleno rendimiento, Ford necesitaba contratar más personal para cubrir todos los turnos, y para conseguirlo se le ocurrió la idea de duplicar los sueldos, con lo que logró atraer mano de obra cualificada y, aunque parezca increíble, pudo reducir los costes de producción. En el intento de abaratar al máximo el precio del Ford T, desde 1914 sólo se fabricó en negro. El mismo chasis era la base de todas las versiones.

Ford T de 1909, coche nº 2, trofeo M. El Ford T estaba muy bien construido, hecho para durar. Y como suele ocurrir, su virtud fue su gran defecto. Cuando se fabricó la unidad número 10 millones, 9 de cada 10 coches que circulaban en el mundo eran Ford T.

En 1918 la mitad de los coches que circulaban en Estados Unidos eran Ford T. El modelo estuvo en producción durante casi veinte años, hasta 1927; y se vendieron, en total, más de quince millones de unidades. Las ciudades se expandieron y las carreteras se construyeron para satisfacer la creciente demanda de automóviles.

Innovaciones en la Producción y Gestión Empresarial

Ford fue un innovador nato. No solo creó el primer automóvil producido a gran escala del mundo. Creó el futuro. Esa pasión incontenible por innovar define la esencia de Ford. Seguimos mirando hacia el futuro, buscando mejores formas de hacer las cosas.

Las innovaciones no eran solo por parte de Henry. Los trabajadores y encargados de las fábricas de Ford contribuyeron a la idea de la cadena de montaje móvil. Hasta entonces, el chasis estaba parado y los trabajadores se movían a su alrededor, construyendo lentamente el coche hasta finalizarlo.

La cadena de montaje revolucionó la fabricación y el automóvil iba avanzando para que los distintos trabajadores desarrollaran su labor. La siguiente genialidad de Henry fue la cadena de montaje, que racionalizaba el proceso productivo, permitiendo construir cada unidad en un tiempo mínimo en la época. Cuando se puso en marcha el sistema, el tiempo de ensamblaje por unidad era de 12 horas, un record de por sí.

Otra innovación que comenzó en las fábricas de Ford y se extendió por todo el mundo fue la semana laboral de 5 días y 40 horas. Estableció la jornada de 8 horas por primera vez en la historia, así como un salario mínimo con incentivos por producción y participación en los beneficios empresariales. Además, Ford aumentó los salarios de sus empleados, estableciendo un sueldo mínimo de cinco dólares al día. Esta decisión fue revolucionaria en su época y ayudó a mejorar la calidad de vida de muchos trabajadores.

En el aspecto comercial también introdujo una idea innovadora, creando una red de franquicias distribuidas por todo el país, así nació la figura del concesionario. Como defensor acérrimo del libre mercado, este emprendedor no puso trabas a la utilización de sus procedimientos en empresas de la competencia en USA y en el extranjero. Su visión globalizadora de la industria del automóvil fue la clave de su éxito, y no solamente en su país, ya que tuvo la visión de exportar un sistema de franquicias alrededor del mundo que triunfó totalmente.

Sin embargo, el problema surgió cuando los accionistas vieron que se habían incrementado considerablemente los beneficios y exigieron repartir los dividendos. Pero Ford, que prefería invertir las ganancias en la mejora de la fábrica, tomo una drástica decisión: compró todas las acciones y expulsó a la mayoría de los accionistas de la empresa, que quedó en manos de su mujer, su hijo y él mismo. En 1919, cansado de la “injerencia” de los otros inversionistas de su compañía, Henry compró todas sus acciones y se convirtió en el único propietario de la mayor empresa automotriz del mundo.

Declive del Modelo T y Últimos Años

A finales de la década de 1920, incluso el propio Henry no pudo ignorar las cifras de ventas en declive. En 1927, a regañadientes, cerró las líneas de montaje del “Modelo T” y comenzó a diseñar un auto nuevo. Todos los pasos del proceso de fabricación de refinar las materias primas hasta el montaje final de éste tuvieron lugar en la gran Rouge Plant.

Luchando por mantenerse en pie durante la Gran Depresión de 1929, Ford se vio obligado a reducir los salarios y a despedir trabajadores. En 1932, a los 69 años, presentó su última gran innovación automovilista en vida, el “Motor V8”, barato y ligero. Incluso esto no fue suficiente para detener el declive de su compañía, que llegó a estar, en 1936, al tercer lugar del mercado de estadounidense, detrás de General Motors y Chrysler Corporation.

Al iniciar la Segunda Guerra Mundial en 1939, Ford, que siempre odió las guerras, apeló para que los Estados Unidos no tomara partido en el conflicto. Henry Ford hizo importantes contribuciones a la industria de la aviación. Aunque a nivel popular siempre se identificará a Henry Ford con el modelo T, también hizo sus incursiones en la industria aeronáutica.

Legado y Muerte

Algunos avances de Ford en la radionavegación hicieron que hoy volar sea más seguro para todos. Cuando en 1918 terminó la I Guerra Mundial, Ford no abandonó este sector y también construyó aviones. Destaca entre ellos el trimotor conocido como Tin Goose, el primero en transportar 12 pasajeros con comodidad, del que se fabricaron 200 unidades.

Henry Ford puso los cimientos del siglo XX. La línea de montaje, que se convirtió en el modo de producción característico de esos años, con el tiempo se aplicó prácticamente para todo, desde artefactos eléctricos y mecánicos hasta comestibles y textiles. Ford sentó las bases para la producción en masa y la fabricación eficiente, sentando así loa cimientos de la producción industrial moderna.

Henry permaneció al mando de Ford Motor Company durante el resto de su vida, compartiendo responsabilidades con su hijo Edsel. Henry Ford murió en su casa, en Fairlane, Dearborn, el 7 de abril de 1947, a las 11:40 horas. Tenía 83 años. En el momento de su muerte, el río Rouge había inundado la zona causando un apagón local.

El 7 de abril de 1947 falleció Henry Ford, el hombre que revolucionó la industria del automóvil con la producción en serie. Henry Ford falleció el 7 de abril de 1947. La vida de un hombre que dejó una huella imborrable en la historia: Henry Ford. Ford murió a la edad de ochenta y tres años, en 1947. Uno de los más importantes industriales norteamericanos de todos los tiempos ha pasado a la historia, entre otras cosas, por haber revolucionado el mercado automovilístico tanto en su país natal, Estados Unidos, como en el resto del mundo.

Tabla resumen de hitos en la vida de Henry Ford

Año Hito
1863 Nacimiento de Henry Ford
1893 Primer motor Ford
1896 Crea su primer vehículo autopropulsado: el cuadriciclo
1903 Fundación de Ford Motor Company
1908 Lanzamiento del Ford Modelo T
1914 Implementación de la cadena de montaje móvil
1914 Solo se fabrica en negro el Ford T
1947 Fallecimiento de Henry Ford

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